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Quelentaro

La de Quelentaro fue una carrera extensa y marginal a los medios masivos de difusión, sostenida en una poesía solemne, cercana al mundo obrero del que provenían sus integrantes. Aunque nacidos como un grupo, casi toda la historia de Quelentaro fue la del dúo afianzado entre los hermanos Gastón y Eduardo Guzmán, cantautores capaces de sostenerse mutuamente incluso durante el quiebre impuesto por el exilio.

Los Jaivas

Por historia y por creación, se puede considerar a Los Jaivas como la banda chilena de rock más importante de todos los tiempos. Su vigencia los iguala cronológicamente a unos Rolling Stones activos desde 1963, pero sobre todo es la propuesta de un cruce entre ese rock esencial y la incorporación de elementos del folclor que marcó la jerarquía de la banda viñamarina desde comienzos de la década de 1970. Los Jaivas fueron los impulsores de una escuela musical que unió el lenguaje natural de las guitarras eléctricas con la mística de las raíces latinoamericanas, andinas y sureñas. El gesto estético practicado por los hermanos Eduardo, Claudio y Gabriel Parra, junto con Mario Mutis y el carismático Eduardo Gato Alquinta desde comienzos de los '70, se transformó en el rasgo distintivo de la banda ciento por ciento chilena y que el mundo conoce como Los Jaivas. Esto es el estallido resultante de la fusión entre la tradición musical ancestral de Latinoamérica, las formas de la música docta y la electricidad de los instrumentos del rock. Sus caminos musicales se mantuvieron trazados durante los tiempos y aunque la muerte de dos integrantes haya obligado a renovar los nombres del quinteto original, su huella es la misma iniciada en 1963.

Claudio Arrau

El pianista más importante nacido en Chile adquiere relevancia histórica en el recuento de los más destacados intérpretes del mundo en el siglo XX, y por eso su biografía es la de una figura de relieves únicos en el recorrido cultural de nuestro país. Aunque su formación la tuvo en Alemania y gran parte de su trayectoria la desarrolló en  Europa y Estados Unidos, Arrau mantuvo siempre un vínculo atento con su país natal, con viajes esporádicos para ofrecer recitales (el último de ellos, en 1984, cuando recibió el Premio Nacional de Artes) y el apoyo a diversas iniciativas de apoyo a pianistas locales. Por voluntad propia su tumba está hoy en Chillán, donde además gran parte de sus pertenencias pueden conocerse en el Museo Claudio Arrau, inaugurado en 2005 en el lugar que acogió su casa de infancia.

Los Cuatro Cuartos

Fueron el conjunto masculino más importante adscrito al Neofolklore, pero incluso antes de que en Chile comenzara a usarse ese término, los integrantes de Los Cuatro Cuartos se ocupaban en investigar la música de raíz de diferentes partes del mundo para adaptar algunas de esas ideas a la estructura de la tonada chilena, preparando así el cambio que luego producirían en el cancionero local. Si bien su estampa pública era la de un conjunto vocal —sus elaboradas armonías son una de sus marcas distintivas—, en privado esos mismos intérpretes mantenían encenditos debates sobre folclor, jazz y la música internacional que hoy se calificaría de étnica. En esa formación rigurosa y en esa mirada atrevida se explica parte importante de su éxito, importante en sociedad, pero también vehículo para proyectar el talento individual de nombres fundamentales de nuestra música popular, como los de Pedro Messone, Luis Chino Urquidi y Willy Bascuñán.

Alfonso Leng

Compositor casi autodidacta y odontólogo de fama internacional, Alfonso Leng llevó el postromanticismo a sus límites armónicos y con su poema sinfónico La Muerte de Alsino de 1920 inició una nueva etapa en la música chilena.

Nano Parra

En el nutrido panorama de cueca urbana, Nano Parra marca al menos dos distinciones: ha sido uno de los cuequeros más vendedores de la historia de Chile, con canciones y discos que hacia fines de los '60 aportaron a la difusión masiva del género. Por otro lado, su interés en que las composiciones reflejaran sus observaciones callejeras fortalecieron un estilo que luego pasó a ser socorrido por otros autores como marca de carácter. Él asegura ser el primero en haber usado el concepto de «cueca chora».

Los Blue Splendor

El puerto de Valparaíso, el movimiento de la Nueva Ola en los años '60, un sonido característico surgido a la par de los pioneros de rock local y una leyenda vigente hasta nuestros días son elementos unidos en la historia de Los Blue Splendor, uno de los más recordados conjuntos chilenos de los últimos treinta años.

Pancho Aranda

Pianista, compositor, arreglador, conductor de orquestas y productor discográfico, Francisco Aranda Reinoso es el ejemplar más joven entre los músicos que se iniciaron en conjuntos de la Nueva Ola y que luego se reconvirtieron en figuras autónomas como directores y productores. Es una camada de talentos en la pluma, la batuta y la gestión, que comienza en los años ’60 con gente como Juan Azúa, Toly Ramírez y Jorge Pedredros y deriva en Horacio Saavedra, Juan Salazar, Miguel Zabaleta y Pancho Aranda, nombre recurrente dentro del círculo del Festival de Viña del Mar y la industria televisiva de los años '80.

Iván Cazabón

Los más jóvenes conservarán la memoria de haberlo visto desde mediados de los años 90 sobre el escenario en las versiones sucesivas de La Yein Fonda. Y los mayores tienen edad para reconocer en Iván Cazabón a un contrabajista versátil y competente como ninguno en los ámbitos del tango, el jazz, la cueca y otros ritmos bailables a partir de los años 30. Siempre de pie junto al instrumento que lo acompañó hasta poco antes de su muerte en 2011, Cazabón estará en la historia como uno de los destacados instrumentistas chilenos a lo largo de más de medio siglo de música popular. Si bien el jazz es un punto de partida notorio en su carrera, llegó a esa música desde el tango que cultivó al comienzo como contrabajista de orquestas típicas, según se establece en Historia de jazz en Chile. A fines de los años 30 se aproximó al jazz como parte de la primera generación de músicos próximos al Club de Jazz de Santiago.

María Ester Grebe

Musicología y antropología son las especialidades en que desarrolló su trabajo María Ester Grebe, fundamental investigadora y profesora que dedicó su carrera al estudio de diversas culturas originarias y que realizó un trabajo cuantioso de recopilación en terreno, fuente de un archivo de registros sonoros que abarca desde pueblos del altiplano hasta etnias australes.

Los Sicodélicos

Cuatro quinceañeros de la Quinta Región cumplieron en los años sesenta el sueño de convertirse en ídolos juveniles: discos, entrevistas y hasta un propio programa de televisión se ganaron Los Sicodélicos con su música beat cantada en inglés. Pero el grupo es referencia no sólo por esa conquista sino también por ser antecedente del fundamental grupo de fusión latinoamericana Congreso. Sicodelirium (1968) fue su único LP, una propuesta que hoy puede considerarse el primer acercamiento chileno entre rock y folclor, si bien de manera más superficial que la que los músicos trabajarían más adelante.

Los Amigos de María

Los Amigos de María se inscriben en la historia pionera del rock hecho en Chile en un puesto cercano a Aguaturbia, Tumulto y Escombros. Sin embargo, la falta de registros disponibles de su aplaudido trabajo ha ayudado a crear en torno suyo algo parecido a un mito, dentro del cual su trabajo junto al estadounidense Dean Reed es un dato certero y sorprendente. La colaboración entre ambos fue editada en el single "Las cosas que yo he visto / Somos los revolucionarios", publicado bajo etiqueta EMI-Odeón, en 1970, y con créditos compartidos entre Dean Reed y Osvaldo Jeldres. Al año siguiente, la sociedad volvió a figurar en el single "Siento que la historia llama / Ustedes", dos títulos de Reed con dedicatoria (el primero a su esposa; el segundo, a Ernesto Che Guevara). Fue un trabajo gestado en Chile, cuando el estadounidense (de ideas de izquierda, y popularmente conocido como "el Elvis rojo") llegó al país para conocer de cerca la experiencia de la Unidad Popular.

Alfredo Espinoza

Por el tiempo en que en Francia fue conocido como "el chileno del saxofón", Alfredo Espinoza estaba aún muy lejos de pasar a ser la leyenda viviente del jazz nacional que terminó siendo. Mientras en Santiago y Valparaíso (su ciudad natal) su nombre no significaba más que la asociación entre dos palabras, según narran las crónicas en Buenos Aires y París su figura era "mitológica". Su muerte a los 72 años, en 2015, tras un largo retiro de la música, golpeó a la comunidad musical que vio partir a una figura ineludible, la más importante del jazz chileno para muchos entendidos y para los propios músicos.

Los New Demons

Emblema de la primera escena rocanrolera y nuevaolera en la ciudad de Iquique, en los años sesenta, Los New Demons son un pilar del sonido de ese puerto, inspiración de numerosas agrupaciones norteñas y recordados intérpretes del tema “No llores por amor”. No existen LP con su legado.

Los Provincianos

Los Provincianos fueron uno de los grupos urbanos herederos de la tradición iniciada por Los Cuatro Huasos en 1927. Con un origen universitario, se conformaron oficialmente  en 1938 en los estudios de Radio Cooperativa. y grabaron decenas de discos en el formato de 78 RPM, y en los años 60 -con algunos cambios en su formación- editaron dos discos larga duración, todos con el sello RCA Victor. Además de temas clásicos de la llamada música típica, como "Oro purito" o "Amarga ausencia", el conjunto desarrolló un repertorio propio, lo que es un sello distintivo en su género musical, y que dejó éxitos como "Mi casa de campo" o "Tu beso". Se disolvieron en 1966, pero hasta hoy son un punto referencia en la interpretación de repertorio tradicional, y el período musical que la academia ha llamado "música típica".

Panchito Cabrera

Francisco Cabrera Sánchez tiene una historia musical imparable desde que en 1947 llegara a la capital procedente de Antofagasta para integrarse a la orquesta característica de Armando Bonansco. Tocó ritmos tropicales y de salón de baile en locales diversos, llegó a los auditorios radiales para hacer bolero y canción popular, y practicó rock and roll y twist. Con todo, Panchito Cabrera fue esencialmente un guitarrista de jazz y conservó para sí la categoría que le entregó el entorno musical: el "Django Reinhardt chileno", el único músico que dedicó una vida a estudiar la obra del célebre guitarrista belga, lo que lo llevó a liderar una escuela de adherentes del llamado "jazz manouche".

Hernán Núñez Oyarce

Hernán Raúl Núñez Oyarce es el nombre de un pionero y un maestro. Fue una de las figuras más influyentes en la creación, valoración y difusión de la cueca practicada fuera de la industria del espectáculo, especialmente en zonas populares de Santiago y Valparaíso durante el siglo XX, y a la que él vino a llamar “cueca brava” (también conocida como centrina, urbana y chilenera). Fue integrante fundador de Los Chileneros, grupo con el que registró no sólo su voz, su pandero, su tañador y sus cuecas, sino también sus magníficos relatos. A través de ellos vertió parte de su visión acerca de la cueca y su práctica como fenómeno socializador y festivo de su época. Instaurado por el Congreso Nacional, el 4 de julio, fecha de su nacimiento, se celebra en Chile el Día Nacional del Cuequero.

Hernán Gallardo

Hernán Gallardo Pavez fue uno de los compositores más relevantes del repertorio tropical y en particular cumbianchero chileno, por haber compuesto "Un año más", la canción que entre finales de los años '70 e inicios de los '80 se transformó en una suerte de segundo himno patrio. "Un año más" surgió en su primera versión como una balada triste y melancólica, y fue el mismo compositor el que la ofreció a agrupaciones locales de proyección nacional para que fuera versionada en el ritmo tropical que finalmente la catapultó al estatus popular que tiene hoy. No obstante, su obra es mucho más extensa.

Alicia Puccio

Guitarrista y docente, Alicia Puccio fue una de las precursoras de la publicación de cancioneros en medios de comunicación masivos. En los años '60, en Revista Ritmo, y en los '70 y '80 en la Revista del Domingo de El Mercurio, Alicia Puccio publicaba canciones populares con sus posturas para guitarra, en una modalidad que se extendería a muchos medios poco después. En los años 80 inauguró una academia de canto y guitarra en el barrio alto de Santiago, donde acogió a varios cantantes que han alcanzado popularidad, como Luis Jara, Cristián Natalino o Daniela Castillo. Figura frecuente en jurados televisivos durante los años 70 y 80, Alicia Puccio participó en una fugaz rearticulación de Las Cuatro Brujas el año 2001. (biografía en preparación).

Payo Grondona

Una de las voces más irónicas e incisivas surgidas en el contexto de la Nueva Canción Chilena fue la de Gonzalo Grondona, el Payo. Nacido en Playa Ancha y fogueado al calor de las transformaciones sociales de los años '60, Grondona se convirtió tempranamente en una figura ineludible para hablar del movimiento artístico del puerto, gracias a canciones llenas de humor, solidaridad y sutil denuncia, muchas de las cuales han resultado de una vigencia imbatible.