Pop
Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.
Presentada como "la princesa del pop galáctico", las diversas facetas creativas de la franco-chilena Alex June la han situado en una vanguardia musical desde cierto underground, que comenzó a tener mayor visibilidad sobre la última parte de la década de 2010. Cantante, compositora, productora, DJ y dibujante, ha desarrollado una propuesta musical en paralelo a una visual, para una música pop de diversos matices: desde el dream pop y el electropop hasta el canto lírico. Alex June plantea una idea que crea universos estéticos muy propios, llenos de misticismo, que ella ha denominado "pink-dark-world".
Antonio y Miguel Zabaleta dejaron huella en el cancionero nuevaolero de la primera mitad de los años '60. Como socios fundadores de Los Red Juniors, los hermanos inscribieron varios hits radiales, entre ellos "Al pasar esa edad", compuesto por Jorge Pedreros y Hugo Beiza, y convertido más tarde en un himno generacional.
MKRNI (o también Makaroni) es un trío de pop que nació el año 2008, cuando se unieron tres músicos que se encontraban en pausa dentro de sus respectivos proyectos. La artista visual Elisita Punto venía llegando de una larga residencia en Estados Unidos, donde había trabajado con Nutria. Marcelo Peña (Miopec) estaba en un receso con Tobías Alcayota, y a ellos se sumó Sebastián Román para sellar este proyecto forjado sobre todo en fiestas y pistas de baile. En su primera época editaron tres discos en esa línea, consiguiendo un importante público seguidor, y presentándose en Lollapalooza. El año 2014 editaron el disco Canciones –que ellos mismos definieron como "más tranquilo"- revelando una versatilidad que los haubicado como uno de los principales y más atractivos nombres del electropop chileno.
Cuatro músicos que en diferentes momentos fueron integrantes estables del grupo La Ley se reunieron a fines de 2016 decididos a continuar con un trabajo de composición, grabación y conciertos, en otras circunstancias y con otro nombre. Su unión estuvo sobre todo impulsada por el súbito quiebre que tuvo La Ley ese año, una banda en la cual se mantenían activos Mauricio Clavería y Pedro Frugone hasta que —según la versión de ambos— el cantante Beto Cuevas anunció unilateralmente la separación. Ambos músicos convocaron entonces a sus ex compañeros Luciano Rojas y Rodrigo Coti Aboitiz (activos también ellos en Saiko y The Plugin, respectivamente), y a Ignacio Redard como cantante. Nació así Díacero con la intención de una veta creativa nueva, afirmada con un disco propiamente tal en 2019, aunque interrumpida por diferentes razones al poco andar.
Juanita Moore fue Juanita La O cuando presentó su primer álbum, en 2017, con canciones de un pop melancólico y sonidos oscuros, de vínculo folk. Pero ha habido otros nombres antes y después de ese LP. En 2014 había presentado el EP Juanita Moore, con su nombre civil, y una década más tarde volvió a difundir su música, esta vez como Ilusa Club (Potencial, 2024). La chilena vive en Madrid desde 2022, donde ha seguido estudios de producción musical y se ha acercado al trabajo con la electrónica.
Michelle Finkelstein es una de las voces femeninas del pop romántico que puso en vitrina el productor Javier Domínguez a comienzos de 2010, una partida de nombres que presentó a las entonces veinteañeras Camila Carlevarino, María de los Ángeles Colas, Paula Awad y Carla González. Todas ellas editaron discos, pero Michelle, que por entonces se presentaba solo con su nombre de pila, publicó sus primeras canciones al cumplir los 30 años. La más importante fue "Hoy", el adelanto de su primer álbum solista.
No tuvieron una relación musical directa con los grupos que a comienzos de los años '70 fusionaban las influencias del rock con los instrumentos acústicos del folclor, pero Frutos del País pertenece a la generación que en tal momento hizo un cambio de guardia para esta música en Chile. Por genealogía, fueron la continuación de bandas de la década previa, como Los Picapiedras y los Beat 4. Sus dos discos, Frutos del País (1972) y el más inadvertido Y volar... y volar (1974) describieron una trayectoria breve pero inmortalizada por uno de los auténticos y más reconocibles himnos de la historia del rock en Chile: la balada "Sin ti", caracterizada por el órgano Hammond del tecladista Hugo Raymond y por la letra evocadora del cantante Reinaldo Rhino González.
Miguel Piñera fue un personaje singular dentro de la música popular chilena, aunque la mayor parte de su relevancia pública vino de fuera de las órbitas musicales. Con una apariencia hippie y artesanal, irrumpió en la escena musical a comienzos de los '80. La canción del grupo Agua "La luna llena" (compuesta por Nelson Araya), fue reinterpretada por Piñera, y la convirtió en la punta de lanza de su fugaz fenómeno musical, en un repertorio donde también sumaba canciones de Violeta Parra, Congreso y otros autores chilenos y latinoamericanos . Llegó incluso al Festival de Viña del Mar, pero en los años sucesivos su celebridad provino de sus oficios de empresario y de personaje de la farándula, aunque se presentó regularmente como músico en locales de su propiedad y se mantuvo grabando canciones. Tras ser diagnostocado de leucemia, falleció en el verano del 2025 a los 70 años.
La explosión del j-pop (pop japonés) y la cultura oriental entre los niños y adolescentes tuvo en 2005 al dúo Kokeshi como su primera cara visible mediáticamente, a pesar de que cinco años antes ya existían cultores de la música japonesa, como el dúo ByS Revolution o la cantante y actriz Jessica Toledo.
La música de Lulú Jam! fue una propuesta para apreciarse sólo en parte a través de sus discos. Su esencia audiovisual cargó a sus shows, coreografías, vestuario y videos con parte importante de sus señas de identidad. Su pop cosmopolita, levantado sobre secuencias electrónicas y armonías vocales, confundía citas y épocas en un pulso vivísimo concebido para la pista de baile, aunque no exento de emoción íntima. El conjunto electropop, autodefinido alguna vez como «coral coreográfico», trabajó un tipo de pop que puede considerarse de adelanto a lo que más tarde fraguó en sociedades similares de mucha mayor difusión.
Cultora de pegadizos ritmos bailables que ella ha definido como "electro cumbia uterina", María Paz Artigas toma el nombre de Catártica Animal para proyectar un trabajo como cantante solista, siempre en ese campo de la transformación de la cumbia a partir de la influencia de los sonidos urbanos y otros elementos del pop. En momentos previos integró temporalmente el dúo melipillano de cueca femenina Las Pecadoras, que dejó un marcado acento feminista antes incluso de los tiempos de movilizaciones. El canto de Artigas aparece en el álbum Cuéntame una cueca (2016). "La afro cumbia y los sonidos urbanos son los que nos llaman a la catarsis colectiva. El baile es fundamental para explorarnos y reconocernos", ha dicho la autora de canciones como "Ay corazón" y "En libertad", singles principales del EP Soltar (2019).
No pudo existir una declaración de principios más directa que la juvenil expresión "¡viva la noche!" para una figura pop como lo fue Karen Paola (Karen Liecelotte Bejarano Flores). Su primer álbum llevó el título de Viva la noche (2004), y fue editado a través de Mega, la estación televisiva que contó con el popular rostro de una joven que catapultó al estrellato. Un disco de paso que vino a describir a la eufórica generación adolescente de los 2000 a través de baile, karaoke, búsqueda de la fama y muchas horas de televisión en tiempos anteriores a las redes sociales. Karen Paola fue definida por los medios como "la diva del pueblo".
Una música de auténtica visualidad, que tiene el sello de la cantante Patricia Rojas, marca la propuesta de María Bonobo, grupo creado al interior de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile por un elenco de estudiantes. A menudo representada en la figura de "la banda de los cuerpos desnudos", María Bonobo nació como inspiración espontánea tras la experiencia que significó su show de apertura del concierto de (me llamo) Sebastián en 2015, en la propia universidad. El nombre del proyecto proviene de la influencia del escritor Pedro Lemebel junto al comportamiento sexual de los chimpancés bonobos. Y su música expone signos del rock y el pop, pero también de aspectos de la electrónica de teclados, además de los ritmos urbanos que se impusieron a fines de la década de 2010. En sus discos EP de 2016 y 2019 han trabajado junto a músicos como Pedro Frugone e Ignacio Redard.
Una propuesta pop electrónica de vida breve pero pistas señeras en el circuito local fue la de Redulce, primera sociedad juvenil para Ignacio Redard, quien luego iba a destacar en infinidad de proyectos en la misma línea, a solas y en bandas. El trabajo desarrollado primero junto a Pablo Andulce sobre secuencias y melodías cristalizó con la ayuda de Gabriel Vigliensoni, primero en dos canciones ("Tween boy/girl" y "Car song"), aportadas a los compilados Un paisaje electrónico e Epop esencial (2006), y luego en el álbum Five minute love (2008). Los tracks de ese disco —"todos muy arriba", según Redard— colaban colaboraciones como las de la cantante Sofía Oportot (en una versión en castellano para el antiguo hit estadounidense "When the rain begins to fall") además de varios invitados extranjeros: Cosaquitos en Globo, DKDent, Mr. Pauli y Riviera F.
Inicialmente conocida como figura en el programa juvenil “Mekano” (Mega), Catalina Palacios sobrepasó esas fronteras de la tarde bailable para convertirse luego en rostro de la estación privada. Pero a su primer perfil de bailarina, la «chica angelical», como la llamó la prensa, pasó a ser animadora, actriz y finalmente una cantante audaz. Incursionó en el pop y la balada, mostrando arrojo en las canciones bailables y puesta en escena, y utilizando el nombre de Kata Palacios.
El ritmo de la música dance latina conduce las canciones de Tyanna, figura de la escena del pop que compartió espacios con nombres como Denise Rosenthal, la más bailable Daniela Castillo, Karen Paola y Catalina Palacios. No es casualidad que Tatiana Zambrano —la cantante tras ese pseudónimo— haya sido además una reconocida doble de Jennifer López. De hecho compitió en "Mi nombre es", de Canal 13, interpretando a la diva latina, y esa experiencia derivó directamente en la propuesta de su disco debut como Tyanna, Give me your love (2014).
La Machi es el nombre musical de Eugenia Kena Toledo, cantante porteña y cultora de una música que combina la raíz latinoamericana con influencias del jazz, el pop, el soul y la fusión. Profesora de música y canto, además de arreglista, ha desarrollado toda su carrera en Europa, desde que llegó a vivir allí en 1990 para iniciar sus estudios de jazz vocal, armonía y arreglos en Barcelona, y proyectarse por tres décadas como un nombre de la música chilena fuera de nuestras fronteras.
Menos dulce que Camila Carlevarino y más audaz que Mako, la cantante Paula Awad se integró a esta tríada de nuevas voces pop reunidas por el productor Javier Domínguez bajo la marca Grupoaparte hacia 2009 y que un año después lanzó consecutivos discos radiables. Paula Awad era la más joven de las tres y con su canción “Tú me quieres, yo te quiero”, que grabó junto al rapero Ian2f, terminó por definir ese estilo arrojado y sexual en una chica que entonces apenas sobrepasaba la mayoría de edad.
Audiosuite partió como un proyecto alejado del escenario para después convertirse en una banda como tal, con el paso de varios integrantes por sus filas —incluyendo a Esteban Espinosa, Octavio Bascuñán (Upa) y Christian Cosgrove, de Luna in Caelo— e Iván Quiroz y Cristián Opazo como ejes fijos desde su fundación. Su sonido melódico los emparenta con el ruido y lo etéreo del noise y el dream pop, y siempre estuvo dirigido en voz por cantantes mujeres.
La actriz, compositora y cantante Yenedith Arias escogió el nombre Volcanes Submarinos para un proyecto encaminado hacia la experimentación sonora desde el pop y la canción de autor. El uso de sonidos abstractos y de textos de carácter existencialista caracterizan su música, representada en dos discos de estudio.