Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Valentina Rodríguez

La “fusión de raíz” fue el concepto acuñado por Valentina Rodríguez al llevar a efecto un proyecto autoral desde punto de encuentro de tres líneas: la música de ritmos folclóricos, la canción pop y el temperamento jazzístico. A fines de la década de 2000 esta cantante y autora egresada de la Escuela Moderna de Música unió su nombre al de otros compositores de fusión latinoamericana con autoridad: Daniela Conejero, Marcelo Vergara, Josefina Echenique y, algunos años antes, Rodrigo Santa María.

Maca del Pilar

Otro ejemplo de artistas que despuntaron desde tribunas televisivas durante la década de 2010, tras la fiebre de los programas juveniles diez años antes, es la cantante pop serenense Macarena del Pilar Torres, quien a los 20 años apareció en "Chile, país de talentos", de Canal 13. Pero esa participación fue una breve vitrina más para la cantante y también compositora de canciones, que luego convirtió su "Sube decibel" en el tema principal de la serie de Mega, "Decibel 110". Presentada como Maca Torres y luego como Maca del Pilar, pasó del pop juvenil al circuito de la música urbana latina.

Duobit

Duobit partió como el proyecto a dúo de Víctor Mahana y Daniela Jordán (María Perlita), quienes se asociaron por tres años de acuerdo a un esquema de total colaboración: programaciones y bases a cargo de Víctor; y letras y voz, bajo la responsabilidad de Jordán. El fruto de su trabajo quedó registrado en el disco Mis amigos (2008), que el dúo puso a disposición para descarga gratuita y definió de un modo peculiar: «Atari and Nintendo chipsounds, analog vintage drum machines, power bass y guitarras; grandes coros, voces claras y mucho sentido del humor». Negro sarcasmo, ambientaciones densas y versos dramáticos eran algunas de sus marcas. Un viaje de Daniela Jordán a Europa, en el 2008, dejó a Duobit con una nueva vocalista, María José Andrade (Mahose). Con esta nueva formación el dúo mantuvo presentaciones en vivo y la composición de canciones. En 2009, Víctor Mahana presentó un disco solista, El jardín escondido, parte de una exposición homónima de su trabajo como artista visual, y con el registro de tracks trabajados en proyectos previos como VicVeyond, RamadanZ y Vmproject.

Álvaro Severino

Dos épocas definen la trayectoria del guitarrista Álvaro Severino, uno de los músicos que ha recorrido por diversos estilos de la música popular. Una primera etapa en Chile lo situó en los 2000 como músico de la escena juvenil del soul y el R&B, mientras que su vida en Alemania a lo largo de la década de 2010 le posibilitó ampliar su mirada como músico de jazz y de proyectos en los ambientes universitarios. Si bien hubo grabado un disco de standards en Chile, el plan que diseñó para el álbum Ngen-kürüf (2019) vino a ser decisivo en su madurez como compositor y guitarrista, siempre desde la óptica de la fusión latinoamericana.

Natacha Montory

Natacha Montory es ejemplar de la llamada "nueva ola del jazz" de mediados de los 2000. Como solista reorganizó a su modo elementos provenientes del swing, el canto popular y la imaginería del teatro y junto a otras figuras emergentes de su generación como Regina Crisosto, Renata Carrasco, Consuelo Schuster o Paz Court, fue parte activa de cierto pop "elaborado". Pero su interés en repertorios de bolero y bossa nova también la mostraron como estilista de canciones melódicas.

Matahari

El nombre de Matahari es principal en la línea de músicos chilenos que desde los años 90 ha mantenido viva la dedicación al soul, el funk y el acid-jazz con formación académica. Antes del surgimiento de grupos como Mamma Soul (funk latino), Feria (pop-soul) o Alüzinati (nu jazz), Matahari fue la primera banda establecida en esa corriente, y se ha alimentado con naturalidad de los distintos integrantes que han pasado por la banda, entre quienes destacan las cantantes Gloria Pérez y, sobre todo, Ema Pinto, avanzada solista vocal que le dio al grupo su identidad definitiva.

Sebastián Santa María

«Uno sale… completamente irresponsable. Es una etapa de la vida… de locura, en la que uno te manejas solamente con sueños», recuerda Sebastián Santa María en un registro de archivo de una entrevista suya en el programa televisivo "Más Música". Se refiere así a su partida a Europa a los 17 años, motivado por la idea —incierta todavía— de que podría allí desarrollarse como músico. Se trató, en su caso, de una irresponsabilidad bendita, que al poco tiempo lo tenía trabajando en sus condiciones soñadas en cuanto a colaboraciones, lecciones y libertad creativa. Aunque Santa María está en la memoria masivo por un single pop de gran difusión radial en 1987, "Keep on singing", su trayectoria lo ubica como una figura de peso en terrenos de exploración jazz-rock, y exigente autoría y coordinación de equipos. Su formación musical sobre el piano no le impidió luego mostrarse también como cantante y productor. Fue valorado como tal entre figuras de relieve internacional, todas las cuales lamentaron públicamente su muerte temprana, a los 37 años de edad.

Samuel Maluenda

Samuel Maluenda, también conocido como Samy Maluenda, es un bajista de versátil disposición en la música popular y el jazz, donde ha encontrado un espacio para proyectarse como nombre propio desde los ángulos de la composición, la organización de agrupaciones y la experimentación con el instrumento. Sus bajos de seis y hasta siete cuerdas están presentes como sonido central en álbumes de jazz fusión que ha producido, con música para cuarteto, octeto e incluso trabajos de dinámica solista como Luna (2021), el más experimental de su trayectoria.

Fran Mazu

Nombre y figura de un pop surgido en los tiempos pandémicos, Francisca Mazuela apareció por primera vez desde las plataformas digitales como vía de salida ante el encierro sanitario, principalmente como tiktoker, interpretando covers de Olivia Rodrigo, Dua Lipa y Bruno Mars que se hicieron virales. Pero ella ya contaba con una base musical, estudios de piano, composición y sobre todo de canto, desde los nueve años de edad, en la Escuela Moderna de Música. Su primera canción fue "(Completamente) a ti", que comenzó a circular en la red en 2021 y la impulsó a desarrollar una idea propia alrededor de la canción pop, el sonido, el ritmo y la producción del pop dance y del pop urbano, además de abrazar un discurso contra las convenciones sociales, el autoconocimiento y el poder femenino. De este modo adoptó el nombre musical de Fran Mazu, con el que puso en movimiento canciones como "Llorando glitter" (con C-Funk), "Free" (con Kya) y "Antisocial" (con el venezolano Marc Nale), singles pertenecientes a su disco F.R.I.K.I. (2023), además de la popular "Código bitches" (con Seamoon).

Óscar Hauyon

También periodista y gestor cultural, Óscar Hauyon es un músico cuyo trabajo se describe desde la autosuficiencia. Durante toda la década de los 2000 integró el grupo rock-pop de origen ovallino Polter, del que fue tecladista y también compositor. Su ruta como nombre propio comenzó poco después de la disolución de la banda en 2010, y se manifestó en una primera trilogía de discos propios donde Hauyon expuso entonces su posición en el pop, incursionando en los territorios del synthpop, el rock alternativo, la música industrial y la música dance.

Tiro al Aire

El nacimiento de Tiro al Aire coincide con el momento en que el punk chileno adquiere cualidades emotivas o intimistas en las letras, pero que en este grupo santiaguino iniciado en 1995 tiene que ver además con la desenvoltura de una canción como "Te quiero ver muerta", su mayor éxito. Cercano al medio audiovisual, Tiro al Aire grabó canciones para cortometrajes y largometrajes (Ángel negro, Promedio rojo) y fue la escuela preparatoria del baterista y futuro director y animador de TV Eduardo Bertrán. Su primer cassette lo publicaron en 1995 (Debut) y llegaron a compartir escenario con BBs Paranoicos, Fiskales Ad Hok y Nos Independencia. Un único álbum homónimo (Tiro al Aire, 2003) es el mejor registro de su legado sonoro.

Marcela Parra

La temuquense Marcela Parra es cantautora, pero al mismo tiempo poeta y doctora en Artes Visuales, lo que le ha permitido ampliar su creatividad desde que inició una carrera como solista, cantando en un serie de pequeños escenarios de Valparaíso hacia 2005. Sus canciones pop y folk mezclan la raíz del folclor sureño con la música celta, la música portuguesa y la poesía propia, en un encuentro que quedó expuesto desde su primer disco, Astronautas en la playa (2015). Con el tiempo su creación pasó a utilizar las herramientas digitales, sintetizadores modulares y otros medios para establecer una cantautoría desde la electrónica.

Valentina Fel

Una notoria y agresiva puesta en escena es la primera advertencia que esta cantante y compositora viene haciendo desde sus inicios en 2006 en el circuito independiente santiaguino. Pop, bases electrónicas y hip-hop, pero también vestuario, baile y un componente teatral se combinan en las actuaciones de Valentina Fel, que no por casualidad estudió teatro y debutó como parte de un montaje en el que también intervino la compañía francesa de teatro callejero Royal de Luxe en 2006 en la capital. Luego fue una de las ganadores del concurso "Nuevos sonidos" organizado en 2007 por el sitio de música independiente Super 45, e inició la grabación de un primer disco. Valentina Fel salió el primer semestre del 2009, e incluía canciones como "Emergencia", "Acapulco", "Caos moral", "Sin control mi diversión" o "Circo podrido".

Biovicio

Aprovechar al máximo la vida y estar enviciado con ella es la traducción del nombre de Biovicio, un cuarteto santiaguino nacido a fines de los años noventa y que legó sólo un disco en sus seis años de recorrido. Con influencias de bandas como Alice in Chains, Stone Temple Pilots o Blind Melon, asociadas a la popular oleada grunge y alternativa de esa época, el grupo fue al mismo tiempo cercano a músicos como Elso Tumbay y Michu.

Ivo Yopo

Guitarrista, productor musical, arreglador y activo músico de sesión durante la década de 2010, Ivo Yopo tuvo su despegue solístico con el disco Calle (2014), donde dio curso a sus propósitos creativos en el campo del pop-rock moderno y masivo. Yopo se dio a conocer frente al gran público como el guitarrista de la banda de Myriam Hernández, desde el año 2010.

Loreto

La cantante antofagastina Loreto Araya Abdala es Loreto, exponente de un pop con ciertos matices rockeros y aproximaciones al reggae y al blues. Iniciada en 2006 como estudiante de teatro en la Universidad Arcis, al poco tiempo ingresó a los círculos musicales alternativos y así comenzó a cantar y componer. Sus primeras experiencias de este tipo las canalizó en la banda Puñal, pero más significativamente en la banda que puso en marcha en los años '10 y que finalmente se convirtió en su grupo de apoyo con el que publicó en 2017 su debutante La furia. Loreto ha sido, además, profesora de canto y cultora del teatro musical.

Bela

Su voz en la canción "Mi tío Snoop", del rapero mexicano Alemán y con la participación del mismísimo Snoop Dog, definió en 2020 la presencia de la quilpueína Gabriela Meriño en la música urbana con el nombre de Bela. Auditora de hip-hop, en especial la ola del rap de la costa oeste estadounidense, instaló un relato desde el R&B, el hip-hop y el trap, que desembocó en una serie de canciones preliminares, como "Facetime", aquella que la puso en órbita. Su primer disco, un trabajo pospandémico, es 00 (2023).

Metalengua

El ascenso de Metalengua en la escena pop chilena ha sido excepcionalmente rápido, si se considera que entre su primer single y su triunfo en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar 2025 no pasaron más de seis años. Pero no es lo único atípico en este dúo formado por los hermanos Pascal y Martín Torres, cultores de lo que ellos llaman «chispop», en fusión de referencias y perspectiva latinoamericana, no exenta de provocación a los puristas del folclor.

Benito Cereno

Muchas veces aportó canciones el periodista y realizador audiovisual Álvaro Díaz a proyectos con nombres de banda o a discos de amigos músicos. Y cuando se decidió a debutar con su propio cancionero en disco tampoco quiso ocupar su propio nombre, sino resguardarse en un seudónimo literario (Benito Cereno es una novela del estadounidense Herman Melville), como separando aguas entre sus muchas actividades y proyectos creativos.

Julián Peña

Ha sido quizás «por culpa» de su buena voz, que Julián Peña sea más reconocido en su faceta de cantante que en la de compositor. Su impronta de rockero y su registro elegante han sido cotizados por bandas diversas, sobre todo Los Santos Dumont y Ángel Parra Trío, a las cuales se ha integrado como miembro estable en diferentes períodos. Entre 2003 y 2007, Peña —quien también es guitarrista y pianista— se ocupó en su propio proyecto creativo, Casanova, un cuarteto en el que logró al fin encauzar su interés fundamental: canciones pop bien arregladas y de innegable calidez. Desde la disolución de esa banda, se mantiene vinculado a la música a través de diversos proyectos, incluido el de la composición y grabación solista.