1990

90

Jaime Atenas

Saxofonista de todos los registros, soprano, alto, tenor y barítono, además de la flauta traversa, Jaime Atenas Sánchez es reconocido como una de las torres del grupo Congreso. Allí llegó como un joven músico de la Quinta Región para grabar el disco Pájaros de arcilla (1984) y desde entonces fue un referente en el sonido en transformación y consolidación para el conjunto. Pero su historia como nombre propio lo sitúa en el amplio abanico de músicas, como saxofonista en orquestas de baile y televisión y también en bandas de jazz-rock y ensambles de cámara y orquestas sinfónicas, donde mostró un amplio conocimiento de los lenguajes musicales junto con la diversidad de los timbres de sus instrumentos.

Coré

Antecedente de la nueva música de raíz latinoamericana surgida en los años ’90 en Chile, Coré fue al mismo tiempo uno de los primeros en la actual genealogía de conjuntos dedicados a esa música y la cuna de la que saldrían el grupo de pop-rock Mecánica Popular y el cantautor Manuel García. La inspiración de artistas mayores como Inti-Illimani y Patricio Manns fue el referente cuando Coré empezó a tocar al tiempo que otros grupos de la misma generación, como Entrama y Episodio., y con músicos provenientes de Santiago y Arica. El conjunto obtuvo su nombre del pseudónimo artístico del dibujante Mario Silva Ossa (1913-1950) y se disolvió sin haber grabado discos,. Dos de sus integrantes (Manuel García y Mario Villalobos) formaron Mecánica Popular  y otros dos (Daniel Cantillana y Christian González) se integraron a Inti-Illimani.

DJ Raff

Por sus muy diversos encargos como productor, DJ Raff fue un tiempo uno de los colaboradores y asesores más importantes del circuito hip-hop chileno. Pero su decisión de defender su trabajo propio lo llevó también no sólo a la composición electrónica propiamente tal sino que también a una fabulosa proyección internacional.

Adrián y los Dados Negros

Al igual que otros próceres de la música tropical chilena, Adrián César Chauque es extranjero, y su penetración en Chile ha sido innegable y trascendente. Llegó en julio de 1993, a una presentación en Calama, y se terminó quedando por casi dos décadas. Primero residió en Antofagasta y luego se radicó en Santiago, y con distintos elencos en sus bandas de acompañamiento, con el nombre de Adrián y los Dados Negros difundió varios hitos populares en los 90, como sus versiones de "Tarjetita de invitación", "El santo cachón" y "Por qué me siguen las mujeres". El modelo de cumbia electrónica que trajo desde Argentina, y que en Chile casi no se conocía, le dio una enorme popularidad, y se convirtió en un referente para músicos locales. Desde el 2010 reside en Argentina, pero se sigue presentando en Chile, en Bolivia e incluso en escenarios europeos.

Daniel Cantillana

Daniel Cantillana fue conocido inicialmente como el primer músico nacido después del golpe militar que llegó a las filas de Inti-Illimani, lo que posibilitó de paso el arribo de nuevos integrantes jóvenes y una consecuente renovación. Cantillana se incorporó al grupo en 1998, poco antes de la grabación del disco Amar de nuevo, y allí tuvo inmediato protagonismo como voz solista en valses y boleros de Patricio Manns (“Antes de amar de nuevo”, “Esta eterna costumbre”). Después de más de diez años comenzó un proyecto solista que se concretaría con el álbum Viñeta (2010), siempre de manera paralela al grupo.

Osvaldo Díaz

Considerado dueño de una de las mejores voces de la canción popular en Chile, Osvaldo Díaz fue un cantante activo en la televisión de los años '70, pero ha pasado por otras escenas como la última época de la Nueva Ola en la que se inició en 1968, su carrera como baladista en programas y festivales y el importante rol que jugó en el Canto Nuevo, al margen de los medios oficiales. De esa carrera quedan en la memoria canciones de diversa data, como "Ternura" (1968), "Los carasucias" (1976) y "Reflexiones" (1978) y las más recientes "Por favor no te vayas" y "No digas que no me amas" (1993).

Igor Saavedra

Igor Saavedra tenía 22 años cuando tomó por primera vez un bajo eléctrico y antes de cumplir los 23 ya alineaba en el ensamble jazz-rock y fusión del violinista Roberto Lecaros llamado Kameréctrica. Un supergrupo al que Saavedra llegó en 1988 para sustituir al sideman original, Marcelo Aedo, y convertirse de esa forma en el primero de los bajistas eléctricos de fusión de la generación inmediatamente posterior a Jorge Campos, Pablo Lecaros y el propio Aedo.

Clarita Parra

Varios países han escuchado la voz y la guitarra de Clarita Parra, una cantautora e intérprete vinculada a la música desde la genética familiar, pues, como hija de Eduardo Lalo Parra, es parte de la segunda generación de parientes activos en la música. Ocupada primero en la recreación de repertorio ajeno, con el tiempo la autora fue desarrollando un cancionero propio, en parte cronístico y en parte folclórico. Su repertorio abarca sobre todo cueca, trova y fusión latinoamericana, y se cruza en varios momentos con el de su padre, con quien llegó a grabar varios discos. En 2024, Clarita Parra recibió el Premio a la Música Presidente de la República, distinguida en el ámbito de la música de raíz folclórica.

Jorge González

Haber sido el compositor, vocero y líder de un grupo tan significativo como Los Prisioneros marca a Jorge González en el total de su trayectoria, si bien su trabajo solista es igualmente contundente y puede apreciárselo en cuanto tal. Dentro y fuera de esa banda, el músico nunca dejó de buscar formas nuevas de encauzar su talento en la música de vocación popular y en la opinión sobre el país y sus circunstancias. Casi sin pausas, esa inquietud ha asumido formas diversas, de recepción dispar pero encomiable búsqueda creativa, en diversos géneros, proyectos de dúo (como en Gonzalo Martínez y Los Updates) y colaboraciones; aunque también, a veces, completamente a solas (durante un período, bajo el seudónimo Leonino). Su biografía muestra los elementos propios de una vocación artística de alto vuelo, con períodos de residencia en el extranjero (al menos en Nueva York, Ciudad de México, Berlín y Valencia), años agitados por razones extramusicales, e ideas y venidas con su proyección pública como cantautor. La más marcadora de estas vicisitudes, sin embargo, fue el accidente cerebrovascular sufrido por él en 2015, que detuvo casi por completo su agenda de recitales y ha determinado significativamente su trabajo de composición y grabaciones.

Claudio 'Pájaro' Araya

Si el talento pudiera medirse por la relevancia de quienes buscan los propios servicios, Claudio Pájaro Araya tuvo pruebas suficientes de ventaja: Congreso, Los Jaivas, Osvaldo Torres, Cristina Narea, Evelyn Cornejo y Los Celestinos lo integraron en diferentes momentos a sus giras y grabaciones. En sus últimos años de vida, el músico fue parte de la formación estable de Chico Trujillo y Bloque Depresivo. Pero no fueron las colaboraciones el único cauce de trabajo creativo para Araya. Su composición y filosofía en torno a la música nortina apareció también de manera fundamental en el conjunto Huara, cofundado por él en 1978, y el cual lo ocupó de modo intermitente por diferentes décadas, formaciones y proyectos. Avezado en charango, tiple, cuatro venezolano y cajón peruano, el músico nacido en Antofagasta fue considerado uno de los forjadores de un sonido nortino innovador y riguroso. Sus dos discos solistas, Comparsa Huara (2007) y Danza (2021), fueron prueba de su libertad creativa y riesgo en el trabajo sonoro, activadas ambas hasta su muerte, en mayo de 2024.

Yajaira

El dato inicial más llamativo en Yajaira era la experiencia con la que llegaron sus miembros fundadores. El guitarrista Samuel Sam Maquieira había tocado en Jusolis; el baterista Sebastián Flecha Arce era entonces integrante de Pánico; y el bajista y cantante Miguel Comegato Montenegro había actuado en Necrosis y en los respetados Supersordo. Su primera inspiración fue el rock stoner de K-yuss y Soundgarden, aunque también el legado de Black Sabbath y el rock sicodélico en general. Durante una década, el grupo trabajó un sonido eléctrico poderoso y distendido, de gran influencia para otras bandas rockeras independientes en el circuito local noventero. Tras una pausa, su reactivación como trío confirmó su vocación eléctrica.

Los Rockers

El rocanrol primigenio sostuvo el sonido de Los Rockers durante una historia tan persistente como accidentada. En su imagen y sonido, el grupo santiaguino abrazó no sólo la estética sino también la filosofía del primer sonido sureño en torno a Sun Records. «El rebelde rock and roll fue, es y será nuestra mejor arma, disparando contra el sistema, el descontento y la vergonzosa desigualdad a la que somos sometidos», era parte de su manifiesto.

Mambotaxi

Mambotaxi nació en 1998 como un proyecto circunstancial, luego de que el músico y arquitecto Philippe Boisier recibiera el encargo de musicalizar un cortometraje independiente (Ese olor). El tecladista desarrolló la banda sonora junto al chileno Juan Guillermo Dumay, integrante de Pánico al igual que Boisier, y el DJ inglés Graham Wakefield, entonces de paso por Chile. La banda fue reconocida como un exponente local del posrock y en su música combinó ideas próximas al ambient, el free jazz y los sonidos análogos.

Corrosivas

El nombre de Corrosivas empezó a oírse temprano en la crónica del hip-hop chileno de los años ’90, en manos de dos raperas que formaron este grupo como parte del circuito emergido en torno al capitalino Parque Forestal. Paula Carmona (Mona) y Nalini Galdames (Nalini), las integrantes del dúo, se presentaron en vivo y se instalaron como genuinas precursoras del hip-hop femenino en Chile. Solo dejaron un disco, que se editó cuando el dúo se había disuelto, pero su nombre es clave en la historia del género, y varias de sus canciones ("La casa del terror" o "Corrosivas en la casa") son con propiedad clásicos fundacionales del rap local.

Álvaro Véliz

Nombre de la balada de los años 2000, Álvaro Véliz ha debido lidiar con las dificultades que tuvo el género en esa década —que vio el derrumbe de la industria discográfica y la invasión de baladistas televisivos—, y por ello ha tenido momentos profesionales de intensidad variable, aunque ha sabido diversificar su oficio con otros caminos de la música, como la publicidad y la composición por encargo.

Sergio Ortega

Los hitos contemporáneos se recuerdan muchas veces a través de las canciones que acompañaron a sus protagonistas. En Chile, la llegada al poder de la Unidad Popular, en 1970, tuvo dos grandes himnos, reconocibles popularmente hasta hoy, y no sólo en nuestro país. "Venceremos" y "El pueblo unido jamás será vencido" son las dos creaciones más famosas de Sergio Ortega, un músico nortino que califica entre los grandes nombres de la música chilena del siglo  XX, y que también se ocupó en obras para el mundo docto, teatral y cinematográfico. Se asoció, además, en proyectos creativos con los más grandes nombres de la Nueva Canción Chilena, como los conjuntos Quilapayún e Inti-Illimani.

Luisín Landáez

Aunque venezolano de nacimiento, Luisín Landáez fue  un personaje clave para la música chilena, y uno de los responsables de la penetración de la cumbia en este lado del mundo. Iniciado como cantante de orquestas, llegó a Chile en 1962, y se quedó quince años. Desde mediados de la década de los '70 alternó su residencia entre Chile y Venezuela, y cumpliendo escasas, aunque regulares, presentaciones en vivo, en las que recreó el inmortal repertorio que popularizó en Chile entonces, y que tuvo en sus versiones para los temas "Macondo" y "La piragua" sus más grandes contribuciones.

Niños con Bombas

Muchos chilenos han formado bandas en el extranjero, pero Niños con Bombas destacó durante los años 90 como uno de los grupos rock con base europea de mayor carácter latino. Dos álbumes de golpeadora energía —«latin-cyber-punk», según propia definición— fueron el legado antes de su fin, tras el cual el músico Daniel Puente ha continuado con una persistente carrera solista hasta ahora.

Alejandro Soto Lacoste

El paso como multi-instrumentista por agrupaciones de la música de fusión latinoamericana (Aranto, Bombyx Mori y Sur-Gente), además de colaboraciones múltiples con solistas, marcan el primer paso de Alejandro Soto. Sin embargo su carácter de moderno compositor para música popular definió mayormente su proyección en el tiempo, con presencia en la serie de piezas escogidas de los discos Música de este lado del sur en 2002 y 2004 (con “Tu vuelo inquieto” y “Entre dos caminos”). Eso hasta que una vez radicado en Alemania Soto inició en 2007 una ruta solista con su álbum de canciones de autor, Interiores, editado en 2008 y presentado en Chile en 2009.

Jacqueline Fuentes

El de Jacqueline Fuentes es otro de los nombres de músicos chilenos que se han abierto caminos fuera de Chile gracias a las sonoridades latinoamericanas fusionadas entre sí y con otras influencias, que en el caso de esta cantante y compositora incluyen el folclor y la música clásica. Radicada desde 1995 en Los Angeles, California, ha grabado dos discos y sus canciones han sido antologadas en el catálogo del sello de músicas del mundo Putumayo en EE.UU.