Folclor

Entendido en contextos locales, folclor proviene del concepto anglosajón impuesto a un fenómeno de música vernácula. El vocablo folklore (donde folk es pueblo y lore, su sabiduría popular) tiene un sentido purista: designa al sujeto original de la tradición, previo a toda interferencia urbana. Por esta condición previa a la industria, los cultores genuinos que grabaron discos en Chile son escasos y corresponden en exclusiva a cantoras campesinas de rodeo, como las incluidas en el disco Aires tradicionales y folklóricos de Chile (1944) editado por la Universidad de Chile. La industria musical empleó este término para designar, por sentido común y por desconocimiento de los cultores originarios, lo que desde un punto de vista urbano ha sido considerado "folclor": figuras de la música típica urbana o recopiladoras. Pero según la nomenclatura son definiciones distintas: los sujetos que investigan el folclor con criterio académico son los "folcloristas"; los cultores naturales son llamados "folclóricos".

Bernarda América

Cantora, autora, folclorista, investigadora y profesora de música, Bernarda América Ceballos Garrido ha sido un nombre de la música de raíz en el Biobío desde que despuntó con una guitarra en mano a comienzos de la turbulenta década de 1980 en Chile. Su obra se sustenta en la inspiración y la proyección del folclor sureño, también con una determinante influencia de Violeta Parra. Sus discos son Amor América (2012) y Mujer coraje raíz (2019), únicos registros fonográficos suyos, ya en una segunda etapa de actividad en la música.

Familia Bombo Trío

La Familia Bombo Trío ha sido una de las experiencias renovadoras durante la década de 2010 de aquella tradición del chinchín, culto de percusión creado en el siglo XIX en Santiago y Valparaíso y proyectado durante el siglo XX al estilo danzante. Aprendices de esa histórica escuela chinchinera, Gabriel Cárdenas y Pablo Vega tomaron los conocimientos directos del maestro Patricio Toledo Riquelme, El Pepa, que ofreció en 2011 en una clínica en la Escuela Carnavalera Chinchintirapié. Al elenco inicial de tres bombistas, que comenzó a actuar en el formato del pasacalle por lugares como Buin, Isla de Maipo o Pomaire, se sumó luego Isabel Núñez como bailarina remolinera. De este modo comenzaron como Familia Bombo Trío en 2012. Más adelante,  fusionarían esa raíz chinchinera pura con elementos de la cueca e incorporaron instrumentos de otras tradiciones como la guitarra, el acordeón y el contrabajo, además del canto popular con la llegada de Marco Arias (de La Chimba Chilenera). Su primer disco es Tambor a cuestas (2017).

Jorge Quezada Morales

Primero poeta y luego payador, el santiaguino Jorge Pablo Quezada Morales nació en 1959 en la localidad de Puente Nuevo (en la comuna capitalina de Las Condes, parte de la actual comuna de Lo Barnechea) y se ha adentrado en ese orden en la poesía popular, que conoció desde temprana edad por influencia de su madre, Norma Morales Braun, hija del poeta Juan Manuel Morales, natural de Vichuquén. Ha escrito sobre todo décimas y romances, una muestra de los cuales publicó en el libro Nuestro verso sigue vivo (2005). Un año antes había grabado el disco Vamos verseando la vida (2002) junto a los payadores y poetas Camilo Rojas Navarro, Roberto Lagos y Luis Carreño, y en 2003 formó el grupo Los Mentaos junto a Fernando González Maldonado, Avelino Muñoz (El Melo) y Jorge Céspedes (El Manguera). Con ellos se ha acercado a la paya, disciplina en la que debutó en abril de 2004 en el pueblo de artesanos de Pirque y que desde entonces ha ejercitado en diversos encuentros de payadores.

Francisco Astorga

Francisco Astorga Arredondo fue cantor a lo humano y lo divino, poeta y payador, y representó a uno de los centros importantes de la poesía popular chilena. Nacido en la localidad de El Romeral de Pilay (próxima a Codegua, en la Región de O"Higgins), fue el organizador del encuentro anual de payadores celebrado en La Punta de Codegua, uno de los más importantes del género, e iniciado en 1993.  Al igual que cantores como Juan Pérez Ibarra, de Pirque, y Arnoldo Madariaga Encina, de Casablanca, fue también uno de los grandes artífices del canto a lo divino en Chile. Activo también como docente, falleció en julio de 2021.

Raúl de Ramón

Aristócrata por naturaleza, terrateniente por excelencia, arquitecto de profesión, y esencialmente creador de una refinada música de raíz, de Ramón fue una de las más importantes y respetadas personalidades del círculo, un punto equidistante entre dos de las múltiples caras visibles del folclor: la música típica y el Neofolklore. Llegó a convertirse en uno de los mejores paisajistas sonoros chilenos, a través de su histórico grupo engendrado en el núcleo más íntimo de su familia: Los de Ramón.

Elena Montoya - La Criollita

Si bien la figura de la cantora, folclorista, recopiladora y autora Elena Montoya, La Criollita ha permanecido en el desconocimiento de la música popular chilena, su activa presencia e intensa creación la convirtieron en el mayor nombre del folclor en el norte. El puerto de Coquimbo, la pampa del desierto de Atacama, las oficinas salitreras y el el santuario de Andacollo, fueron escenarios e inspiraciones de la autora nortina, que dejó escrito ese sentido canto de devoción mariana llamado "Mamanchi".

Dúo Rey-Silva

Un nombre capital en toda la música típica y de raíz folclórica chilena es el del Dúo Rey-Silva. Durante más de cincuenta años de actividad a partir de su inicio en 1935, Alberto Rey (1915-1991) y Sergio Silva (1917-2017) fueron figuras principales en géneros como la cueca y la tonada, además de trabajar con variedad de músicos señeros como Arturo Gatica, Esther Soré y Mario Catalán entre otros. El Dúo Rey-Silva figura en los inicios del cine musical chileno, fue parte de la bohemia más dorada de los años ‘40 a los ’60 y emprendieron giras por América Latina y EE.UU., además de ser la plataforma para el trabajo de Alberto Rey, solista en arpa y otra figura central de la música chilena.

Gabriela Pizarro

Gabriela Pizarro es una de las tres investigadoras esenciales del folclor chileno, junto a Violeta Parra y Margot Loyola. Como ellas, conjugó las principales disciplinas de ese quehacer, entre la investigación, la creación, la difusión y la enseñanza. Sus huellas quedan en la trayectoria del conjunto Millaray, que ella fundó en 1958, en la exploración sin precedentes que emprendió por la música de Chiloé, en los discos que grabó con el grupo o como solista y en su vocación por la docencia, como profesora y directora de conjuntos. Durante el esplendor de la proyección folclórica de los '50 y '60, pero también bajo la más dura resistencia a la dictadura, Gabriela Pizarro se dedicó con el mismo carácter al arte popular que contribuyó a descubrir y a enseñar. Desde 2024, el gran auditorio del Chimkowe de Peñalolén, donde ella habitó largamente, lleva su nombre.

Chilote Peñaloza

Nacido y criado en la comuna metropolitana de San Miguel, Luis Jaime Peñaloza Irarrázabal consolidó su nombre de Chilote Peñaloza a nivel nacional tras su triunfo en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar de 1986, defendiendo el vals tradicional "Sube a mi lancha". Aunque vivió en Castro solo por dos años, adoptó el nombre artístico de Chilote, lo que le valió de paso una ola de críticas. Pero desde esa posición, Peñaloza proyectó no solo un canto campesino arraigado en este territorio, sino una recopilación de repertorio folclórico y la divulgación de ritmos y danzas del archipiélago, que además pudo llevar a las pantallas de televisión.

La Sur Poniente

La Sur Poniente es un elenco cuequero formado por elementos de la Provincia de Talagante, cuya propuesta toma distintos aspectos y estilos de la cueca, integrando la raíz campesina, la bravura de la chilenera e incluso la cueca mediatizada, que alcanzó la industria fonográfica en los años '50, todo ello en busca de un sincretismo entre lo urbano y lo rural. La Sur Poniente debe su nombre a una zona popular y populosa de la ciudad de Santiago y la Región Metropolitana donde habita el chileno común: Lo Espejo, Lo Prado, Cerro Navia, Maipú, San Bernardo, junto con otras otras comunas en la periferia urbana como Buin, Calera de Tango, Paine y, desde luego, Talagante.

Verónica Jara

Verónica Jara es una cultora del canto latinoamericano y la música de raíz folclórica, que ella expone a través de una propuesta de fusión. Autora, compositora, intérprete y educadora, su nombre tuvo un primer eco en la música chilena en 1998, cuando obtuvo el premio a la mejor intérprete de la competencia folclórica en el Festival de Viña del Mar. En esa oportunidad cantó la tonada punteada "Revoloteando en el alma", junto al grupo Viento. Diez años después, Verónica Jara volvería a competir en esa categoría, con su canción "Yo no tengo la culpa", pieza en 6/8 con guitarra eléctrica que titularía el disco que más representativo de su historial como cantautora: Yo no tengo la culpa (2011).

Ensamble Tradicional Chileno

El Ensamble Tradicional Chile es un conjunto de tres nombres, tres instrumentos y tres sensibilidades alrededor del folclor: el investigador de los finares de guitarra campesina y guitarrista clásico Sergio Sauvalle Echavarría, el guitarronero y payador Manuel Sánchez y el rabelista José Cabello cierran este círculo alrededor de las cuerdas de una profunda tradición folclórica. La suya aparece como una propuesta de reobservación de las sonoridades y los lenguajes que les competen, junto con la idea de proyección de un folclor nunca estático.

Los Huasos Quincheros

Los Quincheros representan la expresión viva y activa de la tradición de los grupos de huasos inaugurada en Chile en la década del '20. Un grupo de profesionales vestidos como huasos patronales, intérpretes de un repertorio campesino elegantemente arreglado con voces y guitarras, conforman este modelo musical; creado por conjuntos como Los Cuatro Huasos o Los Guasos de Chincolco, y que, a la larga, ha llegado a ser el emblema de un tipo de folclor chileno. A pesar de que la génesis de estos conjuntos tuvo poco o nada que ver con el campo, hoy día nadie pone en duda el lugar fundamental que ocupan en la música tradicional, y los ochenta años de actividad regular de Los Quincheros lo confirman.

Belencha

Por edad y por la experiencia de las visitas que mantuvo a la casa de calle Alcalde Alberto Jenschke de la comuna de La Reina, Claudia Belén Mena Cáceres, también conocida como Belencha, se convirtió en la última de las últimas discípulas de la maestra Margot Loyola. La joven de 20 años tomó de esta madre de la investigación y la proyección folclórica, una serie de tonadas, danzas y cantos tradicionales que luego utilizaría para iniciar su camino solitario como cultora, que la llevó a debutar en el disco Quisiera ser palomita (2017).

Amapola Puz

Cantautora que toma elementos del folclor sureño para diseñar su propia canción con guitarra sola. Amapola Puz Medioli incluso ha incrusionado en la canción melódica y pop en una faceta de intérprete y concursante en festivales, aunque su proyecto autoral pone la mirada en el canto, la poesía y los aires de la raíz folclórica. Su primer disco es Plantá (2015), aunque en su prehistoria musical también grabó un disco como niña cantante de música mexicana, titulado Esos ojitos.

Mazapán

El lugar común de designar a Mazapán como un conjunto de música infantil no es sólo un lugar común, sino una imprecisión. Mazapán es un grupo que ha explorado la música antigua, el pop, el folclor, el rock y hasta se ha internado en el método de la composición contemporánea para armar una de las discografías más ricas de la música para las infancias. Formado entre 1979 y 1980 por siete estudiantes de diversas disciplinas musicales, el grupo también fue la cuna de la carrera como solista de Cecilia Echenique y tiene inscrito en la memoria colectiva de generaciones el recuerdo de canciones inconfundibles como "La vaquita loca" (1980) y "Una cuncuna" (1981). Junto con Zapallo y Acuarela, Mazapán forma la tríada de conjuntos pioneros en la música para niños, y en 2024 recibió el Premio a la Música Presidente de la República junto con el reconocimiento de Figura Fundamental de la Música Chilena, de la SCD.

Osvaldo Torres

Compositor, intérprete e investigador, Osvaldo Torres fue uno de los miembros fundadores de Illapu, a quienes acompañó por siete años, y luego ha desarrollado su trabajo musical solista principalmente en Francia, aunque siempre fiel a la identidad cultural de su lugar de origen. Ha dedicado la vida a la poesía, la música y el estudio de la historia, tradiciones y vida de la cultura nortina de Chile. Su discografía combina trabajos solistas y colaboraciones (Horacio Durán, Claudio Pájaro Araya, Quilapayún, entre otros), y ha trabajado además con los conjuntos Quilmay y Karumanta.

Décima Orquesta

Un enfoque distinto del uso de la poesía en décima, propia del canto a lo poeta, es el que presenta este elenco dirigido por el profesor de música y multi-instrumentista Ignacio Reyes. La Décima Orquesta toma su nombre de esta forma de poesía consonante presente en toda Latinoamérica y la lleva a un contexto escénico que se despliega con elementos del teatro y el canto popular, y en lugar de desarrollar la paya en el tradicional enfrentamiento entre dos cultores, tiene una propuesta de ensamble de guitarrones chilenos, guitarras, rabel y otros instrumentos.

De Patienquincha

De Patienquincha, o también reconocido como Los Patienquincha, es el proyecto de folclor que espontáneamente iniciaron la cantora Pati Díaz y el guitarrista Marco Palma, luego de la disolución del grupo El Parcito, donde también actuaba la joven intérprete y recopiladora Claudia Belencha Mena. El conjunto se organizó en torno a ese núcleo aunque rápidamente se amplió a un elenco de tres guitarras y voz. Se bautizó así como un juego de palabras entre el nombre de su cantante, conocida como Pati, y la expresión campesina "de pata en quincha". Su primer disco es Vanidad, publicado en 2018 con el título del famoso bolero "Vanidad", de Armando González Malbrán, que ellos recuperaron en su estilo original de los años '30: el slowfox.

Luis Bahamonde

Aunque porteño de nacimiento, Luis Bahamonde es el más huaso de los compositores de música típica chilena. ‘‘Fiesta linda’’, ‘‘Ende que te vi’’ (1940), ‘‘Viva Chile’’ y ‘‘Qué bonita es mi tierra’’ (1968) son sólo cuatro de las más célebres tonadas en las que el autor exalta por igual el amor por su país y el perfil del huaso a caballo como personaje característico. Su trabajo se encauzó en solitario, en comosiciones para otros intérpretes, y, sobre todo a través del conjunto Fiesta Linda, cuya voz principal, Carmen Ruiz, selló un molde de excelencia para la interpretación de tonadas.