Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Jaime Ciero

La composición de canciones ha guiado hasta ahora el trabajo musical de Jaime Ciero incluso más que la interpretación. El cantautor ha desarrollado su trabajo en Chile y Estados Unidos (ha residido en Los Angeles, California, desde los años noventa) y ha ubicado su nombre en los créditos de éxitos radiales de Ariztía, María José Quintanilla, Luis Jara, Bárbara Muñoz y Alberto Plaza (a veces a solas y otras en coautoría). La balada-pop y canción romántica conforman su género de trabajo, tanto en la autoría como en la grabación propia, según quedó en evidencia en su disco Volar (2007).

Loretto Canales

Loretto Canales es una de las más técnicas y poderosas voces de la década de 2000, categoría que quedó expuesta mucho antes de editar su debut, Loretto (2012). Fue en el lapso que va de 2002 a 2009, cuando apareció como corista en diversos proyectos: desde el pop latino y la balada romántica hasta la música tropical, pero sobre todo a partir de su llegada a una nueva partida de artistas de soul y R&B, con un caudal vocal propio de alto alcance y potencia.

Tomás González

Un trabajo persistentemente solista y un vínculo firme con el teatro caracterizan hasta ahora el trayecto musical de Tomás González, cantautor y multiinstrumentista, que en sus composiciones puede mostrar tanto ecos de trova como fusión étnica y visos de electrónica.

Paolo Salvatore

La popularidad de Paolo Salvatore viajó permanentemente entre España y Chile, y lo mantuvo como figura de la canción romántica en mercados cruzados y con un éxito considerable y de larga duración. Hits suyos como “La ladrona”, “La playa está vacía”, “El tomavista” y “El bikini amarillo” son emblemas del tipo de melodía adherente y sencilla que adopta los tópicos de las vacaciones junto al mar y se acomoda en el subgénero de «canción del verano», del cual Salvatore fue muchas veces soberano.

Nico Carreño

Cantautor originario de Rancagua, distingue un estilo poco habitual, iniciado en el formato trova, a pura guitarra y voz, pero ampliado con los años en elementos y referencias, incluso del jazz o el rock progresivo. Su formación ha sido, también, atípica. Luego de un año de estudios universitarios de Música en Valparaíso, optó por perfeccionarse junto a profesores particulares; entre ellos, musicos tan destacados como Juan Antonio Chicoria Sánchez, Camila Meza y Federico Danemann. Hoy mantiene una labora autogestionada, como parte del catálogo del sello independiente Mescalina. Si con el disco Heterónimo (2020) llamó la atención con un pop imaginativo y de letras inteligentes, con ISRS (2024) terminó de certificar una de las voces más frescas de su generación, hábil en la articulación de suavidad y fuerza, y en un trabajo armónico delicado y exigente. Aunque su camino es el de un solista, su trayectoria acumula hasta ahora diversos cruces de colaboración: Orquesta Marga Marga de Valparaiso y Javier Barría, entre otros. «Empecé a abrir un poco la forma canción que tenía más interiorizada de la veta de Silvio Rodriguez o Jorge Drexler, por ejemplo, hacia otras estéticas: desde Radiohead a la música impresionista de Ravel o Debussy o el jazz de Esperanza Spalding», explica. Destaca, también, el cuidado puesto en la palabra, marcada ya en su debut con una musicalización de un poema de Óscar Castro (el single "Raiz del canto").

Vonerick

En medio de la moda del britpop, Vonerick levantó sus primeros acordes. Un único álbum (Eterno milagro, en 2003) y dos minidiscos (los EPs Selva y Quiero tener un amplificador con las perillas de una cocina), fueron el balance de su trayectoria. «El disco tiene canciones más rápidas, pegajosas a la primera. Lo que hemos creado después está más ligado al intimismo y la nostalgia», explicaron sobre su sonido. Después de recorrer varios locales santiaguinos, hicieron promoción en medios mexicanos como Rocksónico, pero Vonerick terminó por diluirse poco más tarde, sin plasmar más de esos nuevos sonidos nostálgicos.

María Magdalena

María Magdalena Valdivieso es María Magdalena, figura de un pop contemporáneo que cruza la electrónica, la canción bailable y la reutilización de los teclados y las guitarras eléctricas. Se inició como solista en 2011 con un proyecto que también incopora el diseño gráfico y el diseño escénico, y que ha transformado la música y el sonido en una experiencia visual. Debutó con el disco María Magdalena (2012), trabajo producido por Miopec y que tuvo canciones como "Dulcera" y "María bonita"; y pronto contratacó con CVMC (2013), producido esta vez por Pol Infante (Efectos Espaciales, Compiuters), con singles como “Cada vez más cerca” y “Niñas hardcore”. Ha actuado en Lollapalooza y ha realizado giras por Sudamérica y Estados Unidos.

Tronic

Como «el grupo punk que revoluciona a los adolescentes» fue descrito una vez Tronic por un diario chileno, a propósito de un agitado concierto de la banda que tuvo lugar en un muy rígido colegio privado. La apreciación puede no ser precisa, pero indica cuánta relevancia ha tenido entre el público joven la música simple, urgente e insolente de este trío fundado con ex integrantes de las bandas pop Gufi y Glup!, y que durante más de dos décadas lleva sosteniendo su difusión sobre conciertos frecuentes y alta rotación en radios juveniles. Con vaivenes en su formación y difusión, y un traslado a México el año 2010, Tronic es una de las bandas más representativas en la década de 2000. Con el tiempo, se ha ido dando un fenómeno que titula su álbum 2025: Traspaso generacional.

Jardín Secreto

Poco más de un año después de la primera disolución de Los Prisioneros, el baterista Miguel Tapia regresó a un estudio de grabación. La incondicional confianza de un sello multinacional le daba ánimo para desarrollar lo que desde hacía un tiempo venía diseñando con Cecilia Aguayo, la tecladista que había acompañado la última gira del grupo sanmiguelino: un grupo tecno-pop anclado en la tradición de la música chilena. Le llamaron Jardín Secreto, y pudieron avivarlo por un total de cinco años y dos discos. Sin embargo, la escasa repercusión radial del grupo, que nunca quiso ser considerado de elite, terminó por dirigir a sus integrantes en proyectos individuales.

Breaking Forms

Como pareja musical y sentimental, Nicole L'Huillier (Cóndor Jet) y Juan Necochea (Picnic Kibun) formaron el dúo pop Breaking Forms. En 2015 editaron sus primeras canciones en el disco EP Uno.

Sin Instrumento Alguno (S.I.A.)

El hardcore punk que nace en las esquinas de altos bloques de concreto y entre el ruido de autos manejados con violencia no siempre está más expuesto que el que llega desde la periferia de la urbe caótica. La prueba es S.I.A. (Sin Instrumento Alguno), una banda oriunda de Paine, en la provincia de Maipo, que desde 1998 viene llenando la cartelera nacional de conciertos y viajando región por región para tocar con persistencia.

Constanza Despouy

Evidentes habilidades técnicas en la aproximación a la balada R&B hacen de Constanza Despouy una de las voces fuertes en el arranque de la década de 2010, como la más joven de una partida de solistas afines como Loretto Canales, Carolina Plaza, Martina Lecaros o K-réena. Su disco Atrévete (2010) dio estas señales con canciones como “Di lo que sientes”, “Volver a verte” y “Déjame ir”. Despouy fue alumna de canto popular en la Universidad de Chile y tuvo un paso previo en la escuela de Myriam Hernández, pero se consolidó técnicamente en Projazz, como discípula de Ana María Meza. En 2008 dio sus muestras de manejo de la canción R&B, soul y funk al ganar un festival de voces en Ñuñoa con “Respect”, clásico de Aretha Franklin y al año siguiente inició su trabajo junto a Carlos Corales en la producción de su disco debut.

Álex Anwandter

Aunque su inicial trabajo como fundador y líder de Teleradio Donoso lo enfrentó a promisorios comentarios sobre el futuro de su banda, Álex Anwandter en definitiva optó por consolidarse como cantautor y productor solista, y todo indica que fue una apuesta acertada. Luego de su decisión de pulir a solas su trabajo pop, en 2009, el músico consiguió casi inmediata atención internacional, y sus grabaciones han probado apelar a inquietudes universales de afirmación, identidad y afecto juvenil. Además de su trabajo en la música, Anwandter ha concretado su gusto por la realización audiovisual en la dirección de videoclips y cine (su filme Nunca vas a estar solo se estrenó en 2016), y en 2024 incluso publicó el libro de poesía Mil noches de Sudamérica. Como productor, su nombre está en los créditos de discos de varios nombres chilenos, y de figuras regionales como la argentina Juliana Gattas y la mexicana Julieta Venegas.

Ceaese

Desde el inicio del interés masivo por el trap y sus protagonistas, Ceaese fue uno de los nombres con más atención sobre sí. La ha justificado con versos, entrevistas y publicaciones de inteligente propuesta, y su disco Utopía (2018) ha sido ineludible para comprender el fenómeno en Chile. En poco tiempo, la trayectoria del joven criado en Ñuñoa se ha caracterizado entre otras cosas por su material incesante, de una extensa discografía y permanentes colaboraciones: DrefQuila, Gianluca, Polimá Westcoast, Jonas Sanche, Young Cister, Seo2, Jonas Sanche y Bronko Yotte; además del cruce puntual con bandas de otros estilos, como Moral Distraída y Planeta No.

Michelle Finkelstein

Michelle Finkelstein es una de las voces femeninas del pop romántico que puso en vitrina el productor Javier Domínguez a comienzos de 2010, una partida de nombres que presentó a las entonces veinteañeras Camila Carlevarino, María de los Ángeles Colas, Paula Awad y Carla González. Todas ellas editaron discos, pero Michelle, que por entonces se presentaba solo con su nombre de pila, publicó sus primeras canciones al cumplir los 30 años. La más importante fue "Hoy", el adelanto de su primer álbum solista.

Pie Plano

Con la confianza ganada por su trabajo previo junto a Aparato Raro, el baterista Juan Ricardo Weiler y el guitarrista Boris Sazunic consiguieron en 1987 grabar para EMI el disco de su nuevo proyecto de pop de sintetizadores. Sin embargo, la salida de ese debut, Ciudad moderna, encontró un clima adverso para el pop chileno, y Pie Plano alcanzó sólo difusión discreta para los singles "Vendedores de la nada" y "Cantante pop". Su historia es tan rápida como breve.

Salas F.C.

Integrantes y exintegrantes de agrupaciones y bandas como Ensamble Escondido y Astrolabio conforman desde 2019 Salas F.C., conjunto centrado en la construcción de canciones bien sostenidas en sí mismas, de recursos austeros pero energía melódica firme. El nombre del conjunto es una doble cita a los vínculos familiares al interior del grupo y al entusiasmo futbolero compartido por los integrantes. Territorio virgen (2022) fue su primer álbum, continuado más tarde con nuevas grabaciones, shows y colaboraciones.

Nelson Laplagne

Saxofonista de jazz y fusiones, Nelson Laplagne ha explorado una creatividad moderna que involucra la base jazzística y las variantes del funk, la electrónica y la fusión de las raíces musicales latinoamericanas. Además ha incursionado en la gestión cultural y es el impulsor del San Bernardo Jazz Fest, que se realiza en el Parque García de la Huerta de esa comuna al sur de la capital donde Laplagne nació.

Rubio

Involucrada por muchos años como baterista estable de bandas de rock (Fármacos, Picnic Kibun y, sobre todo, Miss Garrison, donde además fue cantante), Francisca Straube terminó con el tiempo por asentarse como solista, bajo el seudónimo de Rubio y a cargo de un sonido de mayor experimentación y búsqueda que el que había transitado hasta entonces. En Rubio, la músico santiaguina ha explorado sobre todo en máquinas, secuencias y su propia voz, articulando una propuesta amplia que también le otorga importancia a su envoltorio visual. Parte de su historia al respecto la ha desarrollado como inmigrante, en España y en México.

Ruch

Ruch fue presentado en 2006 como un nuevo proyecto «de los cerebros de La Ley», pues tras su conceptualización de guitarras eléctricas, profuso maquillaje y caracterizaciones estuvieron Rodrigo Coti Aboitz y Alejandro Sanfuentes, respectivos ex tecladista y manager de ese grupo pop. El grupo fue originalmente un cuarteto, pero al poco andar derivó en un dúo, y no pudo sostener demasiado tiempo ese quiebre. La banda legó un único disco, aunque varias de sus integrantes siguieron vinculadas luego de otro modo a la música.