TV pop
Una vez que el dominio que impuso la radio en los ‘30, ‘40 y ‘50 con sus grandes auditorios y sus estrellas de la canción en directo comenzó el declive en los ‘60, un nuevo semillero de música popular chilena se trasladó a la televisión en las siguientes dos décadas. La TV cobró una importancia inusitada durante la dictadura militar: la variante del llamado TV pop se instaló así en un país marcado por el toque de queda y la represión sobre cualquier forma de cultura no oficialista. Entonces tuvo el monopolio sobre la entretención y fue el laboratorio de nuevas partidas de cantantes, de gran afinidad con la balada romántica, cuya vía de difusión no fue ni los discos ni los conciertos, sino los sets de programas como “Dingolondango”, “Sábados gigantes” y “Martes 13”, y más tarde los reality shows y concursos como “Protagonistas de la música”, “Operación triunfo” y el emblemático “Rojo, fama contrafama”.
La cantante y autora chileno-brasileña Lua de Morais llegó al país con 19 años en 1999, pero su figura y voz se hicieron conocidas como concursante de “Rojo internacional” en 2005, la primera competencia de “Rojo, fama contrafama” que incluyó a solistas extranjeros (el cubano Sandier Ante, la venezolana Simoney Romero o el ganador de esa versión Orlando Oliva). Lua de Morais no obtuvo mayor figuración en ese apartado aunque así pudo comenzar una carrera en TV y luego publicar en Chile discos en los que reduciría finalmente su nombre artístico al de Lua.
Educadora de párvulos de profesión, y asesora de programas televisivos infantiles, Paula Arriagada llegó a participar de discos luego de su exitosa experiencia temporal de conducción del espacio "Encontrémonos en Mundo Mágico", en UCV-Televisión, durante la primera mitad de los años '90.
Baladista de la generación del prototipo del programa de talentos de canto y baile "Rojo, fama contrafama". Ya antes de llegar a la mayoría de edad, Karin Lissette Cáceres López había tenido experiencia cantando frente a las cámaras en lugar de auditorios con público, en programas televisivos de todo tipo, desde "La mañana del 13" a primera hora del día hasta "Morandé con compañía" pasada la medianoche, pasando además por el estelar "De pé a pá" y el emblemático programa juvenil "Mekano". Su ruta como solista logró un estreno discográfico a sus 35 años: Lo que soy (2018).
No pudo existir una declaración de principios más directa que la juvenil expresión "¡viva la noche!" para una figura pop como lo fue Karen Paola (Karen Liecelotte Bejarano Flores). Su primer álbum llevó el título de Viva la noche (2004), y fue editado a través de Mega, la estación televisiva que contó con el popular rostro de una joven que catapultó al estrellato. Un disco de paso que vino a describir a la eufórica generación adolescente de los 2000 a través de baile, karaoke, búsqueda de la fama y muchas horas de televisión en tiempos anteriores a las redes sociales. Karen Paola fue definida por los medios como "la diva del pueblo".
El mayo del año 2011, Francia Valdés alcanzó el segundo lugar en el programa "Mi nombre es", de Canal 13, como la “doble” de Amy Winehouse, y como tal ha mantenido una carrera musical, que la ha llevado a teatros, pequeños escenarios y programas de televisión, incluso fuera de Chile. Cantante desde pequeña, Francia Valdés estudió canto en la academia de Luis Jara y Licenciatura en Música en la Universidad de las Américas. En el 2013 presentó un disco solista con el Sello Azul, que incluía un cover de Amy Winehouse ("Back to black”), pero donde reveló su faceta como compositora. Así lo dijo al diario La Segunda: “Mi prioridad siempre fue hacer mi música, ser reconocida como Francia... Me gusta mucho imitar a Amy, porque fue un empuje para generar los recursos para hacer mi disco. Pero somos completamente distintas”.
Daniela Sánchez ha alternado las funciones de intérprete y cantautora según el contexto. Ha llegado a escribir unas ochenta canciones, entre el pop latino y la balada romántica, siempre en el exigente rango vocal que requiere la interpretación del R&B. Algunas de ellas, "Nuevo día", "Alma y corazón", "Al otro lado de la luz", donde alternó música y letra, quedaron registradas en el disco Soy de piel (2016).
Psicóloga de profesión, Constanza de Aguirre Penna apareció por primera vez para el público masivo como cantante romántica aspirante en el popular concurso televisivo "The voice", emitido en 2015 por Canal 13, y donde participaron una serie de cantantes profesionales o con trayectorias, como Josefa Serrano, Karin Cáceres, Astrid Veas y Luis Pedraza, el ganador del certamen. Constanza Cony de Aguirre es hija del ejecutivo y músico de jazz Jaime de Aguirre y la animadora y cantante Tati Penna. En 2010 escribió e interpretó la canción "Pasaje" para la teleserie "Primera Dama", de la misma estación.
Llamada "la rebelde de Rojo", Piamaría Silva fue una de las primeras cantantes de la saga televisiva de TVN "Rojo, el color del talento" que avanzó de manera autónoma en la música pop fuera de las pantallas. Lo hizo en 2019 de la mano del productor Antony Albert, quien la puso en órbita con el intenso ritmo latino y reguetonero de "Sola", además del pop romántico de "Tóxico amor", sus primeras canciones. Pero la joven cantante y bailarina ya tenía una trayectoria en ese mismo programa original, cuando participó del espacio "Rojito", siendo una niña, entre 2005 y 2007, además de pasos por programas televisivos diversos como "ZooloTV", "Dash & Cangri, el precio de la fama", y "The voice", espacios que delinearon su estilo frente a las cámaras.
Con el nombre de Conny (también presentada solo como Cony), tanto en su personaje televisivo como en el de cantante, Constanza Molina tuvo una breve aparición en la industria de la música y el entretenimiento a través del docurreality emitido en 2011 por Canal 13, con el nombre de "Perla, tan real como tú". Allí aparecieron también otras figuras de la época, como la propia cantante Perla Illich y el dúo Dash & Cangri. Un protagonismo inesperado en esa serie llevó a Conny al canto y a integrar el staff de figuras en el disco Mi gitano corazón (2012). Ella dejó al menos tres canciones pop adolescente romántico en esos tiempos, "No permitiré", "En tu vida" y "Partir de cero", y cronológicamente se instaló como un nombre entre cantantes de teen pop de distintos tiempos, de Lizette a Kim Queenland. Finalizada la emisión del programa Conny salió del ambiente musical y se dedicó al mundo digital, el marketing. las redes sociales y la generación de contenidos como influencer.
Joven y magnética figura en el set del programa de Mega “Mekano”. Entre 2002 y 2004, el talagantino Diego Morrison pavimentó el camino a su popularidad a través de elásticas coreografías de alto contenido erótico en una suerte de versión masculina de la requerida bailarina (y cantante) Yamna Lobos. Pero en los planes de Morrison estuvo presente el viraje desde el baile hacia la canción romántica y desde 2005 comenzó una ruta como baladista.
Presentada como «la regalona de la ranchera» por sus actuaciones junto a Los Charros de la Comuna de Lumaco en la parrillada La Tuna de Quinta Normal, Angélica Sepúlveda gozó en 2009 de esta categoría mediática a partir de una popularidad que se arrastraba desde su participación en reality-shows en la pantalla chica (como "La granja" y "1810"). Así engrosó una lista de figuras de TV que llegaron al estudio de grabación en la misma década: Willy Sabor, Catalina Bono, Yamna Lobos, Kathy Barriga o Carolina Molina, la más cercana a su estilo de música mexicana. Su relación con la música se inició en la adolescencia, primero en coros de iglesia y luego en grupos de cumbia hasta que recaló en la ranchera. Ya durante su etapa televisiva apareció en locales de Bellavista cantando con el grupo Los Charros Juniors y ahí fue cuando se contactó con la producción del famoso conjunto de Lumaco. Angélica Sepúlveda hizo actuaciones con canciones como "El rey" y "No volveré", y publicó su primer disco bajo el determinante título Rebelde nací.
Cantante romántico y pop, Nicolás Álamo fue uno de los aspirantes en el programa televisivo "Rojo, fama contrafama", parte de la recordada segunda generación de voces juveniles de 2003, entre las que se encontraban Mario Guerrero, Katherine Orellana, Miguel Garcés, Catalina Barrios, la chileno venezolana Isber Rendiles y nada menos que Monserrat Bustamante, la futura estrella chilena de la canción Mon Laferte. Nicolás Álamo llegó a ser finalista, uno de los nombres más apreciados por el público e incluso fue llamado allí "el hijo ilustre de Rojo".
Cuatro indiscutidos clásicos de la balada chilena concentró en poco tiempo la trayectoria de Cristóbal, intérprete que, casi sin planearlo, a los 23 años profesionalizó su gusto por la música en un Chile ochentero que acogía parte del canto popular sobre todo en sets de televisión y grandes festivales. "Una niña, una historia", "Te vas quedando sola", "Se te olvida" y "Basta ya" son los temas que hasta hoy identifican a este baladista de registro vehemente y catálogo poderoso, apoyado siempre en una cuidada selección de autores y arregladores.
Aunque con estudios académicos de canto lírico en la Universidad de Chile y de estilos de canto popular en Projazz, Jennifer Boldt alcanzó mayor repercusión a partir de sus trabajos como cantante de pop y animé, que desarrolló para un amplio público juvenil que siguió series animadas en televisión. La cantante, además, sumó popularidad durante 2011 a través de su participación en el programa juvenil "Calle 7", de TVN, donde incluso llegó a realizar un dúo vocal con el tenor Tito Beltrán.
Cantante chilena-sueca, nacida y criada en ese país escandinavo, que se hizo conocida para el público nacional a partir de su llegada al programa televisivo "Rojo, fama contrafama", de TVN en su competencia de 2006. Javiera Muñoz no alcanzó las finales pero cantó algunas de sus canciones de pop latino como "Ándale mi corazón" y "Spanish delight". En 2000 participó en el Melodifestivalen (una selección sueca para el festival de Eurovisión) con la canción "Varje timma, var minut" ("Cada hora, cada minuto") y llegó al cuarto puesto. Dos años después regresó al Melodifestivalen y sólo obtuvo el sexto lugar con "No hay nada más". Su discografía solista incluye los títulos Javiera (2001) y True love (2004).
Periodista, actriz y cantante, Claudia Aspe se formó vocalmente en Projazz (escuela desde donde han salidos solistas pop como Loretto Canales, Constanza Despouy, Julia Grisenti y Catalina Cacho). Allí se hizo una versátil intérprete de estilos, aunque fue en el pop y el rock donde mejor se acomodó y hacia donde direccionó su propuesta como solista, que más tarde vería los primeros resultados en canciones como "Perfecto" y "Maldita oscuridad".
Poco después de que Pía Ovalle diera sus primeros movimientos en una precoz carrera solista, el medio ya la había llamado la “mini Celine Dion”. La cantante tenía trece años cuando grabó su disco Sueños (2005) y en él sus propiedades vocales se inclinaron hacia la balada melódica característica de la estrella canadiense. Pía Ovalle no sólo siguió a la Dion, sino que también se mantuvo en la tendencia de las muy jóvenes debutantes en la pantalla hacia 2004 y 2005: María José Quintanilla y sus rancheras, Gabriela Ernst y el cante flamenco y Christell y los éxitos infantiles. Más adelante estudió Medicina y se encaminó hacia el área de la nutrición clínica y la educación alimentaria, dejando de lado la música en su adultez.
La noche en que los productores del programa de talentos de TVN “Rojo, fama contrafama” realizaron una gala con sus figuras en una abarrotada Tortuga de Talcahuano, jamás pensaron que iban a encontrar a una nueva estrella tan fortuitamente. La pequeña Christell Jazmín Rodríguez Carrillo (con apenas ¡cinco años!) no sólo se adjudicaba el triunfo en un concurso de imitación de la exitosa cantante púber María José Quintanilla, sino que después de tamaño respaldo del público iba a ingresar directamente en las listas de preferencias y fichajes de este programa juvenil.
En los archivos musicales chilenos hay registradas al menos dos definiciones majaderas para referirse a Juan Antonio Labra: «el Michael Jackson chileno» y el artista «de proyección internacional». Comparaciones más, apodos menos, lo cierto es que Labra es un símbolo indiscutible del pop ochentero nacional y uno de los pocos solistas que convirtieron en hits casi una decena de sus canciones. Sus shows se caracterizaban por incluir luces, coreografías y bailarines en momentos en que aquello era un adelanto de pop bien facturado, y con pegajosos singles bailables como "Bailarina, me haces mal", "Mueve, mueve", "A bailar la salsa" y "Paran pan pan", pero este artista de singulares vibratos y falsetes también hizo de la balada uno de sus fuertes, y canciones como "Niña", "Te quiero" e "Identidad" lo situaron en los primeros lugares de las listas radiales de esa década. Presencia recurrente en televisión y espectáculos en vivo durante los años 80 y 90, el intérprete iba a explicar muchos años más tarde por qué con el cambio de siglo decidió un retiro de la atención pública, apenas interrumpido hasta una gran celebración organizada por él en 2024 bajo el nombre "Pop Star 60".