Una nueva etapa anuncia La Cumbre del Rock Chileno+

lunes 15 de enero de 2018

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Cuatro escenarios, cuarenta y tres artistas programados y más de doce horas de música continuada son algunos de los índices de la próxima Cumbre del Rock Chileno, nueva versión del ya afianzado festival que esta vez será celebrado el próximo sábado 27 de enero en el Club Hípico de Santiago.

No sólo será música. Ferias gastronómicas, de emprendedores, tatuadores y comic, juegos infantiles, zonas especiales de hidratación y descanso, un museo y una serie de actividades en paralelo a los shows son también parte de la agenda preparada por los organizadores, además de la programación musical, que incluye a nombres que van desde Los Jaivas, Joe Vasconcellos o Chancho en Piedra hasta Ana Tijoux, Weichafe o Movimiento Original entre muchos más.

La importancia de un signo +
Cinco son las versiones previas de este espectáculo: el 6 de enero de 2007 en el Estadio Nacional, el 11 de enero de 2009 en el Club Hípico de Santiago, el 17 de noviembre de 2012 en la Ciudad Parque Bicentenario (ex aeródromo de Cerrillos), una versión a menudo pasada por alto en los recuentos y titulada “Las Voces de los '80" el 29 de junio de 2013 en Movistar Arena, y el 7 de enero de 2017 en el Estadio Nacional.

“Por primera vez La Cumbre del Rock se realizará por dos años consecutivos y no es la única novedad. También un pequeño símbolo fue agregado a su denominación: «+»”, destacan los organizadores en un comunicado. Ese signo “más” tiene un significado, agregan: “Así un simple símbolo nos deslumbra con una inédita parrilla de estilos musicales nacionales con fuerte presencia femenina, encabezada por un gran homenaje a Los Jaivas que viene a destacar su indeleble huella en la historia de la música latinoamericana”.

Generaciones y variedades: los nombres convocados
Por los cuatro escenarios del festival, que llevan los nombres de Violeta Parra, Víctor Jara, Gato Alquinta y Jorge González, pasarán músicos y grupos de las más diversas generaciones y propuestas musicales.

Los dos más experimentados sin duda son Cecilia y Quilapayún, nombres cumbre de los movimientos de la Nueva Ola y la Nueva Canción Chilena iniciados en los años ’60. Los Jaivas y Aguaturbia datan de los años basales del rock chileno en los mismos ‘60, mientras el sello mestizo de Joe Vasconcellos, el rock electrónico de Electrodomésticos y el punk rock de Fiskales Ad Hok son  también nombres de larga data en el programa.

Un paralelo especial se da entre Álvaro Henríquez junto a La Regia Orquesta (elenco de la obra “La Negra Ester”, original de Roberto Parra) y la dupla entre Javiera y Ángel Parra, quienes presentarán su disco Las últimas composiciones de Violeta Parra (2017). Funk y rock con Chancho en Piedra, Sinergia y Weichafe, soul latino con Mamma Soul, pop rock con Lucybell, Saiko y De Saloon son más vetas del festival, sumadas a otra coincidencia interesante, entre López (de los hermanos Álvaro y Gonzalo López) y Lanza Internacional (de los hermanos Mauricio y Francisco Durán): las dos bandas nacidas tras la separación de Los Bunkers.

Más sonidos del nuevo siglo son el pop de Supernova, María Colores, Yael Meyer, Denise Rosenthal, Camila Gallardo y Tormenta, al igual que Gepe, Ases Falsos y We Are The Grand. El abanico se abre más todavía entre el blues de El Cruce, el rock progresivo y nativo de Crisálida y Kuervos del Sur, el metal de Rama, el rap de Ana Tijoux y Portavoz, la audacia urbana de Mariel Mariel, la inspiración latinoamericana de Rulo, el rap con reggae de Movimiento Original, la electrónica autóctona de Matanza y la cumbia y los ritmos bailables de Banda Conmoción, Moral  Distraída y Tomo Como Rey.

Director de la Cumbre: “Nunca hemos sido un festival de rock pesado”
Sobre esta línea editorial habla Juan Andrés Ossandón, director del festival y también productor musical y compositor, cuya agencia ha estado a cargo de la organización desde el inicio en 2007.

“La Cumbre ha sido desde su origen una convocatoria a sumar fuerzas para demostrar que los talentos musicales chilenos, unidos a sus tribus de seguidores, construyen un evento de alta convocatoria al mismo nivel de un megaevento internacional”, dice Ossandón en un comunicado. “Esa fue, es y será la ideología detrás de la Cumbre. Esto supone diversidad, inclusión, multiculturalidad y mucha tolerancia entre los músicos, y sobre todo, entre sus fans”.

“El rock es nuestro eje, porque nos gusta, y porque los festivales musicales en este formato provienen de esa raíz”, agrega. “Pero jamás nos planteamos como un festival de rock pesado, nunca lo hemos sido. Las referencias alrededor del mundo son muy similares a nosotros, como Rock in Rio, por ejemplo, evento que ha recibido a Justin Timberlake o a Lady Gaga, que por ningún lado son rockeros, pero aportan a la paleta de colores que construyen los grandes encuentros”.

“A partir de 2018 la Cumbre se realiza todos los años”
“Consideramos los diez primeros años de La Cumbre como una etapa que cumplió con éxito su misión, y dejó momentos históricos para la música de nuestro país”, comenta el productor.

“Pero ahora comienza la segunda etapa: la consolidación. Y para que eso ocurra tiene que ser una experiencia deliciosa para todos los que asistan, que la esperen con ansias cada año. Y en ese contexto, el valor que tiene dar a la gente ojalá más de lo que espera a cambio de su entrada es fundamental”.

Otra novedad en la versión 2018 del espectáculo es el inicio de actividades de la Fundación Encumbra, organismo que Ossandón define como el camino necesario para sostener este encuentro anual.

“Acceder a ciertas herramientas que nos ayuden a lograr aportes del Estado y del mundo privado, a cambio de transformarnos en un evento sin fines de lucro, nos resulta muy bien, ya que nunca hemos ganado con este evento: incluso a veces lo contrario”, dice. “Y al decidir que a partir del 2018 La Cumbre se realice todos los años, nos dispusimos a echar a andar la fundación”.

Los planes para las regiones
Hay tres objetivos desde ya delineados para esta fundación, según los organizadores.

“Consolidar La Cumbre como una tradición republicana, que se hace todos los años en una misma época del año, y ojalá en el mismo lugar”, además de “descentralizarla y llevarla a distintos lugares del país, en distintos formatos dependiendo los tamaños y las convocatorias posibles de cada lugar. Esperamos en 2018 comenzar ese proceso. Y el tercer objetivo es establecer un puente con los festivales musicales de la región, y generar proyección internacional para nuestros talentos en desarrollo”.

“Estamos en eso, y hay muchos sueños más”, dice Ossandón, “principalmente relacionados con la promoción de música chilena en radio on line o en televisión, y con cultivar la música nacional en los colegios, a través de talleres de perfeccionamiento para los profes. Donar instrumentos a colegios de escasos recursos para que los niños puedan aprender música desde la práctica, y no sólo desde la teoría. En fin, somos muy inquietos, tenemos mucho por hacer”.

“Nos une un sentimiento de identidad por lo nuestro, que sigue en aumento, con un grupo de personas que amamos hacer este festival”, concluye. “Lo hacemos con amor, dejamos todo en la cancha para que los músicos se sientan respetados, y el público se sienta orgulloso de ser chileno. Por ahí creo que va. Construyendo cada año momentos irrepetibles, duetos únicos, mezclas y locuras que sólo se logran cuando toda la escena musical chilena está junta, en un mismo día y lugar. Y, por qué no, también con músicos de otras latitudes como visitas ilustres, que vengan a celebrar con nosotros, y canten con nuestros íconos”.

Cumbre del Rock Chileno +. Sábado 27 de enero, desde las 13.00 a las 23.00 horas. Club Hípico de Santiago. Avenida Blanco Encalada 2540, Santiago. “Preventa VIP” $55.000, preventa general $23.500. Boletos en el sistema Ticketek, y sin recargo en los siguientes locales de la cadena Audiomúsica en Santiago: Megatienda (Avenida Chile-España 393, Ñuñoa, 2 2384 2050), Mall Arauco Maipú, Mall Plaza Vespucio, Costanera Center y Mall Alto Las Condes.