Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Jorge González

Haber sido el compositor, vocero y líder de un grupo tan significativo como Los Prisioneros marca a Jorge González en el total de su trayectoria, si bien su trabajo solista es igualmente contundente y puede apreciárselo en cuanto tal. Dentro y fuera de esa banda, el músico nunca dejó de buscar formas nuevas de encauzar su talento en la música de vocación popular y en la opinión sobre el país y sus circunstancias. Casi sin pausas, esa inquietud ha asumido formas diversas, de recepción dispar pero encomiable búsqueda creativa, en diversos géneros, proyectos de dúo (como en Gonzalo Martínez y Los Updates) y colaboraciones; aunque también, a veces, completamente a solas (durante un período, bajo el seudónimo Leonino). Su biografía muestra los elementos propios de una vocación artística de alto vuelo, con períodos de residencia en el extranjero (al menos en Nueva York, Ciudad de México, Berlín y Valencia), años agitados por razones extramusicales, e ideas y venidas con su proyección pública como cantautor. La más marcadora de estas vicisitudes, sin embargo, fue el accidente cerebrovascular sufrido por él en 2015, que detuvo casi por completo su agenda de recitales y ha determinado significativamente su trabajo de composición y grabaciones.

Dënver

Fueron parte del comentado reportaje del diario español El País que, en 2011, habló de Chile como un «paraíso del pop». Dënver perteneció a esa generación de conjuntos y cantautores que en el cambio de siglo buscaron hacer música chilena amigable, tareareable, para el amor y el baile. Partían de referentes reconocibles para el pop: Casiotone, guitarra acústica, bases electrónicas simples, un acordeón. Dos voces dulces jugando entre sí, tarareando "para-pa-pa", en canciones con títulos como "Los últimos veranos" o "Paraíso de menta". Su historia ha tenido al menos dos etapas, separadas por una pausa anunciada en 2018, pero luego revertida.

Gabilú

Gabilú es el nombre musical de Gabriela Alvarado, cantautora chilota que no solo se ha permeado de las riquezas del archipiélago, sino que ella misma ha ido en busca de esas materialidades —su geografía, su mitología, su clima, el mar, la ancestralidad huilliche y las personas que pueblan el territorio— para elaborar una poesía intuitiva por decir lo menos. Su primer trabajo es Yo quería ser columpio (2020), un capítulo determinante de esa época ancuditana, que abriría un espacio nuevo en su creación posterior.

Vanessa Aguilera

La experiencia de Vanessa Aguilera en el campo de la industria del entretenimeinto se inició muy temprano en su biografía, y en los frentes del canto y la actuación de manera paralela. Es recordada por su participación en la serie televisiva infantil y juvenil "Bakán", de Mega, a la que se sumó en 2004 en su rol de Claudia López, cuando tenía quince años. Ello le significó de paso una importante exposición ante las audiencias juveniles como parte del grupo de teen pop BKN, con el que grabó los discos BKN (2004), La amistad sigue creciendo (2005) y BKN, la banda (2007). Ese año dejó el elenco.

Héctor 'Parquímetro' Briceño

El apodo se lo dio un amigo humorista que advirtió en él su habilidad de desdoblamiento estilístico y capacidad de convertir la música en un trabajo hora-hombre: «Vo' ganai más que un parquímetro», le dijo Carlos Helo en 1980. Desde entonces el pseudónimo de Parquímetro se ha hecho tan popular como el rostro de este trombonista, habitual de orquestas televisivas, pero también respetado en agrupaciones de jazz, salsa y swing, y a quien pocos conocen por su nombre real: Héctor Briceño. Su inesperada muerte en mayo de 2019, debido a un infarto, vino a remecer a la música popular chilena, a sus contemporáneos de orquestas y a sus seguidores, que lo consideraron entonces "el padre de las secciones de bronces de Chile".

Síndrome

Síndrome fue una de las articulaciones musicales más curiosas de los años ochenta en Chile. Pese a los muchos misterios sobre su conformación, consiguió al menos un par de hits radiales que aseguraron su trascendencia más allá del llamado «boom pop» de esos años. No era sólo que el cantante se presentara en vivo escondido bajo un antifaz y que en sus videos se viera apenas su silueta a contraluz. Era, también, que nunca terminaba de quedar claro si Síndrome era el seudónimo de un solista o el nombre de una banda completa. Con los años, y algunas entrevistas, los enigmas se fueron aclarando, y pudo contarse mejor la historia del hombre tras "No se puede vivir sin amor".

Juga di Prima

Compositora y multinstrumentista, con estudios de composición, ha sido la cantautoría el camino musical en el que Juga di Prima ha persistido y encontrado una voz ajustada a su expresión. Su trayectoria integra vertientes: del pop a la música pascuense y la chanson francesa; y con un firme apoyo escénico y visual. Su voz peculiar —intensa y dúctil: por momentos, melodramática en su interpretación amorosa— es también marca de su estilo. «Su pasión por folclores del mundo, la ópera del romanticismo italiano y posromanticismo alemán y varias divas de principios del siglo XX, desarrollan en Juga una manera teatral de enfrentarse a la composición», la presenta su sitio web. Una segunda etapa musical la situó en Europa, con un programa de canciones alrededor del mundo del ajedrez, del que ella también ha formado parte activa.

Jirafa Ardiendo

Jirafa Ardiendo fue uno de los grupos más persistentes de todos aquellos que durante los años 90 identificaron en Santiago una nueva corriente musical independiente —mal llamada «sónica»—, caracterizada por el uso imaginativo y distendido de las guitarras eléctricas y el despegue psicodélico desde un molde básico de pop (piénsese en Solar, Sien o los Santos Dumont). Su peculiaridad estuvo en la diversidad de referentes que fueron aplicando en sus discos, piezas extensas en los que cabía desde el noise al free jazz. Tras su disolución, en 2009, algunos de sus integrantes siguieron activos en otras bandas y proyectos musicales, y hacia 2018 se vieron los primeros signos de lo que avanzó hacia una reunión formal del conjunto, con nuevas tocatas y grabaciones.

Gloria Aguirre

La cantante más sexy de la Nueva Ola fue también una de las más desafiantes y transgresoras en cuanto a actitud e imagen en una época de convencionalismos pop. Gloria Aguirre, hija del tanguista Pepe Aguirre, tuvo una breve historia como artista en Chile, dado que partió en 1970 a Estados Unidos para contactarse con compositores, acceder a nuevos repertorios y comprar ropa a la moda para sus futuras actuaciones. Pero terminó radicada en ese país y sólo regresó esporádicamente en visitas ajenas a la música. Su voz se recuerda en canciones como “Sabor a salado”, “Todo pasará” o “Taza de té”, que Gloria Aguirre alguna vez cantó para 50 mil personas en los espectáculos previos a los clásicos universitarios de fútbol en el Estadio Nacional.

Mako

María de los Ángeles Colas es el verdadero nombre de Mako, una de las cantantes de pop latino romántico que aparecieron sobre el final de la década de 2000, una vez que la fiebre de los programas de televisión, concursos y reality shows musicales perdieron temperatura. Al alero del productor y compositor Javier Domínguez, quien además trabajó con otras cantantes juveniles como  Paula Awad y  Camila Carlevarino, Mako editó en 2010 su primer disco, Volver a comenzar.

Frijoles

Una peculiar mezcla de ideales sociales, juego y cruzada pop sostuvo por un tiempo breve el trabajo del trío Frijoles, una banda de músicos con nombre de ficción, cara cubierta y orígenes inventados. Algunas pocas pistas certeras llevan hasta dos experimentados compositores jóvenes en sus filas: Cristián Koko Stambuk (ex Glup!) y  Luis Tata Bigorra (Los Tetas). Junto al rapero Chico Claudio, e inspirados parcialmente por el éxito del grupo animado Gorillaz en Europa, consiguieron ubicar en radios un par de singles antes que Stambuck se trasladara a México y dejara al grupo en un receso indefinido.

Fanny Leona

Además de como vocalista de Playa Gótica, Fanny Leona (León es su apellido civil) ha buscado desarrollar un camino solista con canciones pop construidas con timbres electrónicos, a veces bailables y a veces intimistas, y en las que han sido evidentes intereses suyos como el animé y la identidad queer. Criada en la zona sur de Santiago, tuvo sus primeros acercamientos a la música cantando en el colegio y en la iglesia mormona a la que asistía su familia. Todavía menor de edad fue parte de una temprana banda, Napalm y los Matemáticos, pero fue luego como cantante de Playa Gótica que alcanzó mayor visibilidad. En paralelo, se ocupó en publicar su primer disco solista, Ningen (2018); en sus palabras, «un disco que ha perdido la vergüenza y que necesita mostrarse tal cual es». Hacia 2020, la cantautora trabajaba bajo el nombre artístico Fan Lee.

Luciano Altair

Cantautor santiaguino, que en su composición roza ámbitos exigentes de producción y arte sonoro. Su primer disco, Heridas (2024), se ganó en prensa calificaciones de «vanguardista», por su propuesta sugerente, en capas sonoras y texturas atípicas en el pop. El propio músico prefiere hablar de una exploración desde la letra y la música, que nunca se aleja por completo de lo convencional. Se trata de un trabajo coherente con la influencia que reconoce en nombres estadounidenses como Bon Iver y Sufjan Stevens: «Sigo mucho esa camada de artistas gringos que partieron muy indie, muy en la guitarra y muy en la canción folk-pop para después transformarse en una cosa media incomprensible», le comentó al medio Expectador. La música ha sido para él un trabajo persistente, de muestra en vivo en formato de banda, desde la publicación de un primer single en 2020 ("Daga").

Mari Ajo

Cantante y autora rancagüina, María José Fuentes Faúndez fue una de las 50 mujeres que acompañaron a Mon Laferte en el acto de rebeldía feminista que tuvo lugar durante su concierto del Festival de Viña del Mar de 2020, en el contexto del movimiento por la dignidad surgido en la revuelta de octubre. Con el nombre musical de Mari Ajo, sus canciones tomaron rumbos propios desde la raíz folclórica y una música pop permeada por distintas influencias. Ella acuñó el término de "folclor del futuro", que se aprecia además en el álbum Fuente (2020), que puso su nombre en relieve como parte de una oleada de jóvenes cantautoras independientes en esos tiempos de  transformaciones.

Usuales

En cinco años de recorrido, y varios cambios de integrantes, Usuales consiguió afirmar un rock melódico y ligero que alcanzó a plasmarse en tres grabaciones (para el prestigioso sello Cazador). Habían largado como cuarteto (bajo el nombre Sátrapa), influenciados por la música del argentino Luis Alberto Spinetta. Pero en la sección de hípica de un diario encontraron luego a un pingo, Usual, que decidió su cambio de nombre, que a la vez coincidió con la decisión de una «nueva» propuesta, sostenida en las composiciones de Simón Cox, y atenuando la oscuridad inicial en favor de un sonido más pop y diáfano. Su primer EP, en 2007, no tuvo más de 150 copias, pero permitió afirmar el camino hacia el álbum El tiempo y la furia (2009). El fin del grupo, poco después, estuvo vinculado a las presentaciones solistas de Simón Cox. El EP Fuego, acción y decisión (2010) selló la despedida.

Sónica

La electricidad de la guitarra y una voz de mujer fue una de las características del sonido de Sónica, banda de rock-pop que en la primera década de los 2000 mezcló sonidos entonces de moda, como el brit-pop y el grunge. Su trabajo quedó plasmado en tres discos, de certera vocación radial (con singles como "Sueños mutuos" y "Hoy me siento bien"). Entre sus colaboradores históricos en la producción se cuentan Claudio Narea y Marcelo Aldunate. El grupo recorrió en vivo varias ciudades del país (Temuco, Valdivia, Valparaíso) y hasta cruzó a Mendoza (Argentina) para un par de presentaciones, en febrero de 2006. En esa experiencia en vivo, Sónica se fue dando cuenta de que muchos fans privilegiaban su faceta más rockera. Por eso pusieron el acento en la fuerza de lo eléctrico para Yo soy yo (2007), que terminó siendo su despedida. Su última presentación fue en Blondie en junio de 2008, abriendo un concierto de Profetas y Frenéticos.

Álvaro Henríquez

La habilidad para llevar a buen puerto sus ideas musicales junto a las bandas Los Tres y Pettinellis ha sido sólo uno de los talentos de Álvaro Henríquez. En el poblado currículo profesional del músico de Concepción, acaso lo más sorprendente sea la rapidez con que ha gestionado los más diversos proyectos, solistas y colectivos. Además de editar más de una decena de álbumes junto a los grupos que ha fundado, Henríquez se ha involucrado en la producción de discos para otros músicos, la composición e interpretación de música para cine, y varios proyectos vinculados al folclor chileno. Durante los años 2004 y 2005 se ocupó, además, en una alabada carrera de cantautor solista, interrumpida con el sorpresivo anuncio de la rearticulación de Los Tres. Popular e influyente, la del compositor ha sido una carrera de larga perspectiva, y que ha hecho un aporte excepcional al desarrollo musical chileno de los últimos treinta años, por su diversificación y productividad.

Carito Plaza

Destacada en su trabajo junto a bandas como Ovolo y FunkReal, Carito Plaza ha sido una de las voces más persistentes en el cultivo local del soul, funk y R&B. Luego de dos álbumes junto a esta última banda, la cantante y autora ha avanzado en un trayecto solista, y en la colaboración junto a músicos como C-Funk, Boomer, Solo di Medina y Latin Bitman.

Jano Soto

Dos discos personales de su primera etapa en el pop, y la dirección musical para una versión moderna de La pérgola de las flores, hicieron de Jano Soto (Alejandro Kemp) una de las primeras figuras en la escena de mediados de los años '90 que gozó del apoyo de los sellos multinacionales. Canciones suyas como "Debajo de la lluvia" o "La luz del cuerpo", editadas en 1995, se recuerdan a nivel masivo, aunque "Perdido en el espacio" y "El último vuelo" acreditan en Jano Soto un mayor alcance compositivo poco después.

Madvanna

Madvanna es una banda que nace como un proyecto escolar, y que cuando todos tenían 18 años lanzaron su primer disco el año 2011. Con una abierta vocación pop, alcanzaron difusión inmediata en espacios como MTV, lo que les valió una importante en presencia en Perú, adonde han viajado varias veces, y presencia en radios juveniles, como radio Disney y 40 principales. Teloneros en Santiago de los conciertos de Bruno Mars el 2011 y Jonas Brothers el 2013, ya completan dos discos con un sonido pop que ha sido calificado como teen, y del que ellos han comenzado paulatinamente a desprenderse.