Pop
Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.
De una generación siguiente a la de Los Tetas y Chancho en Piedra en los '90, éste es uno de los grupos chilenos que a fines de esa década descubrieron el funk. Y en su caso es una inspiración tan cierta que el nombre oficial de la banda es La Rabona, pero a menudo el nombre completo es con apellido: La Rabona Funk.
Quinteto de jazz eléctrico reunido alrededor del bajista Diego Gonzalez, cuyas composiciones nutren el amplio universo de Parresía. El proyecto tomó como nombre la idea del «atrevimiento» que existe tras del concepto Parresía, o, en sus propia definición «permitirse faltar a la regla», lo que describe la música y su propuesta. Ya en el disco Entre planetas y cunetas (2018), la banda exhibía ese poliedro musical con la fusión como lengua materna y una música que llegaba a varios espacios, distantes unos de otros: desde la música experimental de abstracciones hasta los grooves declarados y rítmicos del soul, el funk o el hip-hop. El quinteto se sostiene en la base fundamental de un trío de jazz, aunque en este caso plenamente electrificado, con teclados y pianos eléctricos (Diego Alarcón), bajo eléctrico de seis cuerdas (Diego Gonzalez) y batería (Fabro Cortese). El frente melódico combina instrumentos que no siempre aparecen reunidos dentro del jazz, lo que le da a Parresía un sello de identidad: saxo alto (Franco Ortiz) y vibráfono (Alejandro Aros). Un formato y una música que acercó el jazz a otros públicos.
Un extenso período de estudio de piano clásico desembocó en la identitaria propuesta de María Francisca Pérez cuando ella pasó a tomar el nombre artístico de María Francisca —a secas— y emprender un proyecto pop como solista, fundamentado en su instrumento sanguíneo. Desde 2011 sus canciones pianísticas tomaron forma y significado, y así la cantautora entregó un primer repertorio en el autobiográfico disco Mis regalos.
Si bien como intérprete de standards Nicole Bunout formó parte de la llamada "nueva ola del jazz vocal" a mediados de la década de los 2000, su proyecto creativo en la música autoral se ha enfocado en la canción folk con una inspiración en la música latinoamericana, que diez años después de su aparición en esa escena jazzística la llevó a publicar su primer cancionero propio en el disco Crisálida (2014).
Considerar a Marcelo Vergara sólo como una de las grandes voces masculinas aparecidas en la década de 2000, resulta mezquino. Además de cantante, Vergara ha explorado la música latinoamericana de raíz, es experto en música brasileña, compositor de obras doctas contemporáneas y autor de canciones pop. Pero sus discos Familia (2006) y Animal (2008) lo ubicaron inicialmente en un mapa de solistas junto Javier Barría, Mariel, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas y la última Magdalena Matthey.
Victoria Morales es Vicky More, una figura de la música popular consolidada en las plataformas televisivas hacia 2019, cuando participó en el programa de talentos "Yo soy", de Chilevisión. Allí fue doble de la mexicana Selena, lo que la llevó a alcanzar puestos en la semifinal de la competencia. Fichada poco después por el sello MasClever, tomó definitivamente el nombre de Vicky More, el que repercurtió en el mundo digital a través de una serie de videoclips que la pusieron en órbita. Su disco más importante en esa primera época fue Victoriosa (2022).
Zebra 93 es un proyecto de música pop electro y una propuesta de sonido retrofuturista, iniciado como una colaboración entre los músicos y productores Miguel Irarrázaval y Sebastián Román, por entonces con la sola denominación de Zebra. Entre 2019 y 2020 alcanzó momentos determinantes con el álbum Atemporal, ya convertido en cuarteto con la incorporación de Alfredo Ibarra (Lainus), Enrique Escala y la cantante argentino-chilena Julia Grisenti, y su nominación al premio Pulsar en la categoría de Mejor Artista Pop.
La apertura de los shows de la francesa Olivia Ruiz en Santiago, Puerto Montt y Concepción en 2006 presentó en escenarios a María Perlita, el nombre con el que la cantautora Daniela Jordán ha elegido mostrar, en Chile y Europa, su música levantada sobre guitarra, piano y voz. La compositora define sus canciones como «bien rockeras» pero afirma su opción preferencial por lo austero, lo que ha quedado expuesto a través de discos como Panc (2007), realizado durante un tiempo de vida en París, y Moneditas (2014), ya de regreso en Santiago de Chile.
Una importante estada en México, como parte de la oelada de chilenos activos desde la década de 2000 que se establecieron en esa industria, definieron el rumbo de un músico como Andrés Landon, formado como versátil bajista eléctrico y con una raíz en el jazz. En el DF, Landon se proyectó como músico de acompañamiento de una serie de figuras del pop latino, como Natalia Lafourcade, pero también como productor de discos y como artista de una música mestiza que lo llevó a producir, editar y publicar sus trabajos desde México: Pequeños defectos (2012) e Indias (2016).
"La lealtad con lealtad se paga", declama en su "Manifiesto" la talagantina Almendra Barros, más conocida en los ambientes de la música urbana de la década de 2020 con el nombre de guerra de Loyaltty, una derivación de la voz anglo que justamente significa "lealtad". En el contexto pandémico se integró a un frente de trap femenino en los tiempos de explosión feminista, con otras figuras surgidas espontáneamente desde distintos territorios, como Akatumamy, Amikiraa, Vlntna B o Kya. Con su primer disco, Loyaltty impuso para sí la denominación de Mami trap en la escena de la primera mitad de los años '20.
Como uno de los hallazgos del jazz contemporáneo durante los inicios de la década de 2000, el baterista post-bop Andrés Celis se sumó a una línea de estilo de jóvenes solistas donde tanto Félix Lecaros como Daniel Rodríguez además le precedieron en esos inicios precoces. Alumno del histórico Ricardo Ruiz, Celis desarrolló una identidad dinámica en la batería y sorprendente en variantes musicales percutivas, dado que además siguió el modelo de la escuela de Max Roach.
Patricio Cáceres debutó como cantautor cuando se acercaba a los 30 años, luego de estudiar Pedagogía en Música y trabajar como arreglista y productor para otros músicos. Tras dos trabajos de escasa circulación, el 2013 lanzó su primer disco propiamente tal, Tigre... el otro tigre, cuyas canciones conformaron luego la banda sonora de la serie televisiva "Pulseras rojas". La difusión que le otorgó ese espacio, y la buena factura de sus canciones, lo han convertido en uno de los nombres más llamativos de su generación. Desde el 2019 adoptó el nombre artístico de Gael.
El nombre de Mariano Pavez aparece en decenas de discos chilenos de rock, de pop, de metal o de fusión, pero también tiene un camino musical personal, que se plasmó primero en dos proyectos colectivos: EM 3,14 y Murciélago. Aunque en ambas historias, él era líder y gestor, solo el año 2012 resolvió presentar un disco solo con su nombre: 13 lunas es algo así como su debut solista, y donde puso canciones con un sonido menos rockero que sus trabajos anteriores. El 2014 grabó un disco con remozadas versiones de canciones de los '80, junto a una veintena de invitados, y el 2017 lanzó su tercer trabajo, reuniendo un poco su historia que ya se acerca a los 20 años de vida.
En los archivos musicales chilenos hay registradas al menos dos definiciones majaderas para referirse a Juan Antonio Labra: «el Michael Jackson chileno» y el artista «de proyección internacional». Comparaciones más, apodos menos, lo cierto es que Labra es un símbolo indiscutible del pop ochentero nacional y uno de los pocos solistas que convirtieron en hits casi una decena de sus canciones. Sus shows se caracterizaban por incluir luces, coreografías y bailarines en momentos en que aquello era un adelanto de pop bien facturado, y con pegajosos singles bailables como "Bailarina, me haces mal", "Mueve, mueve", "A bailar la salsa" y "Paran pan pan", pero este artista de singulares vibratos y falsetes también hizo de la balada uno de sus fuertes, y canciones como "Niña", "Te quiero" e "Identidad" lo situaron en los primeros lugares de las listas radiales de esa década. Presencia recurrente en televisión y espectáculos en vivo durante los años 80 y 90, el intérprete iba a explicar muchos años más tarde por qué con el cambio de siglo decidió un retiro de la atención pública, apenas interrumpido hasta una gran celebración organizada por él en 2024 bajo el nombre "Pop Star 60".
Paula Sol es un nombre de la cantautoría romántica de la década de 2010, junto a otras referencias de mujeres con guitarra en mano como Claudia Stern, Paula Herrera, Johanna Rezzio o Trinidad Alliende. Una larga trayectoria en la música que se inició en la ciudad de Los Ángeles a mediados de los '90 vio la luz recién en Quilpué a fines de 2017, a través de su primer disco solista. Con melodías representativas de su cancionero —"Agua que corre en las montañas", "El amor es como un ave" o "Duendes del viento"—, el álbum Amarnos más fue la culminación de ese período, al tiempo que abrió una nueva etapa en su historia.
Cantante y autora de balada pop, Cari Monteci debutó con un disco EP de cinco canciones románticas reunidas en Mi alma (2017). Alumna de canto de Francesca Ancarola en la Universidad de Las Américas, y con referencias musicales que van entre Demi Lovato a Alejandro Sanz y Luis Fonsi, ha direccionado su creación a la autoría de material propio centrado en vivencias alrededor del amor. Con banda de apoyo y con guitarra acústica, sus canciones más difundidas son "Eres tú", "Melodías del alma" y "A 10 km de mí". También jugadora amateur de fútbol, en 2018 escribió la canción "Vamos niñas", que fue adoptada por la selección chilena femenina que jugó el Mundial de Fútbol al año siguiente en Francia.
Diversos géneros ha cubierto el bajista Jorge Herrera en las bandas de las que se ha hecho parte, y en las cuales acumuló experiencias de jazz y rock progresivo (Evolución), música cristiana (Vera Efigies), pop (Pie Plano) y música terapéutica (Arcturus). A partir de cursos sobre sanación y reiki, el compositor ha tendido un puente entre esas prácticas y la música, con varios discos para realizar terapias de energía y relajación.
Con su imaginativa y luminosa aproximación al hip-hop, CHC se ganó el derecho a proclamarse inventores de una corriente musical nueva. «Hippy-hop» es como le acomodó al grupo santiaguino definir su música, sostenida en un principio sobre las bases secuenciadas de Pedro Subercaseux y agitada por el rapeo cálido de Gabriel Díaz, Sebastián Silva e invitados que entraban y salían de su formación esencialmente dinámica. El trabajo del grupo fue la plataforma creativa para músicos que al poco andar destacaron en proyectos personales, tanto en la música como en la televisión y el cine. La importancia que éstos adquirieron en paralelo alejó de modo natural sus presentaciones en vivo, hasta detenerlas por completo.
Autodefinido como un grupo de música “no experimental”, VariosArtistas ha confundido al auditor a través de un nombre tan genérico que puede llegar a entorpecer los sistemas digitales de reproducción musical. Con canciones de títulos llamativos y adhesivos y letras intrincadas, han editado una serie de grabaciones por el sello Uva Robot, siempre apoyadas en una reconocible propuesta visual.