Fusión étnica

Cruces culturales y viajes a través del mundo han propiciado el nacimiento de la fusión étnica, una música moderna basada en los influyentes conceptos de mestizaje y globalización en el fin de siglo. Instalado en un contexto chileno, el término involucra dos orientaciones musicales que en el primer mundo fueron conocidas como world music y new age. Mientras la primera (músicas del mundo) rescata instrumentos vernáculos y ritmos folclóricos de distintas latitudes, a menudo músicas muy exóticas, la segunda (nueva era) se orienta a la creación de música de atmósferas, ambiental, reflexiva e incluso terapéutica, a partir de teclados. La fusión étnica, entonces, agrupa ambas líneas y en Chile se ha desarrollado con fuerza y presencia desde los años ’80, a través del trabajo de compositores y agrupaciones que han descubierto en África, India, Medio Oriente, el mundo celta o el mundo mapuche sus inspiraciones.

Maco

El cruce entre tradiciones ancestrales y lecturas contemporáneas ha sido un ejercicio constante en el trabajo de Maco, un compositor, intérprete e investigador que desde fines de la década de 2010 ha desplegado su trabajo en ámbitos diversos, desde el pop de Gepe hasta la experimentación con electrónica e instrumentos prehispánicos.  

Andrés Hernández - Pituquete

Bautizado como Pituquete por su primer maestro, el fundamental guitarrista chileno Carlos Ledermann, el alcance de Andrés Hernández como solista ha trascendido los límites nacionales y se ha instalado progresivamente en la ciudad de Sevilla, capital de Andalucía, en cuyos puertos, sierras y pueblos nació el flamenco. En España, Hernández ha llegado a tocar como solista en importantes escenarios, como el Auditorio Nacional de Madrid y el Teatro Central de Sevilla, además escribir allí su historia discográfica con los títulos Barrio de Santiago (2008) y Abra (2013).

Emilia y Pablo

Emilia Lazo y Pablo Cáceres forman el dúo Emilia y Pablo, creado en España, donde ambos llegaron para estudiar Teatro e incorporarse a los círculos de las artes escénicas de Madrid. En paralelo, o también como derivación de esa experiencia, su creación tomó forma de canciones contemporáneas para las que ellos incorporaron aspectos de lo gestual y lo escénico. Entonces, el movimiento se convirtió un elemento tan sustancial como el canto, la música y el texto. Durante su primera época en Europa, con conciertos, giras y reconocimiento del medio por la profundidad de sus canciones, presentaron los álbumes Territorio de delirio (2021) e Isla virtuosa (2024), que describen este encuentro entre música y actuación.

Lamatraca

Encabezados por el virtuoso guitarrista Guillermo Jiménez, el trío Lamatraca puso nuevamente sobre la mesa las opciones de ciertos músicos más bien vinculados al rock por experimentar con improvisación jazzística. De pronto Lamatraca produjo algo cercano a un “revival” del jazz-rock de los '70, '80 e incluso los '90 en Chile, con nombres como Fusión, Quilín y La Red como referentes de esas décadas.

Esteban Sumar

Esteban Sumar es un guitarrista y compositor de jazz contemporáneo y de avanzada. Desde llegó a Santiago proveniente de Boston en 2003, tomó posición en este espacio en una escena que estaba comenzando a delinearse a través de nuevos lenguajes y propuestas. Su obra tuvo una importante carga de música contemporánea, avant-garde e influencia del rock de grupos como Radiohead. Y su mirada a la guitarra lo acercó a aspectos de lo "pianístico", en términos de utilización de los recursos. Pero junto con la experiencia jazzística, Sumar también alcanzó otros espacios de la música, componiendo para ensambles de cámara, además de dirigir orquestas de música popular, producir discos, investigar la música mediterránea y desarrollar como solista el sonido del blues rock.

Věra Maia

Reunido alrededor de la cantautora Macarena Rocha, el ensamble Vera Maia ha establecido una identidad particular dentro de la música, absorbiendo y procesando elementos de músicas tan distintas como el canto popular, la música étnica y el jazz. A través de las contribuciones de la propia Vera Valencia como voz principal y guitarra acústica, los músicos Dhani Grimaldo (tabla) y Adrian Sage (trompeta) completan el paisaje sonoro representado en el disco Maianthemus (2016).

Marcelo Peña

Promovido desde los ensambles del histórico Ernesto Holman, Marcelo Peña es uno de los músicos y gestores más profundamente invoclucrados con la cosmovisión mapuche. Peña, originalmente baterista de rock progresivo, llegó a ser adelantado intérprete de percusiones del jarrón de greda que el ex músico de Congreso llamó metawe y que él reconsideró ortográficamente como metahue, el mismo nombre que bautizó su primer disco de música electro-étnica de inspiración mapuche, Metahue (2003).

La Minga

Mezclas musicales tan diversas como el klezmer de Europa Oriental, el rap, la cueca chilena o el folclor latinoamericano conviven en la propuesta mestiza de La Minga, agrupación que recorre una fusión colorida con instrumentos como la guitarra eléctrica, el bajo y la batería, pero también con el violín, el clarinete y el acordeón. Iniciado por un grupo de estudiantes de sicología, La Minga tomó una fisonomía y un carácter definitivo cuando se incorporó el músico Pavle Marinkovic, de ascendencia serbia, quien abrió la compuerta a la exploración del folclor balcánico. En 2015 editaron su primer disco, Música itinerante, simbólica propuesta que representa la búsqueda de nuevos espacios y lugares para La Minga, que también es un concepto simbólico: la colaboración como manifiesto musical.

Paula Monsalve

New-age y folk son dos etiquetas que no incomodan a Paula Monsalve para ubicar el lugar de su música, si bien en la difusión de su trabajo esta cantante y autora con largos períodos de residencia en el extranjero ha buscado permitirse el cruce con cauces diversos y amplios, también personales. Su motivo es, en sus palabras, «la música de tu tierra, de tu gente, la música que crece dentro tuyo: ésa es tu música propia». Madrid y Fairmount (Indiana, Estados Unidos) han sido hasta ahora las capitales para su trabajo, anclado desde un inicio a la matriz latinoamericana.

LaSmala

Ensamble de grandes dimensiones formado por músicos de nueve nacionalidades, LaSmala ha definido su propuesta como “fusión latino-explosiva”, a través de un paisaje musical étnico y a la vez contemporáneo que se construye con músicas gitana, árabe, mediorental, flamenca y africana, pero también ritmos de reggae, hip-hop, funk y otros ingredientes afrolatinos. Su nombre proviene de la voz arábiga “zmâla”, que denota las grandes reuniones que realizaban las familias caravaneras en sus encuentros en el desierto.

Carol Antonia

Carolina Lorca Gálvez es Carol Antonia, cantante y compositora vinculada a diversas músicas modernas de fusión, desde el flamenco, el klezmer y la música gitana, a la raíz del folclor chileno. Se formó vocalmente tanto en el Instituto Projazz como en la Escuela Moderna de Música, con la maestra de canto Lorena Pualuan, pero también cuenta con conocimientos de expresión corporal y teatro. Como cantante ha explorado en los repertorios del jazz y el blues desde 2013, aunque su trabajo más decisivo tuvo lugar La Piroluzka, agrupación de música circense, gitana y klezmer. En paralelo lideró el proyecto Água da Lua, que interpretaba repertorios de la música portuguesa, y ha integrado las agrupaciones del guitarrista de flamenco y jazz Alberto Alberto Faraggi. Su primer disco es Perfumes del alba (2019), en el que, desde una mirada contemporánea de las raíces, resignifica el rol de la cantora latinoamericana, en un álbum de nítida influencia de la música andaluza, además de la tonada, la cueca y el bolero.

Ignacio Rodríguez

Iniciado como baterista de grupos de rock, funk y jazz, Ignacio Rodríguez se convirtió a la música étnica tras descubrir el djembe en su primera juventud. Eso derivó en un profundo estudio de las raíces percusivas africanas, que pronto lo haría conectarse con timbres y significados del uso de instrumentos como el balafón, djun djun, udú, bargarabu, chequere y la kalimba. Poco después, Rodríguez fue atraido por los sonidos tibetanos, lo que además le significó ingresar en áreas de la música terapéutica. Su nueva habilidad para los diapasones, el gong y la tambora, se ha combinado con la ejecución del bombo legüero sudamericano, las semillas, el trompe y los metahues mapuches, la marimba centroamericana y el hang europeo, ese sonido metálico y melódico que lo llevó a editar en Barcelona su primer disco, Mandala (2008).

Samadi

Samadi es la sociedad de música étnica que la cantautora Pascuala Ilabaca mantiene en paralelo a su trabajo solista. Su dúo junto al percusionista Jaime Frez se define por un trabajo de recopilación de repertorios de India, África, Latinoamérica, Arabia y Europa, combinados con improvisación y música contemporánea, a partir de instrumentos como balafón o marimba africana, acordeón, calimba, djembe, gatam, chekere, tabla, nahal y mirdanga.

Newen Afrobeat

Considerada la primera orquesta de afrobeat chilena, Newen Afrobeat se formó en torno al compositor y cantante Nicolás Urbina (quien había integrado además el grupo Abya Yala), y desarrolló una música inspirada en el nigeriano Fela Kuti, precursor y punto de partida de esta corriente que desde los años '70 definió parte de una nueva música afro. Junto con la instalación de un discurso orquestal sostenido en los metales, las percusiones y el bajo eléctrico, las cantantes de Newen Afrobeat realizaron una investigación profunda sobre la escala pentatónica menor, presente en las músicas africanas, aquella que conduce la armonía vocal. En ese espacio contó con la cantante Francisca Riquelme como voz, rostro y figura escénica principal.

Claudio Villanueva

Claudio Villanueva pertenece a la abundante camada de guitarristas de flamenco que tomó cuerpo durante la década de los años 2000 y que tiene nombres como Andrés Hernández, Daniel Muñoz Méndez y Francisco García Sánchez, aunque su experiencia formativa y creativa se desarrolló con mayor profundidad y alcance en la ciudad de Madrid.

Mantram

Mantram fue un proyecto pionero en la nueva música de fusiones, experiencia creativa que estaba teniendo lugar en Chile paulatinamente desde comienzos de los años '70 y que en la década siguiente terminaría por consolidarse. En 1981, jóvenes solistas provenientes del jazz y la música docta se reunieron en torno a este sexteto que integró instrumentos de la música clásica hindustani, como el sitar y el tabla.

Shunyata

Conjunto de percusiones y danzas integrado por un elenco femenino de cultoras de tambores étnicos, parches, semillas y cueros africanos, mediorientales y afrolatinos, todas provenientes de la Escuela Moderna de Música. Su director y fundador es el percusionista Nicolás Rosenthal, quien integró el grupo de world music contemporánea Fractal y ha sido activo colaborador de proyectos vinculados a la música de fusión desde diversos sus ángulos. Su primer disco es La historia de la historia (2014).

Subhira

Detrás de la figura del compositor Joakín Bello, ciertamente el prócer de la música new age chilena, surgieron otros músicos inspirados en conceptos como la naturaleza, la introspección y la meditación, dándole continuidad a esa línea estética. Rodrigo Cepeda —más conocido como Subhira ("Coraje" en hindú)—, se transformó a partir de los años '90 en el nuevo portador de estos conceptos, a través de un extenso trabajo creativo y proyectos afines a la fusión étnica, pero también a la investigación de la música de los pueblos originarios, la composición de música de carácter sinfónico y camerístico, además  el liderazgo de ensambles acústicos y de electrónica étnica, la creación del sello Mundovivo y los festivales Músicas del Mundo.

Alexandros Tefarikis

Alexandros Tefarikis es un solista de la guitarra contemporánea que ha abarcado distintas líneas e influencias, desde la música docta al rock y desde la música latinoamericana a la mediterránea. Su posición de estilo se ubica en un punto intermedio entre las guitarras de Emilio García (rock) o Andrés Condon (new age). Además ha sido conocido por su liderazgo en el grupo progresivo Ergo Sum en los ’90 y por el trabajo de creación de música acústica para guitarras y para bouzuki griego, el instrumento que lo conectó con sus raíces helénicas.

Kali Mutsa

Concebido por la actriz Celine Raymond y el músico Cristóbal Montes, Kali Mutsa es un proyecto musical de fusiones, a cuya génesis sonora acuden una multiplicidad de fuentes y estéticas: tradiciones gitanas, componentes electrónicos, influencias andinas y un especial cuidado en la danza y la puesta en escena. El año 2011 editaron un primer álbum, titulado Ambrolina. Todos los músicos se presentan con seudónimos, donde la actriz Celine Raymond (cuya imagen y voz es la eje del grupo) se presenta a sí misma como Kali Mutsa, envuelta en toda una mitología como historia.