Tropical
Pocas influencias extranjeras han tenido una presencia tan sostenida y variada en el tiempo como los diversos géneros musicales venidos del Caribe, adoptados por el público chileno como parte de los gustos bailables y la fiesta nacional. Son generaciones de ritmos y de audiencias las que han disfrutado de esta música tropical, desde los años '30 con la guaracha, el cha cha cha y el mambo de las orquestas de los '40 en adelante, y con la explosión en cumbias de los años '60, incluidas todas las transformaciones que ese ritmo colombiano ha experimentado entre sonoras, combos, orquestas y conjuntos, hasta llegar a modas más recientes como la del sound, la música axé, la cumbia villera y el reggaetón. La música tropical ha moldeado la fiesta popular y el baile nacionales por décadas.
Autor de "Si vas para Chile", Chito Faró tiene una vida marcada por dos rasgos tan conocidos como paradójicos: es el hombre que escribió la más famosa canción de todos los tiempos dedicada a Chile y murió en medio de la pobreza y el abandono después de una vida dedicada a la música popular.
Groove latino y beat latino son conceptos que giran en torno a la propuesta de fusiones del grupo El Gremio (no confundir con el grupo de jazz latinoamericano El Gremio, que funcionó en Santiago a mediados de los años 2000 con profesores de la antigua Escuela SCD). Nacido en Puerto Varas, el conjunto se consagró a las mezclas modernas de ritmos y estilos musicales latinoamericanos desde la timba. Si bien en sus comienzos apareció como una agrupación decidida a difundir la salsa en el lejano y frío sur de Chile, el paso del tiempo modificó esos propósitos y la música se acomodó a los requerimientos del pop, la cumbia, el funk e incluso ciertos elementos del jazz. Sus principales escenarios han estado, en consecuencia, en Puerto Montt y Chiloé, pero además en el frente de localidades del lago donde El Gremio nació. En 2012 realizó una gira por Canadá donde difundió su primer trabajo, editado ese mismo año, Beat latino.
Un nuevo exponente de la trova moderna apareció a la zaga de los nombres de Manuel García, Nano Stern y Benjamín Walker en tres momentos distintos. El cantautor chillanejo Vicente Cifuentes era un desconocido en nuestro país hasta que reapareció en 2013 tras una década de vida en República Dominicana, donde asimiló el folclor caribeño, principalmente de la bachata. Cifuentes fue esencialmente activista de la canción protesta, sobre todo luego del estallido social de 2019. Al verano siguiente obtuvo la Gaviota en el Festival de Viña del Mar, por su canción "Chillán", que interpretó tocando una guitarra pintada en homenaje a las víctimas de la represión policial y luego editó su determinante álbum Relato, inspirado en el 18-O.
María Sonora fue un grupo de carrera parcialmente frustrada (no logró llegar a editar su disco), pero que resultó pionero en la integración de ritmos caribeños con códigos hip-hop y electrónicos; y, como tal, es recordada como una virtuosa asociación para el Chile de los años de transición democrática. De manera intermitente, ocupó sobre todo a los hermanos María José y Tan Levine, dos músicos de sobra destacados previamente en bandas como Upa, Pinochet Boys y Electrodomésticos, y vinculados hasta hoy a proyectos artísticos independientes.
En una época en que las orquestas populares no tuvieron ni la más mínima parte de los espacios con que siempre contaron en la noche bohemia capitalina desde los años '20, la irrupción de la big band dirigida por Juan Azúa bajo el nombre de The Universal Orchestra vino a reactivar la estética de la música ligera de atril y el swing jazzístico. No sólo pasó a ser la más reconocida entre sus pares desde los comienzos de la década de los 2000, sino que su versatilidad estilítica, el glamour de sus presentaciones, la inclusión de históricas voces y la convocatoria de buena parte de los mejores solistas del jazz de la época, hicieron de The Universal Orchestra un suceso en sí misma.
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La música tropical ubica protagonistas en lugares y funciones diversas, y Juan Chocolate Rodríguez se ganó esa figuración merecidamente en el micrófono. Fue desde los años cincuenta voz para la cumbia, la salsa, el bolero y otros ritmos de raíz centroamericana, y sobre todo como el gran cantante afrodescendiente de carisma, estilo e impronta en orquestas de época como la Cubanacán y la Ritmo y Juventud.
Surgida en 1955 luego de una disputa al interior de la exitosa Orquesta Los Peniques, la Orquesta Ritmo y Juventud fue básicamente la misma Los Peniques sin su baterista original, Silvio Ceballos, reemplazado ahí por un joven baterista proveniente de la orquesta de Vicente Bianchi en Radio Cooperativa, llamado Arturo Giolito. Durante toda la década de los sesenta, y ante las indecisiones de la Orquesta Huambaly de seguir unida después de su gira europea, la nueva orquesta se perfiló como la más caliente de todas esas agrupaciones, con una rotativa de cantantes que muy pronto iba a desembocar en la aparición de uno de los más carismáticos y emblemáticos solistas vocales de la música tropical en Chile: Juan Chocolate Rodríguez.
Este grupo es al mismo tiempo la banda de acompañamiento del cantante de cumbias Américo y uno de los tres conjuntos que comparten la misma raíz, entre el duradero grupo tropical nortino Alegría y sus derivaciones entre Paskual y su Alegría y los propios Américo y la Nueva Alegría.
Nacido en 2005 en la Escuela Moderna de Música, donde sus integrantes se estaban formando, Mainumbi apareció en una nueva escena de música de fusión de la época que estaba poniendo atención en la diversidad y el colorido del continente americano. Alrededor del compositor y cantante Jorge Torres Benapres, la banda incursionó en la salsa como eje central, aunque esta fue igualmente transformada a partir de la mezcla con otros estilos afrolatinos, además de jazz, funk, rock y toda una gama de ritmos que se pueden encontrar en América Latina, lo que desembocó en el concepto de "salsa fusión".
Inspirada en la figura de la mexicana estadounidense Selena, y conocida en círculos tropicales y públicos populares como "la reina de la cumbia" o "la nueva reina de la cumbia", Marilda González se hizo un espacio en la música tropical durante la primera mitad de la década de 2010, con sus pegadizas canciones "Que me gustan todos", "Me casé contigo", "La cumbia del pipí", presentada como una defensa de género, y "La Roja va al Mundial", cumbia futbolera que ella estrenó en vísperas de la Copa del Mundo de Brasil 2014. Un año después haría lo propio con la cumbia "Copa América", difundida durante el campeonato que se jugó ese año en Chile. Sanmiguelina de nacimiento, Marilda formó parte de una partida de cantantes femeninas tropicales que tiene nombres como los de Marcela Toledo, Zafiro, Paula Rivas, Astrid Veas, Costa Morena, la boliviana Laura Serrano y la argentina Bárbara Vos, entre las más visibles de su tiempo.
Cada década ha tenido en Chile su jerarca en ritmos tropicales, y en el primer decenio del 2000 el trono lo ocupó La Noche, referente mayor en el paso de la cumbia festiva a la cumbia romántica, y uno de los conjuntos más vendedores del país durante al menos un lustro. Años de trabajo sin mucha difusión prepararon su temple para la locura que se desataría a partir de 2006 con hits como "Es el amor", "Quiero ser libre" y "Que nadie se entere"; composiciones en clave de cumbia villera argentina con letras que desdeñan el molde del amor romántico para insertar las relaciones de pareja en triángulos, cuartos de motel y ocultos encuentros eróticos. El salto fue entonces enorme en proyección, desde su origen en el Valle de Aconcagua (en pueblos como Catemu y Llay Llay) a los más grandes y mejor pagados escenarios del país. En la historia del conjunto, el más notorio cambio se dio en 2010 con la salida del cantante Leo Rey, tras lo cual La Noche ha pasado por varios otros movimientos de integrantes.
Si en los años '30 la música de México se instaló para siempre en el gusto popular nacional gracias a los mariachis y rancheras difundidos por las películas, en los '60 la llegada de los corridos norteños fue una segunda revolución mexicana en Chile. Y sus caudillos fueron Los Hermanos Bustos. Vigente desde 1965, éste es el grupo chileno más longevo del estilo, el pionero en tocar y grabar aquí corridos con guitarra y acordeón y en elevar el género a cumbres de popularidad similares a las del bolero, el vals peruano o la cumbia, como lo prueban una discografía de más de cuarenta grabaciones y éxitos como "La carta número 3", "La de la mochila azul" o la cumbia "Morena de quince años".
La Orquesta Huambaly fue la más popular, sobresaliente y profesional agrupación de música afrocubana en la explosiva década de 1950, con repertorios de mambo, chachachá, rumba, bolero e incluso swing que estimularon a un nuevo público chileno y de paso lanzaron al estrellato a una serie de solistas de alta categoría que integraban sus filas. Durante toda la década fue la orquesta tropical mayor, primero con sus temporadas en el restorán Nuria y finalmente con la histórica gira por Europa de 1959, que como corolario de un éxito sin precedentes también precipitó su final. En honor a su memoria y su música vibrante, 50 años después de su disolución nuevos músicos recogieron el legado para interpretar esos repertorios pioneros formando una una "nueva orquesta Huambaly".
Fue uno de los grupos formados en Alemania por el músico chileno Martín Schopf. Asociado a su colega alemán, el ingeniero de sonido Tobías Freund (Pink Elln), incorporaron a su sonico electrónico componentes latinos, y en grabaciones puntuales sumaron a bordo a Jorge González.
Parte de la segunda generación de orquestas de cumbia en Chile, luego de la creación de La Sonora Palacios, este conjunto nació luego de que José Arturo Giolito permaneciera en Estados Unidos a fines de los '60 donde conoció el concepto de "combo", obtenido de la voz anglo combination. Un grupo menos numeroso que la Sonora, con una importante presencia de la percusión, fueron el sello de este grupo, liderado siempre por el baterista Giolito, que antes había tenido ese mismo rol en la Orquesta Ritmo y Juventud. Conocidos sobre todo por el rol de baterista de su líder en programas de televisión, el grupo es responsable de varios hits de cumbia en Chile, y hoy mantiene una intensa actividad en vivo, con un repertorio que trasciende ese género, y que incluye rock, folclor chileno y temas de moda. El 24 de noviembre de 2008, víctima de un cáncer, el líder de la banda dejó de existir, pero tanto sus hijos como los demás integrantes resolvieron seguir adelante con el conjunto.
Hacia finales de los años '90, Amérika'n Sound fue la agrupación chilena que logró mayor reconocimiento entre sus pares a nivel nacional. Originarios de Iquique, desarrollaban la moda electrónica de la cumbia, que se extendía por Argentina, Perú y Bolivia, y que se emparentaba también con la tecnocumbia mexicana. En 1997 la canción "Haciendo el amor" alcanzó una inusitada rotación radial y presencia televisiva, al punto que se llamó en en algunos medios como "onda sound" a todo el movimiento de cumbia elelectrónica, que sin duda trascendía a los iquiqueños. Fuente de surgimiento de otros emblemáticos grupos de su estilo como Tró-pika'l Sound (1997) y D' Latin Sound (1999), el grupo ha cambiado varias veces de integrantes, y desde los años 2000, hay momentos en los que más de un grupo que se presenta como Amerika'n Sound. La situación no les gusta a los músicos, pero ha contribuido a mantener vivo el n0mbre y el legado de la banda.
(biografía en preparación)
Uno de los precursores del éxito de la música mexicana en Chile es Fernando Trujillo. Contemporáneo del éxito de cantantes internacionales como Pedro Vargas y Pedro Infante, tiene edad suficiente para haber empezado al mismo tiempo que los adelantados locales de Los Queretanos o Los Huastecos del Sur, de los que formó parte entre 1953 y 1963, y convivió luego en frecuentes festivales rancheros con dúos, cuartetos y cantantes mariachis como Lupita Aguilar, Los Hermanos Bustos, Los Llaneros de la Frontera o Eliseo Guevara. Pero también el bolero y el gran cancionero latinoamericano fueron parte de su repertorio. En grabación junto a la orquesta de Valentín Trujillo, su hermano menor, popularizó además el éxito "Antofagasta dormida", vals de Gamaliel Guerra. La cercanía con tan prestigiado pianista lo hizo convivir desde pequeño con la música en casa como un lenguaje cercano, y acompañó luego gran parte de sus mejores grabaciones. Además de la música compartieron ambos un mutuo gusto por el boxeo, pero además el viaje quizás más relevante del Trujillo mayor: invitado por Valentín, al fin en 1998 pudo conocer México.
Actriz, y locutora radial, hacia 2016 María de Los Ángeles Almazábar inició una incursión en la música urbana que la llevó a convertirse en una explosiva nueva figura. Como Blue Mary, nombre obtenido de un personaje de videojuegos, Almazábar ingresó de lleno en el trap y el neoperreo con una serie de canciones como "Cereza", "Tusi tuno", "Tus besos" y "Qu33n", incluidas en su primer disco, Amor de locos (2019). Ha tenido colaboraciones con Polimá Westcoast ("Perreo sin pauta"), Dash ("Amor de locos"), cantante del dúo de reguetón Dash & Cangri con quien ella mantenía una relación sentimental, y la bomba iquiqueña Tomasa del Real ("Peligrosa"). En 2020 dio otro paso hacia una popularidad mayor con la canción "Nunca tristes, siempre locas", una pegajosa canción junto a Katita dhq y a la figura de redes sociales Ignacia Michelson.