Fusión latinoamericana

Más un instinto que un estilo, más una tendencia múltiple que un movimiento formal, la fusión latinoamericana es una expresión que permite designar los diversos resultados que generaciones de creadores, músicos y grupos chilenos han obtenido durante cinco décadas a partir del cruce entre las ricas fuentes de la música del continente adoptadas en Chile. Como método y espíritu tiene una genealogía que puede remontarse a los intentos de folclor panamericanista previos al Neofolklore de los '60, y que luego pasa por la fusión de conjuntos de la Nueva Canción Chilena, se mezcla con el instinto del rock y llega hasta compositores, intérpretes y conjuntos de la actualidad, abiertos al jazz, la música basileña y las raíces europeas.

Francesca Ancarola

Francesca Ancarola es una figura de la música popular de fin de siglo, que toma elementos de la tradición latinoamericana y las fusiona con músicas de sus tiempos. Si bien comenzó su carrera en 1984 con un premio como intérprete en el Festival Canciones de la Joven Música Chilena, organizado por la revista La Bicicleta y el Café del Cerro (ejes del Canto Nuevo), Ancarola forma parte de la oleada que renovó el género a fines de la década siguiente, reconocible durante esos tiempos bajo el concepto de "novísima canción chilena". Las coordenadas que agrupan a esta generación son básicamente tres: raíz folclórica, textos poéticos de crítica social, y música que desde la academia inician una transformación de esa misma raíz con una mirada contemporánea.

Giovanna Arce

Nacida circunstancialmente en Santiago pero con larga vida en Temuco, donde tuvo estudios de teatro y danza, la cantautora Giovanna Arce apareció durante los años 2010 con un repertorio de piezas que observan el folclor sureño chileno y que también se nutre de influencias del canto latinoamericano profundo y sus ritmos regionales. Su primer disco es Caleidoscopio (2015).

Maximiliano Flynn

Contrabajista de jazz, bajista eléctrico y guitarrista de diversas músicas sudamericanas, en especial la bossa nova y la MPB que ha desarrollado largamente junto a la cantante Daniela Benito en dúos y conjuntos mayores,  Maximiliano Flynn aparece como uno de los músicos más versátiles en circuitos alternativos, con militancias en agrupaciones de jazz, sesionismo en proyectos de pop independiente, giras y grabaciones. Es parte de una nutrida generación de músicos de jazz que reubicaron el contrabajo como un instrumento valioso y que durante décadas había tenido escasos cultores.

La Culebrona

La Culebrona, a veces también presentada como LaKulevrona, es una banda cuya música fusiona distintos elementos, desde el ska y el punk a los ritmos latinos y aires gitanos. De este modo, su propuesta unió los mundos de la pachanga latinoamericana y la electricidad del punk rock. Fue parte de una oleada de conjuntos del underground de la década de 2000 que reunieron diversos insumos para su música y generaron una escena nueva de época, como La Mano Ajena, Banda Conmoción, Chorizo Salvaje y Combo Ginebra, entre otras. Su disco más importante y difundido es Challa (2010).

Carola y los Amawtas

Desde fines de los '80 la profesora de educación musical Carola Contreras se ha dedicado a la investigación e interpretación de música folclórica, y después de los conjuntos andinos Newen (1988), Wayna (1993) y Naira Warmi (1997 —formados por mujeres y niños—, Carola y los Amawtas fue su cuarto conjunto. La agrupación nacida en Santiago en el 2000 integra la música de Los Andes con acordeón, mandolina e instrumentos modernos, a partir de trabajos de recopilación.

Marcelo Vergara

Considerar a Marcelo Vergara sólo como una de las grandes voces masculinas aparecidas en la década de 2000, resulta mezquino. Además de cantante, Vergara ha explorado la música latinoamericana de raíz, es experto en música brasileña, compositor de obras doctas contemporáneas y autor de canciones pop. Pero sus discos Familia (2006) y Animal (2008) lo ubicaron inicialmente en un mapa de solistas junto Javier Barría, Mariel, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas y la última Magdalena Matthey.

Yayo Durán

Reconocido guitarrista de las escenas independientes de Concepción, Edgardo Yayo Durán comenzó a tocar hacia 2010, desarrollando lenguajes del rock, el jazz tradicional y el jazz contemporáneo, y las fusiones de raíz folclórica. Su aparición, junto a una serie de músicos de la generación marcada por el terremoto de Cobquecura que repercutió en la vida y la música en el Biobío, vino a renovar y de paso a proyectar a la ya añosa y activa escena del jazz de Concepción. Los discos de su primera etapa fueron Jugando jazz y Reconstrucción, ambos publicados en 2014.

Huaika

En Huaika se encontraron músicos con orígenes esenciales para la música chilena: dos hijos del cantante de Los Jaivas, Eloy y Ankatu Alquinta; y dos hijos del folclorista Jorge Yáñez, Leo y Jorge. Por encima de sus vínculos biográficos, la banda trabajó un sonido emparentado con tendencias señeras del rock de raíz folclórica. Huaika tuvo un golpe mortal en 2004 con el sorpresivo fallecimiento de su integrante fundador Eloy Alquinta. La banda se mantuvo luego un tiempo trabajando en vivo, pero los encargos paralelos de sus integrantes fueron espaciando sus presentaciones y grabaciones hasta detenerlas por completo.

Jaime Barría

Pianista con estudios junto a Sergio Parra en la Universidad Austral de Valdivia, y de composición en Santiago con Alejandro Guarello, Jaime Barría Casanova es un compositor con perfeccionamiento en armonía y contrapunto, pero su currículo pesa, sobre todo, por su involucramiento con Bordemar, la agrupación de cámara que fundó en 1983 con el obejtivo de «rescatar, registrar y difundir el folclor de Chiloé», desde un foco contemporáneo.

Félix Cárdenas

Compositor y académico nacido en Osorno, Félix Cárdenas estudió composición en la Universidad Católica de Valparaíso en los primeros años '90. Influenciado por la música popular latinoamericana abrió también el campo para la creación docta desde este ángulo, primero como integrante del joven conjunto Transiente (1993-2000) y luego como creador y director de la Orquesta Andina (2002), para la que escribió su "Misa Alférez" (2010). Ambos conjuntos funcionaron al alero de esa universidad. Cárdenas, que reconoce como su maestro a Rafael Díaz, ha escrito una serie de obras de esta naturaleza, grabadas por ambos conjuntos, pero también ha explorado los lenguajes contemporáneos, con piezas de cámara, reunidas en discos como Finares (2005). En 2015 obtuvo el Premio Pulsar por su obra para dos flautas y orquesta de instrumentos andinos "Küin". Es Doctor en Música, Area Composición de la Pontificia Universidad Católica de Argentina.

Álvaro Bello

En el triángulo de nuevos guitarristas de jazz que despuntaron al finalizar la década de 1980, aparecen Ángel Parra y Pedro Rodríguez, y en un vértice menos visible también se encuentra Álvaro Bello como otro de esos solistas que se abrieron paso hacia el jazz de la transición. Pero el músico chileno hizo su carrera largamente en París, ciudad en la que se radicó desde 1991 y desde la que logró no solo sus mejores momentos como sideman y en el liderazgo de sus propios proyectos jazzísticos, que incluían acordeón francés, sino también como compositor de música para escena y para imagen.

Arak Pacha

Arak Pacha es uno de los grupos más representativos de la música andina chilena, sobre todo de la cultura aymara. Según esa cosmovisión, el espacio divino donde viven los espíritus se denomina Arak Pacha y esa es la inspiración del conjunto, nacido a comienzos de los años ochenta en Arica. Tras una gira por Perú y Ecuador, el conjunto se trasladó a Santiago, donde se vincularon a los espacios del Canto Nuevo y alcanzaron cierta difusión con el tema "Adelita". Con algunos períodos de receso, que ha conllevado una rotativa de integrantes, el grupo está activo y ya completa una discografía de varios títulos.

Tricahue

Tricahue es un proyecto de música contemporánea académica que sin embargo recorre territorios hacia la música popular. Desde su configuración instrumental, con saxofones, marimba, bajo eléctrico, batería y chinchín, vino a proponer una nueva mirada frente a las partituras doctas de cámara, realizando una investigación de obras para adaptar a su formación, pero también instando a los compositores clásicos a crear partituras dedicadas a este ensamble. Giras por Europa y Asia, así como el disco Primeros vuelos (2018), marcan ese inicio en la música de fusiones.

Alejandro Gaete

A lo largo de tres décadas, Alejandro Gaete ha sido un versátil músico de la industria local. Fue guitarrista de pop, rock, fusión y jazz, integrante de orquestas televisivas, sesionista en vivo y estudio, arreglador y productor musical y autor de canciones festivaleras. Su vida como músico solista se inició entrados los años 2000, con la edición en discos de sus canciones y temas instrumentales.

Las Capitalinas

Las Capitalinas son parte del resurgimiento de la cueca urbana que tuvo lugar a fines de los '90, pero en mayor medida a su vez fueron pioneras entre los conjuntos exclusivamente femeninos de cueca, junto a las también sambernardinas Las Torcazas. Si bien Las Capitalinas comenzaron a elaborar una música inspirada en la tradición chilenera, fueron finalmente un claro exponente de las transformaciones de la cueca, llevando la música hacia una "cueca fusión" con otros ritmos populares, desde el vals y el bolero, al foxtrot, el swing y el blues.

Carmen Aguilera

Compositora proveniente del mundo académico, Carmen Aguilera es una de las tres exponentes femeninas del piano jazzístico contemporáneo, junto a Carmen Paz González y Carla Romero, sin considerar a Tania Naranjo, que tuvo una vida musical en Suecia. Si bien fue formada en la Universidad de Chile en la música docta, derivó en el campo del jazz, donde se desarrolló mayormente como autora. Además de contar con un catálogo de obras de cámara, ha realizado sesiones de piano solo, piano trío y quinteto, pero sobre todo en una propuesta que ha explorado los cruces entre las tradiciones del jazz y las tradiciones doctas.

Bernarda América

Cantora, autora, folclorista, investigadora y profesora de música, Bernarda América Ceballos Garrido ha sido un nombre de la música de raíz en el Biobío desde que despuntó con una guitarra en mano a comienzos de la turbulenta década de 1980 en Chile. Su obra se sustenta en la inspiración y la proyección del folclor sureño, también con una determinante influencia de Violeta Parra. Sus discos son Amor América (2012) y Mujer coraje raíz (2019), únicos registros fonográficos suyos, ya en una segunda etapa de actividad en la música.

Antonio Smith

Un camino de búsqueda, musical y filosófica, encauzado primero en los grupos Congregación y Sol de Chile, y más tarde en diversos proyectos a solas (bajo seudónimos como Awankana y Senchi) ha sido el de Antonio Smith. Su creación musical ha estado vinculada desde un inicio a un cuestionamiento más amplio sobre la vida, la trascendencia y la deriva humanista; y así ha quedado registrada en los discos grabados por él a lo largo de cinco décadas, principalmente en Argentina, donde llegó en 1973. Es música por completo ajena a la dinámica promocional, que, en palabras de su autor, conforma un lenguaje de síntesis y magia «para penetrar en las dimensiones ocultas de palabras simples».

Los del Maipo

Los del Maipo son un grupo de música de raíz y fusión latinoamericana liderado por Alfonso Ureta, que en 2010 nació en Pirque como resultado del dúo que formó junto al músico Fernando Iglesias en voz y composición. A ellos se sumó más tarde una banda ampliada que trabajó en la elaboración y producción de su primer disco, Son pa'l mundo (2013). Allí desplegaron sonidos de esa raíz campesina, como cuecas y tonadas con guitarrón, pero también ritmos y danzas como vallenato colombiano y vals peruano.

Eduardo 'Gato' Alquinta

Pilar de la historia musical chilena, el cantante al frente de Los Jaivas fue por cuarenta años fundador e integrante de ese conjunto sin interrupciones, hasta su súbita muerte en enero de 2003. Sus compañeros lo reconocen como uno de los grandes responsables del espíritu y de la fusión musical de la banda. Fue en ella donde desarrolló su propuesta musical, de la que se desvió pocas veces, como en el año 1997, cuando produjo el disco Magia olvidada de Huaika, la banda de sus hijos, o en 1969, cuando abandonó Los Jaivas para hacer un revelador viaje por América Latina. Su forma de tocar la guitara, el uso de instrumentos de viento y su aguda voz son los ingredientes que convierten su nombre en un imprescindible de la música popular chilena.