Pop
Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.
Soulfía es el nombre musical de Sofía Walker, cantante próxima a la tradición del R&B y el neosoul —de allí su pseudónimo compuesto—, aunque progresivamente fue trasladando su música hacia las corrientes del trap y el reguetón que dominaron sus tiempos. En ese cruce de mundos se gestó la música, la estética y la imaginería de Soulfía, con un set de canciones que promocionó a lo largo de dos años antes de publicar Génesis (2021), su primer mixtape. Sus canciones tuvieron un relato audiovisual paralelo a través de videoclips, y una gran carga sexual implícita. Soulfía se unió entonces a esa nueva aristocracia del pop que definió la música urbana y la generación Instagram y TikTok, a la ella que perteneció.
Poco más de un año después de la primera disolución de Los Prisioneros, el baterista Miguel Tapia regresó a un estudio de grabación. La incondicional confianza de un sello multinacional le daba ánimo para desarrollar lo que desde hacía un tiempo venía diseñando con Cecilia Aguayo, la tecladista que había acompañado la última gira del grupo sanmiguelino: un grupo tecno-pop anclado en la tradición de la música chilena. Le llamaron Jardín Secreto, y pudieron avivarlo por un total de cinco años y dos discos. Sin embargo, la escasa repercusión radial del grupo, que nunca quiso ser considerado de elite, terminó por dirigir a sus integrantes en proyectos individuales.
Tras Coni Lewin y Constanza Lüer, Sabina Gabriella Angela Odone Di Monte fue la tercera integrante de Supernova en iniciar un proyecto musical propio una vez disuelto ese popular grupo adolescente. Odone trabajó con el productor Daniel Guerrero en un álbum crossover entre el pop y la raíz folclórica, que tituló Sentencia de amor imposible (2008) y del que se desprendió así su idea de "popclor". Como Mon Laferte, Mariel Mariel y Paz Quintana, fue otra cantautora pop chilena que se instaló en México para expandir su carrera.
Un músico que tocaba un macizo bajo eléctrico como si tratara de rasguear una guitarra a máxima intensidad y un baterista desplegado en rápidos e intrincados ritmos de cueca a punk mientras cantaba dulces melodías: ésa era la impresión sorprendente de cualquiera que asistiera al espectáculo de ver en vivo a Taller Dejao durante sus fugaces dos años de música. Formado por Daniel Riveros (voz y batería) y Javier Cruz (bajo), el dúo apareció entre el ya extendido circuito de rock independiente activo para 2004 con un nuevo modo de tocar: rock cruzado con compases folclóricos, melodías de innatas propiedades pop y letras alusivas a la naturaleza permitían a Taller Dejao hacer una tonada o un carnaval para bailar.
QuieroStar fue por un tiempo la sociedad de tres músicos ya conocidos en otras vías musicales, como los grupos Lulú Jam (en el caso de Sofía Oportot) e Intersecs (Raúl Durán y Arturo Saray). El trío se planteó como una propuesta pop sin presiones ni apuros, pero con gran cuidado en su puesta en escena (con recursos evidentes de la dinámica teatral, por ejemplo). El santiaguino Club Bizarre fue la plataforma inicial de muestra para su pop de aristas electro y disco, y su único álbum hasta ahora, Amistades pasajeras (2010), fue el registro de ese período de música en la discoteca. Con un trabajo de frecuencia intermitente, QuieroStar se mantiene con grabaciones y videos, y con Sofía Oportot como rostro y voz reconocible. En 2018, el single "Primera vez" destacó la alianza con $990. Se mantiene ahí la autodefinida línea de «sonidos sintéticos-melódicos-melancólicos desde Santiago de Chile».
En la década de 2010 se les definió como puntas de un recambio generacional para la extendida tradición rockera de su natal Concepción, ciudad con la cual han dialogado en sonido y en colaboraciones. Entre grabaciones y cambios de integrantes, La Julia Smith fue mutando y transitando con vigor por el rock and roll, la sicodelia y el pop con tintes de folk; pero sobre todo con un trabajo de rigor profesional.
Conocida como la bajista de Amanitas desde 2012, Manuela Reyes abrió una rama nueva en la música como solista utilizando con el nombre de Manul, que ella recogió de su época escolar. Había llegado a esa banda femenina a los 17 años y desde entonces se enfocó como engranaje de un conjunto. En paralelo Manuela Reyes trabajó con la compañía teatral La Candelaria, dirigida por su madre, la actriz Macarena Baeza, donde comenzó a sacar la voz y a cantar canciones. Esa experiencia sería decisiva para la puesta a punto de un proyecto musical propio que tomó cuerpo cuando Amanitas entró en receso en 2019. Con la pandemia, que atrapó a Manuela en una casa familiar del Cajón del Maipo, se concretó el proceso de composición de canciones de Manul. En ese período aparecieron singles como "Detrás del ventanal", "Inusitada", "Hielo" y "Ya nada es lo mismo", la antesala de su álbum Piñata (2024). Contó con la producción Victoria Cordero y narrativamente relacionaba las canciones unas con otras como capítulos de una novela. Manuela Reyes es la hermana menor de la cantautora Amapola Malahierba, quien le recomendó tomar el bajo eléctrico como instrumento. Ella avanzó en ese camino instrumental, que la llevó a sesionar para Javiera Mena, Camila Moreno, Benjamín Walker, Fármacos, Condy y, desde luego, su hermana mayor. Juntas grabaron y produjeron el EP Canciones secretas (2020), en sesiones secretas realizadas en la misma casa del Cajón del Maipo.
La regla es que la industria musical chilena casi no ha contado con mánagers profesionales; y Carlos Fonseca fue, de algún modo, la principal excepción que lo confirma. Nadie más en nuestro país se hizo cargo de representar a tantos músicos importantes ni generado tantas posibilidades ciertas de grabación para debutantes como este hombre criado entre Lima y Buenos Aires, y que se decidió adoptar el desarrollo rockero chileno como una suerte de misión apenas se instaló en Santiago, durante su juventud. En los años '80 fue suya la creación y gestión del sello Fusión, asociado a la tienda del mismo nombre. Desde entonces su consejo profesional cruzó de modo importante otras tres décadas de actividad musical.
Detrás del pseudónimo artístico de Moca está la intérprete Mónica Castillo (la unión de las primeras sílabas de sus nombre y apellido). Es dueña de una voz y una cuidada imagen (incluido el uso de un micrófono retro) que evocan la estética de los antiguos cabarets alemán y francés. Y es además una las artistas que ha llegado a profundizar en la figura de Edith Piaf como activa participante de un circuito de hoteles de lujo y bares universitarios de Valparaíso y Viña del Mar.
Hay capítulos musicales en colectivo y a solas en la trayectoria de Sebastián Silva, un chileno radicado en Estados Unidos que durante su adultez terminaría destacando sobre todo como cineasta (es el director de La nana, entre otras películas de considerable difusión). Además de formar parte del sexteto hip-hop CHC, el combo caribeño Yaia y el manual infantil de buenas costumbres Los Mono, Silva se presentó también por un tiempo breve como solista, y legó un único disco bajo el alias Iwannawin, con visos de funk, sicodelia y folk, producción de su amigo Pedropiedra, e invitados como Nea Ducci, Manuela Baldovino (Compiuters) y Vicente Sanfuentes. El lanzamiento de Iwannawin & Friends fue una cita en vivo de debut y despedida, en un excepcional concierto acústico en los estudios de radio Horizonte.
Importantes composiciones del cancionero popular chileno llevan el nombre de Scottie Scott en sus créditos, pues fue desde el área silenciosa de la autoría que esta descendiente de escoceces aportó más constantemente a la música local. Temas suyos fueron intérpretados por gente como Gloria Simonetti, Los Ángeles Negros, Las Cuatro Brujas y Andrea Tessa; muchas veces en el marco de competencias de festivales. Antes de su prematuro fallecimiento, en 1996, Scottie Scott alcanzó también a coordinar las bandas sonoras de algunas de las más importantes teleseries chilenas, desde la famosa "La madrastra", en adelante.
Desde un sur tormentoso y húmedo como el Biobío, en 2014 apareció Martina Montaldo, guitarra en mano y un puñado de bellas canciones tristes e intimistas que entonces comenzó a presentar en los ambientes de la música independiente y cierta tendencia lo-fi con su seudónimo de Martina Lluvias. En un primer período, la cantautora redujo ese proceso creativo y esa estética musical al uso de una voz no entrenada aunque auténtica y la guitarra folk. Más adelante expandió su sonido a través de una banda eléctrica, dadas las necesidades musicales de su cancionero, que ahora la encaminaron hacia un pop de mayor luz, aunque igualmente íntimo. Sus primeros trabajos son los discos EP Las canciones (2014) y Miedo a la oscuridad (2017), editados por el sello Cazador. Una década después de esos inicios, ella recuperó su nombre de Martina Montaldo para continuar una nueva etapa musical como cantautora. Uno de los hitos en ese período fue su participación en la apertura del concierto de la española Christina Rosenvinge en el Teatro Oriente.
De origen canadiense, Vesta Lugg llegó a ser una de las principales figuras de la generación Z, o posmillennial, en la industria del espectáculo en Chile. Modelo, actriz, cantante, experta en moda, opinóloga, panelista televisiva, habitual rostro en revistas magazinescas, su estatus fue final y decididamente el de una celebridad en la sociedad del consumo y de las nuevas tecnologías. Se hizo primeramente conocida a los 16 años como una de las adolescentes de la serie "Bakán", de Mega, a la que se incorporó en 2012 y donde también alternaron Vanessa Aguilera, Felipe Morales y Javier Castillo. Luego el nombre, rostro y desparpajo de Vesta Lugg le redituaron gran publicidad, que ella explotó al máximo como personaje de la farándula nacional. Como cantante, a partir de 2015 presentó una serie de canciones pop que al año siguiente llegarían al EP Estrellas.
En la herencia de los ritmos de origen afro como el reggae chileno (Gondwana), el hip-hop latino (La Pozze Latina) y el pop-soul chileno (Matahari), el grupo Da Jungla fue uno de los que dieron pasos en estas tres direcciones. Formados como trío en 2004 con la figura de Vanessa Valdez en el micrófono central, abordó mezclas musicales en la canción pop contemporánea, con temáticas de celebración del cuerpo y también de conciencia social.
Denisse Malebrán ingresó a Saiko como una cantante de cierta experiencia (a los 23 años ya contaba con clases de canto y participación en bandas independientes como Turbomente y Polaroid), pero el grupo la convirtió en una cantante popular, cuyos pasos dentro y fuera de la banda consiguen importante atención. Además de su trabajo junto a Saiko, como solista se ha afirmado en la autoría y en un estilo voluntariamente masivo, que no desdeña el pop y se aferra a la guía firme de la melodía vocal como su principal ventaja comparativa.
Experimentación, ruidismo, pop, exploraciones eléctricas y puentes con la poesía se pueden encontrar en el repertorio de Maifersoni, el proyecto liderado desde fines de la década del 2000 por el músico Enrique Elgueta. En solitario o guiando a una banda, ha hecho presentaciones en varias ciudades de Chile y en países como Argentina y México.
Desde su temprana adolescencia, Diego Quilodrán enfocó su interés por el lenguaje y la poesía en el freestyle; de ahí, su nombre artístico. Como Metalingüística, el joven nacido en San Pedro de la Paz (Región del Biobío) ha ganado reconocimiento por lo creativas y filudas que son sus improvisaciones, las que, siguiendo la senda abierta por DrefQuila, lo hicieron saltar de las batallas callejeras a firmar contrato con un gran sello multinacional. Su estilo es ingenioso y dinámico, y en él utiliza con sagacidad figuras retóricas como la paronomasia, la dilogía y el calambur.
Existen nombres inconfundibles en la música popular chilena, pero el de Flor Motuda es excepcional incluso entre los músicos de más firme identidad artística. Suele definirse a su trabajo como extravagante o experimental, pero acaso su principal valor esté en cómo ha ofrecido una propuesta de reflexión social por completo novedosa; aguda como pocas en su descripción de lo más pedestre de nuestra convivencia.
Pastora Alfonsina Soto Haro es una cantautora chilota, nacida, criada, crecida y vivida en Castro, cuya música se basa en la tradición del folclor del archipiélago, sus ritmos, la geografía humana, costumbres populares y paisajes naturales. Ese material de corte pop folk incorpora y fusiona la imaginería de danzas chilotas, valses, sirillas, periconas y cumbias, presentes en discos como Por el litoral (2017) y Soy del sur (2020).