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Los Revoltosos

El intento por ser fieles a la raíz más sucia del blues mantuvo unidos por casi diez años a Los Revoltosos (identificados inicialmente como Revoltosos Guzmanes Swing). Los hermanos Klein y Jando Guzmán armaron la banda apenas se concretó, en el verano de 1996, su salida de Los Peores de Chile, y la desarmaron cuando ese grupo con Pogo en voz decidió rearticularse. Su trayecto fue un fiel y permanente homenaje al blues eléctrico que fascina a los dos hermanos desde su adolescencia.

Homero Caro

Homero Caro es uno de los exponentes que a comienzos de los años '70 conjugaron el canto comprometido con el interés por el folclor y el movimiento de la Nueva Canción Chilena, con la influencia directa y el apoyo de figuras mayores como las de Violeta Parra y Víctor Jara.

Julio Zegers

Aunque suele asociársele al Canto Nuevo, Julio Zegers estaba activo mucho antes de la consolidación de ese movimiento, y sus canciones siguieron derroteros acaso más personales que los de sus compañeros de generación. El Festival de Viña del Mar fue una vitrina importante en su difusión, y hasta hoy el cantautor ostenta el récord de ser el único solista que ha ganado dos veces el primer premio de ese popular certamen.

Osvaldo Jeldres

Llegó a tener inscritas más de doscientas composiciones, varias de ellas éxitos nacionales sobre todo en los años '60 y '70 y una de las cuales alcanzó una circulación global y postmoderna. Osvaldo Jeldres es el autor y compositor de canciones como "Si me miran a los ojos", "Llorando en el andén", "Pero más vale el amor" y la reconocible "El rey y yo", cuya versión original fue grabada por Los Ángeles Negros y ganó celebridad extra cuando el trío neoyorquino de hip-hop Beastie Boys sampleó parte de la canción en 1998.

Santa María

Santa María tiene denominación «de banda» mas dirección solista, específicamente la de Rodrigo Santa María. No es lo único atípico en el camino de esta cantautor santiaguino, de profesión arquitecto, parcial rutina como profesor universitario y orfebrería de canciones para discos propios y también al servicio de montajes teatrales y películas. El rock suave de sus composiciones es natural en quien se apoya en la guitarra como principal instrumento y en la tradición de rock argentino como referencia; atractiva, según dice, por su firmeza y la melancolía de sus letras.

Raquel Barros

Es una de las maestras mayores en la investigación y la difusión del folclor en Chile. Raquel Barros Aldunate, intérprete, recopiladora, profesora, directora de conjuntos, autora de ensayos y libros, fundó en 1952 la Agrupación Folklórica Chilena Raquel Barros, precursor grupo de cantos y bailes dedicado a la proyección folclórica en nuestro país; fue parte desde 1958 del Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile y llegó a celebrar en 2012 las seis décadas de trayectoria de la Agrupación. Murió en 2014, a los 94 años, con un cuantioso patrimonio musical, escénico, discográfico y documental legado tras una vida dedicada en cuerpo y alma al folclor y sus tradiciones.

Verónica Jara

Verónica Jara es una cultora del canto latinoamericano y la música de raíz folclórica, que ella expone a través de una propuesta de fusión. Autora, compositora, intérprete y educadora, su nombre tuvo un primer eco en la música chilena en 1998, cuando obtuvo el premio a la mejor intérprete de la competencia folclórica en el Festival de Viña del Mar. En esa oportunidad cantó la tonada punteada "Revoloteando en el alma", junto al grupo Viento. Diez años después, Verónica Jara volvería a competir en esa categoría, con su canción "Yo no tengo la culpa", pieza en 6/8 con guitarra eléctrica que titularía el disco que más representativo de su historial como cantautora: Yo no tengo la culpa (2011).

Alain Johannes

Tal como una escena musical puede acoger como locales a extranjeros asentados en un determinado momento en el país (le sucedió en Chile a cantantes tan diferentes entre sí como José Bohr, Lucho Barrios y Gervasio, por ejemplo), existen aquellos músicos de proyección internacional cuyo vínculo con nuestro país es apenas la línea de inicio de su biografía, casi como una casualidad o un muy breve cruce de circunstancias. Es el caso de Alain Johannes, nacido en Santiago pero criado y educado entre Europa y Estados Unidos, y cuyo desarrollo como guitarrista, baterista, cantante y compositor—relevante incluso para los altos estándares del rock californiano— se dio muy lejos del circuito de espectáculos local. El músico se ha vuelto sin embargo en los últimos años un nombre cada vez más cercano a Chile, en parte por el cariño y admiración de la audiencia hacia su trayectoria, y en parte por su propio interés en mantener de algún modo ese vínculo biográfico. Además de sus álbumes solista, Johannes ha mantenido diversas bandas a lo largo de su vida (la más importante de ellas, Eleven) y ha colaborado como instrumentista y productor con nombres de prestigio mundial: Dave Grohl, Chris Cornell, Queens of the Stone Age, PJ Harvey y Arctic Monkeys, entre otros.

Tito Escárate

La música y la literatura fueron fuentes cruciales de formación para Héctor Tito Escárate desde su infancia, y en su vida adulta este poeta y cantautor ha ido desarrollando de modo autodidacta una actividad que ha tenido siempre esos dos ejes. Su trabajo solista se ha encauzado en los últimos años como parte de colectivos mayores (Muralla China, Tito Escárate & Los Galanes Suplentes), pero también son recordados sus pasos en las formaciones de los grupos Compañero de Viajes y Los Cráneos, desde los años ochenta.

Florcita Motuda

Existen nombres inconfundibles en la música popular chilena, pero el de Flor Motuda es excepcional incluso entre los músicos de más firme identidad artística. Suele definirse a su trabajo como extravagante o experimental, pero acaso su principal valor esté en cómo ha ofrecido una propuesta de reflexión social por completo novedosa; aguda como pocas en su descripción de lo más pedestre de nuestra convivencia.

Carmencita Valdés

Nacida y criada en el Maule, Carmen Patricia Valdés Morales es depositaria de una profunda tradición alrededor de la cantora campesina de rodeos, animadora de campeonatos y figura central en las medialunas rurales. Un oficio que comenzó a cultivar en 1996 cuando cantó por primera vez en el rodeo de Villa Alegre, a unos 25 kilómetros de Linares, su ciudad natal. Ese canto a viva voz de Carmencita Valdés, en espacios abiertos la mayoría de las veces, llegaría al disco recién una década después, con los álbumes El capataz (2006) y Homenaje a un gran campeón (2007), dedicado al jinete Ramón Cardemil Moraga, considerado uno de los mayores nombres del rodeo chileno del siglo XX.

Jorge Prado

Jorge Prado se convirtió en el primer y por mucho tiempo el único cultor de la guitarra portuguesa, el instrumento fundamental en los ensambles tradicionales del fado. En 2014 formó el conjunto Fados al Sur del Mundo, donde también cantó Jorge Coulon (Inti-Illimani), y en 2022 publicó el sobresaliente álbum Saudades de Gabriela. Fue uno de los momentos cúlmines en su historia como músico y resultado de una investigación de la poesía de Mistral que ella escribió en su paso por Lisboa entre 1935 y 1938, musicalizada por Prado en el lenguaje del fado e interpretada por importantes cantoras y músicos portugueses.

Los Viking's 5

Los Viking's 5 son parte de la segunda generación de grupos chilenos de cumbia. Nacidos en Coquimbo, en una zona especialmente prolífica en bandas tropicales, siguieron la huella abierta antes por La Sonora Palacios o Luisín Landáez en la mitad de los años '60, pero a la usanza nortina; esto es, cumbia con guitarra, bajo y batería, y sin sección de bronces. Su historia también es central para comprender el movimiento musical alrededor de una particular cumbia porteña en el Norte Chico.

Hechizo

Aunque el origen de Hechizo se enmarca dentro de la moda de cumbia electrónica o sound producida en Chile a mediados de los años '90, esta banda de Ovalle supo trascender ese fenómeno a lo largo de los años. La composición de canciones propias, la adopción de la etiqueta de "cumbia romántica" y la estabilidad en su alineación han conseguido distinguirla del resto de grupos que cultivan su mismo sonido. Como ellos mismos explican en su sitio web, "Hechizo no cayó en la tentación de la música sound. Ni en el pelo, ni el terraplén".

Regina Crisosto

Iniciada en el año 2000 como una joven voz en el grupo MediaBanda, donde compartió con sus padres, el saxofonista y compositor Cristián Crisosto y la cantante Arlette Jequier, Regina Crisosto Jequier fue tomando vuelvo conforme avanzó la década. Lo hizo tanto al interior de esta orquesta con la que grabó tres álbumes y estuvo a cargo de las canciones pop, como en proyectos independientes. Por ejmeplo, fue integrante de Órfica junto al productor y compositor Jaime Muñoz, proyecto de electrónica y soul, para el que grabó el disco Presente (2010). Y como nombre propio ha realizado una serie de colaboraciones con exponentes del rock, el jazz y la música experimental. Siendo alumna de Berklee, en Boston, elaboró amplios trabajos orquestales con música de Frank Zappa.

Antonio Gubbins

Cantautor de comienzos de los '80, Antonio Gubbins fue parte de los escenarios del movimiento del Canto Nuevo, trascendiendo, sin embargo, esos circuitos masivos gracias al tema "Magdalena Rapa Nui", que obtuvo varios premios en concursos televisivos. Con una prehistoria rockera, en el grupo The Apparition, Gubbins se retiró de la música a fines de los '80, para regresar en 1998 con un disco autoproducido, donde revisó su propia historia, en un ejercicio casi personal, que el denominó Intimo. Hoy está retirado de la actividad musical profesional.

Richard Rojas

Ligado desde siempre a la raíz tradicional chilena, el nombre del compositor y folclorista Richard Rojas ha estado presente desde los años de expansión de los primeros conjuntos de proyección folclórica, en la década de 1950, hasta su participación en certámenes como el histórico Festival de la Nueva Canción Chilena (1969) o la competencia folclórica del Festival de Viña (1981). Como parte de los grupos Lonquimay y Lonqui , que en rigor fueron extensiones de su trabajo personal, tiene varias huellas fundamentales en la canción chilena. "Linda la minga", "La resfalosa del pan" y "La chilenera" son tres canciones inmortales que dejó en el cancionero chileno.

Carlos Dávila

Peruano de nacimiento pero porteño por adopción musical, Carlos Dávila Galarza es uno de los integrantes de La Isla de la Fantasía, elenco de Valparaíso que ha mantenido vivas las tradiciones de la canción popular del puerto. Hasta su muerte en 2011, este guitarrista y cantante aportó al conjunto la experiencia de más de medio siglo de música y vida compartida con la cantante Silvia Pizarro, más conocida como Silvia La Trigueña.

Portavoz

Forjado en los circuitos hip-hop del norte de Santiago durante la década del 2000, Jorge Andy Ferrer Milanao es Portavoz, uno de los principales nombres de su generación. Sus rimas hablan de amor, de historias de vida o de política, y han penetrado en públicos que exceden los espacios del rap. "El otro Chile”, “Desde” o “Solo para ti”, acumularon millones de visitas en plataformas de streaming, se escucharon en fiestas, en actos políticos y en tomas estudiantiles. Sus escenarios han sido sindicatos de regiones, festivales de hip-hop, Lollapalooza y países de Europa y América. Ante todo, Portavoz se ha definido como parte de la comunidad rapera chilena y además de integrar el grupo Salvaje Decibel, ha colaborado o ha invitado a sus canciones a varios nombres del rap chileno.

La Saga

La Saga fue un proyecto que exploró el jazz latinoamericano durante la década de los 2000 y fue conocido primeramente como el grupo del saxofonista Eloy Alquinta, el segundo hijo de Gato Alquinta, fallecido en 2004, apenas un año después del emblemático músico de Los Jaivas. Fue parte de una oleada de agrupaciones que adoptaron la improvisación jazzística desde esa perspectiva de las raíces: Apus Jazz Bank, Motete, La Otra Tierra, Fusión Judá, La Pincoyazz y Sur, prácticamente todos descendientes cercanos o lejanos de La Marraqueta como cultores de la llamada “fusión criolla” o “fusión chilena”.