Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Bendita Prudencia

No hay sala de conciertos ni subterráneo donde el cuarteto Bendita Prudencia no pudiera montar uno de sus espectáculos experimentales: rock con instrumentos no afines, improvisación colectiva, puestas en escenas teatrales y canciones existenciales fueron parte de una propuesta que puso a Bendita Prudencia entre los proyectos de la vanguardia musical de su época.

Paskurana

Pascale Yates toma el nombre musical de Paskurana inspirada por la presencia de la naturaleza en sus canciones, que se surten de folk, rock, música andina, folclor latinoamericano y sicodelia. Desde la botánica, la fauna, la ecología, el valor de los suelos, la gestión territorial y la educación ambiental, ella ha instalado un relato y la búsqueda de un sonido propio, marcado además por la esencia del sur que habitó en esos tiempos. Desde allí surgieron trabajos como La vida, un viaje (2023) y Parajes oníricos (2024), que marcaría su primera época como compositora y autora.

Cristina Araya

Conocida como la voz del grupo pop Feria (1999-2011),  Cristina Araya tuvo además una historia como cantante solista. Los toques de música brasileña que tuvo esa banda fueron en gran parte por efecto de su tendencia musical. Un momento de altura se puede encontrar en la versión de “Telefone” (de Roberto Menescal), incluida en el segundo disco del grupo (Ves, 2005). En las horas de descanso del trabajo con Feria, la cantante puso la mirada en el pop brasileño.

Francisco González

Aunque forjó su identidad musical como baterista y fundador de los populares Lucybell, con los años Francisco González fue adquiriendo la habilidad y entusiasmo suficientes para tentarse también con el trabajo solista. Consciente de que el nuevo cauce de su búsqueda era incompatible con la dirección de Lucybell, González renunció a la banda en mayo de 2005, luego de editar un primer álbum sin el grupo, Óvalo, y tras catorce años de lealtad. Desde entonces, su discografía solista refleja los avances de un autor pop que busca una identidad distintiva y que se acomoda sin problemas en el canto.

Tus Amigos Nuevos

Una confluencia de rock bailable, múltiples referencias a la cultura pop y no poco humor puede definir a Tus Amigos Nuevos, un grupo que en sus discos y actuaciones en vivo siempre ha mantenido la diversión como uno de sus motivos centrales.

Lulú Jam!

La música de Lulú Jam! fue una propuesta para apreciarse sólo en parte a través de sus discos. Su esencia audiovisual cargó a sus shows, coreografías, vestuario y videos con parte importante de sus señas de identidad. Su pop cosmopolita, levantado sobre secuencias electrónicas y armonías vocales, confundía citas y épocas en un pulso vivísimo concebido para la pista de baile, aunque no exento de emoción íntima. El conjunto electropop, autodefinido alguna vez como «coral coreográfico», trabajó un tipo de pop que puede considerarse de adelanto a lo que más tarde fraguó en sociedades similares de mucha mayor difusión.

Micka

Mickaela Meza, Micka, es una cantante pop proveniente de Iquique, compositora y bajista con estudios en la Escuela Moderna de Música en Santiago, donde inició su ruta como solista. Es artista visual, tatuadora y durante su juventud también patinadora que llegó a competir fuera de Chile. Esa destreza ha quedado representada en distintos momentos de su historia musical, como en el videoclip de la canción "Reset", donde ella se mueve sobre ruedas y cuya presentación se celebró con una una roller party. El single aparece en su disco debut, Henko (2025), como ejemplo de cuál es su posición en la música pop con vocación radial. Además, su propuesta toma la intensidad el city pop japonés de los años '80, e incorpora elementos del funk, el jazz e incluso la música urbana. Sus primeras canciones, “10Milarreglos", "Sisu", "Némesis", "Zyanya" o "Eunoia", abordaron temáticas sobre las transformaciones que se viven en la adolescencia que ella retrataba a través de letras sobre la ansiedad, el amor, el deseo, el rechazo, la vulnerabilidad y el paso hacia la adultez.

Zalo Reyes

Fue un baño de lágrimas el origen de la carrera de Zalo Reyes, el hombre que a partir de los éxitos "Una lágrima y un recuerdo" (1978) y "Con una lágrima en la garganta" (1979) ganó el favor popular chileno, encarnó un fenómeno de masas en 1982 y 1983, y llegó a ser uno de los cantantes más exitosos de esa década, con los impactos radiales "Motivo y razón" (1982), "Amor sin trampas" (1985), "Un ramito de violetas" (1985), "Mi prisionera" (1988) y "María Teresa y Danilo" (1988). Es un heredero de la genealogía de cantantes populares chilenos que empieza con los boleros de los años '60, hermanados con la llamada "canción cebolla", y que sigue con los conjuntos melódicos de la edad de Los Ángeles Negros, Los Galos y Los Golpes. Esa sintonía con el gusto popular le permitió además mantenerse activo y acceder al reconocimiento generacional de un público joven en el nuevo siglo, donde consolidó su categoría de nombre principal de la música popular chilena. Afectado por distintos problemas de salud, en agosto de 2022 falleció a los 69 años. Miles de personas llegaron a su funeral.

Kudai

Kudai ha sido hasta ahora el más exitoso grupo pop de género mixto producido en Chile, trabajado a la usanza del método que inauguró en este lado del mundo el trío Supernova en 1999. Un productor, un compositor, cuatro adolescentes y una elaborada campaña de promoción consiguieron convertirlo en un revelación a partir del año 2005, cuyo arrastre terminó por llevarlos a una residencia profesional en México. En el principal mercado hispano para la música, Kudai se convirtió en expresión del pop adolescente para todo el continente, además de un inédito producto de exportación musical chilena. Luego de un primer anuncio de receso, en 2009, el conjunto ha pasado por cambios, rearticulaciones y pausas, aunque nunca la separación definitiva.

Simón Campusano

Simón Campusano comenzó a fraguar su carrera solista en 2017, cuando estaba produciendo el disco Lance, el segundo de Niños del Cerro. El músico tenía entonces 24 años, y por primera vez empezó a componer canciones que no estaban en línea con la estética de la banda. Protagonismo de la guitarra acústica, sonidos electrónicas y temáticas más íntimas se fueron acumulando durante dos años, y el 2018, junto a Diego Lorenzini, presentó la primera como solista: “Serotonina”. Entrado el 2019 se un unió al productor Merci Merci (Martín Perez Roa), y  grabó la decena de canciones que dieron forma a Brillo. Un debut que coincidió con el estallido de octubre de 2019.

Raudales

Este quinteto de rock melódico y vida breve tuvo la peculiaridad de contar con un vocalista español (cuya voz a veces hizo pensar que Raudales no era una banda chilena), la de Carlos Marín, proveniente de la provincia de Murcia, y a quien el resto del grupo conoció en un karaoke de cumpleaños. Con él debutaron como cuarteto en octubre de 2005 en un bar del barrio Bellavista, y se mantuvieron activos los siguientes dos años. Su disco Aunque el mundo sea un disfraz (2006) aludía a la vida «en una ciudad de imágenes y caretas», según ellos.  Los contactos de Marín permitieron editar el disco también en España, pero terminó siendo la única publicación de la banda, que anunció su separación poco después de participar en el Festival Fénix 2007.

Jorge Herrera

Diversos géneros ha cubierto el bajista Jorge Herrera en las bandas de las que se ha hecho parte, y en las cuales acumuló experiencias de jazz y rock progresivo (Evolución), música cristiana (Vera Efigies), pop (Pie Plano) y  música terapéutica (Arcturus). A partir de cursos sobre sanación y reiki, el compositor ha tendido un puente entre esas prácticas y la música, con varios discos para realizar terapias de energía y relajación.

Cantáreman

«Suena a Conce», coinciden sus coterráneos al describir el sonido que el cantautor penquista Mauricio Javier Toloza conduce bajo el nombre de Cantáreman. Desde 2008, sus canciones de raíz folk y letras urbanas han encapsulado el imaginario del suburbio sureño, rutinario y melancólico. Junto a sus álbumes caseros y singles de exportación, el músico se convirtió en uno de los artistas de culto de la generación post terremoto en la capital del Biobío.

Paz Court

La trayectoria de Paz Court como intérprete y gestora de proyectos musicales la ha llevado por caminos diversos, sobre todo como cantautora y solista, a través de discos con marcados giros de estilo entre uno y otro. En diferentes momentos, el tecno, el bolero, el folclor sudamericano y la chanson han nutrido su repertorio, así como su identidad escénica; a veces vintage, a veces de propuesta. La primera figuración masiva de Court fue a través del grupo de pop y jazz electrónico Jazzimodo, y desde entonces fue levantando canciones propias en una discografía considerable. Sus coloridos vestuarios, sus personajes teatrales y su capacidad de gestión la han hecho una de las voces más aplaudidas de su generación.

Almendra

Sólo hasta 1998 esta cantante melódica mantuvo su nombre de Gisella Valenzuela en los escenarios de Curicó. Después de ganar ese año un festival de la canción en Curepto, tomó el pseudónimo de Almendra para dar pasos determinantes en los estudios de grabación, en las orquestas populares y en los micrófonos de apoyo de grandes nombres de la balada y el pop, incluido el venezolano José Luis Rodríguez. Esa ruta desembocó diez años después en su primer disco solista, De música y alma (2009).

Melvin Crema

El grupo Melvin Crema llegó de Chillán a Santiago con el fin de contagiar a la capital de un pop pegajoso, tanto a través de radios como televisión (por su participación en la banda sonora de la teleserie "Brujas"). Durante sus tres años de existencia, el grupo trabajó un sonido cercano al punk-pop acelerado de Tronic o Glup!

Ambar Luna

Poeta, cantante, productora y freestyler, la calerana Ambar Luna Leiva Cárdenas es una de las figuras del hip-hop chileno en la época de la pospandemia, aunque ella se formó como niña y adolescente en batallas de rima improvisada durante la década de 2010, lo que le valió un soporte para una creación posterior. Ambar Luna no solo se activó desde el rap sino que cruzó territorios musicales, considerando elementos del pop, el R&B e incluso el flamenco, en contacto con los pulsos de la música urbana de su época, el reguetón y el trap. Sus líricas apuntan a temáticas de feminismo, contenido político y lucha y demandas sociales, cuando ella estuvo especialmente movilizada durante el estallido del 18-O.

Pillanes

Como en general son las de las llamadas “súperbandas”, la del grupo Pillanes es una historia intensa: los hermanos Felipe y Pablo Ilabaca, fundadores de Chancho en Piedra, y Pedropiedra son parte del elenco musical de 31 Minutos, que desde el año 2012 se comenzó a presentar regularmente como un espectáculo musical. El año 2014 sumaron a su agenda en vivo ciudades mexicanas, y allá estrecharon la amistad con Mauricio y Francisco Durán, residentes en Ciudad de México desde el 2008, y que habían terminado poco antes con su grupo Los Bunkers. De a poco fueron conversando a la idea de hacer un disco, y en abril de 2018 se propusieron hacerlo de una vez. Se encerraron dos semanas en una casa de Valparaíso y compusieron y grabaron 12 canciones. En pocos meses presentaron el disco Pillanes.

Liv

La voz, la interpretación, la lírica de las canciones, el sonido y las atmósferas en la música de Liv se adentran en espacios de un tipo de R&B que también recoge elementos de la música urbana, los pulsos y ambientes del trap. La mezcla musical expuesta por Liv ha contribuido a sostener una variante en la música pop de la pospandemia, cuando nuevas voces tomaron ese estilo R&B contemporáneo de moverse por las melodías, las métricas de las canciones y las letras, en su caso, acerca de la búsqueda del amor y su ocaso. Iniciada en la práctica de covers, especialmente de Billie Elish, Lianella Luco Sanhueza dio los primeros pasos musicales estando en la secundaria en su Temuco natal. Pero luego dejó la ciudad para tomar contacto en Santiago con la escena urbana más robusta y transformarse en Liv. Canciones como "Siempre sola", "Sin ti", el reguetón "Gata" y "Lo que busco" antecedieron la aparación de su primer trabajo, Pétalos de mí (2025), un EP que marcó una evolución respecto de los inicios de Liv. Contó con la participación de un amplio equipo de productores, entre quienes figuraban Ovyze, Viangogh, Kane y Yo!pickupthephone.

Natalia Barahona

Con una larga vida de exilio en Venezuela y con la influencia de cantores de ese país como Simón Díaz, Chelique Sarabia, José Sifontes y Cecilia Todd, Natalia Barahona ha sido una intérprete de cantos latinoamericanos diversos, valses, pasajes, merengues, pero también boleros, tonadas y canciones trovadorescas, que ha llevado a contextos actuales con conjuntos acústicos y músicos de fusión y jazz. Sus discos son Flor de jengibre (2007), grabado en Venezuela, y Voz de algodón (2013), ya reestablecida en Chile.