Música experimental
La música experimental describe las manifestaciones que están detrás de los bastidores y cuyo gesto estético trasciende más allá de los modelos de una música convencional y comercial. En un permanente desafío a las normas de creación comunes, las variantes de la música experimental se multiplican y avanzan en distintas direcciones: desde la composición docta contemporánea y los experimentos en laboratorios de sonido, hasta la improvisación libre, el ruidismo, el jazz vanguardista y la creación a través de cintas magnetofónicas y de soportes digitales, sin omitir la diversidad del arte sonoro o, simplemente, la música creada con las armas tradicionales del rock.
Daniel Navarrete ha sido un músico de triple valencia: ejecuta el contrabajo con arco como solista o al interior en conjuntos de música de cámara contemporánea, lo pulsa en jazztets variables en clubes y lo desarma sonoramente en ensambles de improvisación libre en escenarios subterráneos. Un músico funcional y con un estilo tipo punto medio entre los duros contrabajistas de jazz y los pulcros contrabajistas clásicos.
Uñas Negras es un proyecto de música experimental, improvisación libre e influencias de la psicodelia y del folk formado en Valparaíso por Carlos Canales (guitarra), Gonzalo Undurraga (teclados) y Fresa Parra (batería), hija del histórico músico de Los Jaivas, Eduardo Parra. El trío fue el núcleo de este ensamble que se inició en el formato de sexteto en el underground porteño. Algunas de las principales influencias de la música improvisada a partir de instrumentos pero también de artefactos y objetos, proviene de la experiencia de Los Jaivas en las extensas sesiones musicales de 1969 y 1970. En 2004 Uñas Negras editó el disco Eclosión.
Fulano creó uno de los sonidos más novedosos escuchados en la tradición de música chilena, alimentado con elementos del rock, el jazz y el avant-garde, e influencias provenientes de la música de Frank Zappa, Captain Beeheart y Hermeto Pascoal, entre sus principales fuentes. Con teclados, percusiones e instrumentos de viento como eje de su lenguaje, el sexteto se puso por encima de categorías, convirtiéndose en una de las propuestas más cercanas a una vanguardia en la golpeada y vigilada escena de los años '80. Su discurso antimilitar y antifascista fue un sello propio en la resistencia a la dictadura, aunque luego, tras el regreso a la democracia y sobre todo la muerte de su pianista jaime Vivanco, la banda se vio disminuida. El grupo regresó a la escena en 2009, tras seis años, pero las desaveniencias escalonadas entre sus integrantes referenciales terminaron por llevar a su fin la historia de Fulano en 2015.
El sentido del riesgo es la característica distintiva de la cantante, autora y compositora Camila Moreno, expresada en un acercamiento personal a los sonidos acústicos, a la electricidad del rock y la producción electrónica. Ha conseguido difusión internacional, buscando un vínculo entre su cantautoría y procesos sociales más amplios, situándose entre las voces destacadas de una generación de cantantes chilenos que comparten una inclinación a la raíz folclórica por instinto y un canto personal y testimonial al mismo tiempo.
Matías Pizarro Baldrich fue un revolucionario músico aparecido por generación espontánea en la escena del jazz chileno de fines de los años '60. Alrededor suyo se movió toda una partida de nombres vinculados a las corrientes vanguardistas de la época que llegaban desde Nueva York y Chicago a través de discos y libros. Pianista, compositor e improvisador, en una década de acción antes de radicarse en Francia en 1977, puso su nombre en la historia del jazz moderno, también a través del pionero grupo Fusión. Ya instalado en Europa, y siempre como una enigmática figura de la música chilena, Pizarro sería reconocido en el circuito mundial, tanto por su creación propia como por sus colaboraciones. Entre ellas se cuentan grabaciones junto al rockero Antonio Smith (en el proyecto Sol de Chile), el trío experimental Skuas y el cantautor Ángel Parra.
Baterista de la generación cero.cero del jazz, la versatilidad de Nicolás Ríos va desde el post-bop hasta un marcado avant-garde, además de alternar en los espacios de la música de cámara a trabajos con electrónica. Es compositor pero sobre todo improvisador libre, aspectos que quedan expuestos en trabajos como Fuera de foco (2005), con que inició su ruta dentro del jazz. Se le considera un solista próximo al Andy Baeza de los años 2000, y es parte de una oleada de bateristas que en esos tiempos exploraron la música experimental. como Julio Denis, Matías Mardones y Hugo Manuschevich. Junto con ello, Ríos tuvo un rol protagónico en la gestación y producción de sonido a través de su estudio de grabación Palo Quemado.
Inspirado en el concepto de deconstrucción del folclor desarrollado por Violeta Parra a través de su investigación de la guitarra criolla, el músico Felipe Moreno puso en marcha sus propósitos como compositor contemporáneo y guitarrista a través de un ensamble al que denominó, justamente, Anticueca. Alrededor suyo, su enfoque y su catálogo de obras ha funcionado con la geometría del trío de guitarra traspuesta, saxofón y batería desde 2015 en adelante, pero también ha alcanzado rangos sonoros mucho mayores sobre el final de la década.
Uno de los grupos experimentales más libres y abiertos dentro la naciente escena de los 2000 fue Yonhosago. No por nada fue llamado por la crítica especializada como "la gran promesa del rock de vanguardia" hacia 2002, en una época en que llegó a ocupar espacios junto con Akinetón Retard, como propuesta de rock de guitarras, improvisación libre y música de cámara contemporánea.
La ortografía del ensamble ojO no está equivocada. Se escribe y se lee al revés, con minúsculas primero y mayúscula al final. Nació a principios de siglo como una instancia de liberación a través del sonido para tres integrantes de las bandas hardcore Marcel Duchamp y diAblo, pero con el tiempo se amplió hasta convertirse en un colectivo, donde rotan miembros de Fracaso, Antitrust o Colectivo NO. ojO es el gesto por sobre el resultado, como reconocen en su declaración de principios “no sabemos nada de música y no nos interesa”. Es en la inexactitud e imprecisión donde, según ellos, «surge el yo interno, innato, no estereotipado de ninguna manera y fluye la empatía melódica, rítmica o disonante».
El paso de la electrónica intuitiva a la electrónica académica ha marcado el derrotero de Alejandro Albornoz (también presentado como Mankacen), compositor, improvisador, artista sonoro y visual e investigador que participó en la revitalización de la música electroacústica chilena desde mediados de los años 2000, y junto a compositores como Federico Schumacher y José Miguel Candela, principalmente con la puesta en marcha del festival Ai-Maako. Su ciclo de tres álbumes titulado Fluctuaciones vino a registrar los tiempos en que Albornoz se instaló en forma definitiva entre esa generación de autores de música acusmática.
Dos marcadas etapas tuvo la cantante, compositora y experimentadora Valentina Mardones en el breve lapso que definió su inicio en la música. Primero como voz de conjuntos de rock experimental como Zeptelar y MediaBanda, y luego como la solista independiente que tomó el nombre de Hola Papá para elaborar sus trabajos alrededor de la electrónica experimental y la improvisación. Su primer álbum, el homónimo Hola Papá (2019), rompió cierta lógica al obtener el premio Pulsar en la categoría Música electrónica en 2020.
Jorge Arriagada es el mayor nombre chileno en la composición de música para cine, con una presencia en Europa consolidada en los años '80, sobre todo por su trabajo con el director chileno Raúl Ruiz a lo largo de 35 años. Esa colaboración bilateral se inició en 1977 con su partitura para el cortometraje Diálogo de perros, y luego alcanzó una serie de películas que contaron con orquestaciones narrativas de Arriagada: La ville des pirates (1983), Las tres coronas del marinero (1983), La isla del tesoro (1986), El tiempo recobrado (1998), Días de campo (2004) y La recta provincia (2007), entre otras. Su catálogo considera unas 140 composiciones para películas, incluyendo colaboraciones con otros directores europeos y también chilenos, como Miguel Littin (Los náufragos, 1994), Valeria Sarmiento (Amelia Lopes O'Neill, 1990), Tatiana Gaviola (Mi último hombre, 1996) y el documentalista Patricio Guzmán (Salvador Allende, 2004). Pero su historia como compositor se inicia y se adentra en las corrientes vanguardistas, como joven estudiante en la U. de Chile en la década de 1960, un alumno de Gustavo Becerra y León Schidlowsky. Radicado en París desde 1966, Jorge Arriagada recibió una beca del gobierno francés para estudiar composición con Max Deutsh (dispículo directo de Arnold Schoenberg), análisis con Olivier Messiaen, electroacústica con Pierre Schaeffer y dirección con Pierre Boulez. A los 81 años falleció en París, víctima de un cáncer.
Van, del verbo ir, es el trío que formaron en febrero de 2007 tres músicos tan diversos como ocupados: Nea Ducci, integrante de CHC, Yaia y Los Mono entre otros grupos; Juan de Dios Barraco Parra, guitarrista de bandas activas y previas entre The Gutiérrez Experience, Los Trompos, Tanax y los Churi Churi de Lalo Parra; y Marcelo Peña, más conocido como Miopec y ex integrante de Tobías Alcayota. Tras debutar como Los Floristas al cierre de la exposición Eye hear en marzo de 2007, grabaron pronto su primer disco, Fractales (2007) y el mismo año telonearon la gira que el músico francés Wax Tailor cumplió por Chile. Van se transformó en un punto en común para volcar canciones de los tres integrantes, entre las voces de Nea y Miopec en melodías pop, programaciones, timbres de teclados, la guitarra eléctrica de Parra y un saxofonista como Francisco Bosco, invitado en el fragor de la gran cantidad de actuaciones que el grupo empezó a dar desde su inicio.
Cuarteto de cámara experimental y activo movilizador de una música de protesta. Pero no en el en el campo de la antigua canción política sino sobre lo que ellos llamaron "rigidez y congelamiento" de las instituciones musicales. Surgieron desde el Instituto de Música de la Universidad Católica como una vía sónica de enfrentamiento a estas doctrinas, y se convirtieron en uno de los ensambles representativos del período, en los inicios de los años 2000.
Mambotaxi nació en 1998 como un proyecto circunstancial, luego de que el músico y arquitecto Philippe Boisier recibiera el encargo de musicalizar un cortometraje independiente (Ese olor). El tecladista desarrolló la banda sonora junto al chileno Juan Guillermo Dumay, integrante de Pánico al igual que Boisier, y el DJ inglés Graham Wakefield, entonces de paso por Chile. La banda fue reconocida como un exponente local del posrock y en su música combinó ideas próximas al ambient, el free jazz y los sonidos análogos.
Aunque la guía creativa de Maestro fue, según sus integrantes, «la melodía y lo popular», nunca sus composiciones tuvieron el cauce convencional de la canción. En conciertos y en disco, el trío articuló en los años 90 una oferta musical de imposible comparación con lo que entonces se trabajaba en Santiago. La banda funcionó intermitentemente durante casi nueve años y legó un único álbum, más varias pistas repartidas en grabaciones informales y colaboraciones; todas ellas, de muy limitado tiraje. Luego de su disolución, sus integrantes siguieron con diversos proyectos musicales paralelos, de entre los cuales el más destacado ha sido el de Christian Torres en Nutria.
Trío de música experimental nacido desde la Universidad Católica, a partir de la experiencia del guitarrista Marco Palma, como alumno de composición. El conjunto, que operó como núeclo de rock, con guitarra, bajo y batería, dio, sin embargo, mayor protagonismo a los materiales sonoros, obtenidos de objetos de la vida cotidiana. La banda perteneció a una generación de cultores de música improvisada durante la década de los 2000, junto a nombres como Payaya, Dolores Fiuler, Sollec y Yonhosago.
Esteban Sumar es un guitarrista y compositor de jazz contemporáneo y de avanzada. Desde llegó a Santiago proveniente de Boston en 2003, tomó posición en este espacio en una escena que estaba comenzando a delinearse a través de nuevos lenguajes y propuestas. Su obra tuvo una importante carga de música contemporánea, avant-garde e influencia del rock de grupos como Radiohead. Y su mirada a la guitarra lo acercó a aspectos de lo "pianístico", en términos de utilización de los recursos. Pero junto con la experiencia jazzística, Sumar también alcanzó otros espacios de la música, componiendo para ensambles de cámara, además de dirigir orquestas de música popular, producir discos, investigar la música mediterránea y desarrollar como solista el sonido del blues rock.
Existen nombres inconfundibles en la música popular chilena, pero el de Flor Motuda es excepcional incluso entre los músicos de más firme identidad artística. Suele definirse a su trabajo como extravagante o experimental, pero acaso su principal valor esté en cómo ha ofrecido una propuesta de reflexión social por completo novedosa; aguda como pocas en su descripción de lo más pedestre de nuestra convivencia.
Formado por músicos de jazz, compositores de música contemporánea y exponentes de la improvisación, Nichunimu es un ensamble de libre pensamiento y propuesta, que explora las difusas líneas fronterizas entre el free jazz, el ruido, el minimalismo, el ritualismo y la corriente alemana del krautrock, que ha sido influencia de varias oleadas de músicos experimentales. Benjamín Vergara (trompeta), Nicolás Carrasco Díaz (sintetizador) y Matías Mardones (percusión), que han participado en la escena de las vanguardias desde la década de los 2000 (Yonhosago, LaKut, Normaldis, Cariñito 3, Ensamble Majamama, Dubitativos), integran este trío cuyo nombre hace referencia a aquello que deliberadamente no está del todo definido: "ni chu, ni mu", una expresión chilena para decir "ni lo uno, ni lo otro". Sus ideas se escuchan en el disco Un cacho de metal, un resto de vaivén (2022), que se grabó al día siguiente de su actuación en el Festival Relincha de Valdivia ese año y que fue editado por el sello de música experimental neoyorquino 577 Records.