2000
Seudónimo del rapero Vicente Durán, Subverso es un proyecto de hip hop que ha tenido una significativa relevancia pública debido a las alusiones a la política contingente que incluye en sus canciones. En febrero del 2008 subió a Youtube un video del tema "Infórmate", con imágenes televisivas y abiertas alusiones al gobierno y los empresarios,[...]
Conocido mucho más en su rol como ejecutivo de televisión, Jaime de Aguirre fue durante los años setenta y ochenta un nombre de inequívoca asociación a la música chilena. Como ingeniero, productor y compositor se involucró entonces en decenas de producciones locales, si bien nunca en un crédito protagónico. "Chile, la alegría ya viene", el canto que simbolizó la campaña del No a Pinochet es su composición más famosa e importante. Treinta y cinco años después, y tras su paso por la televisión, De Aguirre llegó a ser ministro de las Culturas del gobierno de Gabriel Boric durante un período en 2023.
Luego de pasar por colaboraciones e identidades como las de Chiporro, Andxpress y su actuación como integrante fundador de los estacionales Upa, el músico Sebastián Piga se unió a la cantante Guadalupe Becker en Calor Polar, el dúo que ambos iniciaron en 2007 y con el que tocaron por primera vez en vivo al año siguiente. El gusto de ella por la música pop y el manejo de él además como productor son los polos que dan forma al sonido pop de bases electrónicas del grupo, grabado en canciones como la propia "Calor polar", "Vuelta atrás" y en su primer disco, Mezclas azules (2010).
Parte de una escena electrónica underground de exploraciones amplias, desde Valparaíso surge la figura de Gozne, el alias musical más reconocido de Eduardo Yáñez Torres, compositor, productor, artista audiovisual con un prolífico catálogo de trabajos que traza diagonales entre el tecno, la electrónica experimental y la música ambient. En su enofque propio, lo sonoro se compacta con la idea de lo visual, pero además se centra en el uso de herramientas de la era análoga, sintetizadores modulares, máquinas de ritmo y muestreo, aparatos de radio de onda corta y otros autofabricados, pedales de efectos, circuit bending y antiguos softwares, siempre en busca del acierto y el error deliberado. También utilizando el seudónimo de Zacarías Malden, Yáñez Torres ha publicado en distintos netlabels de Chile, Argentina, Alemania, Japón y Estados Unidos.
Nacidos al interior de una familia común de Puerto Montt e inmersos en una tradición de canción romántica latina en la línea de Sin Bandera o Camila, el trío vocal La Otra Fe apareció en las radios de la capital en 2006, gracias a canciones de alta rotación como “El peor de todos”, “Dónde estás” y “Cuánto más”. Esta última fue la más escuchada ese año según un registro realizado por la Sociedad del Derecho de Autor y que puso al trío entre las voces chilenas de mayor impacto masivo junto al baladista Daniel Guerrero durante esa temporada.
Rodrigo Vásquez es un especialista en percusión de ritmos afrolatinos, latin jazz y fusión. Formado en el Conservatorio de Música Universidad Federal de Bahía, Brasil, país donde vivió veinte años, aprendió también la disciplina cubana de los tambores batá y ha desarrollado en Brasil y Chile una amplia carrera como percusionista en vivo, músico de grabaciones, director musical y profesor.
De la generación de cantautores con tintes de trova surgidos a fines de los años '90 en Chile, Patricio Anabalón ha tenido discreta presencia en los medios pero gran prolificidad discográfica e internacional. El músico, que tiene a su haber estudios de guitarra clásica, se ha hecho cargo de la definición de trovador en su sentido más original, y ha mantenido permanente vínculo con la poesía. De hecho, ha publicado libros (como Mandrágora inmortal y El retrato final) e incluido algunos de sus poemas en antologías, y en su discografía aparecen canciones que musicalizan versos de vates chilenos y universales.
Con una variedad amplia en influencias, las escuelas del sonido de Mamma Soul beben del soul, el hip-hop, el reggae, el blues y la música latinoamericana. A lo largo de su extensa historia, y pese a varios cambios de formación, se han mantenido como un conjunto integrado sólo por mujeres. En general, se ha tratado de intérpretes con proyectos previos y también en paralelo al grupo, algunos de los cuales los han hecho destacar como solistas (como en el caso de Moyenei Valdés, su vocalista principal en tiempos del disco Fe, de 2001). Tras un tiempo de receso, Mamma Soul es hoy un grupo activo, con antiguas y nuevas integrantes a bordo.
Autor del “Método de batería del sur del mundo” (2008), el baterista y compositor Manuel Páez aparece en un frente de músicos contemporáneos con estudios académicos que han atravesado la frontera de la música formal y sistematizada para establecer un encuentro con la música folclórica de la tradición oral. En su caso, desde una posición de jazzista, Páez comparte esa propuesta con músicos como el bajista Pablo Lecaros, el pianista Pablo Paredes, el saxofonista Felipe Martínez, el guitarrista Ankatu Alquinta y el bajista Marcelo Aedo, en cuyo cuarteto de fusión tocó la batería.
Con apenas dos años de vigencia como proyecto, Caramelitus fue el dúo que puso en circulación a dos emergentes figuras que serían protagónicas en la década siguiente: Camila Moreno y Tomás Preuss. Cultores de un pop suave y atmosférico de bases electrónicas y con instrumentos acústicos como guitarras y cuatro, fue el punto de partida para sus proyectos solistas en la música independiente (ampliados luego por una exitosa trayectoria para ella y el trabajo junto a Prehistöricos en el caso de él).
El prolífico trabajo en la música de este intérprete, guitarrista, compositor y productor ha trascendido la historia de la banda en la que se inició, Electrodomésticos (y a la cual sigue vinculado hasta hoy, entre muchos trabajos paralelos). Carlos Cabezas ha sido un músico arriesgado, guía de una carrera marcada por giros sorpresivos. Sus creaciones profundas y atemporales son difíciles de clasificar, aunque caben siempre dentro de una corriente popular y acotada a los códigos de un rock amplio y adulto, canalizado tanto en discos propios, como en proyectos colectivos y por encargo. Su nombre es referencia generacional e innegable influencia para un modo de hacer rock vinculado al riesgo y la colaboración propositiva.
Las músicas vernáculas diaguita y aymara, los bailes chinos de la fiesta de Andacollo, la guitarra traspuesta, el guitarrón chileno, y el jazz contemporáneo describen los frentes creativos de Orlando Sánchez, músico instalado en la escena de Coquimbo, y quien en 2012 hizo su estreno en el disco con una propuesta de mestizaje y manifiesto musical: Antijazz, grabado en directo desde el Observatorio Cruz del Sur, de Combarbalá.
Fabiola Moroni ha sido una intérprete de diversos repertorios melódicos de carácter latinoamericanos que incluyen bolero, vals, bossa, tango y canciones chilenas de raíz, pero fue durante su estada de diez años en Europa que ese espectro de estilos se amplió mayormente hacia un lado pop y jazzístico en su propuesta. Se consolidó de esa manera desde los años 2000 cuando inició su camino solista. Moroni es parte de un grupo variado de cantantes chilenas que han tenido experiencia en Alemania: Cristina Gálvez (fusión latinoamericana), Verónica González (world music), Claudia Maluenda (cabaret) y tiempo después Esperanza Restucci (canto lírico).
Sólo superado por la popular cantante argentina María Jimena Pereyra en el debutante concurso televisivo de talentos vocales de TVN, “Rojo, fama contrafama”, Leandro Martínez (su nombre real es Sergio Martínez) saltó desde el set para ubicarse como el nuevo gran exponente de la balada latina AM, tras la generación de cantantes que dominaron los '90: Santos Chávez, Álvaro Véliz o Douglas. Martínez fue uno de los favoritos durante todo el período de vigencia del semillero y alcanzó resonancia entre el gran público con sus álbumes editados por BMG, Todo lo que soy (2003) y El deseo de amar (2005).
Un gran frente de zampoñas respaldado por bombo y tambor es la formación de Manka Saya, un conjunto de proyección folclórica iniciado a fines de los años ’80 y dedicado a la tradición musical del pueblo aymara. Zambos caporales, kullahuas, takiraris, huaynos, huaylas, morenadas, cumbias andinas, saltos de diablos y otros ritmos forman el repertorio del conjunto, que debutó en la peña Chile Ríe y Canta en abril de 1988, con el apoyo personal de René Largo Farías, y que desde entonces acumula un importante registro de discos, presentaciones en vivo y varias giras fuera de Chile.
Destacados por el aire blusero de su sonido, temáticas de amor y dos hiperdifundidos singles radiales, La Rue Morgue fue una de las bandas con mayor resonancia en el prolífico rock chileno de la segunda mitad de los '90. El cuarteto, sin embargo, no pudo sobreponerse a la baja respuesta de su segundo disco, y se desperdigó al poco tiempo después, en una baja de actividad que coincidió con la crisis discográfica chilena. El receso de tres años se interrumpió a comienzos del 2000, cuando con un cambio de integrantes, la banda regresó a los estudios con el fuerte apoyo de una multinacional, en una aventura que luego posibilitó esporádicas reapariciones, que se fue apagando paulatinamente avanzada la década. Desde 2017 a 2022 su líder Francisco Valenzuela se presentó con el nombre del grupo, hasta su fallecimiento a los 53 años.
Entre las bandas que han entendido al pop como un género de propuesta y fusión, Astro destaca por un sonido luminoso y atrevido. Ser carismáticos en vivo y minuciosos en el estudio ha ayudado al grupo a definir rápidamente un carácter, que ya acumulaba elogios y recomendaciones incluso antes de la publicación de su primer álbum. Una intensa promoción internacional, con giras constantes al extranjero, ha sido otro de los rasgos de trabajo distintivos del cuarteto que en el primer semestre de 2016 anunció sorpresivamente su separación, aún con fechas y proyectos agendados.
Cuando en diciembre de 1988 se estrenó en Santiago La Negra Ester se largaba no sólo uno de los fenómenos teatrales más significativos en la historia de las tablas en Chile, sino también se afirmaba la puesta en escena de música que llegaría a ser entrañable. En ese montaje del director Andrés Pérez para la narración en décimas de Roberto Parra, se desplegaba el trabajo de la compañía Gran Circo Teatro junto a la interpretación en vivo de un trío con nombre de gran ensamble: La Regia Orquesta era un conjunto comandado por Cuti Aste, y que en las primeras temporadas de la obra incluyó también a Álvaro Henríquez y al trompetista Jorge Lobos. El propio Roberto Parra acompañó la preparación de su trabajo musical, recorrido de folclor, jazz, bolero y tango bajo auténtica clave de jazz guachaca.
Discos y proyectos digitales certifican el paso de Dr. Q por la composición electrónica chilena. El seudónimo fue elegido hacia 1998 por el diseñador Francisco Fábrega, profesional vinculado por años a la producción audiovisual, y que en conjunto con el DJ Fat Pablo decidió entonces dejar registro de su avanzada técnica sobre la programación y el manejo de samplers. Dr. Q (2000) fue el nombre de ese primer álbum, sucedido cinco años más tarde por Litoral, trabajado en esa ocasión como un proyecto solista de Fábrega. Además de un clima envolvente y de suave electrónica, del álbum destacó una lista de créditos que incluyó la colaboración de gente como Carlos Cabezas, Arlette Jequier y Rosario Mena. Sus voces se encajaron a las programaciones instrumentales ya compuestas por Fábrega, quien prefiere verse a sí mismo como un «ambientador sonoro», para el cual música e imagen surgen como parte de un mismo concepto. Dentro de su trabajo musical deben también contarse el disco Orquídea (2004), a dúo entre Fábrega y Miguel Tutera, y la musicalización de las obras teatrales Jesús se subió al metro (2002) y La señorita Julia (2003). Es suyo, además, el videoclip para "Lo mejor de ti", uno de los singles del aplaudido debut solista de Carlos Cabezas. En período de pandemia, subió a plataformas y una web propia un proyecto en permanente desarrollo: Bandas Sonoras para Películas Inexistentes es definido por el creador como «un estudio de luz, tiempo y sonido, basado en la contemplación de las cosas que ocurren a nuestro alrededor inmediato, en un lapso de tiempo, y su repetición a modo de mantra meditativo, visual y sonoro».
El que fue el trompetista estable del grupo Feria ha sido mucho más que un músico de sección de bronces. En efecto, gran parte de su etapa formativa la desarrolló practicando grooves adjuntos a una banda pop. Pero su perfil de improvisador jazzístico lo orientó en definitiva hacia otros ámbitos justo en una época de revitalización de las trompetas (que en relación a los saxofones, habían sido siempre muy escasas).