Fusión latinoamericana

Más un instinto que un estilo, más una tendencia múltiple que un movimiento formal, la fusión latinoamericana es una expresión que permite designar los diversos resultados que generaciones de creadores, músicos y grupos chilenos han obtenido durante cinco décadas a partir del cruce entre las ricas fuentes de la música del continente adoptadas en Chile. Como método y espíritu tiene una genealogía que puede remontarse a los intentos de folclor panamericanista previos al Neofolklore de los '60, y que luego pasa por la fusión de conjuntos de la Nueva Canción Chilena, se mezcla con el instinto del rock y llega hasta compositores, intérpretes y conjuntos de la actualidad, abiertos al jazz, la música basileña y las raíces europeas.

Paz Mera

Cantante, compositora, autora, guitarrista, pianista y docente, Paz Mera se instala en el mapa de la música chilena desde una distinción marcada por su interés en variantes de la música brasileña y los ritmos cubanos, además de una extendida y honda formación artística. La asociación ha sido parte de su escuela, en conjuntos diversos: de cueca, en Las Torcazas; de música para niños, en Paztitas; y como directora instrumental de la Cantoría Popular de Mujeres. Pero ha sido sobre todo en un canto autoral solista de cadencia tranquila y ambicioso urdido que esta talangantina ha forjado su carácter musical, poderoso y conmovedor. En piezas de finos arreglos instrumentales, su voz, guitarra y piano se instalan de un modo a la vez amable y enfático, convencida de su deber creativo: «Porque tengo todo que perder, pero no bajo los brazos / por darle cuerpo a todo lo que soñé, yo canto […] / Y aunque nadie me esté escuchando, yo sigo cantando…», dice uno de los pasajes de "Yo canto", que en su caso califica de canción y manifiesto.

Rebeca Godoy

La de Rebeca Godoy es una de las voces más persistentes en la canción comprometida en Chile, entregada a su vocación por la música latinoamericana entre sones de bolero, ranchera, tango, vals peruano y la raíz folclórica chilena así como a las causas sociales de las que siempre se hizo parte desde los escenarios, a partir de sus inicios a mediados de los años '70.

Décima Orquesta

Un enfoque distinto del uso de la poesía en décima, propia del canto a lo poeta, es el que presenta este elenco dirigido por el profesor de música y multi-instrumentista Ignacio Reyes. La Décima Orquesta toma su nombre de esta forma de poesía consonante presente en toda Latinoamérica y la lleva a un contexto escénico que se despliega con elementos del teatro y el canto popular, y en lugar de desarrollar la paya en el tradicional enfrentamiento entre dos cultores, tiene una propuesta de ensamble de guitarrones chilenos, guitarras, rabel y otros instrumentos.

Santos de Greda

Ensamble de música latinoamericana que combina raíces del folclor profundo con elementos modernos de la música obtenida desde el jazz, el rock fusión y la música académica. Santos de Greda se inició en 2012 como un proyecto llevado a cabo por la cantante Esperanza Ulloa y el guitarrista Gustavo Verdugo. Poco después consiguió  la sección rímtica formada por Lucas Schlotfeldt (teclados), Sebastián Silva (contrabajo) y Sebastián Nahuelpan (batería y percusión) y con esa formación de quinteto editaron su disco Mestizo habitar (2015).

Barlovento Dúo

"De donde viene el viento" es el significado detrás de la voz Barlovento, que este dúo de músicos formado por María Josefa Silva y Jorge Pacheco abrazaron para abrir el campo a sus investigaciones sobre el folclor latinoamericano. Siguiendo el camino que en los años '60 presentaron Isabel y Ángel Parra, con su dúo de guitarra y bombo criollo, su enfoque incorpora las raíces de las músicas de Venezuela, Argentina y Chile con elementos y sonidos de las músicas académicas. En 2016 editaron su primer disco, El siglo se vuelve azul. Ambos tienen estudios académicos en la Universidad Católica y cuentan con experiencias en la composición docta, el piano clásico y la guitarra clásica. En 2012 iniciaron sus investigaciones de las raíces folclóricas por las músicas del subcontinente, han realizado diversas giras por países vecinos, incluidas presentaciones en Francia, y entre esa historia sobresale su participación en el Festival Independiente de música trasandina Chepo, en Buenos Aires.

La Saga

La Saga fue un proyecto que exploró el jazz latinoamericano durante la década de los 2000 y fue conocido primeramente como el grupo del saxofonista Eloy Alquinta, el segundo hijo de Gato Alquinta, fallecido en 2004, apenas un año después del emblemático músico de Los Jaivas. Fue parte de una oleada de agrupaciones que adoptaron la improvisación jazzística desde esa perspectiva de las raíces: Apus Jazz Bank, Motete, La Otra Tierra, Fusión Judá, La Pincoyazz y Sur, prácticamente todos descendientes cercanos o lejanos de La Marraqueta como cultores de la llamada “fusión criolla” o “fusión chilena”.

Javier Labbé

La vida musical del cantautor Javier Labbé es rica y sincrética, tal cual su música y su poesía, fiel reflejo de los diversos espacios donde aprendió este arte que se cultiva entre vivencias comunes. Una colección inmensa de vinilos y altas torres de casetes y CDs de los más variados ritmos y estilos; la guitarra y la voz de su padre, el piano de su  abuela y tardes de estudio frente a ese instrumento fueron los primeros indicios de una fuerte afición musical que se despertaría con todo el ímpetu de la adolescencia.

Benjamín Furman

Indistintamente en los territorios del jazz, la música de raíces sudamericanas o la canción de autor, Benjamín Furman se ha desempeñado como un diestro compositor y líder de proyectos, desde que comenzó a aparecer en los circuitos musicales, muy joven, hacia mediados de la década de 2010. Sus primeros trabajos, Desde el jardín (2014) y Luz de la mañana (2016), piloteados desde su posición de pianista, dan cuenta de una versatilidad que considera también acercamientos musicales a su linaje hebreo.

Paz Quintana

Paz Quintana es el rostro y la voz de Tizana, la banda de fusión que ella formó a mediados de los 2000 en la Escuela Moderna de Música, junto a Natalia Contesse. Desde esa plataforma, la compositora y cantante desarrolló un amplio trabajo durante su primera etapa creativa en Chile, que entonces completó dos discos además de la activa participación en circuito en vivo vinculado a la fusión latina, el pop y la nueva cumbia. Tizana, sin embargo, recorrió un camino distinto al de su propuesta solista, en el que Paz Quintana ha marcado su posición como compositora, productora, cantautora y colaboradora de otros músicos del medio.

Kalimarimba

El nombre Kalimarimba es una contracción fonética que permite unir en una sola palabra los dos instrumentos que le dieron el primer sonido al grupo de fusiones étnicas liderado por el percusionista argentino Piny Levalle y la bailarina chilena Claudia Campusano: la kalimba y la marimba. El conjunto ha sido un activo ejemplar de las músicas del mundo en Chile a los largo de dos décadas.

La MoleStar Orquesta

El lenguaje conocido como “ritmo con señas”, creado en Argentina por el músico Santiago Vázquez, entonces director del ensamble de improvisación guiada La Bomba de Tiempo, ha sido la metodología de La MoleStar Orquesta. Dirigida en Chile por Antonio San Martín (n. 1984), bajista que tocó en las primeras bandas de Javier Barría e integró la formación original de Tizana, La MoleStar se convirtió en un referente local en la música a base de señas, una experiencia alternativa a la de Tárabust, que siguió una corriente europea de improvisación guiada.

Carlos Vera Pinto

Por más de 20 años, cuando su maestro en la percusión docta y precursor del vibráfono dentro de la música popular Guillermo Rifo se retiró del circuito para componer, Carlos Vera apareció en el medio como el exclusivo vibrafonista activo del jazz chileno. Son las mismas dos décadas que lo tuvieron como lugarteniente del saxofonista alto Patricio Ramírez al interior del grupo Nexus, y que en definitiva le dieron la categoría a Vera como un músico de gran swing y capaz de ejercer liderazgo en otros ensambles afines.

Quarto Mundo

El guitarrista Alberto Cumplido fundó Quarto Mundo en Barcelona en 1984. Un proyecto de ensamble de cámara —de intermitencia entre actividad y silencio— ideado como una vía de acceso y proyección de cierta música de su catálogo que no estaba escrita para guitarra solista, duetos (con el percusionista Ricardo Vivanco) o tríos de jazz contemporáneo.

José Manuel Lattus

La cantautoría de vocación acústica y el espíritu trovadoresco son elementos que animan el trabajo de José Manuel Lattus, uno de los muchos solistas iniciados a partir del siglo XXI, quien ha estampado sus composiciones en cuatro discos de estudio y un registro en vivo.

Marcelo Vergara

Considerar a Marcelo Vergara sólo como una de las grandes voces masculinas aparecidas en la década de 2000, resulta mezquino. Además de cantante, Vergara ha explorado la música latinoamericana de raíz, es experto en música brasileña, compositor de obras doctas contemporáneas y autor de canciones pop. Pero sus discos Familia (2006) y Animal (2008) lo ubicaron inicialmente en un mapa de solistas junto Javier Barría, Mariel, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas y la última Magdalena Matthey.

Félix Cárdenas

Compositor y académico nacido en Osorno, Félix Cárdenas estudió composición en la Universidad Católica de Valparaíso en los primeros años '90. Influenciado por la música popular latinoamericana abrió también el campo para la creación docta desde este ángulo, primero como integrante del joven conjunto Transiente (1993-2000) y luego como creador y director de la Orquesta Andina (2002), para la que escribió su "Misa Alférez" (2010). Ambos conjuntos funcionaron al alero de esa universidad. Cárdenas, que reconoce como su maestro a Rafael Díaz, ha escrito una serie de obras de esta naturaleza, grabadas por ambos conjuntos, pero también ha explorado los lenguajes contemporáneos, con piezas de cámara, reunidas en discos como Finares (2005). En 2015 obtuvo el Premio Pulsar por su obra para dos flautas y orquesta de instrumentos andinos "Küin". Es Doctor en Música, Area Composición de la Pontificia Universidad Católica de Argentina.

Carolina Carrera

Una aguerrida cantora y autora de la generación de los años '10 es Carolina Javiera Carrera Zúñiga, talquina con nombre de patriota de la Independencia y que comparte ángulos de la canción con guitarra junto con solistas como la magallánica Naara Andariega, la maulina Evelyn Cornejo, la collipullense Tamara Quijada , la temuquense Susana Cofré o la capitalina Daniela Millaleo, quienes han adoptado elementos de la trova y de la canción protesta en sus propios repertorios. En el disco de 2017, Canciones mayores, Carolina Carrera instala también una crítica muy personal a una sociedad que se aleja de la naturaleza e impone un estilo de vida que va en contra de los ciclos de la luz natural.

La Romería de Santa Fortuna

Originarios de Concepción, autodefinidos como «profetas en su tierra», este conjunto ha trabajado a lo largo de una década, con dos álbumes un sonido de esencial fusión, que en su caso suena a ritmo y cruce entre Latinoamérica y ciertas raíces rocanroleras y gitanas.  Sus integrantes lo llaman «Gipsy GuarachaPsicodelic Rock». Un permanente trabajo en vivo ha mantenido en actividad al conjunto que, tras la pandemia de Covid19, el año 2022 retomó su agenda.

José Pérez de Arce

Ha sido desde el campo de la investigación que José Pérez de Arce ha llegado a la composición e interpretación musical. Sus más interesantes proyectos al respecto están muy lejos de un ámbito docto o de lo que habitualmente se entiende por vanguardia. La gran pasión en su vida de investigador y musicólogo autodidacta ha sido conocer el mundo indígena y vernáculo, con trabajos pioneros en áreas como la música mapuche, los bailes chinos, y la instrumentación de tribus precolombinas. Además, Pérez de Arce desarrolla desde principios de década un señero trabajo de difusión del guitarrón chileno, el cual descubrió junto al cantor popular Santos Rubio y que guió su trabajo en el disco Nometomasencuenta, cruce entre esa tradición campesina y canciones del repertorio rock latinoamericano.

Natalia Corvetto

La coquimbana Natalia Corvetto es parte de una extensa línea de cultoras de una música moderna, una generación de cantantes que tiene a la penquista Susana Lépez, la temuquense Giovanna Arce, la chillaneja Cecilia Gutiérrez o la capitalina Miloska Valero, entre otras damas. Su propuesta se fundamenta en los ritmos de la música popular latinoamericana, el bolero y la bossa nova como columnas centrales, y desde allí da muestras de transformaciones que la han conducido hacia el jazz, el pop, el soul y la fusión. Su primer disco es Vuelo (2017).