Rock

Con más de cinco décadas de vida cumplidas a escala mundial y con la guitarra eléctrica como su arma predilecta de sonido, el rock es casi igual de antiguo desde su primera adopción en Chile a mediados de los años '50, y ha descrito una de las evoluciones más múltiples de la música popular local. Imitado al comienzo, chilenizado en parte por la Nueva Ola, transformado en himno nacional para el Mundial de 1962, puesto al día por jóvenes airados a fines de los '60, revolucionado por toda una nueva generación hippie y telúrica a comienzos de los '70, aguerrido bajo la dictadura, agitado por la new wave a mediados de los '80 y abierto hacia formas como el punk, el metal, el reggae o el pop, la música rock se ha multiplicado en un sinnúmero de nombres y tendencias desde los años '90 hasta la actualidad.

Los Changos

Iniciada como banda de rock animadora de fiestas universitarias en Coquimbo, el trío que formaron el guitarrista y cantante Tulio Guerrero, el bajista Guillermo Narváez y el baterista Omar Santander, estudiantes de Ingeniería Civil Ambiental, determinó dar un paso más en la música hacia 2004, cuando comenzaron a escribir composciones propias. El guitarrista Orlando Sánchez, quien estaba participando del ambiente jazzístico de la Cuarta Región, se unió poco después. De esa manera, como cuarteto, Los Changos (nombre obtenido de la étnia sudamericana de pescadores que habitó todo el norte de Chile) se orientaron a una música vinculada a la influencia ancestral precolombina y del entorno natural.

Cristóbal Briceño

Si se considera su trabajo simultáneo en al menos tres bandas sumado a sus discos solistas, Cristóbal Briceño merece el título del más prolífico de los cantautores de su generación. Su plataforma más vistosa es la que desde 2011 mantiene en el grupo Ases Falsos, pero sus canciones se han repartido también en trabajos de Fother Muckers, Los Mil Jinetes, Cristóbal Briceño y La Estrella Solitaria, Las Chaquetas Amarillas y Dúo Niágara. Y hay más. Hábil en la conducción melódica sobre guitarra, su estilo como letrista incluye la doble observación social y sentimental de su entorno.

Humana

Humana es hardcore ilustrado. Todos sus integrantes fueron estudiantes de la academia de música Projazz en Santiago, y desde ahí el guitarrista Matías Figueroa y el bajista Miguel Morgado se inclinaron por las vetas estadounidenses más modernas del hardcore, derivación acelerada del punk rock, e iniciaron el grupo para aproximar su sonido al estilo de bandas de nuevo metal como Deftones e Incubus.

Lucía del Carmen

Lucía del Carmen es el nombre del proyecto solista de la cantante, vocalista y fundadora del trío Lilits en 1999, Masiel Reyes. En la banda, ella se llama Masiel Asecas, y con ellas ya tenía tres discos editados cuando presentó su nuevo derrotero musical el 2015. “Sonido más introspectivo, sugerente y oscuro” es como ella definió al nuevo proyecto, que a comienzos de 2016 mostró su primera carta, el sencillo "Acertijo". En 2017 lanzó Aleluya, un primer EP con cinco temas e inició sus presentaciones en vivo. Masiel Reyes tiene experiencias en el grupo Hueso (con Angelo Pierattini a mediados del 2000) y en música para teatro, pero Lucía del Carmen ha sido su camino más personal.

Indygo

Indygo fue un grupo formado a fines de los años noventa en Santiago, que, en ocho años de historia, grabó un disco, integró el catálogo inicial del sello Cápsula y acogió la primera experiencia de banda de Edita Rojas, que más tarde destacó como baterista de Electrodomésticos y Carlos Cabezas. Activo entre 1997 y 2005, el grupo cultivó un rock oscuro, influenciado por grupos como los estadounidense Tool y Deftones y los locales Lucybell, entre otros.

Ciro Vega

Ciro Vega es uno de los guitarristas más representativos de la vanguardia musical vigente durante el apagón de los años '70 y '80, junto con otros nombres contemporáneos como Alejandro Escobar, John Clark y Vladimir Groppas. Un músico del jazz-rock naciente, aunque también de gran versatilidad estilística como músico de sesión en el estudio y escenario y permanente guitarra de las orquestas de televisión.

We Are the Grand

La historia del rock tiene en sus episodios más recientes a We Are the Grand, un cuarteto nacido el año 2009, que ha desarrollado un intenso trabajo en vivo, dentro y fuera de Chile, y que ha plasmado su trabajo en varias grabaciones. Aunque comenzaron cantando en inglés, en el 2016 lanzaron su primer disco solo con canciones en español.

Eduardo Gatti

Autor del himno generacional “Los momentos”, Eduardo Gatti ha representado, en diferentes momentos de su extensa carrera, el virtuosismo sobre la guitarra eléctrica, el rostro del primer hippismo chileno, la voz del Canto Nuevo y la solidez de la trova adulta. Sin embargo, su trabajo constante debe más bien instalarse dentro de una corriente de cantautoría sin más clasificaciones que su identidad personal. En ese género es uno de los nombres mayores en la historia musical chilena, con una lista bastante larga de canciones acuñadas en el gusto popular. En 2020, Eduardo Gatti recibió la distinción de Figura Fundamental de la Música Chilena, el mismo año en que la propia "Los momentos" cumplió medio siglo.

Víctor Moris

Compositor y productor, la historia musical de Víctor Moris cruza espacios que van desde la raíz más pura de la trova hasta el rock y las fusiones con el folclor latinoamericano. En ese recorrido Moris realizó un trabajo con el poeta mapuche Elicura Chihuailaf que se convertiría en el primer álbum dedicado a su obra: Canción azul (2006), una pieza donde se reunían todos aquellas influencias musicales. Sus inicios se advierten en Concepción con una cercanía a la música andina, aunque luego se amplió hacia otros bordes de la música, desde estudios en el campo de la guitarra clásica a una militancia en el grupo Zurdaka. Más decisivo fue, incluso, su trabajo con el candombe afrouruguayo y las colaboraciones que ha marcado con el brasileño Sergio Boré y el grupo Tambores Urbanos, donde Moris aparece en una serie de discos.

Matorral

La propuesta rock de Matorral no sólo ha probado ser duradera, sino también rigurosa y de alto vuelo, firme en un sonido esencialmente emparentado con la tradición de rock sicodélico (anglo y latinomericana) y la raíz chilena. La banda ha mantenido una formación estable, más allá de puntuales entradas y salidas de integrantes y los muchos proyectos paralelos de sus músicos. Desmarcándose del sonido rockero que identificó sus primeros tiempos, ya en la década de 2010 Matorral exploró otras narrativas, en una música experimental de profundidades que definió la época posterior. Su sonido ha dado muestra de una vistosa evolución a lo largo de su historia.

Christian Hirth

Baterista de rock y jazz, percusionista clásico, improvisador, investigador, productor musical y creador de los sellos CHT Müsik y Aconcagua Records, Christian Hirth ha sido uno de los baluartes de la música de vanguardia en el cambio de siglo. Primero como músico, principalmente de MediaBanda, donde llegó a tocar en el año 2000, y luego como generador de plataformas editoriales independientes que produjo series de álbumes de corte experimental.

A-Zero

A-Zero es una banda de hard rock que nació a comienzos de los años '90, en momentos de escasa difusión de rock nacional, y que consiguió que la balada "Por mi piel", rotara en algunos medios, incluso en la señal de MTV. Aunque su inspiración y estética estaban en el rock duro, A-Zero se movía en caminos cercanos al pop. En 1997 editaron un segundo disco La biblia,  tributo al célebre trabajo de 1971 de los argentinos Vox Dei, y al poco tiempo se disolvieron. Su vocalista y líder, Jaime Scalpello, pasó a ser parte de Entrance en el año 2000.

Gameover

Gameover fue el grupo con más vocación pop del circuito de rock independiente de comienzos de los años 00. Iniciados en círculos punk y en torno al pop ingenuo del sello Gatomo, ganaron marcas como su actuación con Stephen Malkmus en el Teatro Novedades en abril de 2002, , el triunfo en el concurso de nuevas bandas del programa radial ‘‘Super 45’’ (2001) y sus tres canciones en la película Los debutantes (2003), incluida una versión de ‘‘Creo que te quiero’’, del grupo Nadie. El nombre no se dice en inglés. Se pronuncia ‘‘gameover’’.

Gatostar

Integrantes de los grupos rockeros Duna y Blu Toi se unieron en la primera década de los 2000 en el grupo Gatostar, una de las experiencias locales por desarrollar una suerte de grunge chileno. El cantante y guitarrista Néstor Ayala había liderado por un par de años al grupo Jada, pero en este proyecto buscó bajar las revoluciones y trabajar algo más cercano al sonido de rock unplugged y de canción autoral. De hecho, el disco Hombre solo (2005) fue grabado junto a un cuarteto de cuerdas de la Orquesta Filarmónica de Santiago bajo la idea de una publicación solista, y se llenó de composiciones tristes e introspectivas, como "Tormenta" («es invierno y es eterno, abrígame más / quiero sentir movimiento / sabes que no puedo más / ahora pido paz»). Sólo después de mostrar ese álbum en vivo (en La Batuta) Gatostar se hizo banda. Pese a trabajar en nuevas composiciones, nunca llegaron a publicar otro disco.

Blops

Surgida con los años '60, Blops fue una de las pocas bandas de la época que pudo trascender su inspiración anglosajona para dar paso a creaciones originales y de poderosa identidad propia. El resultado fue un rock inteligente, con una poesía y un suave sonido que se mantienen frescos hasta hoy. Tras su disolución, en 1973 , sus tres discos constituyeron un patrimonio perdido hasta que el esfuerzo personal de sus integrantes permitió su reedición, en el año 2001. Fue ése un acto de justicia con un nombre fundamental del rock chileno. Su historia incluye dos fugaces intentos de reagrupamiento, un clásico de la envergadura de "Los momentos" y un impacto que, si bien nunca fue masivo, caló hondo en un sector del público y en la comunidad musical chilena.

Ignacio Díaz

A los 19 años Ignacio Díaz debutó como el primer guitarrista que incorporó a sus filas la orquesta de swing Los Andes Big Band y allí permaneció por dos temporadas hasta que en 2000 fue sustituido por Gabriel Feller. Así Díaz continuó un camino mucho más enfocado al trabajo de estudio sobre el jazz-rock y la fusión, y también académico, como uno de los profesores más jóvenes de la Escuela Moderna de Música.

Jiminelson

La cruza de blues, soul y punk ha afianzado a Jiminelson como una de las propuestas hoy en actividad de más perdurable recuerdo en vivo y más reconocible discografía. Su electricidad intensa y masculina se emparenta con lo mejor de la tradición rockera estadounidense de raíz campesina, y la austeridad de sus arreglos contrapesa la fuerza vocal de Gustavo León, cantante de registro pastoso, incamuflable gusto por la música negra, y similar comodidad en el canto en castellano y en inglés. Desde su formación, Jiminelson ha ido experimentando mutaciones hasta dejar a León como único integrante fundador a bordo. Aunque no le acomoda la etiqueta de solista, en rigor es hoy el cantautor el motor fundamental del proyecto.

Los Trompos

Los Trompos ha quedado en el recuerdo en parte como el último vehículo musical para el talento tortuoso de Rafael Guíñez, intérprete y compositor formado en los códigos de la música clásica (estudió desde los cinco años de edad en el Conservatorio, y luego llegó a ser la primera viola de la Orquesta Sinfónica de Santiago y parte de la orquesta de cámara de Fernando Rosas) pero que en su juventud comenzó a acercarse al jazz fusión y el rock, colaborando con grupos como La Banda del Gnomo y Parkinson. La historia de la banda estuvo sujeta a sus altibajos anímicos y mentales agravados por un transtorno bipolar crónico. Siempre sus compañeros distinguieron a la banda como «el grupo de Rafael Guíñez porque disfrutamos esta música y porque Rafael es nuestro amigo y maestro desde hace muchos años y estamos listos para ir a tocar con él a dónde sea». El fallecimiento del músico, en diciembre del 2008, terminó con el fundamento principal del proyecto.

Upa!

Valioso emblema del pop trabajado en Chile durante los años de dictadura, Upa! logró no sólo demostrar mayor valor artístico que muchas de las bandas que compitieron con ellos durante el llamado boom de los 80, sino también establecerse como referente de un modo de composición de inequívoco espíritu urbano. Canciones como "Ella llora", "Cuando vuelvas", "Sueldos" y "La bamba" se escuchan hasta hoy en radios, y los convierten en uno de los grupos populares del pop/rock chileno. A diferencia de Los Prisioneros, el grupo optó por alusiones sociales sutiles, aunque también críticas, inspiradas en parte por la new-wave inglesa y con timbres novedosos, como el saxo de Sebastián Piga. Su planteamiento intentó mantenerse fiel a tres principios autoestablecidos: «Tocar bien, cantar inteligente y tener un estilo personal», en sus palabras. Luego de una primera separación en 1991, la banda ha tenido puntuales reuniones, con shows y discos asociados, aunque distanciadas cada vez más por las actividades paralelas de cada integrante (que incluyen una nueva residencia de Mario Planet en Francia). Hacia 2023, el conjunto mostró un nuevo single bajo la denominación 'Upa+'.

Philipina Bitch

Iniciado en 2006 pero incubado años antes en Concepción, Philipina Bitch fue uno de los estandartes de la escena de rock que floreció en la región durante esa década. Referentes en grupos de la zona como Los Tres y Santos Dumont y su cercanía inicial al sello valdiviano Discos Tue-Tue fueron algunos rasgos de esa condición sureña, además de su sonido acústico, que articulaba rock y psicodelia. Desde 2013, con un drástico cambio en su alineación, adoptaron cultivaron un sonido diferente que los llevó incluso a transformarse en Filipina Bitch.