Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Laura Fuentes

Para una cantante como Laura Fuentes, la doble militancia en la música de raíz latinoamericana y el mundo pop no significó en absoluto una contradicción estilística, sino más bien la posibilidad abierta de expresión y mestizaje musical. Fuentes, nacida en Chile, con padres norteamericanos y una larga vida en Estados Unidos, llegó a ser una de las figuras entre la comunidad de artistas que en los 2000 modernizaron las propuestas iniciadas por la Nueva Canción Chilena en los '60 y en el Canto Nuevo en los '80, aunque emparentada con cultoras de la música del mundo moderna como Verónica González o Catalina Claro.

Marcela Thais

Cantante pop, DJ y productora, Thais es el pseudónimo musical de Marcela Castro, quien integró el grupo Saiko entre 2007 y 2009, cuando llegó para sustituir la partida de Denisse Malebrán y grabar el único disco de la banda con su voz, Volar (2007). Además ha sido parte del proyecto electrónico Leche, del productor Leandro Muñoz, entre 2005 y 2011. Desde 2012 ha colaborado con el Ángel Parra Trío y su segunda reinvención a la música pop, pero en lo sustantivo ella terminó instalada en un circuito de la electrónica bailable como DJ residente en distintos espacios alrededor del mundo.

Sri Lanka 100

Sri Lanka 100 ha sido el principal vehículo musical del compositor Ricardo Herrera. Los inicios del proyecto están marcados por una propuesta agresivamente experimental, con el collage como principal herramienta en su música. Fue con su tercer álbum, Gunkanjima (2014), que el proyecto tomaría distancia de ese enfoque y se volcaría al formato de la canción instrumental en clave synthpop. Este sonido definiría, así, la discografía del proyecto para un siguiente período.

Gabilú

Gabilú es el nombre musical de Gabriela Alvarado, cantautora chilota que no solo se ha permeado de las riquezas del archipiélago, sino que ella misma ha ido en busca de esas materialidades —su geografía, su mitología, su clima, el mar, la ancestralidad huilliche y las personas que pueblan el territorio— para elaborar una poesía intuitiva por decir lo menos. Su primer trabajo es Yo quería ser columpio (2020), un capítulo determinante de esa época ancuditana, que abriría un espacio nuevo en su creación posterior.

Raimundo Barría

Consolidado como pianista y compositor a fines de los años '10, Raimundo Barría es parte de una generación de músicos de jazz que confirmaron el estatus del piano en ese universo jazzístico, siempre un contexto de escasez de instrumentos. Junto a él están también Tomás Krumm, Valentino Baos, Sebastián Castro y más adelante Joaquín Fuentes, entre otros nombres. En sus inicios músico de la orquesta de ska y swing Santiago Downbeat, Barría recorrió un extenso camino en el jazz como sideman hasta desembocar en el disco Inercia (2020), el primero de su historia, parte de una serie de álbumes con nuevos compositores de jazz editados por el sello Vértigo.

Pancho Aranda

Pianista, compositor, arreglador, conductor de orquestas y productor discográfico, Francisco Aranda Reinoso es el ejemplar más joven entre los músicos que se iniciaron en conjuntos de la Nueva Ola y que luego se reconvirtieron en figuras autónomas como directores y productores. Es una camada de talentos en la pluma, la batuta y la gestión, que comienza en los años ’60 con gente como Juan Azúa, Toly Ramírez y Jorge Pedredros y deriva en Horacio Saavedra, Juan Salazar, Miguel Zabaleta y Pancho Aranda, nombre recurrente dentro del círculo del Festival de Viña del Mar y la industria televisiva de los años '80.

Mari Silva

Como parte de la tercera oleada femenina en la música urbana, desde la Concepción pospandémica aparece Mariana Silva Schultz, cantante y autora de letras cuya música toma insumos del pop, el house, el dancehall, la balada, el R&B contemporáneo y el trap. Es la mixtura que, precisamente, vino a describir la transformación musical de la época más allá de la sola marca pura y dura de lo urbano. Mari Silva se estrenó como nombre propio con el disco Conce gris (2024), autobiográfico, existencial y de mirada generacional, casi una forma actual de decir Ciudad brumosa, como la novela de 1952 del escritor penquista Daniel Belmar.

Connie Castro

Presentada a menudo como una cantautora chileno-colombiana debido a su infancia vivida en entre las ciudades de Neiva y Bogotá junto a su madre chilena y padre colombiano, Constanza Castro hizo su aparición en el circuito de la música independiente hacia 2017, tras regresar a Chile a los 14 años. Su estreno discográfico como Connie Castro tuvo lugar con Miscelánea (2019).

Maler

Conocida inicialmente como vocalista del grupo Nitra, que desde 2010 cultivó un rock autodenominado como "dark cabaret" y publicó en 2014 el disco Equilibro, Catalina Maler siguió desde 2016 pasos como nombre propio, concentrada alrededor del concepto de Maler y la propuesta de una música de densidades y oscuridades, que bordea el electro y el pop melodramático, además de una marcada estética visual, casi teatral. Con canciones como "Motivo", "Gris" y "La muerte", Maler dio su primer paso en 2018 con el álbum M, producido por Cristián Leyton, otro de los músicos de Nitra.

Neven Ilic

Cantante, compositor, autor y productor, y con una vida musical activa en Miami, Neven Ilic se instaló en la nueva escena de la música chilena a mediados de los años '10. Escribió canciones para Denise Rosenthal ("I wanna give my heart") y Kel Calderón ("Walk away"), y sus créditos han aparecido también en trabajos del astro español David Bisbal, con la canción "Fiebre". Hijo de un conocido dirigente deportivo del mismo nombre, Ilic operó en cierto underground capitalino antes de estrenarse como solista del pop y la balada con el disco Export (2014), donde mostró su primera pluma como autor y una voz hecha directamente para el género romántico latino. En 2018, ya con una residencia en Estados Unidos, regresó con el disco Punto de fuga, donde incursionó en los sonidos urbanos de la época y la influencia del reguetón y sus ritmos, representada principalmente por la canción "Déjame amarte". Es fundador del sello Haux Records.

Calor Polar

Luego de pasar por colaboraciones e identidades como las de Chiporro, Andxpress y su actuación como integrante fundador de los estacionales Upa, el músico Sebastián Piga se unió a la cantante Guadalupe Becker en Calor Polar, el dúo que ambos iniciaron en 2007 y con el que tocaron por primera vez en vivo al año siguiente. El gusto de ella por la música pop y el manejo de él además como productor son los polos que dan forma al sonido pop de bases electrónicas del grupo, grabado en canciones como la propia "Calor polar", "Vuelta atrás" y en su primer disco, Mezclas azules (2010).

Canal Magdalena

Escasas bandas chilenas elevaban en los años noventa el pop a la categoría de gran causa. Canal Magdalena buscó albergar en sus canciones y la difusión de estas aquellos valores que a sus integrantes les parecían los adecuados para una mejor convivencia en sociedad; en sus palabras, la honestidad, los afectos bien expresados, el romanticismo, la elegancia de lo cotidiano. Su apuesta por el pop de vocación masiva pero carácter propio se adelantó a lo que más tarde profundizó la generación millennial. La carrera del grupo ha mostrado cumbres de difusión ("Enséñame", "Todo ha cambiado") y también extendidos períodos de silencio, aunque nunca una separación como tal.

Dina Gómez

La abuela de su vocalista, el comediante Felipe Avello, inspiró el bautizo de la única banda que se recuerde en Chile con nombre y apellido de mujer difunta. Para más señas, la señora Dina Gómez de Avello vivió y falleció en Lota, Octava Región, y sobre su tumba, en ese mismo pueblo minero, la banda de su nieto filmó su primer videoclip. Durante unos años, Dina Gómez, la banda, fue una suerte de brazo musical en el difundido trabajo de Avello en radio y televisión. Aunque Las Últimas Noticias presentó en 2005 a Dina Gómez como «la última locura de Avello», el tiempo demostró que se trataba de una empresa con sustento. Un único disco estampa el paso del periodista por la composición y el canto.

Alonso Durán

Como Felipe Chacón, Rodrigo Galarce y Pablo Menares en tres tiempos previos, el de Alonso Durán fue un contrabajo de apoyo para una numerosa serie de músicos de fusión, pop y sobre todo de jazz, a partir de la segunda mitad de la década de 2000. Trabajó además como compositor y arreglador post-bop de manera intermitente, aunque lo que lo distinguió fue su metódica operativa, dinámica de enlaces y facilidad para acomodarse a distintos repertorios y formatos de banda variables.

Karen Rodenas

Karen Rodenas es una cantante y profesora de voces. Integra la generación de solistas de mediados de los años 2000, que comenzaron en el repertorio tradicional del swing pero luego estallaron en distintos espacios musicales, entre ellas los nombres de Natacha Montory, Camila Meza, Nicole Bunout y Javiera Tagle. Rodenas se convirtió en una estudiosa solista de la música improvisada y la fusión en sus diversas formas, encabezando proyectos de jazz propios o como parte de conjuntos. Su único disco es Karen Rodenas Cuarteto (2013).

Almeyda de la Riddim

A veces Almeyda de la Riddim, a veces Almeyda Queen o a veces simplemente Almeyda, la sanmiguelina Javiera Opazo aparece como una figura de la música, el canto y la danza desde un contexto callejero. Toda la imaginería a su alrededor está teñida de espacios periféricos, la cultura del grafiti y los bailes urbanos populares. Y desde su posición de autora de textos y compositora de canciones en la música urbana, su mirada sobrepasa ampliamente las temáticas del dinero, el sexo y el empoderamiento para acceder a un espacio donde ella habla de justicia social, dignidad, conciencia de clase, medioambiente y feminismo. Todo ello está expuesto en Voz que sana (2022), su álbum debut.

Caramelitus

Con apenas dos años de vigencia como proyecto, Caramelitus fue el dúo que puso en circulación a dos emergentes figuras que serían protagónicas en la década siguiente: Camila Moreno y Tomás Preuss. Cultores de un pop suave y atmosférico de bases electrónicas y con instrumentos acústicos como guitarras y cuatro, fue el punto de partida para sus proyectos solistas en la música independiente (ampliados luego por una exitosa trayectoria para ella y el trabajo junto a Prehistöricos en el caso de él).

Testa

"Música electrónica en español y formato canción", es como define Teresita Cabeza el estilo musical de su camino solista, que arrancó a fines del año 2015, luego de que su anterior banda, Galatea, descendiera en actividad ante las múltiples ocupaciones de sus músicos. Testa es el nombre que adoptó la cantante, la voz en italiano para decir Cabeza, su apellido. Con ese alias entonces compuso en solitario una serie de canciones en el estilo dance, que fue mostrando en pequeños escenarios de Chile y México. En 2018 ampliaría ese espectro pop con un segundo disco, titulado Simbiosis.

Patio Solar

Canciones de espíritu nostálgico y adolescente, pasadas por un filtro de guitarras cristalinas y de baja fidelidad, son las que se pueden hallar en buena parte del repertorio de Patio Solar, uno de los grupos más llamativos entre los que renovaron el circuito de música independiente a mediados de la década de 2010.

Carito Plaza

Destacada en su trabajo junto a bandas como Ovolo y FunkReal, Carito Plaza ha sido una de las voces más persistentes en el cultivo local del soul, funk y R&B. Luego de dos álbumes junto a esta última banda, la cantante y autora ha avanzado en un trayecto solista, y en la colaboración junto a músicos como C-Funk, Boomer, Solo di Medina y Latin Bitman.