Canto Nuevo

El breve lapso que va entre mediados de los años '70 y comienzos de los años '80 bastó para inscribir en la historia a este movimiento llamado entonces Canto Nuevo. Fue la primera respuesta musical surgida en Chile a la represión cultural y general ejercida por la dictadura de Pinochet tras el golpe militar de 1973. Continuación lógica del movimiento previo de la Nueva Canción Chilena pero al mismo tiempo huérfana de ese antecedente a causa del exilio, el Canto Nuevo se articuló en torno a una generación joven de cantores y conjuntos, muchos de ellos surgidos en facultades universitarias, que se iniciaron en peñas, parroquias y actos solidarios desde 1974 en adelante, para transformarse ya a fines de la década en una escena que ganó espacios en el disco, la radio e incluso una televisión sometida a censura en la época.

Isabel Aldunate

Intérprete por definición, Isabel Aldunate es una de las cantantes más versátiles de su generación. Iniciada a fines de los años ’70, ha combinado expresiones como la poesía y el canto comprometido con géneros como el musical y la canción ligera, tanto en sus discos Yo te nombro, Libertad (1984) y Prontuario (1987) como en obras escénicas recientes entre “Valparaíso vals” (2006) y “Gabriela apasionada” (2007), y ha sido además una exponente significativa del trabajo de compositores chilenos como Desiderio Arenas y Joakín Bello entre otros. Ha puesto su registro vocal de soprano al servicio de un repertorio de autores y compositores mayores como Violeta Parra y Patricio Manns y de creadores de su generación, entre los que se cuentan Eduardo Yáñez, Osvaldo Torres, Luis Alberto Pato Valdivia y Desiderio Chere Arenas.

Catalina Rojas

Cantora popular, intérprete y folclorista son oficios que se unen en Catalina Rojas, una artista que ha conjugado las raíces campesinas con escenarios urbanos desde los años '70 a la fecha. Ha trabajado junto a recopiladores del folclor como Gabriela Pizarro y Patricia Chavarría, y fue la más próxima colaboradora de Roberto Parra, con quien se casó y junto al cual se dedicó a cantar en calles y mercados durante los duros primeros años de dictadura militar. Con cuatro discos grabados a contar de 1986 y canciones como el vals "Puerto esperanza", de su hermano Dióscoro Rojas, la cantante actúa además al frente del grupo La Filarmónica de la Cueca y en actividades y escenarios como las fondas y cumbres guachacas cada año.

Agua

En 1982, un grupo de jóvenes vestidos de blanco, subió a tocar instrumentos latinoamericanos al Festival de Viña, con el puro y simple nombre de Agua y una canción "Amanecida", Ese debut, en el marco de la competencia folclórica, fue uno de los pasos finales de este conjunto, cuya carrera se había iniciado ocho años antes, en 1973 en Santiago, y llevó a sus músicos a descubrir y fusionar las raíces latinoamericanas, a radicarse en Brasil entre 1976 y 1980, a escribir un hit popular de los 80, ("La luna llena", que popularizó el cantante Miguel Piñera) y a transformarse en los únicos chilenos que han grabado con el músico brasileño Milton Nascimento. Terminaron su historia en 1982, poco después de su participación en el Festival, y todos siguieron historias musicales por separado. Se reunieron en 1999, y luego se han encontrado muchas veces.

Capri

El movimiento del Canto Nuevo en los años '70, la experiencia internacional del entonces famoso festival de la OTI y una canción popularizada en la época con el nombre de "Oda a mi guitarra" son antecedentes principales en la historia de Capri, una cantante anticipada. Su nombre estuvo entre los primeros en trascender desde los circuitos iniciales del Canto Nuevo al reconocimiento mayor, y cuando varios otros grupos y cantantes de su generación tomaron el mismo rumbo en la década siguiente, la cantante suspendió su carrera en Chile y se estableció en el extranjero. "Oda a mi guitarra" permanece como su primer legado, incluida hasta hoy en varias compilaciones del Canto Nuevo.

Katty Fernández

Con estudios de canto lírico en la Universidad de Chile y de canto popular con la maestra Inés Délano, en plenos años de la dictadura militar Katty Fernández ingresó al movimiento del Canto Nuevo como un joven nombre de este circuito. De la trova pasó a la fusión, colaborando en 1982 con músicos como Joe Vasconcellos y Ernesto Holman, entonces integrantes de la nueva formación de Congreso, y como integrante del grupo Sesión Latina, al que llegó en 1980. Cantó en el programa televisivo "Chilenazo" y participó en el Festival de Viña del Mar. En 2005 publicó su primer disco autoral, Americana criatura.

Cantonuevo

Conjunto inserto dentro de los primeros intentos por restablecer el canto popular en dictadura, y temporal vehículo musical para el cantautor Dióscoro Rojas. Ensayaban en el Taller 666 y se presentaban en locales como los del Teatro Ictus, Taller 666 y el campus El Comendador de la Universidad Católica. Fueron parte de recitales colectivos en el Teatro Caupolicán y la Parroquia Universitaria. El 1 de enero de 1980, la agrupación ofreció un concierto en la capilla del capitalino cerro San Cristóbal.

Schwenke & Nilo

Probablemente la expresión más importante y representativa del movimiento de Canto Nuevo, desarrollado en Chile durante la década de los '80, fueron los valdivianos Schwenke & Nilo, un dúo que mantuvieron por más de treinta años los músicos Nelson Shwenke y Marcelo Nilo. Inspirados en la tradición de la canción social, en las inquietudes en torno a las relaciones humanas y en apego a la naturaleza del sur de Chile, muchas de sus canciones fueron clásicos de los circuitos más activos de oposición al régimen de Pinochet. El proyecto nunca detuvo su trabajo, incluso tras la muerte de Nelson Schwenke en 2012.

Dióscoro Rojas

Ha sido la gestión del colectivo Los Guachacas lo que, desde fines de los años '90, ha mantenido activo y le ha dado nombre público a Dióscoro Rojas. Sin embargo, el cantautor desarrolló en su juventud una interesante carrera musical, que en distintos momentos lo emparentó con la Nueva Canción Chilena y el Canto Nuevo. Hoy es más preciso describir su trabajo como el de un gestor cultural y cantautor que se ocupa de manera amplia de los códigos de la música, la cultura y las emociones de la vida popular urbana.

Barroco Andino

Hasta la década de los '70, la música popular chilena había tenido interesantes puntos de intersección entre líneas de muy distinta procedencia. Quilapayún se había introducido en estructuras propias de la música docta al trabajar estrechamente con los compositores Luis Advis y Sergio Ortega, mientras Los Jaivas terminaron abordando el folclor con guitarra eléctrica y batería. Pero ninguna de ellas llegó a ser tan aventurada como el proyecto que impulsó el compositor y arreglador Jaime Soto León, quien en 1974 convocó a los primeros músicos del grupo que fue conocido como Barroco Andino. El nuevo horizonte de la música europea del período 1580-1760 interpretada ahora con instrumental, sonoridades y sensibilidades del mundo altiplánico y latinoamericano.

Osvaldo Leiva

Osvaldo Leiva es un cantautor que en los años 80 fue parte del Canto Nuevo, pero también tuvo presencia en la televisión. En 1982 ganó Chilenazo con "El flaco Chile", y luego estuvo dos veces en la competencia nacional de la OTI y en varios programas y festivales. Profesor de música, compositor y con un virtuoso dominio de la guitarra, nunca editó un disco en ese tiempo, y sólo grabó algunas aisladas canciones por producción propia. A fines de los '80, resolvió dejar la música, pero a partir de su nuevo oficio de apicultor regresó a ella, con la "Suite Miel. Música del Ballet de Abejas", compuesta en 1994. En los 2000 compiló en dos discos sus canciones nuevas y antiguas. Desde hace varios años vive en la costa central, donde mantiene su oficio de músico.

Chamal

En un punto intermedio entre los maestros de la proyección folclórica chilota y las nuevas generaciones dedicadas a esa música está Chamal. Fundado en 1968 bajo la influencia de recopiladores como Héctor Pavez, Gabriela Pizarro y Millaray, desde 1975 el conjunto mostró una presencia principal en la música folclórica que estuvo en la base del Canto Nuevo, y de hecho su primer LP, Tierra de alerces (1976), fue también el primero de la historia del sello Alerce, principal promotor disquero de ese movimiento. Con varios discos publicados y frecuentes giras al extranjero desde 1988, Chamal mantiene vigente la proyección de los cantos y las danzas de Chiloé después de cuatro décadas de trabajo.

Viento del Sur

Sudamérica fue el destino no sólo metafórico, sino real, de varios grupos chilenos iniciados en los años '70, como Viento del Sur, Agua y Fusión Latina, y los dos primeros tienen en Brasil un denominador común. Si Agua partió en Santiago y fue a ese país a hacer casi toda su carrera, Viento del Sur, al revés, nació en Sao Paulo en 1979 y volvió a Chile, donde fue parte activa del circuito del Canto Nuevo por la vía de la fusión latinoamericana y con canciones como ''Margaritas'' y ''Corazón de piedra''. Editaron discos desde su regreso y se mantuvieron activos hasta 1986. y desde 1997 recomenzaron la historia, con el músico José Miguel Marambio como impulsor y único fundador a bordo.

Antonio Gubbins

Cantautor de comienzos de los '80, Antonio Gubbins fue parte de los escenarios del movimiento del Canto Nuevo, trascendiendo, sin embargo, esos circuitos masivos gracias al tema "Magdalena Rapa Nui", que obtuvo varios premios en concursos televisivos. Con una prehistoria rockera, en el grupo The Apparition, Gubbins se retiró de la música a fines de los '80, para regresar en 1998 con un disco autoproducido, donde revisó su propia historia, en un ejercicio casi personal, que el denominó Intimo. Hoy está retirado de la actividad musical profesional.

Osvaldo Torres

Compositor, intérprete e investigador, Osvaldo Torres fue uno de los miembros fundadores de Illapu, a quienes acompañó por siete años, y luego ha desarrollado su trabajo musical solista principalmente en Francia, aunque siempre fiel a la identidad cultural de su lugar de origen. Ha dedicado la vida a la poesía, la música y el estudio de la historia, tradiciones y vida de la cultura nortina de Chile. Su discografía combina trabajos solistas y colaboraciones (Horacio Durán, Claudio Pájaro Araya, Quilapayún, entre otros), y ha trabajado además con los conjuntos Quilmay y Karumanta.

Elicura

Elicura es un singular conjunto surgido en los tiempos del Canto Nuevo. Formado por seis seminaristas jesuitas, chilenos y peruanos, tomaron el nombre de una matanza de jesuitas durante la Guerra de Arauco, en el siglo XVII, y en los primeros años de los '80 cantaron en parroquias y peñas, llegando incluso a ganar en 1980 el Festival "Una canción para Jesús", con el tema "Yo te canto".

Andrés Godoy

Productor y gestor de varias iniciativas de rock chileno, Andrés Godoy destacó inicialmente como creador dentro del dúo Andrés y Ernesto y, más tarde, como compositor solista. Su estilo descansa en la fusión de sus muchos intereses (rock, folclor, música étnica y música clásica) para la creación de canciones repartidas en varios álbumes y siempre ancladas en la interpretación para guitarra con una mano, de acuerdo a un invento técnico suyo al que bautizó «tatap». Godoy es probablemente más activo en el extranjero que en Chile. Sus presentaciones en Europa y otros continentes son parte constante de su trabajo de los últimos años.

Abril

Abril, o también reconocido en su época como Grupo Abril, fue un conjunto esencial del período del Canto Nuevo. Surgió en un contexto universitario, primero como un trío acústico, centrado en la voz grave y característica de Tati Penna, y luego fue ampliando su base instrumental, acercándose al jazz y la fusión. En 1979, tras ganar el Festival "Una canción para Jesús" (donde aparecieron por primera vez con nombre de Abril), fueron incluidos en una compilación del sello Alerce con el tema "Había una vez", de la argentina María Elena Walsh. En 1982 el conjunto se presentó en la competencia folclórica del Festival de Viña, con "La semilla" (de Pato Valdivia) y a los pocos meses grabaron el que sería su único cassette. También editado por Alerce, allí se incluyeron diez canciones, mayormente piezas originales de sus compositores. Por entonces sus escenarios se estaban ampliando, e incluso tuvieron una serie de apariciones en televisión, pero diferencias entre sus integrantes pusieron fin a la historia de Abril en 1984. Tati Penna continuaría como cantante de tangos y repertorios, mientras que Patricia Díaz seguiría como cantuatora e investigadora del folclor y Marcelo Aedo iniciaría una historia amplia en el jazz fusión.

Ortiga

El uso metafórico de una planta agreste como símbolo de rebeldía explica el nombre de uno de los mejores grupos aportado por el Canto Nuevo a la música chilena. Ortiga nació bajo dictadura pero con la inspiración trascendente de la Nueva Canción Chilena, y debió trabajar bajo circunstancias históricas adversas un lenguaje musical plagado de simbolismos, sutilezas y omisiones que muchas veces fueron incluso más explícitas que aquello que entonces no se permitía decirse. Su condición de «puente» entre ambos movimientos es evidente en las citas de su discografía, pero es también dato biográfico: el conjunto tuvo su raíz en los talleres del Quilapayún formados en 1971 para desparramar simultáneamente por todo Chile el canto social de la Unidad Popular. Aunque su largada en Santiago generó justificada atención, e hitos musicales, su decisión de emigrar a Europa, en 1983, afianza la mayor parte de su historia fuera de nuestras fronteras.

Jorge Venegas

“Guerrillero es el flaco / Un guerrero de la paz y el amor…”. El estribillo de la canción “El Flaco guerrillero” es el gran hit subterráneo de Jorge Venegas, en las dimensiones de siempre de este cantautor de la zona sur de Santiago:  Las temáticas y los escenarios populares. La canción fue parte del cassette colectivo El camotazo, de 1988, y luego del primer disco de su carrera solista, comenzada en 1985 tras su participación en el grupo Semilla. Con un receso de casi una década, Venegas completa varios discos y un dilatado historial de presentaciones dentro y fuera de Chile.

Pablo Herrera

A sus 19 años, Pablo Herrera abrió con su primer disco la historia de uno de los solistas chilenos exitosos de la música local. Rubricado primero como trovador o cantautor, se movió en escenarios alternativos hasta comienzos de los años noventa, cuando por propia opción decidió acercarse a la balada y desvió su rumbo hacia nuevas audiencias y alcances. "Alto al fuego", "Entre dos paredes", "Tú eres mía" y "Amor, amor", son algunas de sus canciones ancladas en la memoria colectiva local de las últimas décadas.
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