Jazz

Aunque nacido en Estados Unidos en el profundo albor del siglo XX, el jazz se ha convertido en una de las músicas más universales de los tiempos modernos y su lenguaje rítmico y libertad expresiva ha sido asimilada por músicos de todas las latitudes y todas las épocas. Su categoría mestiza confronta la instrumentación, la melodía y la armonía de la música europea con el ritmo, el fraseo y el alma del blues, que a su vez proviene de la música africana. Conducido por un elemento intangible llamado “swing” y reinventado en cada interpretación por su carácter improvisacional, el jazz tomó el control de la música en Nueva Orleans, la cuna del jazz, y luego en Chicago, Kansas City y Nueva York, la capital del jazz, atravesando las décadas con un sinnúmero de estilos subsidiarios que explican el nacimiento de escuelas y estéticas: ragtime, stride o hot jazz en los primeros años, swing, bop, cool y third stream en una edad mediana, free, avant-garde y fusión en los tiempos modernos. Un cuadro de honor del jazz se ilustra con creadores universales, que son además los principales referentes de la historia: en la tradición están Jelly Roll Morton, Louis Armstrong y Duke Ellington y en la modernidad Charlie Parker, Miles Davis y John Coltrane.

Diego Farías

El guitarrista y compositor Diego Farías apareció como uno de los solistas del jazz contemporáneo de mediados de la década de 2000, junto con los nombres de Cristóbal Menares, Armando Ulloa y el sobresaliente compositor Esteban Sumar. Desde fines de la década demostró un peso específico propio como compositor y líder, presentando una serie de tres discos con música autoral para distintos formatos, tríos, cuartetos, quintetos y conjuntos intrumentales-vocales.

Daniel Navarrete

Daniel Navarrete ha sido un músico de triple valencia: ejecuta el contrabajo con arco como solista o al interior en conjuntos de música de cámara contemporánea, lo pulsa en jazztets variables en clubes y lo desarma sonoramente en ensambles de improvisación libre en escenarios subterráneos. Un músico funcional y con un estilo tipo punto medio entre los duros contrabajistas de jazz y los pulcros contrabajistas clásicos.

Myriam O

Detrás de la generación de cantantes de jazz como la que comandaron Claudia Acuña y Rossana Saavedra en los '90, un grupo de nuevos artistas emergió desde los talleres dirigidos por pianista Moncho Romero, cuyo olfato posibilitó la aparición de nuevos intérpretes del cancionero standard durante los años 2000. Con permanentes presentaciones y la grabación de discos swing, Myriam Olivares (conocida artísticamente como Myriam O) apareció en escenarios con una clara vocación por el lenguaje tradicional dentro de los lineamientos del mainstream.

Rita Góngora

En una referencia musical, Rita Góngora ha sido conocida como la "Billie Holiday chilena". No sólo fue una de las primeras mujeres en el jazz vocal chileno, sino que marcó una presencia con su estilo personal, que tomaba distintos aspectos de esta cantante universal. Desarrolló un estilo de mucha emotividad en la interpretación de canciones, y sin estudios formales de música ni de canto instaló su nombre en espacios del jazz chileno desde mediados de los '60, donde además comenzó a programar repertorios de bossa nova, de la que fue una cultora principal. Tras una vida personal que la sacó de los escenarios, a comienzos de los años 2000 reinició su carrera y en 2006, casi cuarenta años después de su primera aparición en los escenarios, publicó su disco debut, Rita Góngora.

Álvaro Bello

En el triángulo de nuevos guitarristas de jazz que despuntaron al finalizar la década de 1980, aparecen Ángel Parra y Pedro Rodríguez, y en un vértice menos visible también se encuentra Álvaro Bello como otro de esos solistas que se abrieron paso hacia el jazz de la transición. Pero el músico chileno hizo su carrera largamente en París, ciudad en la que se radicó desde 1991 y desde la que logró no solo sus mejores momentos como sideman y en el liderazgo de sus propios proyectos jazzísticos, que incluían acordeón francés, sino también como compositor de música para escena y para imagen.

Kinteto Obrero

El Kinteto Obrero es un quinteto de jazz mainstream, cultor de estilos que van desde el swing más tradicional y su repertorio standard norteamericano, hasta el hard bop más moderno. Se formó con músicos de la Quinta Región y ha trabajado también en torno a las composiciones del trombonista José Moraga (integrante de La Bandalismo), quien establece un tándem melódico con el trompetista Tomás Díaz. La sección de ritmo la conforman músicos de mayor trayectoria, como Gonzalo Palma (piano) y Carlos Rossat (contrabajo), que trabajaron juntos desde los tiempos del Valparaíso Jazz Trío, además de Ignacio Mena (batería). Su primer disco es Tijerales (2016), que propuso entonces lo que los músicos denominaron "un jazz porteño".

Sebastián Duplaquet

Sebastián Duplaquet es un guitarrista de jazz contemporáneo de la generación de los '90 aunque su consolidación tuvo lugar en los años 2000, con sus primeros discos y repertorios originales para cuartetos y quintetos. Su posición se definió a partir de un sonido amplio, volumétrico y nítido, y un enfoque recogido desde su formacion preliminar como guitarrista clásico en el repetorio de Bach, del que se hizo especialista. Ello lo llevó a plantear una música en el ámbito de lo reflexivo más que en el de lo expansivo. Duplaquet es parte de una ola de guitarristas modernos donde también aparecen Esteban Sumar, Armando Ulloa, Cristóbal Menares y Nicolás Vera, entre otros nombres.

Nelson Arriagada

Diez años de estudio y acción en los circuitos europeos de la música popular no pueden pasar por el costado. Para cuando Nelson Arriagada regresó a Chile en 2003 arribaba un músico muy distinto al aquel bajista eléctrico de La Banda del Capitán Corneta de la primera mitad de los '90. Convertido en un dinámico y polivalente contrabajista de jazz, se insertó en el medio multiplicando por varios números su presencia en el bop y utilizando además técnicas de mano izquierda que había adquirido como cellista clásico. Sus walking basses desplegados a cuatro dedos fueron una de las marcas personales de Arriagada.

Mitchel Urrutia

Mitchel Urrutia ha sido uno de los saxofonistas de jazz con mayor conocimiento en el trabajo de bloque y el lenguaje del swing orquestal. Pertenece a la generación de la década de 2000, aunque se inició a fines de los ’90 como un nóvel hombre de la primera de sus orquestas, la Los Andes Big Band (1999), dirigida por el trompetista Santiago Cerda. Desde esa fila, en la que llegó a convertirse en el primer saxo alto, su instrumento principal, Urrutia se diversificó en big bands de todas las líneas y en registros del saxofón que incluyen el soprano y el tenor.

Skuas

Skuas fue el proyecto de música avant-garde que reunió en París a los músicos que una década antes habían generado la primera experiencia de free jazz en Santiago de Chile: los hermanos Manuel Villarroel (n. 1944) y Patricio Villarroel (n. 1947), y Matías Pizarro (n. 1949). El nombre fue obtenido de un ave que habita en zonas remotas y en ultramar —en la Antártica chilena y las Islas Kerguelen—, y durante diez años de acción en Europa, amplió el rango y el concepto tanto de composición como de improvisación de sus integrantes.

Big Guns

La Big Guns es la orquesta de swing formada por el compositor, arreglador y director estadounidense Carl Hammond, quien arribó a Chile en 2008 para trabajar como académico residente en el Instituto Projazz. Hammond inspiró a músicos jóvenes a tocar jazz en bloques y tras un período de trabajo como académico, en 2012 finalmente llevó a una agrupación su creatividad como orquestador. Formada por alumnos y exalumnos de Projazz, la Big Guns se unió al panorama de orquestas formadas desde universidades y escuelas, como la Réko Big Band (de la Universidad Católica) o el Ensamble Latinomoderno (de la Escuela Moderna). Ha trabajado además con cantantes como Rodrigo González, Natalia Ramírez y Magdalena Mendoza en la puesta en escena de canciones orquetadas de Ray Charles, Nancy Wilson, Buddy Greco, Rosemary Clooney y Joe Williams entre otras figuras.

Óscar Pizarro

La versatilidad en las teclas ha sido un elemento distintivo en Óscar Pizarro, músico de jazz pero también sesionista preparado para enfrentar todo tipo de músicas populares. Lo hizo como pianista, tecladista e incluso organista Hammond, tal vez el sonido que mejor lo ha representado desde que dejó una marca en los conjuntos de Christian Gálvez y sobre todo como punto central de su álbum Organkuartet (2014). Su nombre se ajusta entre una generación de pianistas de los años '10 de diverso enfoque, que incluye a Valentino Baos, Sebastián Castro, Benjamín Furman y Raimundo Barría, entre otros.

Minton's Trío

Minton's Trío fue el conjunto que inició al pianista Manuel Villarroel como líder en el jazz moderno chileno durante la década de los '60, y a su vez involucró a su hermano Patricio Villarroel como baterista y al primo de ambos, Arturo Bórquez, como contrabajista. De este modo formó parte de la oleada de músicos jóvenes que se adscribieron a un modernismo musical iniciado por el Nahuel Jazz Quartet, del pianista Omar Nahuel en 1960, el cuarteto Chilean Jazz Messengers del pianista Miguel Saacan, y por el Village Trío, del pianista Roberto Lecaros en 1965.

Mauricio Rodríguez

Como una joven promesa de la guitarra eléctrica en los comienzos de 1991, Mauricio Rodríguez traspasó rápidamente los territorios del blues-rock en que se desplazaba siendo miembro de La Banda del Capitán Corneta, para instalarse como uno de los guitarristas de jazz más activos y sobresalientes del período. Presente en la escena del jazz de la transición, Rodríguez fue parte de la generación que expandió esta música hacia una nueva época en la composición moderna y la autogestión discográfica, representada en uno de los trabajos pioneros en este ámbito: el disco Datriza, que produjo en 1998 con su primer conjunto como líder, Almendra Trío.

Jaime de Aguirre

Conocido mucho más en su rol como ejecutivo de televisión, Jaime de Aguirre fue durante los años setenta y ochenta un nombre de inequívoca asociación a la música chilena. Como ingeniero, productor y compositor se involucró entonces en decenas de producciones locales, si bien nunca en un crédito protagónico. "Chile, la alegría ya viene", el canto que simbolizó la campaña del No a Pinochet es su composición más famosa e importante. Treinta y cinco años después, y tras su paso por la televisión, De Aguirre llegó a ser ministro de las Culturas del gobierno de Gabriel Boric durante un período en 2023.

Santiago Downbeat

Con músicos de formación académica, en el Instituto Projazz, y con algunos provenientes de la Conchalí Big Band, el año 2008 comenzó a trabajar Santiago Downbeat, elenco definido en estos términos por su culto al ska-jazz, y que tras un largo proceso de trabajo en 2012 editaron su primer disco. Con la voz femenina de Natalia Ramírez, realizaron tributos a la Orquesta Huambaly y a Los Ramblers, además de compartir escenarios con los míticos Skatalites en Chile. La agrupación giró incluso por Europa, y fue, en definitiva, una pequeña cantera de solistas de jazz contemporáneo y de músicos de bloque para una nueva generación de vientos.

Luis 'Huaso' Aránguiz

Se cuenta que Aránguiz adoptó el pseudónimo de Huaso porque vivió gran parte de su niñez en un burdel dirigido por una dama a la que se conocía por Huasa. Aránguiz se hizo a punta de días solitarios y noches ruidosas. Se inició en la trompeta en 1938, escuchando, como todos los músicos de la época, los solos de Armstrong a través de los viejos discos que lograba conseguir. Fue hombre de la orquesta de Lorenzo Da Acosta, pero tras renunciar a ella se volcó directamente hacia la improvisación jazzística caliente, el “hot jazz”. En 1941 puso en el escenario del salón Olimpia a uno de los más significativos conjuntos del hot jazz: Los Ases del Ritmo, en cuyas líneas estaban los mejores hombres de la época: Mario Escobar (saxo tenor), Woody Wolf (clarinete), Hernán Prado (piano), Raúl Salinas (guitarra), Iván Cazabón (contrabajo), Víctor Tuco Tapia (batería). En 1944 y 1945 fue músico de Los Ases Chilenos del Jazz y fue y volvió de múltiples agrupaciones hot hasta fichar en 1973 en los Santiago Stompers. Tocó con esta banda hasta 1978.

Cristián Bidart

Para el más jazzista de los integrantes de Akinetón Retard, la categoría de "músico incomprendido" dentro de la escena jazzística estuvo lejos de convertirse en un estigma. Por el contrario, este mismo hecho posicionó a Cristián Bidart como un solista ligado a un circuito de avanzada subterránea que permitió que proyectara su propio punto de vista sobre el jazz avant-garde. Su trabajo durante la década de 2010 se amplió, incluso, a investigaciones sobre la percusión chinchinera.