Punk
Tres acordes de guitarra eléctrica y un disgusto pueden ser suficientes para sostener una canción punk, género obtenido del rock que desdeña la técnica instrumental y la metáfora poética en favor de un mensaje directo y una entrega que enarbola la precariedad de sus intérpretes como prueba de honestidad. El punk surgió a mediados de los años '70 en Estados Unidos como derivación del llamado garage-rock, y se masificó más tarde en Inglaterra a través del trabajo de bandas emblemáticas, como Sex Pistols y The Clash. Ampliado con los años a un concepto de actitud antisistémica y antisolemnidad artística, el punk sigue sosteniendo una cultura musical vigente, tanto en su estado puro y en derivados del tipo del hardcore, el oi! y el anarcopunk, como en la combinación con parientes cercanos, entre ellos el ska, el reggae o el power-pop.
Humana es hardcore ilustrado. Todos sus integrantes fueron estudiantes de la academia de música Projazz en Santiago, y desde ahí el guitarrista Matías Figueroa y el bajista Miguel Morgado se inclinaron por las vetas estadounidenses más modernas del hardcore, derivación acelerada del punk rock, e iniciaron el grupo para aproximar su sonido al estilo de bandas de nuevo metal como Deftones e Incubus.
"Frente a la tendencia" es la cláusula que Mierdaster levanta como lienzo para conmover a sus seguidores, a lo largo de una carrera extensa, accidentada pero insistente. La escena punk subterránea de fines de los noventa fue su origen, y desde ahí el grupo se ha hecho conocido por la honestidad de discurso. Sus letras son críticas y a veces crudas, pero aún así se mantienen lejos del nihilismo que se podría esperar de una banda maltratada por las circunstancias del menoscabado medio discográfico.
La palabra "pachanga" aparece seguido en los carteles callejeros de las actuaciones de este grupo. Pero si el término muchas veces tiene que ver con la cumbia, el sello personal que Rezaka del Norte imprime a la fiesta es sobre todo el sonido norteño de la ranchera mexicana, cuajado en la mezcla que identifica a la banda: "ranchera con actitud punk".
Ocupan un lugar de referencia: ser la primera banda de Concepción compuesta totalmente por mujeres. Con actitud frontal y letras feministas, esta agrupación punk fundada a fines de los años '90 por Gabriela Rodríguez (Animales Exóticos Desamparados) ha mostrado ejemplares ímpetu y persistencia, soportado una intermitente carrera por más de dos décadas, incluso entre grabaciones fallidas y cambios en su formación. Flores Marchitas es un conjunto clave dentro de los movimientos feministas y para la historia musical penquista.
El trío Horregias obedece las pautas del punk con encomiable firmeza. Los tres acordes y las cuerdas eléctricas son la guía inconfundible de sus canciones, que por sobre todo sintetizan la denuncia de prácticas sociales indignantes aunque naturalizadas por una convivencia acomodada. Los vicios del patriarcado y la intromisión intolerable del mercado hasta en el propio aspecto físico y trato cotidiano son blancos de ataque para el grupo. «Somos las Horregias, una banda punk rock del cerro de Renca en Chile; hacemos canciones y practicamos el camionismo. Somos lesbianas», se presentan ellas mismas en un texto promocional. Los títulos de sus canciones precisan mejor los tiros: "Heteronormativa", "No hay nada más feo que una mujer borracha", "Amor vertedero", "Gabi Gabriela Mitral" y "Safari de divorciadas", por ejemplo.
Pese a su sonido crudo, usualmente asociado a la generación del primer punk chileno, había en Índice de Desempleo un cuidado armónico y un compromiso pensante hacia la turbulencia sociopolítica durante la cual le tocó trabajar. Con un rock denso, garage, la banda —que en su formación más estable mantiene a bordo al primer guitarrista de Panico— rozó por momentos lo más oscuro de la new-wave desplegada en el país en la segunda mitad de los años ochenta. Sin registros profesionales por décadas, el grupo ha tenido post 2010 rearticulaciones distanciadas en el tiempo para mostrar discos y nuevos recitales.
El psychobilly, el horror y los zombies conforman la tríada fundamental que delimita la propuesta musical y estética que entrega este cuarteto santiaguino. Se formaron el año 2006 y tempranamente situaron como nombre principal del "psychobilly" en Chile, mezcla de rockabilly y punk, además de presentarse en escenarios de Perú, Brasil, México y Estados Unidos, en el marco de tocatas de fanáticos del género y festivales relacionados. Han editados dos LPs y han experimentado algunos cambios, pero por más de 10 años han sido una banda activa, con seguidores dentro y fuera de Chile. Se definen a sí mismos como " referentes indiscutidos del horror punk latinoamericano".
Formado de las cenizas del grupo Día Catorce, el trío fue uno de los primeros grupos chilenos que tomó la influencia del movimiento de riot grrrls y decidió trabajar un punk-rock feminista, tal como en el cambio de milenio lo hicieron Lilits, Golden Baba, Vaso de Leche y otras bandas de vida más breve. A lo largo de su historia Las Jonathan mantuvieron una fuerte presencia en vivo con canciones que hablaban de verdades simples, y fueron cultoras de un sonido marcado por los cambios de ritmos y juegos de voces, fuera de todo virtuosismo.
El hardcore punk que nace en las esquinas de altos bloques de concreto y entre el ruido de autos manejados con violencia no siempre está más expuesto que el que llega desde la periferia de la urbe caótica. La prueba es S.I.A. (Sin Instrumento Alguno), una banda oriunda de Paine, en la provincia de Maipo, que desde 1998 viene llenando la cartelera nacional de conciertos y viajando región por región para tocar con persistencia.
Siempre en la escala más underground del rock chileno de mediados de los años '90, el fenómeno que produjo Silencio Absoluto es innegable. En torno a esta banda y a Disturbio Menor creció una escena de música hardcore bien establecida en principios socio-políticos anticapitalistas y quedó un legado que, transcurrida más de una década, todavía repercute en una importante escena ligada a esa línea de evolución del movimiento punk.
La historia dice que si Rosewell comenzó un domingo a ensayar sus canciones por primera vez, el sábado ya estaban debutando en un show televisado por el canal local de la región de Valparaíso. Así de enérgica partió esta banda de rock viñamarina que adscribe a corrientes como el post-hardcore y el screamo, inscritas en las vertientes más melódicas del punk.
Fueron muchas las referencias musicales y estéticas que reconoció el trío Miss Garrison durante su casi década de vida. La banda, de vocación dinámica dentro del campo del pop y el rock, tuvo una agenda en vivo constante, y no sólo en Chile. En batería y voz, Fran Straube ganó distinción de sonido e imagen, lo que a la larga la afirmó en una futura carrera solista (bajo el seudónimo Rubio). El legado de Miss Garrison para la música chilena de la segunda década de los 2000 es uno de valiosa exploración: «Nuestro estilo va variando cada minuto. Uno va cambiando, igual que la música», definían.
Las melodías dramáticas sobre guitarras de esta banda penquista han forjado una trayectoria de más de una década y varias publicaciones, que ha logrado crecer desde el under a una audiencia transversal.
Un tipo de punk acelerado y adolescente —«pijama party style», en palabras de sus integrantes, que así titularon su único álbum conjunto— trabajó el cuarteto femenino Niña Con Frenillos durante cuatro años. Su música se desarrolló como un juego entre amigas, largado entre precariedades técnicas y escasas lecciones musicales, pero creció hasta mantener una agenda en vivo regular en Santiago y legar un álbum. Destacaba en ellas su actitud, carisma y complicidad. Para sus integrantes, hacer canciones y mostrarlas nunca dejó de ser un goce. Winnie, su vocalista, intentó más tarde una carrera solista, y publicó el disco The plot thikens.
Al menos tres documentales sobre su vida y obra, un libro con el análisis de su discografía y hasta un musical biográfico montado alguna vez en Alemania tienen a Álvaro Peña como protagonista, y el cauce sería comprensible si su trayectoria fuese la de un intérprete de hits, conquistas contables y giras que consignar en un apartado de hitos de la música chilena, pero todo ha sido para él más bien lo contrario. Peña avanza por los caminos atenuados pero profundos del culto, y su composición iconoclasta, heterodoxa y cruda no deja de llamar la atención en círculos de admiradores que interpretan en ella un valioso gesto de libertad creativa. La unión sin pudores de vida personal y música es una de las características del trabajo de este nativo de Valparaíso y residente de Konstanz (Alemania), a quien el Golpe de Estado de 1973 encontró en Londres, y que desde entonces largó una vida europea que suele destacarse por su tiempo de coincidencia con Joe Strummer, con quien compartió casa okupa y banda (The 101ers) antes de que el turco-británico comenzara a forjar una leyenda junto a The Clash.
Era el sueño adolescente de Rosemarie Vargas tener un grupo rock y llegar a un sello discográfico, y en ese impulso juvenil reside el origen de Venus, probablemente la primera banda chilena de rock conformada sólo por mujeres. Algunos sencillos radiales y varios cambios de estilo y de integrantes marcaron sus siete años de historia, que en los años 2000 tuvieron una fugaz resurrección.
No Ciudadanos exploró caminos de piedra antes de llegar a la carretera de las publicaciones de mercado. Al inicio, las producciones de esta banda punk circularon en formato de cassette entre públicos y bandas cercanas, antes de ganar un espacio entre los grupos de punk con melodía que tomaron más cuerpo del 2000 en adelante. Aunque trabajaron un rock de guía melódica —de hecho, uno de sus discos, Contenidos explícitos (2006), tuvo a un integrante de Glup! como productor—, ganaron prestigio en el ámbito hardcore.
Lilits se mueve en el territorio de los grupos femeninos que delatan el sexismo existente en sociedades como la chilena, pero si se escuchan con detención sus canciones se puede decir que por las venas de esta banda hay más urgencia por ejercer la libertada a hacer y expresar que las luchas de género. Con estructura de power-trío, Lilits nació en el punk rock como base de su lenguaje, pero con los años su sonido se nutrió de otros colores, incluso del pop. Su trayectoria ha sido extensa, con presentaciones por varias ciudades de Chile y también en el extranjero.
Animado por la instantaneidad y alcance de internet, este grupo publicó en 2008 su primer trabajo en forma gratuita, bajo licencia Creative Commons. El EP, titulado Johnny Yen, consiste en quince megas de punk rock simple y efectivo, grabados en el estudio de Pablo Giadach (guitarrista de Casino y The Ganjas), y recoge las influencias primordiales que ellos mismos citan: The Stooges, Nirvana, The White Stripes y Sex Pistols, entre otros.
Una historia de altos y bajos, de hits en radio y esfuerzos de extrema precariedad, de conquistas y pérdidas esenciales, ha mantenido a Los Peores de Chile como una de las bandas de mayor carisma dentro del circuito punk chileno. Su discografía, aunque limitada, es relevante más allá del par de golpes radiales obtenidos en los años 90: en la formación de sus integrantes late el amor profundo por las raíces de la música sureña estadounidense, una invitación que resultó siempre atrayente gracias al valor de un vocalista de auténtico espíritu iconoclasta, el calvo e inolvidable Pogo (1957-2022). La banda ha tenido momentos de pausa y de reactivación, pero consigue un puesto indiscutido dentro de los recuentos de lo mejor del rock chileno en los años de transición democrática gracias a la fuerza, humor y carácter de dos singles que los llevaron a radios e incluso a televisión abierta: "Cicciolina" y "Síndrome Camboya". La muerte de Pogo, en octubre de 2022, hizo girar el trabajo de los Peores, aunque sin descontinuarlo.