Canto y trova

Poemas y canciones de amor, de humor o de política fueron parte del oficio del trovador histórico, personaje nacido ya en épocas medievales y que mil años después regresó a la música popular con el mismo sentido. Su figura renació en los años '60, cuando en América Latina y Europa surgieron autores cuyas canciones –interpretadas con la sola compañía de una guitarra- hablaban de sentimientos personales y temas sociales. Canto y trova son formas modernas de expresión del trovador, quien a falta de despliegue instrumental centra el poder de su música en las letras y en su virtuosismo como ejecutante de esa pequeña orquesta de seis cuerdas. Desde Francia a Estados Unidos y desde Cuba a Chile, los cantautores reaparecieron en la década de los grandes cambios. En nuestro país se activó en el marco de la Nueva Canción Chilena y luego siguió con el movimiento joven del Canto Nuevo, pero su oficio es ahora tan genérico que ha superado todas las etiquetas.

Eduardo Soto

Como músico nacido en el archipiélago de Calbuco y con una vida posterior en Ancud, Eduardo Soto aparece como un cantautor de muy fuerte y profunda raigambre territorial, en una poética de paisajes y vivencias insulares que palpita también en sus canciones trovadorescas a guitarra y canto, como en el primero de sus discos, Eduardo Soto (2010). Con todo, tras una serie de viajes que lo llevaron por Sudamérica y Estados Unidos, Soto experimentó un evolución sonora que lo acercó a la canción pop, por entonces ya rodeado de bandas mayores de apoyo y el uso de la guitarra folk con cuerdas metálicas. Su experiencia musical se manifestó finalmente en esa saga de discos autorales que marcaron una primera época en su historia: Indómito (2012), el EP Desaprender (2014) y El sueño de los coihues (2022). Entre sus cruces de canto y trova, Soto ha compartido escenario con cantautores y cantautoras como Alonso Núñez, Pablo Morales, Tamara Quijada, Gabilú, Kennya Comesaña e incluso una figura del pop como Daniela Aleuy.

Santa María

Santa María tiene denominación «de banda» mas dirección solista, específicamente la de Rodrigo Santa María. No es lo único atípico en el camino de esta cantautor santiaguino, de profesión arquitecto, parcial rutina como profesor universitario y orfebrería de canciones para discos propios y también al servicio de montajes teatrales y películas. El rock suave de sus composiciones es natural en quien se apoya en la guitarra como principal instrumento y en la tradición de rock argentino como referencia; atractiva, según dice, por su firmeza y la melancolía de sus letras.

Tere González

Teresa González Arancibia es compositora, autora, cantante y guitarrista. Pertenece a una comunidad de cultores de la música latinoamericana contemporánea que ha sido permeada por la composición académica, el jazz, la música popular y el folclor. Nacida en Viña del Mar, criada en Curimón, entre San Felipe y Los Andes, con estudios musicales en Valparaíso y con una posterior vida en Mendoza, Tere González ha recorrido largamente ese eje latitudinal entre Chile y Argentina: un tránsito terminó por definirla como cantautora en plena forma, sobre todo con el disco Sabias (2020).

Fernando González

El guitarrista Fernando González no sólo es el mayor de los hermanos que fundaron Congreso en Quilpué en 1969. También es el autor y musicalizador de algunas de las más recordadas primeras canciones del grupo en los tiempos de advenimiento y consolidación del rock folclórico. “Vamos andando mi amigo”, “¿Cómo vas?”, “Tus ojitos”, “El oportunista” o “El cielito de mi pieza”, además de la orquestación de los textos de Pablo Neruda “Maestranzas de noche” para banda eléctrica e instrumentos andinos, le pertenecen a Fernando González.

Nano Stern

Del grupo de cantautores que comenzó a destacar en Chile a partir del año 2000, Nano Stern ha sido una de los más poderosos y de más amplio alcance. Su estilo se distingue en parte por su asombroso oficio sobre la guitarra, así como su libertad vocacional para plantearse desde un inicio como un músico itinerante y de apuesta global. Aunque a los ojos masivos Stern constituye un firme músico solista, sus primeros trabajos estuvieron asociados a los grupos Matorral y Mecánica Popular, incluso como músico adolescente. Sin embargo, fue su posterior partida a Europa a los 19 años de edad la que fortaleció un camino trazado por él mismo. Desde entonces ha publicado sus discos con presencia incesante en festivales de jazz, folk y fusión en los puntos más inesperados del planeta y ha conseguido un estatus entre los cantores chilenos más importantes en el inicio del siglo.

Natalia Molina

Una música desde la raíz folk brota en la obra de Natalia Molina, un nombre entre la activa generación de cantautores de la década de 2000 que en esa época renovaron el concepto de trova, incoporando elementos del rock, el pop y el folclor chileno a sus canciones y donde también es posible identificar a figuras como Nutria, Javier Barría, Nano Stern, Chinoy, el primer Gepe,  la primera Camila Moreno, Vilú, María Perlita o Felipe Cadenasso. También poeta e ilustradora, Natalia Molina marcó presencia en 2009 con la canción "Alma", que fue el punto de partida como autora de canciones expuestas a solas, con guitarra folk, o con banda de rock.

Daniela Medel

Inicialmente reconocible como guitarrista, acordeonista, pianista o tecladista en bandas de música tan distinta como las de Javier Barría, Camilo Eque o Mauricio Barraza, Daniela Medel alcanzó su dimensión solista a través de Sincronía (2017), disco con el que puso en circulación un primer cancionero autoral que la respaldó como compositora y que presentó como propuesta un pop intenso, de bordes íntimos y auténtica poesía existencialista juvenil, en el siempre insondable desencuentro de los pensamientos y las emociones.

Soledad Ulloa - La Pispireta

El adjetivo popular de «pispireta» define y designa a una persona astuta y risueña, y el es nombre musical que la cantautora sureña Marilin Soledad Ulloa Díaz escogió como identidad propia, en una tendencia que ha rebautizado a distintas exponentes del canto popular de la generación de los años '10, desde La Chinganera y La Andariega hasta La Canarito y La Charawilla. Cantora, poeta, guitarrista y acordeonista, las canciones de La Pispireta se nutren de la naturaleza de Villarrica, el lugar donde nació, se crió y vivió, el pulso de la tierra, la lluvia y los lagos, y muestran un estrecho vínculo con la cultura mapuche, todo lo cual se advierte en su primer disco, Niña tierra (2016).

Fernando Ugarte

El trayecto de Fernando Ugarte como cantautor ha tenido interrupciones temporales importantes, pero ninguna de ellas ha resultado definitiva. Sus discos están separados por cuatro décadas de distancia, lo cual es una más de las muchas peculiares señas biográficas de este creador santiaguino residente hace décadas en Italia, a quien usualmente se le asocia a la Nueva Canción Chilena aunque su música está, sobre todo, firmemente anclada en el folclore campesino del Valle Central.

Felipe Schuster

Felipe Schuster integró Hic Sunt Leones, banda de la segunda mitad de la década de los 2000, con la que elaboró un sonido pop que si bien no alcanzó ecos masivos, fue ampliamente reconocido por su factura. Hacia fines del 2011, cuando ya el proyecto no existía, Schuster comenzó a desarrollar un trabajo solista que el 2012 presentó en vivo, y en el disco Atiempo (2013). Con sonidos similares a su banda de antaño, un tributo al tema "Campos verdes" de Eduardo Gatti, que grabó junto al propio cantautor y la producción de Pablo Stipicic. Al tiempo que alterna su oficio musical con su profesión de abogado, ha seguido componiendo canciones y su segundo trabajo fue La montaña (2015), y desde entonce sigue lanzando singles en sociedad con el compositor Javier Barría.

Chino Santana

Emilio Santana es Chino Santana, sociólogo de profesión pero a la vez un compositor, poeta y músico de rock que entró de lleno en el folclor tras sus expediciones por el Ñuble para descubrir, estudiar y proyectar la música de esas tierras. En ese período conoció también la leyenda del cantor Cabeza de Toro. Entonces recuperó la figura de ese chamán a través de la música del grupo Kabeza de Toro, una experiencia de aleación entre la cueca, la tonada, el corrido, la música beat y la sicodelia. Sus trabajos posteriores como solista confirmaron la idea de un folclor en permanente movimiento.

Francesca Ancarola

Francesca Ancarola es una figura de la música popular de fin de siglo, que toma elementos de la tradición latinoamericana y las fusiona con músicas de sus tiempos. Si bien comenzó su carrera en 1984 con un premio como intérprete en el Festival Canciones de la Joven Música Chilena, organizado por la revista La Bicicleta y el Café del Cerro (ejes del Canto Nuevo), Ancarola forma parte de la oleada que renovó el género a fines de la década siguiente, reconocible durante esos tiempos bajo el concepto de "novísima canción chilena". Las coordenadas que agrupan a esta generación son básicamente tres: raíz folclórica, textos poéticos de crítica social, y música que desde la academia inician una transformación de esa misma raíz con una mirada contemporánea.

Pablo Herrera

A sus 19 años, Pablo Herrera abrió con su primer disco la historia de uno de los solistas chilenos exitosos de la música local. Rubricado primero como trovador o cantautor, se movió en escenarios alternativos hasta comienzos de los años noventa, cuando por propia opción decidió acercarse a la balada y desvió su rumbo hacia nuevas audiencias y alcances. "Alto al fuego", "Entre dos paredes", "Tú eres mía" y "Amor, amor", son algunas de sus canciones ancladas en la memoria colectiva local de las últimas décadas.

Asteroide

Escalinatas, paseos, miradores, ascensores y laberintos de Valparaíso fueron la escenografía de las canciones del dúo Asteroide B-612, formado por la cantante Belén Calvo (n. 1989) y el guitarrista Alfredo Canales (n. 1976), que comenzaron en una clave cercana a la trova, y que luego abrazaron los códigos del pop. Hacia el año 2013, sus propias busquedas los llevaron a sonidos electrónicos y ya el año 2015 eran una banda con una clara impronta popera, que plasmaron en su primer disco  Salgamos de aquí volando (2017). En ese proceso se rebautizaron como Asteroide.

Susana Cofré

Desde Temuco como coordenada geográfica, aunque desde el Wallmapu como gran territorio, surgen las canciones de Susana Cofré, cautautora cuya música se sustenta tanto en la trova en primera persona como el canto contingente, descrito a su vez en piezas de temáticas feministas, injusticias sociales y opresiones políticas. Iniciada hacia 2011 en escenarios de La Araucanía y los círculos universitarios, su primer disco es Canciones crudas (2015).

Bere

Quinteto apegado a una canción de raíz latinoamericana y contenido «con sentido y razón», en palabras de sus integrantes. Desde una formación que privilegia arreglos de cuerdas, pausas y poesía original, sus composiciones transitan por el pulso de lo popular desde la conciencia comunitaria. El desafío, aseguran, es determinar «qué tipo de calidad nos ofrecemos nosotros mismos cuando nos regalamos música, y alrededor de qué música nos reunimos», en palabras de Gonzalo Ramos, su director, también integrante de Merkén. En 2024 presentaron su primer álbum, Si olvido mi nombre, un trabajo que, pese a su ligazón con la tradición, se permite innovaciones tales como una austera versión de un tema de Sui Generis y un cierre de dos voces a capella. 

Juan Ayala

Voz, rostro, y figura referencial del grupo Juana Fe, que integró desde 2004  Juanito Ayala dejó la banda tras cumplir tras diez años al frente, y emprendió un proyecto como cantor en solitario. Durante 2010, en una estadía en México, había comenzado a mostrar sus primeras canciones propias, en paralelo a sus trabajo con Juana Fe. y en 2014 presentó su primer disco personal, Santo y seña, que tuvo varios temas sonando en radios, como "Dos veredas", donde lo acompaña el músico argentino Kevin Johansen, y "Tanta música". Su nuevo camino ha seguido ampliando los ritmos que distinguieron su paso por Juana Fe, y que lo han convertido en uno de los más llamativo solistas de su generación.

Tamara Quijada

Cantora de La Araucanía, nacida, criada y con una vida adulta en Collipulli, tras un paso por la capital, experiencia que la llevó a escribir la canción "No me vuelvo pa Santiago". Su música intuitiva, lejos de los rigores académicos y un canto libre sin depuraciones formales, se ha inspirado en la defensa de las causas mapuches y presenta un borde aguerrido de la canción de protesta ante las desigualdades sociales de su tiempo. Además se conecta en la naturaleza sureña y la "mapu", voz mapudungún para referirse a la tierra. Una de sus canciones más resonantes es "La conquistada de América".

La Rue Morgue

Destacados por el aire blusero de su sonido, temáticas de amor y dos hiperdifundidos singles radiales, La Rue Morgue fue una de las bandas con mayor resonancia en el prolífico rock chileno de la segunda mitad de los '90. El cuarteto, sin embargo, no pudo sobreponerse a la baja respuesta de su segundo disco, y se desperdigó al poco tiempo después, en una baja de actividad que coincidió con la crisis discográfica chilena. El receso de tres años se interrumpió a comienzos del 2000, cuando con un cambio de integrantes, la banda regresó a los estudios con el fuerte apoyo de una multinacional, en una aventura que luego posibilitó esporádicas reapariciones, que se fue apagando paulatinamente avanzada la década. Desde 2017 a 2022 su líder Francisco Valenzuela se presentó con el nombre del grupo, hasta su fallecimiento a los 53 años.