2000
Los integrantes de Bandhada se conocieron en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, donde el baterista Juan Coderch y el bajista Alfonso Feeley estudiaban percusión e ingeniería en sonido. En 1983, el guitarrista Carlos Chung (también estudiante allí) los reunió para comenzar a funcionar con la primera formación del grupo. Influenciados por el guitarrista estadounidense Pat Metheny, y la música sinfónica y de fusión de los años setenta, Bandhada se convirtió en una banda pionera del rock progresivo y el jazz-rock hecho en Chile (junto a nombres como Cometa y Quilín), pese a que en los recuerdos suele asociársela a la camada del llamado «boom pop» chileno de esa década.
El nombre de Matahari es principal en la línea de músicos chilenos que desde los años 90 ha mantenido viva la dedicación al soul, el funk y el acid-jazz con formación académica. Antes del surgimiento de grupos como Mamma Soul (funk latino), Feria (pop-soul) o Alüzinati (nu jazz), Matahari fue la primera banda establecida en esa corriente, y se ha alimentado con naturalidad de los distintos integrantes que han pasado por la banda, entre quienes destacan las cantantes Gloria Pérez y, sobre todo, Ema Pinto, avanzada solista vocal que le dio al grupo su identidad definitiva.
Fue tal la popularidad de José Alfredo Fuentes durante su juventud, que su carrera profesional completa puede explicarse por el fervor acumulado en esos primeros años como cantante, cuando su estampa de galán ingenuo y su vibrato maduro motivaron un fenómeno descrito alguna vez como «la beatlemanía chilena». Pese a ello, sería injusto comparar su caso al de decenas de contemporáneos suyos que alargaron durante décadas un par de hits cosechados alrededor de la época de la Nueva Ola. Su trayectoria ha sido larga pero activa, ha tenido varias composiciones propias y, en algunos períodos, ha mostrado una sorprendente propuesta.
La Sonora Palacios es el nombre fundacional de la cumbia chilena. El conjunto se inspiró en el formato instrumental cubano de la sonora, pero con el ritmo colombiano de la cumbia que en los '60 se extendía por América Latina. En 1964 editaron un single con dos canciones: “El caminante”, de origen argentino, y “La mafafa”, del autor cubano Julio Gutiérrez. Desde entonces nunca dejaron de grabar discos, presentarse en vivo y sonar en radios. “Los domingos”, “Un año más”, “El galeón español”, y muchísimas otras son clásicos y números imperdibles de toda fiesta en Chile, en sus versiones originales o en interpretaciones que han realizado centenares de grupos profesionales y aficionados. En 1982, con la partida de varios músicos incluido el cantante Tommy Rey, desde la Sonora Palacios se inició La Sonora de Tommy Rey, otra historia referencial en la música tropical chilena. Pero el grupo original, bajo el liderazgo de su trompetista y fundador, Marti Palacios, y su hijo Marti, timbalero desde 1979, ha recorrido los tiempos sin detenciones. Completa una discografía de más de 30 títulos, con un show que ha presentado permanentemente en grandes y pequeños escenarios en Chile y en el extranjero.
Cevladé es uno de los nombres más prolíficos del hip-hop. Con más de una decena de discos, algunos editados en México, Vladimir Espinoza debutó en 1999 como Conde Wla-d, seudónimo que derivó en Cevladé. Profesor de lenguaje, en su abultado repertorio hay historias de vida, personajes literarios, poemas y -en algo poco usual en el género- canciones de amor. Crítico incluso con el medio rapero (la canción "Mis principios no son show" del 2010 sacó chispas), Cevladé vuelca un importante trabajo en sus videoclips. Su música, y sobre todo sus letras , representan una de las más diversas y profundas del rap chileno.
La vena y la raíz del folclor latinoamericano y de Violeta Parra están presentes en las canciones de Loreto Lorca —nacida como Loreto González Lorca—, cantautora urbana, guitarrista y charanguista que se ha proyectado hacia temas de la naturaleza y el espíritu humano. Siendo adolescente viajó por Chile, Sudamérica y Norteamérica, donde obtuvo distintos conocimientos, luego aplicados a su creación. Tras décadas de canto popular, en su primer disco, Viento azul (2016), reconsidera esa raíz trovadoresca e incorpora elementos de la fusión y la world music.
Mitad autodidacta y mitad formado por el cubano Juan Chiriño, Tomás Krumm pertenece a la generación de pianistas que aparecieron en la segunda mitad de la década de 2000 (Américo Olivari, Orión Morales, Jorge Vera, Antoine Alvear y un poco más tarde Rodolfo Chodil), con frentes variables de expresión musical y un avanzado adiestramiento: en el caso de Krumm, el post bop y el jazz de raíz afrolatina.
Desde que apareció por primera en un escenario en Chile —en el Teatro Italia, en 2002— Diego Manuschevich instaló una dinámica solística que sacudió a las audiencias y a los propios músicos de jazz, con un discurso, un lenguaje y una fortaleza que lo convirtió en uno de los improvisadores más poderosos que se hubieran visto entonces. Manuschevich es uno de los principales cultores del free jazz, el avant-garde y la improvisación libre, como intérprete de saxofones sopranino, alto y tenor, además de clarinete y clarón.
Formado en su origen por jóvenes estudiantes de la U. Católica de Valparaíso, Ajayu se consolidó como ensamble acústico de fusiones diversas, que tomó su nombre de la imaginería del mundo aymara: Ajayu es "alma" o "espíritu", voz que vincula su propuesta con una sonoridad "cercana a lo inmaterial, a lo imaginable y a lo que es difícil de situar en un lugar", según describen sus integrantes. En una formación de septeto, o bien sexteto, Ajayu avanzó en ese camino, incoporando primeramente instrumentos de ese mundo andino, como la quena y el sikus, además de sonidos de una tradición clásica europa, como el chelo, el clarinete y la flauta traversa. Ello lo situó en una línea extendida de propuestas musicales de ensambles surgidos en los años '90, como Transiente en Valparaíso y Entrama en Santiago.
Mente Sabia Cru es un nombre del hip-hop de los años 2000 proveniente de la zona norte de Santiago. Formados a fines de 1999, primero como una dupla de amigos y luego como un colectivo de cinco MCs. El año 2006 comenzaron a editar demos con sus canciones, y el 2008 debutaron con un primer disco. Hasta el 2014 completaban una discografía de tres títulos, y resolvieron editar un disco solista cada uno, que ellos consideran parte de la historia de la banda. El 2016, terminados sus discos solitarios, volvieron con un nuevo disco, Elefante, y con el leal apoyo de su importante circuito de público.
Cantautor y actor, Santiago Valenzuela ha hecho avanzar su trabajo musical entre la composición de música para teatro (en obras como Alturas de Machu Picchu, 2004; La cossa nostra, 2009; y Corazón de carbón, 2010) y de canciones para su propia interpretación solista a guitarra y voz. Con "Tonada del desierto" obtuvo en 2016 el segundo lugar del concurso de composición Luis Advis, en la categoría Música de Raiz Folclórica. Reivindicando cigarras (2020) muestra más extensamente su vocación como trovador, con doce títulos de poesía cuidada y abundante en textos, y un desarrollo musical capaz de integrar raíz latinoamericana y tradición popular, como en la balada-bolero "Dónde".
Cantora magallánica, poeta y viajera, Naara Andrea González Iglesias tomó de su abuela materna el adjetivo de "andariega" para bautizarse en la música popular y emprender con ese rasgo un espíritu de trashumante que la ha llevado a distintos confines del continente, desde el último borde de Punta Arenas, donde nació, hasta la ciudad de Buenos Aires, donde ha realizado gran parte de su vida como Naara Andariega. Su primer disco autoral y conceptual llegaría casi una década más tarde de esos primeros recorridos: Cardinal (2021).
Suele recordarse a Humberto Lozán como la voz mayor de la Orquesta Huambaly, un crooner de encanto, calidez vocal y ductilidad como pocos en su tiempo, al frente de la mejor compañía imaginable para la interpretación de repertorio de baile en restaurantes y salones de hotel. Sin embargo, Lozán desarrolló también una trayectoria solista, con discos propios y recordados recitales. No ha sido frecuente en Chile el arquetipo de cantante de gran potencia ajustado a ritmos centroamericanos y afrocaribeños, y a la vez cómodo con las exigencias del swing junto a intérpretes de jazz. Lozán se eleva, en ese sentido, como una de las más notables excepciones. Se volvió habitual leer su nombre en prensa —no sólo chilena— junto al adjetivo 'deslumbrante'.
Nacidos en 1994, Sandino Rockers son una banda pionera en la introducción del ska en Chile, aunque a su música acuden elementos de regggae, de hardcore y de ritmos latinoamericanos. Perseverantes y con la autogestión como motor de su actividad, el grupo ha editado tres discos, ha protagonizado un intenso ritmo de presentaciones en vivo, y sus giras han incluído ciudades del interior argentino. Con un nombre inspirado en Augusto César Sandino, el prócer revolucionario nicaragüense, es el contenido político lo que marca, también, su sello musical.
Evolución es un nombre relevante en el apartado de rock progresivo chileno. Ha sido la única banda en esta línea que funcionaba plenamente en los años ’80, y que más tarde regresó, en la década de los 2000, para insertarse en un circuito activo y renovado por grupos vinculados al sello Mylodón Records. Su presencia en los escenarios conectó a Evolución, junto otras agrupaciones surgidas a fines de los ‘90 (Entrance, Akinetón Retard, Cangrejo), con la olvidada escena de décadas previas.
Tras Coni Lewin y Constanza Lüer, Sabina Gabriella Angela Odone Di Monte fue la tercera integrante de Supernova en iniciar un proyecto musical propio una vez disuelto ese popular grupo adolescente. Odone trabajó con el productor Daniel Guerrero en un álbum crossover entre el pop y la raíz folclórica, que tituló Sentencia de amor imposible (2008) y del que se desprendió así su idea de "popclor". Como Mon Laferte, Mariel Mariel y Paz Quintana, fue otra cantautora pop chilena que se instaló en México para expandir su carrera.
Nueva York y Berlín son las ciudades donde Alejandra Iglesias ha jugado como parte de la selección de productores y DJs chilenos activos en el extranjero: allí opera como Dinky. Radicada en EE.UU. en 1997, fue un sello alemán el que publicó sus primeros discos y ella se estableció en ese país en 2003. En sus fiestas y discos puede encontrársela acreditada también como Miss Dinky y DJ Dinky J.
En su versión política y de tendencia anarquista, el punk de los años 2000 en Chile tiene a uno de sus principales nombres en Malgobierno, banda recurrente en el circuito subterráneo de Santiago. Nacido en 1996 en un barrio al sur de la capital, el grupo ha editado dos discos con el apoyo del sello Masapunk, del cual son parte del núcleo fundador. Sonido hardcore y letras que hablan de política contingente (e informada) y de historia chilena distinguen a esta banda como una de las más serias en la escena local.
Nacido en 2006 desde el Taller de Música Latinoamericana dictado en la Universidad de Chile por el compositor y guitarrista Claudio Acevedo (Ensamble Serenata), Merkén pasó a integrar la comunidad de cultores de una fusión entre la música de cámara académica y el folclor sudamericano. El grupo tomó el nombre de ese aliño mapuche elaborado a base de ají seco y ahumado, y así publicó en 2012 su primer trabajo: Merkén.