Pop
Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.
Tanto en su imagen como en su música, Los Cracks apuntaron al rock de los años sesenta. El grupo se formó con tres ex integrantes de una banda llamada Lagartijuana (que alguna vez teloneó a Pettinellis), y un gusto especial por el rock de viejo cuño.
Una de las nuevas apuestas del pop de los 2000 fue No me Acuerdo, banda surgida en los pasillos de un liceo de clase media, con el apoyo de un sello multinacional y códigos sonoros que bebían del pop chileno y argentino de la década anterior. Su sonido no alcanzó a ser masivo, pero su correcta factura le brindó a su música una significativa difusión radial. Su historia se cortó durante la grabación de un segundo álbum, que a la larga terminó convirtiéndose en el debut solista de su líder, Gonzalo Yáñez.
La postergación de los proyectos solista de Ana María Morales y de Marco Antonio Castro, posibilitó el origen del dúo Absolutos, creado en 2012 con la unión de estas fuerzas y la combinación de sus influencias musicales, que alternaron folk, punk, música latinoamericana y también elementos del noise y la música de baja fidelidad. El primer experimento de creación colectiva, como una suma de canciones propuestas de manera individual, se tituló Árbol (2012), un EP que anticipó al definitivo disco largaduración Árbol (2013).
A la zaga de las cantantes de jazz más reconocidas de la década de 1990, como Rossana Saavedra y Claudia Acuña, una joven Muriel Valle comenzó a aparecer en un circuito alternativo al epicentro del Club de Jazz. Sin embargo fue ella la que primero editó un trabajo de canciones norteamericanas, como voz iniciada en este campo: en 1999 autoprodujo y publicó el disco Standard jazz y blues, a dúo con el guitarrista Christopher Fox. Casi como un "eslabón perdido" del canto jazzístico, Muriel Valle conectó a dos generaciones de cantantes: la de los años '90 y la que surgió en los tempranos años 2000 con Myriam Olivares y Alexandra Inzunza.
Un nombre propio es la denominación que el actor Matías Oviedo dio a su proyecto musical, que siempre fue un trabajo colectivo, pero que solo lo tuvo a él como integrante permanente en un rasgo que, incluso, los hizo recibir la denominación de "banda solista". Con elementos de pop de rock y sonidos bailables, Julio Pino grabó tres hasta el 2015. Oviedo comenzó con Julio Pino luego de su paso como bajista y compositor de Bobo, y como parte del proyecto Taulis del compositor Sebastián Wallerstein. El 2016 presentó un disco como solista, poniendo en entredicho la continuidad de la banda.
Un pop colorido, aunque también con predominancia de las tonalidades grises en sus melodías, describe la música de Rosario Gatica, una cantautora que puso su nombre entre la oleada de mujeres autoras de la década de 2020, como Fran Quintero, María Simón, Olivia García, Camila Bañados, Idea Blanco y Cata Teuber, entre otras. Con miras a una participación en un concurso de composición femenina, llegada desde Villarrica, en 2021 escribió "La vida nos premia". Ello le permitió abrirse al campo de la autoría y producción de canciones, aunque poco después su encuentro con el cantautor pop Diego Peralta sería determinante. Juntos dieron forma a un repertorio que Rosario Gatica venía desarrollando desde una mirada reflexiva al amor sin resolver, centrada ahora en la estética del indie pop, el pop de sintetizadores y con la utilización de ciertos elementos rockeros en la música. "Pop nostálgico" fue el epígrafe con que ella describió ese cuerpo de canciones de intención radial ("La luz del sol", "Latir", "Un día a la vez", "El sur me llama", "Atrapados"), románticas y al mismo tiempo melancólicas, reunidas en ese disco debut producido por Peralta: Fondo (2024).
Si bien inicialmente apareció como una agrupación, parte de los proyectos promovidos por el Sello Azul en su generación de 2015, Aticoy es definitiva la identidad musical de la cantante Natalie Orellana. De hecho, ese fue el apodo que ella misma recibió en su infancia y el nombre con el que se organizó ese primer núcleo musical para el disco Brotar, una propuesta pop desde la perspectiva de la música de raíz. Más adelante, Natalie Orellana adoptó un estatus solista rodeada de esos mismos músicos colaboradores, y se mantuvo publicando canciones y discos bajo su identidad de Aticoy.
De cantante romántica a comienzos de los años '90 a agresiva rockera poco tiempo después, Tatiana Bustos intentó hacer encajar su contrastante propuesta musical con el gusto del público masivo y, a la vez, con los circuitos asociados al rock. Con el mérito extra de ser autora de sus temas y contar con la producción del experimentado Juan Andrés Ossandón, Bustos dejó una balada para el cancionero popular chileno como "Sinceridad", su tema más reconocido y con el que logró un triunfo en el Festival de Viña del Mar de 1993. Ya en los años 2000 debió enfrentar diversos prejuicios y ella cambió de vida para dedicarse a la crianza y a su carrera profesional.
Con un decidido carácter comercial, el grupo Los Larks fue la primera expresión local de vocación masiva inspirada en el movimiento beat que cautivaba al mundo a mediados de los años '60. Pese a su breve trayectoria —de algunos singles y dos LP—, el cuarteto no pasó en absoluto inadvertido gracias a su intachable ejecución musical, pero sobre todo por su curiosa caracterización visual del fenómeno colérico. Su repertorio entonces se basó en versiones de grandes éxitos internacionales de grupos como The Mamas and The Papas, Dave Clark Five, The Monkees y, por supuesto, The Beatles.
Una serie de tempranas canciones autorales como "Sólo para los dos", "Conquistando montañas" o "Sol quiero en tu vida" son las que Daniela Foureré reunió en sus discos EP Bestia solitaria (2015) y Sol quiero en tu vida (2017). Sanmiguelina de origen, sanjoaquina por adopción y zurda como Gepe, la música de esta cantautora se mueve en el ámbito del pop independiente matizado con elementos del rock y el folclor, con letras de crítica social alternadas de historias personales. Foueré, que integra el colectivo Masa (Músicos Asociados por la Autogestión), ha compartido escenario como una cantautora emergente de mediados de la década de 2010 con músicos como Manuel García.
Presentada en circuitos del underground como “la reina del hip-hop electrónico”, Tamara Meruane es Vitami, autora, cantante, rapera y también periodista, que ha tenido colaboraciones permanentes con el grupo Rapaces y con el ex Makiza, Sonido Ácido. Se inició escribiendo rimas a los 13 años y ya desde 2006 apareció activa en el frente del hip-hop. Ha creado material para la serie televisiva animada “Pulentos”, que luego se convirtió en una película, y con ese mismo proyecto y elenco de figuras de Pulentos se presentó en Lollapalooza en 2011.
El nombre de Karla Bustamante está detrás de K-Bust, o Kay Bust, pseudónimo artístico de la cantante pop nacida en Valparaíso y que ha realizado una carrera musical en Canadá, donde produjo, grabó y editó su primer disco, Urban stories (2013).
Fue un éxito radial y de ventas llamado “Que estemos juntos los dos”, el que catapultó a la cantante chileno-australiana Rachel al tope de los rankings en 1999 y la convirtió en figura mediática incluso en España, donde su álbum Rachel (1998) superó las 50 mil copias vendidas. Raquel Susana Delgado, su verdadero nombre, consiguió un status de estrella en Europa, cantó mucho pop y jazz en Australia, pero nunca logró obtener una categoría similar en Chile.
Sostenida en la dirección musical y el moderno arreglismo del pianista de jazz Gabriel Paillao junto con los dinámicos textos del rapero y poeta urbano Matiah Chinaski, vinculado al colectivo Mente Sabia Cru, La Brígida Orquesta hizo su demoledora aparición en la escena subterránea de la música a fines de los años '10, con una propuesta de rap y sección de vientos, reproduciendo en su frente las filas de una big band, con trompetas, trombones y saxofones. Con un grueso de músicos provenientes de la Conchalí Big Band, además de agrupaciones como Newen Afrobeat y los pioneros en el hip-hop y el jazz Cómo Asesinar a Felipes, La Brígida Orquesta fue un emblema en la música de las periferias y la resistencia en tiempos del estallido social. Dos álbumes suyos ganaron sucesivos premios Pulsar: Corte elegante (2018) y Música para la inmensa minoría (2023).
La experiencia en el grupo pop Betty Boy fue la base de María Paz del Río para iniciar un segundo proyecto, Somos Manhattan, el dúo con Federico Fauda, que tras un extenso período de ensayos, grabó el sencillo "Cero", el punto de partida de su historia.
Sesionista, sideman, productor y profesor, el baterista Carlos Figueroa Salazar arrastra una historia ligada al instrumento definitivo de la percusión desde las dos ramas de su genealogía. Su padre es Carlos Figueroa, el más importante baterista-investigador-instructor de la era moderna y su madre es hermana de Patricio Salazar, uno de los más populares baterías de la misma época, vinculado primero a la Nueva Ola y luego a las orquestas televisivas. Ese ADN convirtió a Figueroa Salazar en un versátil intérprete de estudio, escenario, giras y sesiones desde fines de los ’80, cuando era un adolescente y hasta que a los 35 años editó su primer álbum como líder, Carlos Figueroa (2007), que llegó a ser nominado en 2008 al Grammy Latino.
La música fue inspiración familiar en el caso de Jaime Atria Rosselot, cantautor solista, productor, compositor e integrante de varios grupos; hijo del famoso autor de "La consentida" y "Noche callada", Jaime Atria. Festivales de la canción estudiantil fueron su espacio más prolífico de difusión durante los años setenta, aunque han sido voces ajenas las que más han dado a conocer sus composiciones. Gente como Alberto Plaza, Magdalena Matthey, Eduardo Gatti, Juan Carlos Duque, Gloria Simonetti, Pedro Messone y Osvaldo Díaz han grabado canciones suyas.
Si bien como intérprete de standards Nicole Bunout formó parte de la llamada "nueva ola del jazz vocal" a mediados de la década de los 2000, su proyecto creativo en la música autoral se ha enfocado en la canción folk con una inspiración en la música latinoamericana, que diez años después de su aparición en esa escena jazzística la llevó a publicar su primer cancionero propio en el disco Crisálida (2014).
Banda pop-punk surgida el 2005, que incluyó a la estrella televisiva adolescente Javier Javbo Castillo (BKN) como cantante. Sus singles "Por siempre" y "Canción para ella" tuvieron una significativa difusión entre ese público etáreo. Con estructura de guitarra, bajo y batería, muestran un pop de buena factura que crece al margen de los laboratorios de la televisión y de la industria. Solo publicaron el disco Quiero salir (2007).