Rock
Con más de cinco décadas de vida cumplidas a escala mundial y con la guitarra eléctrica como su arma predilecta de sonido, el rock es casi igual de antiguo desde su primera adopción en Chile a mediados de los años '50, y ha descrito una de las evoluciones más múltiples de la música popular local. Imitado al comienzo, chilenizado en parte por la Nueva Ola, transformado en himno nacional para el Mundial de 1962, puesto al día por jóvenes airados a fines de los '60, revolucionado por toda una nueva generación hippie y telúrica a comienzos de los '70, aguerrido bajo la dictadura, agitado por la new wave a mediados de los '80 y abierto hacia formas como el punk, el metal, el reggae o el pop, la música rock se ha multiplicado en un sinnúmero de nombres y tendencias desde los años '90 hasta la actualidad.
En parte, la historia de Slowkiss es la de la persistencia de su fundadora, la cantante y guitarrista Elisa Montes (Bilbao, 1985). Desde que llegó con su familia a Chile, a los 10 años de edad, su trayectoria en la música ha sido la de una intérprete precoz y creadora convencida, quien afirma en esta banda un recorrido largado en la adolescencia junto a otros y muy diferentes grupos, como Supernova o el trío rockero Espartaco, junto a los que trabajó en vivo y grabó discos.
De la guitarra eléctrica a la guitarra acústica y viceversa, Andrés Valdebenito ha recorrido un camino en la música popular que va desde la cantautoría en el rock pop hasta la composición para cine. Su historia como nombre propio se inicia en una saga de primeros álbumes, algunos de ellos muy destacados desde la canción y desde el sonido, como Rara avis (2022) —producido por Javier Barría—, que él grabó en simultáneo a su otra vida musical: Andrés Valdebenito es integrante de proyectos como Oxa y la banda de Nico Rojo, que han expandido su alcance musical.
Casino fue un trío continuador de ciertos músicos chilenos atentos en los años noventa al influjo del pospunk y el noise. Dos de sus fundadores provenían de la banda Sintra, y en su historia se cruza también la de Pablo Giadach, destacado luego como productor y colaborador de The Ganjas. A lo largo de sus años de trabajo, entraron y salieron de la banda también músicos fogueados en Elso Tumbay, Bellyco, Pendex y Camión.
Como un rock "elegante y melancólico" define esta banda su música, plasmada hasta ahora en diversas presentaciones en vivo en Santiago, y en el disco Almas (2007). Dos años más tardes, lanzó el single "Estrellar", fue trabajado en estudio junto al músico Pedro Frugone.
Éste es uno de los grupos chilenos que más se han desmarcado de los límites del nuevo metal surgido en los años '90. Aunque tiene influencias iniciales de bandas de ese movimiento como Deftones y fue parte de los festivales Aggrofest que cohesionaron en Chile la escena metalera conocida como "aggro", Libra conecta guitarras eléctricas pesadas con atmósferas y sonidos electrónicos y no disimula su inclinación por la melodía ni su alejamiento de la estridencia. Libra se ha acercado además a grupos que a su vez escapan de las categorías musicales del metal o el punk, como Pacü y Humana, con quienes comparten escenarios y sello disquero.
Una historia de altos y bajos, de hits en radio y esfuerzos de extrema precariedad, de conquistas y pérdidas esenciales, ha mantenido a Los Peores de Chile como una de las bandas de mayor carisma dentro del circuito punk chileno. Su discografía, aunque limitada, es relevante más allá del par de golpes radiales obtenidos en los años 90: en la formación de sus integrantes late el amor profundo por las raíces de la música sureña estadounidense, una invitación que resultó siempre atrayente gracias al valor de un vocalista de auténtico espíritu iconoclasta, el calvo e inolvidable Pogo (1957-2022). La banda ha tenido momentos de pausa y de reactivación, pero consigue un puesto indiscutido dentro de los recuentos de lo mejor del rock chileno en los años de transición democrática gracias a la fuerza, humor y carácter de dos singles que los llevaron a radios e incluso a televisión abierta: "Cicciolina" y "Síndrome Camboya". La muerte de Pogo, en octubre de 2022, hizo girar el trabajo de los Peores, aunque sin descontinuarlo.
Pocos vocalistas de grupos chilenos asociados al pop-rock sacan la voz como lo hacía el cantante de Truman, un grupo que combinó su pop oscuro con el glamour de plumas y anteojos negros en vivo. La estética fue una preocupación traspasada también a sesiones de fotos y videoclips durante el tiempo de trabajo del trío liderado por el cantante y compositor Mauricio Riveros.
Más de una década de trabajo rockero independiente completa la banda Cleaver, capaz durante ese trayecto de cruces internacionales y un constante trabajo en vivo en Santiago. En 2019 emprendieron una gira por varias paradas en California, Estados Unidos, incluyendo un show en el legendario Whisky a GoGo, del Sunset Boulevard. Su sonido enérgico y eléctrico mantiene pese a su rudeza el apego a melodías de vocación radiable, casi siempre cantadas en inglés. The world is gone (2021), su tercer disco, contó con la producción del experimentado músico Felo Foncea (Dracma, De Kiruza).
En sus más de diez años de historia, la banda penquista Mantarraya ha logrado esquivar las clasificaciones explorando en los límites del pop. Con varias publicaciones desde su nacimiento, en 2011, cada nuevo trabajo parece reinventar su sonido.
Nacida en Concepción y con una vida centrada en localidades sureñas como Chiguayante y Parral, Carolina Frambuesa es una de las nuevas cantautoras que ha vinculado rock y folclor en canciones guiadas por guitarra y voz que, en sus palabras «mezclan metáfora y realidad». Sus primeras experiencias de bandas, como Reptar y Surmenage, estuvieron marcadas por el sonido rock, y en ellas Carolina asumió la función de vocalista y guitarrista.
Con un espíritu a lo menos punk en lo performático, Asia Menor apareció en la escena del rock chileno de la pospandemia con un álbum rompedor como Enola Gay (2023), que al año siguiente le redituó el premio Pulsar en la categoría Nuevo Artista. Fue la consolidación de un proyecto impulsado desde Temuco cinco años antes y con propósitos totalmente dispares a los de una banda de rock como tal. Cuando los músicos se reunieron, no tenían un plan de llegar a grabar un disco con sus canciones. Ni siquiera tocar en directo, aunque esa realidad fue cambiando sobre la marcha tras el período de taller en que cuajaron un rock de varios bordes: el aspecto punk, desde luego, pero también otras direcciones musicales hacia la experimentación y la matemática del ritmo. Las canciones de ese álbum debut plantearon temas sobre la vida en una desesperanza, la ansiedad, el estrés y las frustraciones de una generación frente a ese paisaje.
Roberto Lindl es un músico referencial, desde inicios de los '90 e indistintamente en el campo del pop, el rock and roll, el jazz y la música de la bohemia. Más allá de su militancia histórica como en Los Tres y el Ángel Parra Trío, la propia visión de los hechos terminó por definir a Lindl como una personalidad musical con bitácora propia. Con el pseudónimo de Titae, siempre pulcramente vestido y tras una gafas de marco grueso, el bajista y contrabajista llegó a ser una figura muy por encima de la sola categoría de músico de acompañamiento.
Un capítulo enigmático del rock chileno de la década de los setenta está representado en la historia de Miel. La banda se inició en 1974 con músicos provenientes de grupos como Sacros, Tumulto y Escombros, se mantuvo durante todo el resto de la década y fue la gran vitrina pública para Juan Carlos Duque, quien no tardó en desarrollar una carrera como cantante solista y productor. Miel no legó ningún álbum, pero sí un gran prestigio entre entendidos por su incursión en la sonoridad progresiva.
A modo de acrónimo, Nachozen es el nombre musical de Ignacio Zenteno, cantautor rock-pop, guitarrista y profesor de Filosofía, un solista espontáneo cuya música ha surgido desde la composición a puertas cerradas y el trabajo en el estudio de grabación, más que en los escenarios y la experiencia de la música en directo. Una cultura musical profunda y vínculos con el blues, la era del rock clásico, el rock argentino y el folclor latinoamericano definieron esa propuesta autoral, que dejó tres álbumes manufacturados de manera independiente durante la década de los 2000.
Adscritos a esa costumbre rockera que consiste en adoptar el nombre de una banda como apellido ficticio de sus integrantes, es también Devil Presley un grupo apegado a una música tradicional, "el rock directo y simple de los clásicos", como afirman. Es sorprendente la cantidad de alineaciones que han tocado bajo este nombre desde el inicio de la banda en 1998, tanto como la lejanía de las ciudades a las que han llegado a presentar la música pesada, eléctrica, ruda y acelerada que cultivan. Música plasmada en canciones que pueden llevar "Belcebú" y "Piscoleros" como nombres. Canciones de tatuajes, cuero y calaveras, de alcohol y mujeres.
A pesar de ser conocido masivamente como un músico de populares orquestas televisivas desde los años '80, la historia artística de Carlos Corales lo enviste con un título muchísimo más contundente que estas simples membresías. Corales es una de las llaves maestras en la instauración de la estética y la música psicodélica, el blues y el rock and roll en Chile desde fines de los '60, a través de su liderazgo del grupo Aguaturbia.
Raúl Lobito López es saxofonista de la generación pionera en la fusión del jazz, el rock y la música latinoamericana, que empezó a despuntar en los años '70 y '80. Fue integrante de dos agrupaciones consulares en las vanguardias de la época: Quilín (1979) y Alsur (1986). En su época posterior en Coquimbo, López abrazó las influencias nortinas, las geografías física y humana, así como los ritmos y danzas folclóricas de un vasto territorio en las puertas del desierto y el altiplano. Desde esa posición y en mezcla con lo jazzístico, a los 70 años escribió sus primeras composiciones y publicó su ópera prima; Sudamerijazz (2022).
Banda dueña de un rock directo, crudo y potente, desplegado en energéticas presentaciones en vivo, Basabdos editó dos discos que evidencian su afición a tríos como Jimi Hendrix Experience o los argentinos La Renga y Divididos. Un hecho puntual convertiría a estos últimos en una referencia obligada durante los ocho años de carrera cumplidos por el grupo, entre 1998 y 2006.
Después de seis años de tocar rock en diAblo, tres integrantes de ese grupo se unieron en paralelo en una nueva formación para dedicarse a experimentar a partir del dub, música jamaicana originada en la expansión sónica de las bases del reggae remezcladas y procesadas. Desde su inicio en 2006, el grupo se ha presentado en Chile y Perú y ha configurado una discografía hecha de compilaciones, remezclas, registros en vivo y grabaciones compartidas con otros músicos.
En la comuna santiaguina de San Bernardo surgió el primer grupo de la cantante Denisse Malebrán. Fue un cuarteto de dream pop formado entre compañeros de colegio, que alcanzó a publicar un único álbum antes de su disolución (Turbomente (1997) fue el primer álbum en formato CD-Rom lanzado alguna vez en Chile). Con lecciones formales de canto y sincero entusiasmo por la música, Malebrán se vislumbraba como promesa dentro de la música chilena, aunque hubo que esperar, primero, su paso de Turbomente a Polaroid —junto a los hermanos Mauricio (Sokio) y Daniel Díaz—, y, al fin, a su definitivo ingreso a las filas de Saiko.