Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Pascuala Ilabaca

Autora, compositora, cantante, acordeonista y pianista, Pascuala Ilabaca ha delineado una de las trayectorias más llamativas entre los músicos chilenos proyectados a otros países en el nuevo siglo. Elementos del folclor de Chile, ritmos latinoamericanos y música de la India son fuentes de su repertorio, difundido por canciones como "Lamenta la canela", "Ay mamita mamita" y "Busco paraíso". Ha publicado en España sus discos Diablo rojo diablo verde (2010), Busco paraíso (2012) y Rey Loj (2015), grabados con su banda Pascuala Ilabaca y Fauna, así como Pascuala canta a Violeta (2008) y Me saco el sombrero (2014), como solista, y desde 2011 ha viajado cada año a Europa en ocho giras por España, Alemania, Francia, Inglaterra y Bélgica.

Daniela Henríquez

La cantante pop y compositora Daniela Henríquez tiene una historia personal vinculada las Escuelas de Rock de su Concepción natal, donde en 1997 ingresó para formarse con profesores como Claudio Narea y Florcita Motuda y donde compartió experiencias con unos iniciados Bunkers: Álvaro López, Gonzalo López y Francisco Durán. Su presencia allí le valió grabar la canción “Espejo”, producida por Tito Escárate, para un álbum compilatorio con los trabajos de esa escuela. Desde entonces, la vena autoral ha prevalecido en su historia hasta desembocar en el disco La calle en que viví (2013), cuando Daniela Henríquez ya se había mudado a Santiago.

Geraldine Thenoux

Cultora de diversas formas de canción melódica e intérprete de jazz, Geraldine Thenoux tuvo sus primeras apariciones como parte de elencos de gypsy jazz como Golosa La Orquesta o el grupo Panchito Hot Club, que celebraba al maestro chileno de la guitarra manouche, Panchito Cabrera. En paralelo, la cantante ha desarrollado una propuesta de jazz vocal propia, liderando conjuntos sin batería con los que reproduce repertorios de standards americanos, clásicos de la chanson e ineludibles de la bossa nova.

Camila Riestra

El cruce entre el pop juvenil y fresco y la balada sentida identifican la música de Camila Riestra, o Mila Riestra, cantante que tuvo su primera visibilidad como aspirante del concurso televisivo "Talento chileno" en 2011 (donde también aparecieron voces como Camila Silva y Nicole Gómez). Además de presentarse en una serie de festivales de la canción y en circuitos diversos de pubs y hoteles (con el prestigado pianista Pancho Aranda), Camila Riestra desarrolló en paralelo una faceta de autora de canciones, que en 2014 comenzó a tomar forma en sus primeras piezas difundidas: el pop-rock "Eres tú" y la balada "Vuelve", producidas por David Gómez. En una época posterior, ya descrita por el consumo musical de las plataformas de escucha, Camila se presentó entonces como Mila Riestra junto a una serie de sencillos sueltos. Entre ellos el más difundido fue "Astronautas" (2023), canción que apareció en la teleserie de Chilevisión "Mira con quien andas".

Tea Time

Diez años de experiencia en grabaciones, giras continentales, premios y alta difusión junto a Los Tetas dejaron a Tea Time en una privilegiada posición como solista. El principal rimador y compositor de esa banda consiguió tener su disco propio en 2009, presentado entre otro montón de proyectos (incluso un libro de poesía) que reflejaba la diversidad de sus inquietudes. Camilo Castaldi, su nombre real, ha colaborado con varios músicos chilenos y ha sido parte también de grupos como Funk Attack y Criminal Jazz. Su trayectoria en la música muestra una extensa pausa, hacia 2017, debido a graves y públicas acusaciones de violencia contra una ex pareja, entre otros delitos, y que determinaron su expulsión de cualquier proyecto asociado a Los Tetas.

Rou C

Rocío Sotomayor Ulloa ha utilizado los alias de Rou Cx y Rou C, el más decisivo de ellos y con el que se instaló en un circuito musical vinculado a la música urbana en su sentido más amplio, considerando las aproximaciones al soul, el R&B y el hip-hop, aunque también a ciertos elementos del trap y el reguetón que ella ha utilizado. Más una cantante con formación y vocación pop, que una exponente del underground, Rou C contaba en sus primeros años con una nutrida red de colaboraciones, donde se anotaban los nombres de Liricistas, Gran Rah, NFX, Emaflu o Esteza. En 2019 publicó el EP de cinco canciones 18:55, junto al músico y productor Fat Jota, y en 2022 dio un paso más con #777, con los productores Cn Beatz, Jestein Ritmos y Siene Music, y que llegó a ser nominado al premio Pulsar en la categoría Música Urbana.

Bárbara Lira

Inicialmente formada como cantante pop y R&B, Bárbara Lira debutó como cultora de una música latinoamericana mestiza, en una línea marcada por nombres como Francesca Ancarola o Magdalena Matthey, aunque fue parte de una generación posterior que integran cantantes como Susana Lépez en Concepción o Lorena Gormaz en Santiago. Tras su debut discográfico en 2005, Lira se centró en la docencia del canto.

Armadillo Cactus

"Tropicalindie" es un concepto musical y una declaración de estilo. Pero también el nombre del álbum que el dúo femenino Armadillo Cactus publicó en 2025: Tropicalindie. Integrado por las hermanas Verónica y Magdalena Barriga, el grupo mezcla ritmos latinoamericanos con guitarras melódicas, composiciones libres, armonías vocales y una sensibilidad marcada por el rock indie, los recursos afrolatinos y elementos del pop.

Catalina Navarro

Catalina Navarro es una cantautora y compositora de la generación de los años '20. Si bien sus canciones se acoplan a lógica del pop radiable, exhibe un trabajo de textos de depurada determinación que la llevan a otros planos de la escritura y en los que la melancolía domina las atmósferas. Sus primeras canciones comenzaron a aparecer en su adolescencia, en 2016, y más tarde como estudiante de Composición en Projazz acertó con una de sus creaciones en el concurso de composición para mujeres dedicado a la memoria de Scottie Scott. "Apolo" apareció entonces como apertura del disco El canto de todas. Volumen 2, una vitrina a la que le siguió su sobresaliente álbum debut, titulado Universando, (2020), perteneciente al catálogo de Zilla Records.

Maca del Pilar

Otro ejemplo de artistas que despuntaron desde tribunas televisivas durante la década de 2010, tras la fiebre de los programas juveniles diez años antes, es la cantante pop serenense Macarena del Pilar Torres, quien a los 20 años apareció en "Chile, país de talentos", de Canal 13. Pero esa participación fue una breve vitrina más para la cantante y también compositora de canciones, que luego convirtió su "Sube decibel" en el tema principal de la serie de Mega, "Decibel 110". Presentada como Maca Torres y luego como Maca del Pilar, pasó del pop juvenil al circuito de la música urbana latina.

Josefina Cisternas

Actriz de televisión y modelo desde la adolescencia, Josefina Cisternas pasó a la música pop como otras figuras de alta exposición mediática, desde Kel Calderón y Denise Rosenthal a actrices de su generación como Antonia Bosman o Geraldine Jane Neary. Nacida en Chile aunque con una vida familiar en Miami y luego una vida como modelo en Sao Paulo, entre sus influencias más directas dentro del pop anglo aparecen los nombres de los británicos James Bay y Ellie Goulding, la neozelandesa Lorde y el sudafricano Troye Sivan. Y presentada con su nombre oficial —o solamente como Jose—, desde 2016 la cantante comenzó a despachar una serie de singles, la mayoría de ellos vinculados en su primer momento a las pantallas: "Tú y yo", tema central de la teleserie nocturna de TVN "Dime quién fue" (2017), y "I'm not crazy", para la película de Nicolás López No estoy loca (2018). Allí mostró una faceta de sólida cantante pop, aunque ya al finalizar la década de 2010, Josefina Cisternas se unió a la ola de los ritmos urbanos latinos e incluso un acercamiento al trap con canciones como "Quién te entiende", "Love me" y "Algo que hicimos", repertorio central del que sería su primer álbum solista.

Javier Barría

Cantante, guitarrista, compositor y productor son roles que han concentrado la atención de Javier Barría desde comienzos del siglo XXI, cuando se convirtió en uno de los primeros músicos chilenos que difundió su trabajo a través de soportes digitales. Inquieto y prolífico autor de discos que transitan por los amplios márgenes de la cantautoría y el pop, su huella puede encontrarse también en grabaciones de múltiples artistas chilenos y latinoamericanos.

Los Picantes

Los Picantes representaron uno de los primeros fenómenos musicales chilenos que fundaron su difusión en Internet, cuando aun ni siquiera existía el concepto de de "virales" ni de redes sociales. " Falso amor", una canción que hicieron unos músicos como una broma, comenzó a circular en plataformas de intercambio de canciones en Internet, y tras varios años llegó a un popular programa de radio. Su popular respuesta llevó a su creadores a fundar un grupo, grabar discos y presentarse en vivo. Así fue como, por varios años, existieron Los Picantes.

Bahía Inútil

El proyecto musical liderado por la destacada actriz y dramaturga Manuela Infante es Bahía Inútil. El grupo tomó forma con la grabación de su primer disco, montado en un estudio casero de Punta Arenas durante el verano de 2011. Allí se registraron un puñado de canciones de tono melancólico, todas cantadas en inglés (Infante vivió su parte de infancia en Canadá), y que luego contó con la producción de Fernando Milagros, parte del grupo durante unos años. Es un trabajo que su cantante asegura que «surge del placer de cantar y llorar cantando». Su nombre es una referencia a una zona de Tierra del Fuego que se llama justamente así (por ser un sector que, aunque geográficamente es una bahía, no tiene los requisitos para albergar barcos), y que conjuga bien el concepto de su música: «Un territorio que se caracteriza por ser de pura desolación y silencio, pero, a la vez, grandioso y sobrecogedor. Un espacio que no sirve para más que emocionarse».

Mariel Mariel

La cantante y compositora Mariel Villagra, que se presentó en Chile como Mariel y más tarde en México como Mariel Mariel, ha sido una figura en una generación poblada de voces y solistas femeninas en la década de los 2000. Sus inicios la mostraron con un acento de un pop alternativo de enfoque rockero, con su disco debut No me despierten! (2007), pero ya cuando se mudó a Ciudad de México terminó por delinear un estilo de mezclas latinas y urbanas, con un trabajo de mayor proyección como Foto pa ti (2015), que instaló el concepto musical de "flow latino": música de las grandes ciudades latinoamericanas.

Zeca Barreto

En mucho menos de lo duró que su larga estada en Chile, el cantautor bahiano Zeca Barreto terminó por incorporarse a la historia moderna de la música popular chilena como un punto de encuentro y proyección de una nueva música, la popular brasileña, desconocida en sus múltiples frentes. Junto a otras figuras como Joe Vasconcellos (fusión latinoamericana), Marinho Boffa (jazz) y Célio Oliveira (samba), Barreto ayudó a establecer un público emergente y una nueva comunidad de cultores.

Eduardo Peña

Tres nuevos nombres del bajo eléctrico en torno al jazz-funk estallaron a mediados de los 2000: entre Jaime Ferrada (en Alüzinati) y Roberto Trujillo (en LaMonArt), el único que se pasó al contrabajo de manera determinante fue Eduardo Peña, conocido en los círculos jazzísticos como Crespo. Un músico solvente e inquieto que se abrió paso en la escena con una pulsante propulsión de líneas de soporte, composiciones personales y un inédito liderazgo de agrupaciones entre una partida de emergentes contrabajistas de esa década: Alonso Durán, Nelson Vera, Sebastián Gómez, Pablo Vidal o Milton Russell, son algunos de sus contemporáneos.

No me Acuerdo

Una de las nuevas apuestas del pop de los 2000 fue No me Acuerdo, banda surgida en los pasillos de un liceo de clase media, con el apoyo de un sello multinacional y códigos sonoros que bebían del pop chileno y argentino de la década anterior. Su sonido no alcanzó a ser masivo, pero su correcta factura le brindó a su música una significativa difusión radial. Su historia se cortó durante la grabación de un segundo álbum, que a la larga terminó convirtiéndose en el debut solista de su líder, Gonzalo Yáñez.

Cami Carlevarino

La lista de estrellas mundiales del pop adolescente que dominaron la música global en la década de los 2000 aparece en la propuesta musical de la cantante Camila Carlevarino, muchas veces presentada como Cami Carlevarino, o simplemente Cami (con confundir con Cami): desde Britney Spears y Christina Aguilera en sus comienzos hasta Avril Lavigne y Miley Cyrus marcan esa aproximación de la chilena a un pop radiante, comercial y juvenil.

Parresía

Quinteto de jazz eléctrico reunido alrededor del bajista Diego Gonzalez, cuyas composiciones nutren el amplio universo de Parresía. El proyecto tomó como nombre la idea del «atrevimiento» que existe tras del concepto Parresía, o, en sus propia definición «permitirse faltar a la regla», lo que describe la música y su propuesta. Ya en el disco Entre planetas y cunetas (2018), la banda exhibía ese poliedro musical con la fusión como lengua materna y una música que llegaba a varios espacios, distantes unos de otros: desde la música experimental de abstracciones hasta los grooves declarados y rítmicos del soul, el funk o el hip-hop. El quinteto se sostiene en la base fundamental de un trío de jazz, aunque en este caso plenamente electrificado, con teclados y pianos eléctricos (Diego Alarcón), bajo eléctrico de seis cuerdas (Diego Gonzalez) y batería (Fabro Cortese). El frente melódico combina instrumentos que no siempre aparecen reunidos dentro del jazz, lo que le da a Parresía un sello de identidad: saxo alto (Franco Ortiz) y vibráfono (Alejandro Aros). Un formato y una música que acercó el jazz a otros públicos.