Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

La Sociedad

No son muchos los dúos que en la historia de la música popular chilena consiguieran tanto el éxito como para traspasar con buenas posibilidades las fronteras. Tal vez Sonia y Myriam sea el único antecedente importante hasta la aparición de La Sociedad, la dupla formada por Daniel Guerrero y Pablo Castro que logró imponer en los años noventa la canción romántica con notable respuesta del público, marcando incluso clásicos radiales, como "Nada quedará". Su historia tuvo episodios internacionales, hasta que al comienzo de los 2000 terminó, y sus dos integrantes iniciaron disímiles carreras en la composición, la producción y el trabajo solista. El 2012 anunciaron una serie de presentaciones en vivo, inaugurando una segunda etapa en la historia de La Sociedad, la que se extendió por cuatro años.

Vlntna B

Las consonantes de su nombre de pila sostienen el nombre musical de Valentina Belén León, una cantante y autora identificada como Vlntna B que entró de lleno en el circuito de la música urbana de la década de 2020, en su caso construida con distintas materialidades: desde la abstracción del trap y el pulso del reguetón hasta elementos melódicos del R&B. Su primera canción, "Cicatrices", fue distribuida por vías digitales desde su Antofagasta natal y vino a marcar el camino que muy poco después se consolidaría en el álbum Aqua (2023), un relato acerca esos primeros años, desestabilizados y desarraigados entre el norte y la capital.

Luna

"Desde que no estás", otra canción acerca del empoderamiento de la mujer, producida por un equipo que había trabajado previamente con Paloma Mami, puso a la antofagastina Luna Cordero en la órbita de la música urbana multiplicada a fines de la década de 2010. Con el nombre musical de Luna, la cantante entonces dio un giro en su proyecto solista, que antes había tenido rumbos muy distintos. Así se sumó a una oleada de nombres del trap y el reguetón femenino que durante esa época tomaron los espacios. Luna Cordero, sin embargo, se había iniciado en el canto melódico y romántico, como baladista e intérprete de diversos repertorios populares. Fue corista de Douglas y compartió micrófonos en vivo con Mario Guerrero. Además, tuvo participaciones en programas de talentos y concursos, como "Las regiones cantan" (2014), de la que se convirtió en su primera ganadora, y luego en breve paso por "The voice" (2015). Poco después lanzaría la canción "Loca pero fiel", como anticipación a su llegada al trap en 2020.

Los Cangrejos

Los Crawfish (o Los Cangrejos) fueron una banda de pop rock que nació en San Carlos en 1967, y que representa todo un epicentro musical de la zona. Cristián Blasser, baterista original de Los Angeles Negros, lo dice en el libro Como quisiera decirte, de Pablo Gacitúa, del 2014: "No hay ningún músico de San Carlos que no haya tocado en Los Cangrejos. Es la escuela de  la música aquí. La mayoría de la gente que logró grabar alguna cosa nació allí".

Valentina Sepúlveda

Valentina Sepúlveda inició una década triunfal entre las cantantes chilenas que participaron entonces en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar. A los 19 años, en 2011, la sureña se adjudicó la Gaviota de Plata con la canción "De Pascua Lama", del autor Patricio Manns, a quien ella había conocido como integrante del jurado de otro festival local de la canción que también ganó. Lebulense de nacimiento y penquista por adopción, su nombre ha sido frecuente desde entonces en diversos escenarios del Biobío, donde desarrolló su oficio como solista y también con bandas de apoyo.

Estefanía D'Alençon

Presentada en su momento como "la voz del soul" e inspirada por la estrella afroamericana Aretha Franklin, la cantante Estefanía D'Alençon apareció por primera vez frente al público a través de las pantallas de televisión en 2012, en el programa de Chilevisión "Talento chileno" (que consagró en 2010 a Camila Silva), donde dio muestras de su acercamiento al pop y el soul. En sucesivas intervenciones del certamen llegó a ser semifinalista, lo que proyectó una siguiente etapa de una carrera que ya estaba activa con su disco EP Bolero fugaz (2012). Luego de su paso por televisión, D'Alençon se inició como compositora y productora de un nuevo repertorio para la edición de su primer disco soul de larga duración, titulado De lo humano a lo divino (2015), donde ella recogió elementos del rock, el jazz y el blues, y que tuvo la canción "Vagando por ahí" como su primer single.

Barracos

Pese a la difusión radial de los temas "Las ballenas" y la balada "Todo",  la corta historia de Barracos no pudo ganarse un espacio en la escena del buen pop que alguna vez protagonizó Upa, la anterior banda de Pablo Ugarte). Dos años de vida, un disco y el teloneo a los Rolling Stones en Santiago fueron los principales hitos públicos de su existencia. Formada en 1993, la banda tuvo que vivir un período en el que la escena de pop y rock chileno aun no alcanzaba la solidez y diversidad que llegaría a tener. Barracos se acabó antes, y al final se convirtió en algo así como la prehistoria del proyecto siguiente de su núcleo fundador: El grupo Ex.

Sirena DLR

Formada como adolescente rapera, improvisadora y grafitera, Josefina Cáceres ha construido una música propia que se surte de los beats y las rimas del hip-hop pero que en su evolución alcanza transformaciones mayores y se sitúa en el trap, el reguetón, el pop urbano latino, toques de música flamenca e incluso cruces hacia la cumbia, a través de trabajos con nombres como Santa Feria. Con su pseudónimo musical de Sirena DLR —donde la sigla significa "de la rima"—, en 2019 lanzó sus primeras canciones, "Don’t wait more" y "Paso firme", que tuvieron alta presencia en plataformas de escucha. Luego se instaló en la escena urbana de la pospandemia, mostrando colaboraciones con Loyaltty, Aura Bae o el colombiano C. Flee. En 2025 debutó con el EP Ala5, producido por Dbs y donde ella también cantó "Secreto de luna", a dúo con Denise Rosenthal.

Lua de Morais

La cantante y autora chileno-brasileña Lua de Morais llegó al país con 19 años en 1999, pero su figura y voz se hicieron conocidas como concursante de “Rojo internacional” en 2005, la primera competencia de “Rojo, fama contrafama” que incluyó a solistas extranjeros (el cubano Sandier Ante, la venezolana Simoney Romero o el ganador de esa versión Orlando Oliva). Lua de Morais no obtuvo mayor figuración en ese apartado aunque así pudo comenzar una carrera en TV y luego publicar en Chile discos en los que reduciría finalmente su nombre artístico al de Lua.

Marinaclub

Un proyecto de abierta vocación comercial y eficaz intención bailable fue Marinaclub, conjunto que además de un álbum llegó a bandas sonoras chilenas como las de la película Los debutantes (2003) y la de la popular teleserie "Machos". Su historia vio el paso de diferentes colaboradores y vocalistas, manteniendo el eje de Claudio Pérez Herrera (ex integrante de Quadrophenicos; y sin relación con Claudio Pérez Pérez, del proyecto electrónico Usted No!) y Luis Corominas. En su última etapa, las voces estuvieron a cargo de Bárbara Intriago, cantante que había pasado por el programa "Rojo, fama contrafama". Tras el fin de Marinaclub, en 2004, pudo pesquisarse a Pérez en Fontanabeat, y a Luis Corominas en el dúo Dimagno (junto a Giovanni Gellona).

Joe Vasconcellos

Quizás por haber vivido su infancia y juventud en países tan distintos y distantes como Chile, Japón, Italia y Brasil, Vasconcellos creó un tipo de canción que ha buscado el arraigo en sonidos originarios, especialmente de América Latina, de donde son también sus orígenes sanguíneos. Su fórmula finalmente dio con canciones alegres, festivas y con explícita conciencia social y cultural. Desde su salida del grupo Congreso, en 1983, el músico se desarrolla de modo solista, y con altas cumbres de popularidad en esa área.  Su influencia en toda una generación de músicos, la masividad de sus canciones y su intensa y poderosa actividad en vivo lo convierten en una figura vigente y fundamental de la música de fusión desarrollada en nuestro país.

Mistysa

Voz, figura, talle y actitud de artista del R&B, la chileno-canadiense Mistysa apareció en esta emergente escena a miles de kilómetros de Santiago, a mediados de la década de los 2000. Fue una cosmopolita, nómade y políglota cantante pop de orientación afroamericana, hecho que confirmó a través de su álbum Macumba (2005), con canciones interpretadas en inglés, francés, portugués y castellano.

Tizana

Son distintas fuentes musicales las que acuden a Tizana, el grupo que debe su nombre a una bebida natural medicinal, que en sus canciones cruza la cueca, la cumbia y el rock, y que como sello cuenta con un marcado protagonismo de la percusión africana. Dos discos editados hasta 2012 marcan una historia que ha tenido distintos períodos de intensidad, pero que ha contado con un importante actividad en vivo y sencillos radiales, como "Daño".

Hiru

Un relato paralelo al que la cantante Amaia de Arteagabeitía expuso en la escena del folclor de época como integrante del Dúo Pajarito, toma forma, cuerpo, sonido y voz a través de Hiru. Es el proyecto solista con el que ha construido una estética propia a partir de elementos que proceden desde distintas músicas: lírica y prosa influenciadas por la rima del hip-hop, tratamiento del sonido de la música urbana, y aspectos armónicos del jazz para una propuesta que coexiste con el R&B y el pop. Siempre abierta y atenta a influencias valiosas, Amaia de Arteagabeitía apareció entonces como Hiru en 2025 con el disco La esencia.

Tomás González

Un trabajo persistentemente solista y un vínculo firme con el teatro caracterizan hasta ahora el trayecto musical de Tomás González, cantautor y multiinstrumentista, que en sus composiciones puede mostrar tanto ecos de trova como fusión étnica y visos de electrónica.

Vicky More

Victoria Morales es Vicky More, una figura de la música popular consolidada en las plataformas televisivas hacia 2019, cuando participó en el programa de talentos "Yo soy", de Chilevisión. Allí fue doble de la mexicana Selena, lo que la llevó a alcanzar puestos en la semifinal de la competencia. Fichada poco después por el sello MasClever, tomó definitivamente el nombre de Vicky More, el que repercurtió en el mundo digital a través de una serie de videoclips que la pusieron en órbita. Su disco más importante en esa primera época fue Victoriosa (2022).

Huaico

Dúo formado por la cantante Pamela Alarcón y el guitarrista y compositor Carlos Huaico, cuyo apellido bautizó este proyecto que mantiene influencias del folk rock y el pop de carácter romántico. Ambos músicos se conocieron en 2006 en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde Alarcón estudiaba Actuación y Huaico Dirección teatral. Si bien comenzó como una banda con más integrantes, con el nombre de Sonido Huaico, el tiempo terminó en un proyecto de dos. Su primer disco es Reino fugaz (2014), producido por Claudius Rieth.

Cleopatras

Fue la performance multimedial y la reflexión política, más que la música estrictamente tal, lo que dirigió los cuatro años de conjunto entre la bailarina Cecilia Aguayo, la artista visual Jacqueline Fresard, la bailarina Tahía Gómez y la actriz Patricia Rivadeneira. Su cruce con el teatro de vanguardia en los años de dictadura y con músicos como María José Levine y Jorge González (quien mantuvo con ellas no sólo amistad sino también colaboraciones) ha ubicado su nombre como un símbolo del llamado «underground» chileno de los años ochenta. De entre sus integrantes, la que se mantuvo más cercana a la música tras la llegada de la democracia y la disolución del proyecto fue Cecilia Aguayo, quien se integró durante unos años como tecladista de Los Prisioneros y, más tarde, a Jardín Secreto. Aunque el grupo nunca grabó un disco, una compilación de sus grabaciones (con audios de todo tipo, incluso tomados de videos) de esa época fue finalmente editada como LP bajo el sello Hueso Records en 2016.

Francis Durán

A los dieciocho años, apenas salió del colegio, Francisco Durán, su hermano mayor Mauricio y tres amigos viajaron de Concepción a Santiago para trabajar en su banda de rock, Los Bunkers, y se convirtieron en uno de los mayores nombres de la música chilena en la de 2000. Francisco tocó guitarra, teclados e hizo la primera voz en varias canciones (como “Llueve sobre la ciudad”), pero además actuó como productor de Muérdete la lengua (2007), el debut de Francisca Valenzuela, y Acuario (2012), de Manuel García. Con el receso de Los Bunkers, trabajó en discos de Plumas, Los Ángeles Negros o del mexicano Pepe Aguilar. También integró bandas como Lanza Internacional y Pillanes, donde ha dado curso a otras ideas como compositor pop. El 2022 presentó su primer disco solista, que concibió y grabó durante la pandemia.

Calú

Claudia Reyes es Calú, cantante pop en cuya música se aprecian nítidos aires del soul, aunque también se filtran ritmos de hip-hop, que ella cultivaba en su adolescencia, e incluso de reguetón. Su primer disco es Calú (2017), con canciones canciones como "Loba", "Caminante" y "Calor", que representan los inicios de la veintena de edad. El registro quedó extraviado en la discografía de la cantante, que más adelante publicó los álbumes de temáticas feministas como Liberación (2018) y La emperatriz (2022), ya decisivamente instalada en una propuesta de música urbana, soul y rap, con invitadas como Almeyda de la Riddim. Con ese último trabajo, Calú llegó a estar moninada a los premios Pulsar en la categoría Música urbana, lo que desembocaría en una propuesta para una nueva etapa musical, ya más centrada en la lógica y la estética del género urbano de la época. El resultado fue el álbum Sie7e oros (2024), en el que Calú definió su posición en el denominado "neoperreo", siempre procesado bajo su perspectiva de cantante melódica.