2000
Existen opiniones que consideran a Waldo Cáceres como el baterista definitivo del histórico Nahuel Jazz Quartet, conjunto que marcó la primera modernidad del jazz chileno. Y no se refieren a que Cáceres era el músico estable cuando el pianista Omar Nahuel falleció en 1969 y el grupo se disolvió, sino al sonido que impuso una vez que Orlando Avendaño, su baterista original y quien tenía mayor popularidad, se mudó a Estados Unidos. Ahí donde Avendaño elaboró un beat poderoso, Cáceres lo sustituyó por un elegante toque, rasgo que distinguió a este exponente de la batería swing, bop y estilo west coast por más de 50 años.
Haber sido el compositor, vocero y líder de un grupo tan significativo como Los Prisioneros marca a Jorge González en el total de su trayectoria, si bien su trabajo solista es igualmente contundente y puede apreciárselo en cuanto tal. Dentro y fuera de esa banda, el músico nunca dejó de buscar formas nuevas de encauzar su talento en la música de vocación popular y en la opinión sobre el país y sus circunstancias. Casi sin pausas, esa inquietud ha asumido formas diversas, de recepción dispar pero encomiable búsqueda creativa, en diversos géneros, proyectos de dúo (como en Gonzalo Martínez y Los Updates) y colaboraciones; aunque también, a veces, completamente a solas (durante un período, bajo el seudónimo Leonino). Su biografía muestra los elementos propios de una vocación artística de alto vuelo, con períodos de residencia en el extranjero (al menos en Nueva York, Ciudad de México, Berlín y Valencia), años agitados por razones extramusicales, e ideas y venidas con su proyección pública como cantautor. La más marcadora de estas vicisitudes, sin embargo, fue el accidente cerebrovascular sufrido por él en 2015, que detuvo casi por completo su agenda de recitales y ha determinado significativamente su trabajo de composición y grabaciones.
"Soy payador rancagüino" es la definición que firma Leonel Sánchez Moya, escrita en el verso octosílabo propio de la décima. Aunque nacido en 1961 en la localidad de la Punta de Codegua, hoy llamada la Punta de Mostazal, este payador con nombre de futbolista, campesino y cerrajero de profesión, se estableció en Rancagua en 1971. Es junto a César Castillo, El Tranca; y Luis Carreño Campos, entre otros, uno de los nombres frecuentes en el canto popular acunados en la Sexta Región.
Maco es el seudónimo con el que Pablo Mellado (Bipolar) ha desarrollado la veta solista de su trabajo musical, tanto en Santiago como en Europa. El compositor tuvo estudios formales de música durante su infancia, con clases en el Conservatorio de la Universidad Católica de Chile. Durante su juventud, sin embargo, se concentró en el rock, participando de diferentes bandas eléctricas e independientes (como Piedra Líquida; también con Miguel Hiza, de Parkinson). Su composición solista adulta guarda relación con lo que él describe como la crónica «de un universo a la vez doméstico, excéntrico y centrado en una poética de lo auditivo». Sus presentaciones en vivo muestran un trabajo que comparte esfuerzos entre las programaciones en un laptop, máquinas de efectos y una guitarra eléctrica. Ha participado en espectáculos de características peculiares, como el festival Patagónica (febrero 2004) o el ciclo de música y cine "Oktubre rojo" (cine Normandie, octubre del 2004), en el que musicalizó en vivo la película chilena El húsar de la muerte. Su producción discográfica ha mostrado cierto giro de crítica social, como lo demuestra el título de su álbum La abstracción y la lujuria son el perro de guardia de las clases altas (2004).
La cumbia ha sido la razón y sustento de Chico Trujillo, un grupo con varios integrantes venidos del rock, pero que a partir del 2000 abrió camino para la fusión tropical por la que luego continuaron una serie de bandas más jóvenes. Su historia ha sido esencialmente cosmopolita —su inicial formación y desarrollo se dio en Alemania, en paralelo al trabajo de varios de sus integrantes en LaFloripondio, conjunto al que con el tiempo terminarían por opacar en fama— pero su arraigo en Chile es innegable, como lo confirma la excepcional masividad de su difusión en vivo y radios. Una discografía de publicaciones más bien distanciadas entre sí sólo confirma que el eje central del trabajo del grupo es el de los conciertos. A Chico Trujillo se le entiende —y disfruta— mucho mejor en vivo.
Fatiga de Material ha sido un protagonista de la dinámica escena musical del underground de Valparaíso en el arranque del milenio, con una propuesta de rock instrumental de alta intensidad, despliegue y vértigo, y ciertas proximidades a vertientes como el rock psicodélico, el krautrock, el post rock y también el punk del que provenían sus músicos. Su vínculo con el poeta e insigne músico porteño Álvaro Peña desembocó en una serie de álbumes que marcaron una vía paralela de su creación.
Desde diversos ángulos musicales, Patricio Aravena fue uno de los más grandes exponentes del bajo eléctrico y uno de los primeros en el uso del modelo destrastado durante la era de la fusión que se consolidó en la década de 1980. Su música tanto como solista como acompañante ha descifrado claves de esos mestizajes, desde el rock a la música latinoamericana y desde el jazz al funk. Aravena comparte simulitudes musicales y generacionales con bajistas de fusión como Isidro Alfaro, Jorge Campos o Marcelo Aedo, todos descendientes del pionero Ernesto Holman, que fue, por cierto, su primer y único maestro.
El primer antecedente concreto de heavy-metal chileno a inicios de la década de los '80 se encuentra en Feedback, el grupo fundado en 1982 por Néstor Leal después de una estada de siete años en Europa. La banda fue un referente para la primera generación de metaleros chilenos, y por su formación pasaron músicos vinculados con otros destacados proyectos de rock pesado, como Panzer, Arena Movediza y Teyker's. Se mantuvo a flote pese a las enormes dificultades del trabajo musical de los años de dictadura en Chile. No hubo registros oficiales en estudio de su música, hasta mucho después de su época más activa, cuando Leal reunió al grupo hacia 2008 para nuevas presentaciones y la presentación de un álbum.
“Guerrillero es el flaco / Un guerrero de la paz y el amor…”. El estribillo de la canción “El Flaco guerrillero” es el gran hit subterráneo de Jorge Venegas, en las dimensiones de siempre de este cantautor de la zona sur de Santiago: Las temáticas y los escenarios populares. La canción fue parte del cassette colectivo El camotazo, de 1988, y luego del primer disco de su carrera solista, comenzada en 1985 tras su participación en el grupo Semilla. Con un receso de casi una década, Venegas completa varios discos y un dilatado historial de presentaciones dentro y fuera de Chile.
Amparito Jiménez es una cantante colombiana arribada en los años '60 a Chile, y desde entonces fue una pieza fundamental en la historia de la cumbia en el país, donde ganó el apodo de "Reina de la cumbia" y ha sido reconocida por ser la primera en popularizar ese ritmo en su vertiente folclórica colombiana. Entre sus mayores éxitos en el país se cuenta "La pollera colorá", de autoría de los colombianos Wilson Choperena y Juan Madera Castro. Amparito además colaboró con músicos locales y los nutrió de repertorio, hasta que, avanzados los '70, paulatinamente se retiró de la vida profesional de la música. Desde hace varios años reside en La Serena, donde ha vinculado su quehacer artístico a su vocación religiosa y ha participado ocasionalmente en grabaciones con músicos jóvenes.
A la zaga de los tres principales conjuntos del Club de Jazz que alcanzaron una larga vigencia (la Retaguardia Jazz Band, los Santiago Stompers y el Santiago Hot Club), el grupo Seis a la Dixie se unió entonces a la actividad musical alrededor del jazz tradicional que estaba teniendo lugar en los años '90. Así cultivó una música vinculada directamente con el dixieland, estilo engalanado por una improvisación colectiva, dinámica interacción entre los músicos y popularizado también por vestuarios, chaqués, corbatines y sombreros canotier, como su imagen más reconocible.
La sambernardina Karen Lefihuala Contreras adoptó el nombre artístico de Rosario, La Tejanita para incorporarse a la escena de la música mexicana que impuso la ranchera tropical de la mano de conjuntos populares como Los Charros de Lumaco. Iniciada a los catorce años en escenarios de su comuna y festivales de Buin, Lo Miranda, Doñihue y Rancagua, destacó pronto por su sentida interpretación de rancheras y corridos, e influenciada por el legendario conjunto mexicano Los Tigres del Nortes se instaló en el estilo tejano y norteño. Ya como Rosario, La Tejanita, la cantante compartió escenarios con Los Llaneros de la Frontera y los propios Charros de Lumaco, incluyendo en su repertorio corridos como "Una aventura", "La puerta negra" y "Cicatrices en el alma", rancheras como "Rata de dos patas" y "La hija de nadie", y la cumbia "Con la misma moneda", entre otras canciones. Sus primeros discos son Una aventura (2013) y Me perteneces (2015).
Flautista, saxofonista, improvisador, educador y gestor, Marcelo Maira es parte de una generación de músicos experimentales que abrieron espacios a comienzos de la década de los 2000. Desde la música contemporánea, la música improvisada, el jazz avant-garde e incluso el rock, una serie de solistas capitalizaron esos anhelos expresivos en agrupaciones tan diversas como Payaya, Yonhosago, Ensamble Majamama, LaKut o el quinteto Mandali, donde Maira fue uno de sus principales improvisadores. Su mayor proyecto ha sido la realización de programas de educación artística titulados "Estimulación Sonora", de los que es director, productor y monitor.
Fue la decisión de Luciano Rojas por persistir en la creación musical tras su renuncia a La Ley, en 1998, lo que motivó el nacimiento de Saiko, proyecto coordinado inicialmente por el bajista, y al cual se sumaron al poco andar otros dos ex integrantes de la etapa inicial de ese popular conjunto: Rodrigo Coti Aboitiz e Iván Delgado. Por ello, fue inevitable que Saiko se conociera inicialmente como «el grupo de los ex La Ley», si bien con el tiempo fue tomando una identidad distintiva. Saiko ha sido una banda de constante trabajo pop, y que pese a algunas interrupciones y cambios en su andar ha cultivado su público a través de un minucioso trabajo en vivo. Su historia registra dos etapas marcadas por diferentes vocalistas, aunque ha sido Denisse Malebrán quien ha hecho un aporte distintivo y el más reconocible como intérprete. "Limito con el sol", "Lo que mereces" y "Cuando miro en tus ojos" son singles suyos inscritos en el recuento del buen pop hecho en el país en las últimas décadas.
Inspirado en el fenómeno "High School Music", Amango fue el grupo de pop adjunto a la serie del mismo nombre, una especie de versión local de esa serie norteamericana sobre quinceañeros artistas. Producida por Canal 13, desde su emisión en 2007 consiguió gran éxito de sintonía juvenil, y de paso lanzó a la industria a nuevas estrellas de la música adolescente en el fin de la década: Denise Rosenthal, Augusto Schuster, Magdalena Müller y Gabriela Ernst, entre otras. La serie "Amango" narraba la historia de una academia de baile a la que asisten adolescentes, y que viven diversas aventuras, al estilo, también, de la ya clásica "Fama", de los '80. Con el apoyo de actores consagrados en el elenco, no tardó en convocar a la audiencia infantil, lo que generó todo un público nuevo que dio a los protagonistas gran popularidad.
Inicialmente formada como cantante pop y R&B, Bárbara Lira debutó como cultora de una música latinoamericana mestiza, en una línea marcada por nombres como Francesca Ancarola o Magdalena Matthey, aunque fue parte de una generación posterior que integran cantantes como Susana Lépez en Concepción o Lorena Gormaz en Santiago. Tras su debut discográfico en 2005, Lira se centró en la docencia del canto.
Antes de convertirse en uno de los escasos ejemplares del jazz vocal masculino sobre el final de la década de los 2000, Juan Pablo Rivera hizo una larga carrera como bajista eléctrico. De hecho fue uno de los más jóvenes exponentes del jazz en los años '90 (junto a Felipe Chacón en sus inicios y a Christian Gálvez). Sólo un cambio de ruta radical lo transformó en intérprete de swing una vez que descubrió otras propiedades musicales durante sus largas estadas en Norteamérica como estudiante y músico. Así se ubicó en un mapa de voces dominado por mujeres y con la sola presencia del barítono Rodrigo González como jazz singer.
«La reina de la cumbia de Arica», «La reina de la bachata» y «La Madtrastra» ha sido llamada esta cantante, en algún momento conocida como aliada musical y sentimental del zar de la música tropical del norte, el compositor, cantante y productor Melvin Corazón Américo, quien encabeza un clan de figuras en este género cuyo principal relevo es su hijo, la estrella de la cumbia romántica Américo. Marcela Toledo coronó su éxito en 2009, con el disco Para bailar, para gozar, aunque su carrera en escenarios del Norte Grande se inició un par de décadas antes. Toledo comenzó su relación con Melvin Américo en su adolescencia, y no tardó en grabar temas con su hijo Américo ("Háblale", "Me rindo a tus pies", "Dos locos"). Como solista, sin embargo, certifica gran éxito entre el público nortino y sus canciones "Amor sincero", "Hechicero", "Agua de veneno" y "Lástima" han alcanzado importantes ubicaciones en los rankings tropicales.
Una multitud de nueve músicos premunidos de guitarras, bajo y batería, pero también de trompeta, cello, violín y teclados es la exclusiva formación con que Les Ondes Martenot se inició en 2004 como una pequeña orquesta para tocar pop ingenuo y melodioso. Equivalente local de grupos afines como Camera Obscura y Belle & Sebastian –ambos a su vez con una cuna afín en Glasgow, Escocia–, el grupo tomó el nombre del precursor instrumento electrónico creado en 1917 por Maurice Martenot y con todas esas fuentes dispuso en su disco debut, Les Ondes Martenot (2004), una serie de canciones luminosas y optimistas con las que ganaron el concurso de nuevos grupos del sitio Super 45 y abrieron el festival de música independiente Pulso en junio del mismo año.