1960
Aunque santiaguino, Luis Ortúzar Araya es llamado El Chincolito de Rauco en alusión a esa ciudad de la zona de Curicó, desde donde irradia sus oficios de cantor a lo humano y lo divino, poeta popular y payador. Iniciado en 1955, es uno de los más experimentados cantores vigentes en Chile. Su presencia es habitual en encuentros de payadores nacionales como los de Teno (provincia de Curicó) y Portezuelo (provincia de Ñuble), y al mismo tiempo en velorios de angelitos, vigilias, novenas y encuentros de canto a lo divino.
Autor de "Si vas para Chile", Chito Faró tiene una vida marcada por dos rasgos tan conocidos como paradójicos: es el hombre que escribió la más famosa canción de todos los tiempos dedicada a Chile y murió en medio de la pobreza y el abandono después de una vida dedicada a la música popular.
El tránsito entre el florecimiento de la Nueva Canción Chilena interrumpido en 1973 y su continuidad en el Canto Nuevo tuvo entre sus hombres más activos a Nano Acevedo. Cantante, autor, gestor musical y sindical, Acevedo es un cantor urbano de raíz folclórica que se inició en escenarios como la precursora Peña Chile Ríe y Canta en 1968, ganó el festival de la OTI en Chile en 1977 y ha sido un activista del gremio en dictadura y democracia, con cuarenta años de trabajo en los que ha escrito canciones como "Rin del amor" y el auténtico éxito setentero chileno "Oda a mi guitarra".
Entre los hijos de Clara Sandoval y Nicanor Parra brilló el talento no sólo de Nicanor, Roberto, Eduardo y Violeta. Hilda Parra, la mayor de las mujeres, destacó también como folclorista, primero como parte de grupos que formó junto a sus hermanos y luego de modo solista. Socia de Violeta en el dúo Las Hermanas Parra y luego de sus hijos Nano y María Elena en el Trío Los Parra, Hilda Parra es recordada por la potencia de su voz y el encanto de una simpatía peculiar y extrovertida, que aglutinó con gracia a parientes y amigos durante toda su vida. «Con tu presencia la pena se aleja de nuestra acera», le escribió en unas décimas su hermano Lautaro.
Nacido en el nortino poblado de Tocopilla, con el eje inicial de dos hermanos en una familia de mineros, Los Golpes llegaron a convertirse en uno de los pilares de la música romántica eléctrica chilena. Con un sonido apoyado en el formato de guitarra y bajo eléctricos, batería y voz destemplada, la banda legó clásicos como "Olvidarte nunca", "Vete ya", "Cuatro cirios" y "Con la mano en la Biblia". En 1970 debutaron con un single en EMI, y su nombre se sumó al entonces naciente género de la balada-rock (o "balada sicodélica", según algunos) en Chile, en el que nombres como Los Ángeles Negros, Los Galos y Capablanca conforman un sólida escena que ha tenido, además, una fuerte repercusión internacional. Los Golpes son hasta hoy una banda activa, con shows y grabaciones que ahora dirigen algunos de los hijos de los fundadores del grupo original.
Pin Pon es uno de los personajes infantiles más anclados en la memoria colectiva chilena. Creación del actor Jorge Guerra, el niño con cuerpo de algodón que se lava la carita con agua y con jabón fue protagonista del primer programa de la TV local dirigido a preescolares, emitido entre 1965 y 1974 y luego repuesto entre 1991 y 1992. Acompañado por Valentín Trujillo en el piano y con arreglos musicales y composiciones de Vittorio Cintolesi, el muñeco popularizó una serie de melodías como "Método", "Mi lápiz" y la propia "Pin Pon", que se instalaron en el cancionero infantil chileno más allá de la propia carrera actoral de su creador. Jorge Guerra murió en Santiago en 2009, tras haber llevado a su personaje por escenarios de Chile, Ecuador, Cuba y Europa, pero el recuerdo, la figura y las melodias de Pin Pon permanecen en la memoria de generaciones.
Si Horacio Salinas ha sido el director histórico de Inti-Illimani, si Jorge Coulon ha sido su mejor vocero y José Seves ha tenido la voz más poderosa del conjunto, entonces Horacio Durán ha sido el rostro más característico de este fundamental conjunto chileno. Integrante del grupo desde sus inicios, Durán es el hombre identificado con el charango en la alineación de Inti-Illimani, así como el más carismático y cercano al borde caribeño que el conjunto ha desarrollado a lo largo de su carrera. Reconocible además por el pelo cano que lo caracteriza desde el regreso del conjunto a Chile tras el exilio, el músico ha desarrollado un trabajo propio en paralelo al grupo. De este modo integró el conjunto chileno-italiano Trencito de los Andes, con el que grabó el disco Escarcha y sol (2000), y es también parte como solista de la comunidad de charanguistas chilenos y como tal figura en los discos colectivos Charango: autores chilenos (2001) y Charango: autores chilenos, vol. 2 (2016).
Primer compositor chileno en emplear el método dodecafónico, Carlos Isamitt también fue un estudioso experto en la música araucana, la que investigó largamente desde la academia, décadas antes de la época más activa de la recopilación. Una de sus composiciones más relevantes en esta línea, y con que mayormente se le conoce, es "Friso araucano", de 1931. Isamitt estudió música en la Escuela Normal de Santiago y el Conservatorio Nacional, así como pintura y dibujo en la Escuela de Bellas Artes, entidad que incluso llegó a dirigir. Es uno de los nombres principales en la música clásica en los inicios del siglo XX.
Gabriel Parra nunca fue un baterista convencional, y por eso su muerte se define hasta hoy como un golpe irreparable para la biografía de Los Jaivas. Por técnica, carisma, liderazgo y creatividad, el músico se convirtió en uno de los pilares de la creación popular chilena, y el impacto ante su talento cundió varias veces entre especialistas extranjeros. Incontables instrumentistas jóvenes locales aseguran haber decidido su vocación luego de ver en vivo la fuerza incombustible del que es considerado, casi sin disidencia, el mejor baterista de nuestra historia. Cada 25 de julio —su nacimiento— se conmemora el Día del Baterista y Percusionista Chileno.
Integrante de varios grupos de fundamental trabajo folclórico, el guitarrista Eugenio Moglia legó al cancionero chileno melodías enlanzadas a la poesía de composiciones como “Y con brotes de mi siembra”, “A ver si agarras confianza” y “Nadie le va a decir huacho”. Su estilo en la interpretación de guitarra y su habilidad para musicalizar versos ajenos fue de gran importancia para el trabajo asociado al llamado «folclor poético», y su técnica fue solicitada en grabaciones de Lucho Gatica, Ester Soré y Raúl Gardy, entre otros famosos intérpretes.
En la historia de la música típica chilena, Los Cuatro Hermanos Silva están entre los intérpretes que en los años '40 renovaron ese repertorio con la actuación de mujeres en el rol de cantantes y figuras escénicas, y es el conjunto que con más persistencia ha exportado su música a nivel internacional, extendida desde el repertorio chileno al latinoamericano.
Formada inicialmente en 1958 bajo el nombre Los Lyons (el grupo que acompañó a Peter Rock en su etapa pre-discográfica), la banda Los Twisters cambió de nombre a comienzos de los años '60, y mantuvo a sólo dos de sus integrantes originales: el pianista Jorge Pedreros y el guitarrista Franz Benko. Desde entonces, su carrera está asociada directamente a la figura de Luis Dimas, cantante que encontraría en Los Twisters el sustento ideal para la recreación de la música popularizada en Estados Unidos por Chubby Checker. Los Twisters no sólo tuvieron la ocurrencia de exportar el twist a Chile, sino que también varios de sus integrantes nutrieron a su cantante de nuevas composiciones.
El éxito de los boleros grabados por artistas chilenos durante los años '50 tiene a dos primeras figuras en los nombres de este cantante y de Lucho Gatica, y es en sí misma una época dorada en la música popular del siglo veinte. Pero así y todo es sólo un comienzo para la trayectoria de Antonio Prieto, un hombre que desde entonces supo multiplicar su alcance más allá de bolero, como cantante de baladas y otras canciones populares, como actor de cine internacional y figura de la televisión de su tiempo, en una carrera que además fue reconocida y exitosa en países como Argentina, México, Brasil y España, y que lo transforma por añadidura en un adelantado para la estirpe de las figuras de exportación en la música popular chilena.
Justo a medio camino entre la comedia y la canción, Los Caporales son uno de los principales dúos musicales y humorísticos chilenos junto a Los Perlas. Formado por el autor y compositor Luis Arenas (1927-2007) y por Luis Pinto Rojo, más conocido como Lucho Pinto, el dúo hizo una carrera de más de 44 años en la que trabajó en radio, discos y actuaciones en Chile y otros países.
Conocido en Chile como el “fantasista del violín” y en diversos escenarios del mundo como el “políglota musical” “el hombre-orquesta” o el “multifacético artista chileno”, por los llamativos espectáculos que ofreció desde 1963, Ricardo Arancibia del Canto fue uno de los músicos más sorprendentes surgidos desde Valparaíso. Creador de piezas como la tonada “Dieciocho sin ti” o la emotiva melodía de violín “Tristeza gitana”, su historia se describe por el más resuelto solismo musical, que lo llevó a dominar la guitarra española, la guitarra hawaiana, el bouzuki, la mandolina, el arpa, la trompeta y el violín.
Los Chileneros albergaron a una importante generación de cantores que inauguraron la nomenclatura de “cueca brava”, estilo cultivado popularmente durante el siglo XX en Santiago y Valparaíso. Eran hombres de registro vocal alto y con la tradición del “canto a la rueda” siempre viva. Bajo la figura del cantor, poeta popular y autor Hernán Núñez, Los Chileneros serán uno de los principales referentes estéticos e identitarios de las generaciones de cuequeros ubanos del siglo XXI.
Este cuarteto vinculado a los inicios del rocanrol en Chile sostuvo su sonido sobre falsetes y arreglos melódicos, ganándose por ello frecuentes comparaciones con los grupos estadounidenses Four Seasons y Beach Boys. Fue una de las primeras bandas que integró el pianista y arreglador Francisco Pancho Aranda, de extensa trayectoria, y acogió desde sus inicios a dos ex integrantes de Los Del Sendero, el primer grupo del Pollo Fuentes. Sus álbumes de fines de los años sesenta son muestra de un pop de arreglos cuidados y minucioso trabajo vocal.
El cuarteto de rock instrumental Los Masters fue una de las muchas orquestas que animaron las veladas bailables porteñas en los años '60, al igual que otras como Los Blue Splendor, la primera formación de Los Mac's y The High Bass. Y así como esta última iba a originar a Los Jaivas, Los Masters estaban llamados a dar origen a Congreso, un estatus que por sí solo sitúa a la banda juvenil de los hermanos González en la historia de la música popular chilena.
Los Crawfish (o Los Cangrejos) fueron una banda de pop rock que nació en San Carlos en 1967, y que representa todo un epicentro musical de la zona. Cristián Blasser, baterista original de Los Angeles Negros, lo dice en el libro Como quisiera decirte, de Pablo Gacitúa, del 2014: "No hay ningún músico de San Carlos que no haya tocado en Los Cangrejos. Es la escuela de la música aquí. La mayoría de la gente que logró grabar alguna cosa nació allí".