Rock

Con más de cinco décadas de vida cumplidas a escala mundial y con la guitarra eléctrica como su arma predilecta de sonido, el rock es casi igual de antiguo desde su primera adopción en Chile a mediados de los años '50, y ha descrito una de las evoluciones más múltiples de la música popular local. Imitado al comienzo, chilenizado en parte por la Nueva Ola, transformado en himno nacional para el Mundial de 1962, puesto al día por jóvenes airados a fines de los '60, revolucionado por toda una nueva generación hippie y telúrica a comienzos de los '70, aguerrido bajo la dictadura, agitado por la new wave a mediados de los '80 y abierto hacia formas como el punk, el metal, el reggae o el pop, la música rock se ha multiplicado en un sinnúmero de nombres y tendencias desde los años '90 hasta la actualidad.

Cholomandinga

Una de las bandas más representativas y populares de la cantera que han sido en Chile las ministeriales Escuelas de Rock, Cholomandinga encarna los principios de ese sonido mestizo surgido en Chile a partir de los años '90, con su consabida mezcla de rock, funk, reggae, ska y juerga latina. Superadas las dos décadas de vigencia, la banda está entre las más duraderas de ese circuito y se ha vuelto un antecedente de la oleada de grupos de rock, cumbia y carnaval del nuevo siglo. La muerte de su vocalista a inicios de 2022 obligó a la banda a reubicar prioridades y proyectos en marcha hasta entonces.

Buddy Richard

Buddy Richard es uno de los pocos solistas chilenos adscritos al movimiento de la Nueva Ola que logró trascender a ese movimiento con un repertorio propio y un estilo de marca personal que mezcla balada romántica y rock orquestal. Autor de composiciones que han cruzado las fronteras del país ("Mentira", "Tu cariño se me va", "Despídete con un beso") y que han sido recreadas por músicos de generaciones posteriores a la suya, el cantante es uno de los valores más reputados e incombustibles de la escena local, cuya actividad marcó un cierre en 2008 con una gira de despedida y su anuncio de retiro, aunque se ha mantenido con apariciones esporádicas en vivo.

Cangrejo

Una de las primeras y más establecidas bandas del rock experimental durante los '90, fue la que encabezaron el bajista José Miguel Candela y la cantante Cecilia García. En una década de existencia Cangrejo delineó un camino muy propio, integrando no sólo los tópicos habituales en el rock, sino también una serie de variantes expresivas: improvisación libre, composición electroacústica, canción tradicional, experimentación con poesía e incluso el teatro y la danza contemporánea como artes integradas a su discurso.

Fruto Prohibido

Con un trabajo inspirado en los grandes próceres rockeros y en el glam británico, Fruto Prohibido realizó un valioso aporte al circuito en vivo de la segunda mitad de los años 90, con presentaciones continuas y enérgicas, y con una colección de canciones propias que quedó plasmada en tres álbumes y al menos un par de temas en frecuente rotación radial. Su legado está hoy vivo en las muchas iniciativas musicales que animan varios de sus ex integrantes en otras bandas.

Colombina Parra

Compositora y vocalista de Los Ex, y antes de Barracos, Colombina Parra tuvo el año 2011 un repentino debut solista, mucho más cercano al folk que a los códigos rockeros que distinguieron sus otros proyectos musicales. El disco Flores como gatos fue el primer paso de ese camino que entonces recorrió como nombre propio, y que quedó expuesto en una serie de trabajos con sonido y temáticas íntimas y sinceras.

Cutus-Clan

El clan de los hermanos Cuturrufo, reconocidos músicos de Coquimbo, proyectaron su idea de una música contemporánea mestiza y terrenal, que utilizara las raíces del Norte Chico, desde la ancestralidad diaguita a las fiestas patronales, a través del ensamble denominado Cutus-Clan. Los Cuturrufo fueron históricamente una familia religiosa, devota del culto mariano y sus integrantes activos peregrinos al santuario de la Virgen del Rosario de Andacollo. Así fue como el compositor y percusionista Rodrigo Cuturrufo (n. 1968) llegó a crear primero el grupo Vernáculo, cuya música se planteó como ofrenda a la “Chinita” (Viva la Chinita de Andacollo, 1999). El Cutus-Clan representa la otra vida de los Cuturrufo, la de las boites, la cumbiamba, es decir la movida de la cumbia nortina, la improvisación jazzística y el rock.

Libra

Éste es uno de los grupos chilenos que más se han desmarcado de los límites del nuevo metal surgido en los años '90. Aunque tiene influencias iniciales de bandas de ese movimiento como Deftones y fue parte de los festivales Aggrofest que cohesionaron en Chile la escena metalera conocida como "aggro", Libra conecta guitarras eléctricas pesadas con atmósferas y sonidos electrónicos y no disimula su inclinación por la melodía ni su alejamiento de la estridencia. Libra se ha acercado además a grupos que a su vez escapan de las categorías musicales del metal o el punk, como Pacü y Humana, con quienes comparten escenarios y sello disquero.

Maestro

Aunque la guía creativa de Maestro fue, según sus integrantes, «la melodía y lo popular», nunca sus composiciones tuvieron el cauce convencional de la canción. En conciertos y en disco, el trío articuló en los años 90 una oferta musical de imposible comparación con lo que entonces se trabajaba en Santiago. La banda funcionó intermitentemente durante casi nueve años y legó un único álbum, más varias pistas repartidas en grabaciones informales y colaboraciones; todas ellas, de muy limitado tiraje. Luego de su disolución, sus integrantes siguieron con diversos proyectos musicales paralelos, de entre los cuales el más destacado ha sido el de Christian Torres en Nutria.

Tenemos Explosivos

El post-hardcore ha servido como una etiqueta para describir la música de Tenemos Explosivos, un quinteto cuya trayectoria ha estado marcada por los valores de la autogestión y la especial condición de un vocalista y letrista establecido en el extranjero. Así, han desarrollado un singular método de trabajo y han transformado sus ocasionales presentaciones en vivo en ceremonias de alto valor emotivo.

Francis Durán

A los dieciocho años, apenas salió del colegio, Francisco Durán, su hermano mayor Mauricio y tres amigos viajaron de Concepción a Santiago para trabajar en su banda de rock, Los Bunkers, y se convirtieron en uno de los mayores nombres de la música chilena en la de 2000. Francisco tocó guitarra, teclados e hizo la primera voz en varias canciones (como “Llueve sobre la ciudad”), pero además actuó como productor de Muérdete la lengua (2007), el debut de Francisca Valenzuela, y Acuario (2012), de Manuel García. Con el receso de Los Bunkers, trabajó en discos de Plumas, Los Ángeles Negros o del mexicano Pepe Aguilar. También integró bandas como Lanza Internacional y Pillanes, donde ha dado curso a otras ideas como compositor pop. El 2022 presentó su primer disco solista, que concibió y grabó durante la pandemia.

Niños con Bombas

Muchos chilenos han formado bandas en el extranjero, pero Niños con Bombas destacó durante los años 90 como uno de los grupos rock con base europea de mayor carácter latino. Dos álbumes de golpeadora energía —«latin-cyber-punk», según propia definición— fueron el legado antes de su fin, tras el cual el músico Daniel Puente ha continuado con una persistente carrera solista hasta ahora.

Antonio Smith

Un camino de búsqueda, musical y filosófica, encauzado primero en los grupos Congregación y Sol de Chile, y más tarde en diversos proyectos a solas (bajo seudónimos como Awankana y Senchi) ha sido el de Antonio Smith. Su creación musical ha estado vinculada desde un inicio a un cuestionamiento más amplio sobre la vida, la trascendencia y la deriva humanista; y así ha quedado registrada en los discos grabados por él a lo largo de cinco décadas, principalmente en Argentina, donde llegó en 1973. Es música por completo ajena a la dinámica promocional, que, en palabras de su autor, conforma un lenguaje de síntesis y magia «para penetrar en las dimensiones ocultas de palabras simples».

Los Revoltosos

El intento por ser fieles a la raíz más sucia del blues mantuvo unidos por casi diez años a Los Revoltosos (identificados inicialmente como Revoltosos Guzmanes Swing). Los hermanos Klein y Jando Guzmán armaron la banda apenas se concretó, en el verano de 1996, su salida de Los Peores de Chile, y la desarmaron cuando ese grupo con Pogo en voz decidió rearticularse. Su trayecto fue un fiel y permanente homenaje al blues eléctrico que fascina a los dos hermanos desde su adolescencia.

Hidalgo

Liderada por el virtuoso guitarrista Gabriel Hidalgo, a menudo a Hidalgo se la ha descrito como una banda puntal en la ramificación hacia el metal progresivo. Originalmente un proyecto solista alrededor del propio Gabriel Hidalgo junto a otros integrantes que venían de Six Magics, en el transcurso del tiempo y de su propia evolución se convirtió en un concepto musical, una agrupación sostenida en la trama instrumental de dos guitarras para una obra inspirada tanto en la estética metalera como en la épica mapuche y las raíces latinoamericanas, representadas por la música de la Nueva Canción Chilena, lo que marcó un sello propio en la escena del metal.

Sergio Lagos

Aunque su debut discográfico solista, en 2007, fue una noticia sorprendente dada su previa figuración como animador, el vínculo musical de Sergio Lagos —un periodista conocido masivamente por su trabajo en televisión— ha sido constante. A su trabajo de casi una década junto al dúo Marciano, Lagos sumaba el paso por varias bandas escolares e incluso un período como entrevistador de músicos. Así, su veta de cantautor debe analizarse dentro de un trayecto extenso que no por dispar ha dejado de ser perseverante. Mantiene hasta hoy también al grupo Sergio Lagos & Los Gaffers.

Los Ángeles Salvajes

Los Ángeles Salvajes fue un cuarteto beat progresivo-psicodélico de San Bernardo de vida breve y discografía limitada a dos singles para el sello Odeon. Nació como la continuación de Las Sombras, que ellos integraban hasta la salida de su cantante Nano Vinés, en 1966. El grupo avanzó hacia un sonido más rockero, en la medida de su exploración del sonido, las armonías vocales, los ritmos y las letras, que lo acercaron a una performance vanguardista para aquella época, evidenciada en sus singles "Sicodélico" / “Las escaleras del palacio del rey Guillermo” (1967) y  “Nadie ha cambiado” / “Carnet 363” (1968).

Cristián Heyne

Un trabajo extenso y sin interrupciones en proyectos musicales propios y ajenos ha convertido a Cristián Heyne en un compositor y productor respetado, con logros en géneros disímiles y una llamativa lista de encargos. Pese a su crédito en discos de nombres populares, Heyne no ha abandonado hasta ahora el desarrollo de un exigente rock eléctrico en su propio proyecto, Shogún. Y en su trabajo como productor y diseñador de sonido, ha dirigido los sellos independientes Luna y Música del Sur.

Carlos Cabezas

El prolífico trabajo en la música de este intérprete, guitarrista, compositor y productor ha trascendido la historia de la banda en la que se inició, Electrodomésticos (y a la cual sigue vinculado hasta hoy, entre muchos trabajos paralelos). Carlos Cabezas ha sido un músico arriesgado, guía de una carrera marcada por giros sorpresivos. Sus creaciones profundas y atemporales son difíciles de clasificar, aunque caben siempre dentro de una corriente popular y acotada a los códigos de un rock amplio y adulto, canalizado tanto en discos propios, como en proyectos colectivos y por encargo. Su nombre es referencia generacional e innegable influencia para un modo de hacer rock vinculado al riesgo y la colaboración propositiva.

Villa Cariño

"Cumbia social melodramática romántica" fue el nombre del estilo específico registrado en un principio por este grupo, sumado desde su inicio en 2008 a la oleada joven de la cumbia chilena. Con el cantante Max Vivar a cargo de la dirección y de la composición de las canciones, Villa Cariño ya cuenta con su primer disco, Terapia intensiva, lanzado un año más tarde de su debut, en 2009.

Dion

Por los locales capitalinos circulan muchos grupos de rock, pero Dion fue uno de los con más vistosa actitud sobre el escenario. Sus canciones enérgicas son herencia del punk tipo Misfists y el hard-rock de Guns n' Roses. Su trabajo de más de una década resultó poderoso y a alto volumen.