2000
MKRNI (o también Makaroni) es un trío de pop que nació el año 2008, cuando se unieron tres músicos que se encontraban en pausa dentro de sus respectivos proyectos. La artista visual Elisita Punto venía llegando de una larga residencia en Estados Unidos, donde había trabajado con Nutria. Marcelo Peña (Miopec) estaba en un receso con Tobías Alcayota, y a ellos se sumó Sebastián Román para sellar este proyecto forjado sobre todo en fiestas y pistas de baile. En su primera época editaron tres discos en esa línea, consiguiendo un importante público seguidor, y presentándose en Lollapalooza. El año 2014 editaron el disco Canciones –que ellos mismos definieron como "más tranquilo"- revelando una versatilidad que los haubicado como uno de los principales y más atractivos nombres del electropop chileno.
Sergio Hernán González Morales es conocido en el medio musical chileno sobre todo como «Tilo», y además como uno de los mejores bateristas en actividad en el país. Es compositor, productor, y baterista y fundador de Congreso, conjunto al que ha aportado no sólo como instrumentista sino como fundamental autor de algunas de las cumbres del conjunto. Con estudios clásicos de percusión, ha sido además uno de los precursores chilenos en el uso de los ritmos latinoamericanos aplicados a las músicas modernas, como el rock, el jazz y la fusión.
Experimentaciones acústicas, improvisaciones rítmicas, paisajismos sonoros y artes mixtas describen el trabajo de esta compositora que completó una formación docta en Francia tras su experiencia inicial en Chile, como cantante cercana a influencias que fueron desde el pop y el folk hasta el jazz. Renata Anaya (conocida también como Renata Carrasco) dio un giro radical en su aproximación a la música cuando regresó a Chile, ya convertida en compositora de una avanzada música electroacústica autoral, que dio curso a través de distintos proyectos, tanto solistas como colectivos.
Guitarrista fundamental de la composición popular chilena, el autor de "El twist del esqueleto" (1963) es un músico transversal, que ha inscrito varias melodías en el gusto masivo y ha cosechado elogios por igual de folcloristas, jazzistas y rockeros. Si bien su popularidad la forjó a partir del ritmo del twist, su repertorio también ha incluido populares tangos, rocanrol y cumbias. En la década del 2000 Arriagada reactivó el interés de los más jóvenes gracias a su colaboración con Ángel Parra Trío para el disco Playa solitaria (2005).
Compositora, intérprete, directora, profesora y gestora, Sylvia Soublette fue una figura relevante sobre todo para el desarrollo de la música coral chilena. A través de su trayectoria estableció vínculos con compositores e intérpretes en Francia, Estados Unidos y Venezuela y se vinculó con distintos repertorios, pero su impacto fue especialmente visible a través del Conjunto de Música Antigua UC y la creación del Instituto de Música de Santiago.
Ha sido una excepción en el jazz mundial, y ciertamente en el jazz local, el liderazgo de los contrabajistas, músicos hechos y formateados para el apoyo de un solista o como parte de una sección de ritmo. Salvo grabaciones como las de René Sandoval, Marco Reyes y Daniel Navarrete, el contrabajo permaneció por décadas en el plano secundario. Por eso la aparición de Rodrigo Álvarez desde Concepción señala también una vía de acceso a estas variantes. Álvarez publicó Creciente (2010) junto a otros músicos de esa ciudad sureña, y más tarde, con Concepción (2015), consolidó una faceta como compositor de jazz. Luego, Álvarez alcanzaría también la composición para música de cámara contemporánea, con obras para piano, cuarteto de cuerdas o clarinete solo.
En Juan Carlos Bustamante coinciden las dos ramas del canto a lo poeta: el canto a lo humano y a lo divino. En ambas se ha destacado entre las nuevas generaciones de la poesía popular chilena a contar de los años 90, con amplios recursos de cantor, poeta popular, payador y guitarronero. Nacido en la Séptima Región, vive en Rancagua, donde ejerce su oficio de profesor, pero a menudo viaja por los diversos encuentros nacionales de poesía popular en los que se muestra como intérprete de guitarrón, rabel y guitarra traspuesta.
Si bien la matriz de su música se ha sostenido en la creación y los experimentos con teclados y computadores realizados por el ex músico de Christianes Juan Carlos Oyarzún, la fisonomía de Souvlaki terminó por completarse con el color vocal de la cantante Carolina Mora. Iniciado entonces como proyecto solista en 2005, Souvlaki tomó su nombre de uno de los discos fundamentales del shoegaze británico —Souvlaki (1993), del grupo Slowdive—, y un año después ya se había configurado como un dúo. La propuesta musical se ha proyectado desde la llamada electrónica "de dormitorio", en combinación con aspectos del folk, del ambient y del ruido declarado. Souvlaki ha compartido espacios con solistas como Nutria y El Sueño de la Casa Propia, y de paso se anotaron como número de telón de la banda francesa Nouvelle Vague en su visita a Chile en 2007. Han aparecido en discos compilatorios internacionales, mientras sus autoediciones consideran una recopilación de material diverso, tanto de piezas sin letra como de canciones propiamente tales. Sus dos discos son Uno. Instrumentales 2005-2009 (2012) y Dos. Canciones 2006-2009 (2013).
«Preservar en la conservación histórica del repertorio popular bailable de todos los tiempos en Chile», es cómo esta orquesta define la orientación de su trabajo, y en esa definición hay pistas sobre los cauces de su sonido pero también sobre su conciencia al hacerlo circular. Rumberos del 900 se alista en la tradición de grandes orquestas de baile que han trabajado en Chile desde los años '40, y avanza en pleno siglo XXI en un pulso afrocaribeño, rigor interpretativo y repertorio que se conecta con ella, de la Orquesta Huambaly a la Ritmo y Juventud (entre sus influencias, también mencionan a combos extranjeros clásicos, como los de Pérez Prado y La Sonora Matancera).
La pródiga generación de voces y compositoras femeninas del Biobío tiene en Claudia Melgarejo a una cantautora que recorre largos trayectos musicales, caminos que se inician en las raíces del canto campesino sureño y que desembocan en la música pop moderna. Ese tránsito queda expuesto en los cinco años que separan sus primeros discos autorales, Afín (2012) y Feroz (2017), donde ella pasó desde la influencia de la guitarra campesina al uso de la guitarra folk, aunque en ambos momentos utilizó afinaciones no regulares de la tradición.
Compositor pop, músico de rock, cantautor solista e investigador del rock latino con una prehistoria en el punk, Nicolás Rojo ha tenido una larga trayectoria musical como migrante, donde han transcurrido sus distintas etapas creativas. Hijo de Estación Central, Rojo recorrió Estados Unidos, Canadá, Cataluña, Cuba, Argentina, Brasil, Bolivia y México. Su posición autoral lo sitúa en un campo del rock con un profundo sentido de la reciente historia política de Chile, que ha dejado plasmada en canciones de álbumes como Chuchunco (2023), presentado en el contexto de los 50 años del Golpe de Estado.
Pianista clásica a la vez que sicóloga y musicoterapeuta, Silvia Andreu ha desarrollado una amplia investigación acerca de la música del salón decimonónico, que ha logrado llevar al disco en distintos momentos y desde diversos ángulos. En este campo, sus trabajos sobre álbumes de señoritas y sobre repertorios generales de danzas en ese espacio social transversal se tradujeron en grabaciones como Repertorio Elisa García de la Plaza de Campos y El piano en los salones de la belle époque chilena. Ambas publicaciones, de 2007, contribuyeron a ampliar la apreciación y el acceso a una música aún desconocida entre el público.
Parte del mecanismo musical de FDA, agrupación que fue clave en la consolidación del hip-hop chileno en el siglo XXI, DJ Dacel ha sido un protagonista desde su posición de beatmaker, DJ y productor, con trabajos múltiples para raperos, discos y sellos discográficos, aunque en paralelo también elaboró su propia música solista. Daniel Celso Huerta tomó la identidad musical de DJ Dacel a partir del acrónimo de sus nombres, y con esa marca fue referente en la escena hiphopera moderna. Una de sus mayores contribuciones fue la creación de Beatminds, instancia que posibilitó el encuentro y la visibilidad de muchos productores o beatmakers de la escena local y que alcanzó una importante proyección.
Todas las coristas quisieran llegar a ser solistas, pero no todas las solistas pueden lograr armonizaciones perfectas como las buenas coristas. Agudo axioma vocal que bien conoció Gloria Pérez, una de las voces que desde los '90 y junto a Gisa Vatcky mejor desarrollaron las propiedades de la cantante de apoyo en los micrófonos secundarios.
Trompetista y fiscornista formado en la Universidad de Chile. Desde ese campo de la música docta contemporánea fue emigrando hacia otras rumbos creativos y expresivos, vinculándose con la escena del underground y el avant-garde de mediados de los 2000. Integró los talleres de improvisación de Martin Joseph y junto a su hermano mayor, el saxofonista Edén Carrasco, y también ha realizado trabajos en la música experimental como integrante del grupo de free rock LaKut. En 2016 se unió a la banda de fusión contemporánea de la cantante Arlette Jequier y entre sus principales colaboraciones en el campo del jazz figura su presencia en el sexteto del clarinetista Mauricio Barraza que se presentó en 2015 en el Festival de Jazz de Providencia.
Dos años de residencia como DJ en espacios como Mucca o Cávala impulsaron a Andrés Barrios (n. 1975) a convertirse en el cerebro de Le Popotam, alter-ego que utilizó cuando subió a los escenarios para mostrar su propia música paralelamente a sus apariciones como generador de ambientes sónicos basados en el electro. Para 2005 ya contaba con material extenso de series musicales dance, sintéticas, robóticas y pop, y con ellas debutó en el Cine Arte Alameda con una puesta en escena que podía integrar sección rítmica de rock (bajo y batería) o simplemente el soporte del laptop de Barrios y las voces reales —o irreales según el caso— de Carolina Astudillo y Polí (Valeria Barrios). Ambas cantantes aparecieron además en el disco Tak!!! (2005), autoeditado.
Cantante pop y autora, Mariela Muñoz dejó de ser definitivamente Mariela Muñoz cuando debutó en el disco en 2002 con Voy a cantar. Antes de convertirse en María Ela solista, ella había sido modelo, bailarina y corista. Y tal como ocurrió con Daniela Aleuy, su compañera en los comienzos televisivos, fue su activa presencia en el programa “Pase lo que pase” la que la catapultó a la música como la última figura de la generación de la TV antes de la irrupción de los artistas fabricados en concursos de talentos y reality shows que dominaron las dos décadas siguientes.
La cantante de pop latino apareció en 2003 en la primera generación del programa de aspirantes "Rojo, fama contrafama", de TVN, producción que marcó gran impacto en la industria durante el siguiente lustro. Katherine Muñoz, llamada ocasionalmente Katherine, y quien no debe confundirse con la cantante y autora Katherine Muñoz que debutó con el nombre de Yahís en 2007, hizo estas primeras presentaciones en un set dominado por nuevas estrellas de la canción (María Jimena Pereyra, Leandro Martínez, Monserrat Bustamante, Daniela Castillo).
El tiempo, por breve que haya sido, dio la razón a los productores que convocaron a los bailarines brasileños para la formación de un nuevo grupo axé en medio de la fiebre de éxito y ventas que había generado desde 2000 Axé Bahía. El verano de 2002 vio nacer a otro quinteto de estrellas juveniles con base en el set del programa televisivo “Mekano” (Café con Leche, Karen Paola). Y se llamó, Porto Seguro, en honor a la bahía brasileña donde arribaron los descubridores portugueses.
Quizás por haber vivido su infancia y juventud en países tan distintos y distantes como Chile, Japón, Italia y Brasil, Vasconcellos creó un tipo de canción que ha buscado el arraigo en sonidos originarios, especialmente de América Latina, de donde son también sus orígenes sanguíneos. Su fórmula finalmente dio con canciones alegres, festivas y con explícita conciencia social y cultural. Desde su salida del grupo Congreso, en 1983, el músico se desarrolla de modo solista, y con altas cumbres de popularidad en esa área. Su influencia en toda una generación de músicos, la masividad de sus canciones y su intensa y poderosa actividad en vivo lo convierten en una figura vigente y fundamental de la música de fusión desarrollada en nuestro país.