1980

80

Fernando González Marabolí

No hay conocedor de la tradición de la cueca chilena que no se refiera a Fernando González Marabolí como un «maestro». A su talento como cantor y extenso trabajo junto al conjunto Los Chinganeros (que él mismo fundó y dirigió por casi seis décadas), se sumó un trabajo de investigación realizado con rigor y afecto, fundamental para comprender la cueca desde sus raíces y en los más amplios alcances imaginables, incluso metafísicos (lecciones registradas en el fundamental libro Chilena o cueca tradicional). Aunque se ganó la vida como matarife, su capacidad de relacionar el folclor chileno a disciplinas tales como la filosofía, la historia universal, las culturas vernáculas y hasta la astronomía fue siempre sorprendente. Sus palabras e ideas siguen citándose tras su muerte.

Víctor Alarcón

Tenor lírico, director de coro y orquesta, académico y educador, Víctor Alarcón Díaz es reconocido como el último gran eslabón en la cadena de la tradición de la música coral en Chile. Formador de diversas agrupaciones, como el Coro de Estudiantes de la Universidad Católica en los años '80 o el Coro Bellas Artes en los '90, amplió su rango como formador al asumir la dirección del Coro Crecer Cantando en 1992, programa que al alero del Teatro Municipal de Santiago lo llevó a recorrer el país instruyendo profesores. Alarcón dirigió, además el elenco titular de ese programa y creó en la UC el ensamble vocal e instrumental Concerto Vocale, con el que incursionó en un amplio y arriesgado rango del repertorio docto, desde la música antigua y barroca hasta la música contemporánea. Su trágica muerte, debido a un accidente en 2018, dejó tempranamente al país sin otra de sus mayores figuras musicales.

La Regia Orquesta

Cuando en diciembre de 1988 se estrenó en Santiago La Negra Ester se largaba no sólo uno de los fenómenos teatrales más significativos en la historia de las tablas en Chile, sino también se afirmaba la puesta en escena de música que llegaría a ser entrañable. En ese montaje del director Andrés Pérez para la narración en décimas de Roberto Parra, se desplegaba el trabajo de la compañía Gran Circo Teatro junto a la interpretación en vivo de un trío con nombre de gran ensamble: La Regia Orquesta era un conjunto comandado por Cuti Aste, y que en las primeras temporadas de la obra incluyó también a Álvaro Henríquez y al trompetista Jorge Lobos. El propio Roberto Parra acompañó la preparación de su trabajo musical, recorrido de folclor, jazz, bolero y tango bajo auténtica clave de jazz guachaca.

Carmen Barros

El personaje de Carmela y el seudónimo de Marianela son las dos señales más inmediatas para identificar a Carmen Barros, la actriz, cantante, dramaturga y directora de teatro reconocida por su papel protagónico en la primera versión de la célebre obra musical La pérgola de las flores (1960). Pero lejos de agotarse en ese hito, su historia se remonta a la radio, el disco y el cine chileno de los años '40 y avanza luego por el teatro, la comedia musical y la televisión en una trayectoria con cruces frecuentes y productivos entre el canto y la actuación. Cosmopolita, su carrera ha estado jalonada desde temprano por los viajes y llega hasta marcas tan recientes como la obra de teatro unipersonal Mi Marilyn Monroe (2010), tras más de seis décadas de vigencia en los escenarios. En 2019, a los 94 años de edad, fue distinguida por la SCD como Figura Fundamental de la Música Chilena, y falleció cuatro años después como una de las más queridas por el gran público.

Mauricio Redolés

Un poeta-músico o un músico-poeta es Mauricio Redolés dentro del arte contemporáneo chileno, dependiendo de a quién se le pregunte o qué formato se privilegie en el análisis. Hay libros y discos en el trayecto profesional de este hombre que ha pasado gran parte de su vida como vecino del capitalino barrio Yungay, aunque también canciones que se cruzan con poemas (y al revés) y que quizás sea mejor no clasificar del todo. El propio Redolés se ha definido, sencillamente, como «un poeta que tiene una gran admiración por el rock», y desde esa cruza ha inscrito observaciones inolvidables y agudas sobre la cultura popular chilena, de un caracter autoral distinguible y hasta ahora incisivo.

Jovina Pereira

Cantora, autora, poeta popular, arpista e intérprete de guitarra traspuesta, Jovina Pereira Pereira es conocida en Constitución como "La voz del mar". Se formó en la vida campesina en su más amplia y profunda dimensión, en el sector rural de Empedrado, cerca de Constitución. Allí vivió con su madre y su abuela cantora de trillas y fiestas populares campesinas, quien le legó a Jovina Pereira el amor por el canto y la vida del campo. En esa vida matriarcal aprendió secretos de la tierra, fue agricultora de autosustentación, intercambió productos en trueques y su vida transcurrió a caballo. A los siete años escuchó cantar a Violeta Parra en la radio y consolidó así un amor por el canto. A los diez años se trasladó a Constitución para comenzar sus estudios escolares y allí desarrolló la actividad musical desde joven, cantando en conjunto folclóricos y coros. Con uno de sus conjuntos más importantes, Voces del Mar, llegó a editar dos discos, y luego como solista publicó el álbum A Violeta (2017), grabado junto a su hijo arpista Raúl González con motivo del centenario de su natalicio, y Quisiera morir cantando (2025).

Calichal

Referencia de la música nortina, el conjunto Calichal legó al cancionero nacional un himno religioso en ritmo de trote taquirari de encanto unánime entre audiencias. Su "Reina del Tamarugal" pasó del triunfo en la competencia folclórica del Festival de Viña 1985 a las fiestas y celebraciones populares frente a «La Chinita», cada año en La Tirana. La composición de Luis Toño Miranda y Manuel Veas —la dupla autoral más frecuente en la historia del conjunto— es una invitación irresistible al homenaje y la participación colectiva, que califica entre las canciones folclóricas más recordadas en la historia del Festival de Viña. Calichal se mantuvo unido por al menos dos décadas, con reconocimientos también en festivales como los de “Raíz folclórica Chilena”, “La vendimia de Molina” y el del Huaso de Olmué.

Cantonuevo

Conjunto inserto dentro de los primeros intentos por restablecer el canto popular en dictadura, y temporal vehículo musical para el cantautor Dióscoro Rojas. Ensayaban en el Taller 666 y se presentaban en locales como los del Teatro Ictus, Taller 666 y el campus El Comendador de la Universidad Católica. Fueron parte de recitales colectivos en el Teatro Caupolicán y la Parroquia Universitaria. El 1 de enero de 1980, la agrupación ofreció un concierto en la capilla del capitalino cerro San Cristóbal.

Malibú

Agrupación recordada por sus cuidadas armonizaciones vocales, Malibú integró en una inusual sociedad a funcionarios del Banco Central que, hacia 1974, decidieron profesionalizar su vocación por la música. Fue fundado por Rafael Puentes y desarrolló una carrera de al menos diez años, sustentada sobre todo en su trabajo en vivo, y en frecuentes apariciones en televisión y hasta tres invitaciones al Festival de Viña durante la década de los '70. En 1984, el grupo inició un largo receso reactivado en el año 2004 para explotar el repertorio nostálgico.

Lautaro Parra

Una vida repartida entre Chile y Suecia tuvo Lautaro Parra Sandoval, hermano menor de los célebres Violeta, Lalo y Roberto; y, como ellos, creador hábil en el canto y la poesía popular, además de reconocido en su destreza como guitarrista. Ese canto y las décimas fueron las expresiones preferidas por un artista que también expuso pinturas y publicó novelas, como Jacinto Laguna y La Pacha Mama.

Barroco Andino

Hasta la década de los '70, la música popular chilena había tenido interesantes puntos de intersección entre líneas de muy distinta procedencia. Quilapayún se había introducido en estructuras propias de la música docta al trabajar estrechamente con los compositores Luis Advis y Sergio Ortega, mientras Los Jaivas terminaron abordando el folclor con guitarra eléctrica y batería. Pero ninguna de ellas llegó a ser tan aventurada como el proyecto que impulsó el compositor y arreglador Jaime Soto León, quien en 1974 convocó a los primeros músicos del grupo que fue conocido como Barroco Andino. El nuevo horizonte de la música europea del período 1580-1760 interpretada ahora con instrumental, sonoridades y sensibilidades del mundo altiplánico y latinoamericano.

Olga Torres

Versátil cantante y cultora de variantes que van desde la música popular en su más amplia gama hasta el jazz latino, Olga Torres es una de las primeras profesoras de canto popular que ejercieron la actividad tras las experiencias en el campo iniciadas por maestras de voces como Inés Délano en los '70 y Ana María Meza desde los '80. De este modo, su presencia fue más nítida en las aulas que en los escenarios desde que se concentró en la enseñanza académica y comenzó a formar a cantantes en la Escuela Moderna de Música y  la Universidad de las Américas.

Maitén Montenegro

Maitén Montenegro es una cantante y comediante que se inició siendo niña, por intermedio de su padre, el prestigioso actor Raúl Montenegro. Por su trabajo, vivió varios años en Venezuela y Puerto Rico, donde debutó como actriz en producciones dramáticas. A su regreso, a los 13 años, adoptó su nombre artístico (el real es María Teresa Vásquez) y montó varios espectáculos y programas detelevisión, que en 1973 la llevaron al teatro Bim Bam Bum. Entre 1978 y 1980 fue parte del primer elenco del programa de humor Jappening con Ja, y luego se integró como comediante a Sábados Gigantes, protagonizando sus propios Café Concerts, y llegando al Festival de Viña de 1985 con un espéctaculo de música y baile. Avanzados los años 90 se trasladó a Miami como productora de Sábados Gigantes, y allá montó una academia que el año 2006, cuando regresó a Chile, instaló en Santiago. En medio de toda esa historia, su paso por la música es casi un detalle, pero dejó un hit: De 1972, la sentida despedida de una esposa que ve partir a su marido: "Canción para una esposa triste".

Mariana Montalvo

Mariana Montalvo es una de las figuras chilenas del canto latinoamericano, poético y de protesta, fuera de las fronteras del país. Desde que llegó a París en 1974 se vinculó a los músicos de la resistencia, desde el compositor Sergio Ortega y el cantor Ángel Parra, hasta el trovador Patricio Manns, con quien compartió espacios en el conjunto Karaxú, formados por músicos exiliados. Además participó en el grupo de música latinoamericana Los Machucambos, formado por músicos de diversas nacionalidades, que tuvieron gran presencia en Francia. Con estudios de guitarra clásica en el Conservatorio Nacional, su rumbo se encaminó entonces al canto popular con guitarra y cuatro venezolano, que desarrolló a lo largo de cuarenta años. Fue, además, la primera chilena en grabar para el sello de world music Putumayo, Cantos del alma (2000). Murió en 2017 y fue sepultada en el cementerio Père Lachaise.

La Banda del Pequeño Vicio

Pese a ser contemporánea del llamado «boom pop» de los años ochenta en Chile, La Banda del Pequeño Vicio se tiñó de un color más oscuro y propositivo que el de ese apartado, con presentaciones que combinaron música, poesía y artes escénicas; y que hoy son recordadas como un experimento valioso en algo parecido a un rock teatral. Si bien el grupo no buscó figuración en los circuitos comerciales, de su núcleo salieron músicos importantes para el pop chileno de la siguiente década, como Andrés Bobe y Luciano Rojas, que fueron parte de su formación antes de estabilizarse en La Ley.

Julio Zegers

Aunque suele asociársele al Canto Nuevo, Julio Zegers estaba activo mucho antes de la consolidación de ese movimiento, y sus canciones siguieron derroteros acaso más personales que los de sus compañeros de generación. El Festival de Viña del Mar fue una vitrina importante en su difusión, y hasta hoy el cantautor ostenta el récord de ser el único solista que ha ganado dos veces el primer premio de ese popular certamen.

Raúl Acevedo

Raúl Acevedo es el nombre de uno de los muchos obreros que tuvo en los años setenta y ochenta el movimiento del llamado Canto Nuevo, heredero de la Nueva Canción Chilena con las herramientas de la trova y la oposición a la dictadura. Encarna la figura del cantante con guitarra iniciado en los escenarios universitarios, fogueado por decisión propia en los espacios más populares de canto de barrio y resistencia, y que ha prolongado hasta la actualidad su trabajo según los dictámenes de la autodefinición que él prefiere, la de «cantor popular». O, en sus palabras, «la articulación de música y poesía en función de una identidad».

Valija Diplomática

Canciones de Valija Diplomática como “Mi vida vale más” y “Tú lo sabes bien” muestran la cara optimista del pop que se hizo en Chile durante los años '80, y quizás por eso están ancladas en el inconsciente colectivo de sus contemporáneos. La banda ocupó con ellas radios y escenarios, para luego ser arrastrada por la abrupta caída de ese movimiento al final de la década. Perduran sin embargo hasta hoy como melodías coreadas y bailadas. Desde 2002, y alimentados por la innegable nostalgia de su audiencia, la banda articula esporádicas reuniones, sobre todo para presentaciones en vivo, aunque también la grabación de discos de versiones y/o creaciones nuevas.