Música experimental
La música experimental describe las manifestaciones que están detrás de los bastidores y cuyo gesto estético trasciende más allá de los modelos de una música convencional y comercial. En un permanente desafío a las normas de creación comunes, las variantes de la música experimental se multiplican y avanzan en distintas direcciones: desde la composición docta contemporánea y los experimentos en laboratorios de sonido, hasta la improvisación libre, el ruidismo, el jazz vanguardista y la creación a través de cintas magnetofónicas y de soportes digitales, sin omitir la diversidad del arte sonoro o, simplemente, la música creada con las armas tradicionales del rock.
Desde inicios de la década de 2000 Diego Morales se mantiene activo como productor de música electrónica, discjockey y miembro de la banda de sicodelia latina Fredi Michel, además de desarrollar una discografía propia y ser parte de bandas de apoyo de músicos como la cantante Javiera Mena.
Escritor de la generación de comienzo del siglo XXI, Carlos Labbé ha desarrollado en paralelo una búsqueda a través de diversas fuentes musicales y sónicas, desde el pop independiente, el rock experimental, la música de baja fidelidad y la electrónica. Desde su primera novela, Pentagonal: incluidos tú y yo, publicada en España, ha editado un serie de discos que dan cuenta de este trabajo de laboratorio.
Dirigido por el pianista y compositor Lucas Schlotfeldt, el Ensamble Escondido es un conjunto de cámara que recorre el jazz contemporáneo, la música docta y la improvisación, aunque también ha aproximado su música, sumamente ecléctica, a aspectos identificables con el pop y la electrónica. Nació como proyecto a partir de los "conciertos escondidos", una experiencia de música en lugares alternativos a los espacios establecidos. Por lo general patios de casas, salas de estar o departamentos, una práctica que comenzó a tener más peso a mediados de la década de 2010 por esa nueva comunidad de músicos y auditores que no encontraban escenarios afines a sus discursos. El propio Lucas Schlotfeldt comenzó a tocar el piano en conciertos escondidos, hasta que se fueron sumando músicos, lo que desembocó en el Ensamble Escondido. Sus primeros álbumes fueron publicados por el sello Narval con música para sexteto: Locomotora (2019) y Lejos (2021), con el que obtuvo un premio Pulsar.
Julio Denis es uno de los más bateristas más modernos del jazz de la década de 2000 y evidentemente uno de los aventajados seguidores del concepto de percusión desarrollada por el baterista Andy Baeza. Junto a Arturo Salinas y Nicolás Ríos, Julio Denis impuso también su presencia entre los solistas adiestrados por Baeza y que luego aprovecharon los espacios musicales integrando series de proyectos, ensambles, pequeñas orquestas y conjuntos de club. Denis ha sido sideman de los guitarristas Gabriel Feller, Jordi Adriazolla y Gastón Apablaza, la contrabajista Alejandra Santa Cruz, la cantante Paz Court e integrante de las orquestas creativas de Ramiro Molina y Esteban Sumar, además de integrar el trío de jazz-funk y música electrónica El Bueno, el Malo y el Feller.
El paso de la electrónica intuitiva a la electrónica académica ha marcado el derrotero de Alejandro Albornoz (también presentado como Mankacen), compositor, improvisador, artista sonoro y visual e investigador que participó en la revitalización de la música electroacústica chilena desde mediados de los años 2000, y junto a compositores como Federico Schumacher y José Miguel Candela, principalmente con la puesta en marcha del festival Ai-Maako. Su ciclo de tres álbumes titulado Fluctuaciones vino a registrar los tiempos en que Albornoz se instaló en forma definitiva entre esa generación de autores de música acusmática.
Un poeta-músico o un músico-poeta es Mauricio Redolés dentro del arte contemporáneo chileno, dependiendo de a quién se le pregunte o qué formato se privilegie en el análisis. Hay libros y discos en el trayecto profesional de este hombre que ha pasado gran parte de su vida como vecino del capitalino barrio Yungay, aunque también canciones que se cruzan con poemas (y al revés) y que quizás sea mejor no clasificar del todo. El propio Redolés se ha definido, sencillamente, como «un poeta que tiene una gran admiración por el rock», y desde esa cruza ha inscrito observaciones inolvidables y agudas sobre la cultura popular chilena, de un caracter autoral distinguible y hasta ahora incisivo.
Compositor académico formado en la tradición de música clásica-contemporánea, Andrés Quezada también es baterista, fundador del sello Narval (Ensamble Escondido, Francisco Riffo, Uzumakivala, Gachapón), y creador, director, compositor y eje de Narval Orquesta, ensamble asociado directamente con dicha editorial. Desde la batería ideó este ensamble de librepensamiento musical que tuvo la particularidad de atravesar los territorios muy diversos sin situarse en ninguno en particular: la música de cámara, la música experimental, el jazz avant-garde e incluso el indie pop.
La del dúo Code es una de las experiencias más peculiares de la música improvisada chilena. Demasiado experimentales para el mundo popular, y demasiado libres para la academia, Enrique Siqués y Christian Hirth han abrazado el manido concepto de música experimental como una brújula abierta al permanente asombro. Su sonido debe abordarse, así, como una aventura, que excede por mucho el alcance de un par de parlantes y puede adentrarse, por ejemplo, en el paisaje o la arquitectura. Su trabajo es una permanente confirmación de su confianza en que «la música está en todas partes». Se trata de una sociedad de trabajo intermitente entre Hirth, también baterista de los grupos MediaBanda y Yonhosago, y Siqués, quien ha desarrollado una carrera como fotógrafo.
Proyecto pionero de improvisación libre y música concreta encabezado por el músico "intuitivo" Fernando Mansilla y el compositor docto y activo ejemplar de la música avant-garde Raúl Díaz. Desde una escena subterránea desarrollaron su discurso a partir de una música creada con objetos de la vida cotidiana, trastos, artefactos y elementos en desuso, además de instrumentos musicales. En los inicios de la década de los 2000, sumaron al saxofonista de free jazz Edén Carrasco.
El cruce entre una formación particular como instrumentista, de compositor en academias y la colaboración con músicos pop encauza el particular camino creativo del cantautor Juan Pablo Abalo, quien diversifica su trabajo entre proyectos solistas —para disco y escenario—, la asociación con otros autores e intérpretes y también algunos años como comentarista musical para medios. Es una vocación amplia y diversificada, que el autor aborda sin ansiedad: «He pasado por muchas músicas, y modos de pensarla, y gustos y convicciones», explica. «Es un proceso legítimamente lento, pero enfrentado a un modo de escucha. En ese desfase, lo difícil es encontrar la voz propia».
En construcción.
Guitarrista rock, jazz y avant-garde, compositor e improvisador, Diego Aguirre apareció hacia el año 2000 como integrante de la primera MediaBanda. Su guitarra se escucha así en los tres discos iniciales de este grupo, editados entre 2004 y 2010. Como nombre propio, Aguirre ha sido uno de los músicos que más intención puso en los registros de una música en contínuo florecimiento, y desde el ángulo de la composición propia su proyecto reunió activamente la música creativa y la poesía, observando la obra de distintos autores chilenos, entre ellos Gonzalo Millán, Waldo Rojas y Mauricio Redolés.
El guitarrista Alberto Cumplido fundó Quarto Mundo en Barcelona en 1984. Un proyecto de ensamble de cámara —de intermitencia entre actividad y silencio— ideado como una vía de acceso y proyección de cierta música de su catálogo que no estaba escrita para guitarra solista, duetos (con el percusionista Ricardo Vivanco) o tríos de jazz contemporáneo.
El cruce entre tradiciones ancestrales y lecturas contemporáneas ha sido un ejercicio constante en el trabajo de Maco, un compositor, intérprete e investigador que desde fines de la década de 2010 ha desplegado su trabajo en ámbitos diversos, desde el pop de Gepe hasta la experimentación con electrónica e instrumentos prehispánicos.
Poeta, académico y músico experimental, Felipe Cussen ha trabajado en torno a la poesía sonora, tanto de manera independiente como en asociaciones, como la Orquesta de Poetas. Su trabajo musical se ha volcado al uso de la electrónica y su primer disco es Quick faith (2015). La alianza con el músico Richi Tunacola (en el dúo Cussen & Luna) ha avanzado por sesiones presenciales y a distancia de improvisación sobre máquinas entre ambos, ordenadas en parte en 2020 en un disco presentado por el trío The Keith Harings (también con Usted No! a bordo), bajo el título Latency sessions y con varios invitados en arreglos y remezclas. La presentación del álbum es elocuente de sus particulares circunstancias de trabajo en pandemia: «The Keith Harings agradece la alta latencia, súbitas fallas y baja resolución suministradas por nuestra compañía de internet, Movistar, que hizo infinitamente más difícil su trabajo y el de millones de chilenos durante estos meses de confinamiento».
Rock y experimentos sónicos abiertos por completo a nuevas vías de composición guió la historia de Agrupación Ciudadanos, posiblemente la banda de mayor persistencia en la improvisación libre desde los tiempos en que Los Jaivas la convirtieron en marca de sus inicios en Viña del Mar.En algún punto de 1983 Juan Carlos Contreras habilitó una sala de ensayo en el altillo de su vivienda de calle Concha y Toro 30 B. Ahí se congregó una gran cantidad de músicos de diversos estilos y ensayaron ahí bandas pioneras del punk chileno como Pinochet Boys, Dadá y Los Jorobados.
Para el más jazzista de los integrantes de Akinetón Retard, la categoría de "músico incomprendido" dentro de la escena jazzística estuvo lejos de convertirse en un estigma. Por el contrario, este mismo hecho posicionó a Cristián Bidart como un solista ligado a un circuito de avanzada subterránea que permitió que proyectara su propio punto de vista sobre el jazz avant-garde. Su trabajo durante la década de 2010 se amplió, incluso, a investigaciones sobre la percusión chinchinera.
Skuas fue el proyecto de música avant-garde que reunió en París a los músicos que una década antes habían generado la primera experiencia de free jazz en Santiago de Chile: los hermanos Manuel Villarroel (n. 1944) y Patricio Villarroel (n. 1947), y Matías Pizarro (n. 1949). El nombre fue obtenido de un ave que habita en zonas remotas y en ultramar —en la Antártica chilena y las Islas Kerguelen—, y durante diez años de acción en Europa, amplió el rango y el concepto tanto de composición como de improvisación de sus integrantes.
Cuando en un entorno no del todo preparado como el chileno, en 1969 los pianistas Manuel Villarroel y Matías Pizarro orientaban sus sensibilidades hacia el aparentemente hostil free jazz, en la ciudad de Londres otro pianista se abría paso en los mismos ámbitos. Martin Joseph tiene nombre y pasaporte británico, pero su irrupción en la música chilena fue de un impacto tal que ya ha sido incorporado a la cronología de nuestra música contemporánea.
Como «un mix entre investigación e interpretación musical» definen su trabajo los integrantes de La Chimuchina, un grupo de existencia intermitente que ha realizado una labor única en la difusión de instrumentos y formas musicales precolombinas. Su génesis estuvo vinculada a la investigación arqueológica, y en su formación han compartido espacio profesionales venidos de áreas de investigación como la antropología, el diseño, la etnomusicología y la música popular (por la experiencia al respecto de Cuti Aste, el único músico profesional en su formación).