Tropical
Pocas influencias extranjeras han tenido una presencia tan sostenida y variada en el tiempo como los diversos géneros musicales venidos del Caribe, adoptados por el público chileno como parte de los gustos bailables y la fiesta nacional. Son generaciones de ritmos y de audiencias las que han disfrutado de esta música tropical, desde los años '30 con la guaracha, el cha cha cha y el mambo de las orquestas de los '40 en adelante, y con la explosión en cumbias de los años '60, incluidas todas las transformaciones que ese ritmo colombiano ha experimentado entre sonoras, combos, orquestas y conjuntos, hasta llegar a modas más recientes como la del sound, la música axé, la cumbia villera y el reggaetón. La música tropical ha moldeado la fiesta popular y el baile nacionales por décadas.
Los Huastecos del Sur son un grupo vocal e instrumental chileno pionero en cultivar la música popular mexicana, con gran acierto, entre los años 1938 y 1958. Obtuvieron gran popularidad en base a la interpretación de corridos, huapangos y otros estilos que hacia 1938 estaban muy de moda a raíz de la película Allá en el rancho grande (1936), que protagonizara Tito Guizar. Sus integrantes originales fueron Julio Beas, Luis Beas y Gerardo Cárdenas, en una primera etapa en la que el grupo grabó canciones como "El fanfarrón" y "Soldado de levita", ambas de 1943, en discos de 78 rpm para el sello Victor. Hacia 1945 los hermanos Beas fueron reemplazados por Óscar Rodríguez y Sergio Baeza. En 1953 se incorporó al conjunto, en reemplazo de algunos de ellos, el célebre cantante Fernando Trujillo, que permaneció en el elenco hasta 1963.
Alejandro Mota Riquelme confirma la historia fuerte de los músicos de Concepción y en su caso viene a remarcar una línea de bateristas de jazz que se han redirigido hacia nuevos destinos musicales conforme avanzaron los tiempos: desde Waldo Cáceres y más tarde Alejandro Espinosa, hasta Moncho Pérez y Pancho Molina. Riquelme ha sido un exponente de esta contemporaneidad de la música, con instrucción clásica, inspiración jazzística y una proyección latinoamericanista.
Han conseguido una difusión masiva de acuerdo a sus propios códigos de trabajo y promoción, demostrando así una gran autonomía. Los Vásquez prueban que también puede haber diversidad en el género de la balada hecha en Chile. Gracias a temas como "Enamorado", "Miénteme una vez" y "Tú me haces falta", los hermanos Enzo e Ítalo Vásquez se han convertido en la dupla de canto romántica más exitosa en lo que va del siglo XXI, con cifras récord de exposición radial y casi incesantes conciertos por el país. Pero se ha tratado de un ascenso trabajado a su modo, saltándose plataformas como la de la televisión, y acompañando su música de opiniones sociales hasta ahora inusuales en intérpretes del género.
La voz de Astrid Consentimiento —el nombre musical de Astrid Veas— se hizo conocida en concursos televisivos de alta llegada, como “Venga conmigo” (2002), “Rojo, fama contrafama” (2003) y "The voice" (2015). Su trabajo solista llegó, sin embargo, como cantante romántica, tropical y, finalmente, cantautora. Como Astrid Veas, en 2018 ganó la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar con su canción "Mundo al revés", lo que marcó un cambio de enfoque como cantautora, ahora más vinculada con la tierra y las energías naturales, ya lejos de los espacios de la industria de la música y la televisión.
Amparito Jiménez es una cantante colombiana arribada en los años '60 a Chile, y desde entonces fue una pieza fundamental en la historia de la cumbia en el país, donde ganó el apodo de "Reina de la cumbia" y ha sido reconocida por ser la primera en popularizar ese ritmo en su vertiente folclórica colombiana. Entre sus mayores éxitos en el país se cuenta "La pollera colorá", de autoría de los colombianos Wilson Choperena y Juan Madera Castro. Amparito además colaboró con músicos locales y los nutrió de repertorio, hasta que, avanzados los '70, paulatinamente se retiró de la vida profesional de la música. Desde hace varios años reside en La Serena, donde ha vinculado su quehacer artístico a su vocación religiosa y ha participado ocasionalmente en grabaciones con músicos jóvenes.
María Sonora fue un grupo de carrera parcialmente frustrada (su primer disco tardó más de treinta años en publicarse), pero que resultó pionero en la integración de ritmos caribeños con códigos hip-hop y electrónicos; y, como tal, es recordado como una asociación virtuosa para el Chile de los años de transición democrática. De manera intermitente, ocupó a los hermanos María José y Tan Levine, dos músicos de sobra destacados previamente en bandas como Upa, Pinochet Boys y Electrodomésticos —entre otras—, y vinculados hasta hoy a proyectos artísticos independientes.
Conocida a nivel masivo en 2012 por su papel en la serie "El reemplazante", Karla Melo se asentó como un nombre de la televisión actuando en teleseries de la década de 2010 como "Pobre rico", "Las dos Carolinas", "Caleta del sol", "Preciosas" o "Gemelas", donde interpretó a una corista de la banda tropical ficticia Vicho y las Gaviotas del Norte. Fue un antecedente directo al paso de la actriz al mundo de la música que la catapultó en popularidad a partir de esa presencia en pantalla. Inspirada por figuras latinas como Gilda y Selena (de quien fue imitadora en el programa "The covers"), Karla Melo se hizo cultora de la cumbia, la ranchera tropical, el pop latino y el reguetón. En 2021 lanzó a la red su primera canción, "Voh no sabí querer", reuniendo de inmediato un importante cuerpo de fanáticos. Luego, su disco debut, Latina (2023), fue un espejo mayor de todo ese período y con él Karla Melo llegó a ser nominada a los premios Pulsar de 2024 como Mejor nuevo artista. Mantuvo colaboraciones con la rapera Flor de Rap ("Latina"), la cantante urbana Loyaltty ("Las washas") y el astro tropical Jordan ("Dos adictos").
El dúo de reguetón Dash & Cangri fue el resultado de otro de los productos de telerealidad llevados a cabo por Cantal 13 una década después del boom de los reality shows. En el programa televisivo "Dash & Cangri. El precio de la fama", emitido en 2012, se mostraba la vida de dos jóvenes de extracción popular y las aventuras que encabezaron junto a un tropel de amistades y sus familias. Los protagonistas fueron dos maipucinos Maickol González Vega (Dash) y Sebastián Leiva Bravo (Cangri), quienes ya había aparecido en otro proyecto de esta naturaleza, en la misma estación, que lanzó a un estrellato breve a la joven gitana Perla Ilich. El dúo adquirió una explosiva popularidad y así, con un grupo de productores musicales liderados por Rodrigo Stambuk (Glup!) y Enzo Massardo (Uruz), el dúo de jóvenes actores por casualidad pasó a ser un dúo musical. En 2012 editaron su disco El precio de la fama. Luego de ese boom que generó la televisión, ambos integrantes del dúo continuaron vinculados a la industria del espectáculo. En el verano de 2019, Leiva fue encontrado muerto en extrañas cincunstancias en una localidad de Bolivia. Tenía 27 años.
Cantante, productor musical y ocasional animador de televisión, Rigeo (Rodrigo Aránguiz) fue uno de los pioneros chilenos en la interpretación de los nacientes ritmos urbanos a comienzos de la década de los 2000, que dominarían la escena de la música popular por más de dos décadas. El reguetón y ciertos acercamientos al hip-hop marcaron su música, que quedó registrada en los discos Reality flow (2004), donde aparece "Indestructible", con su famoso coro de alerta "danger, danger, cuidado", y Knock out (2005), que versiona de clásicos de otros estilos tropicales. Su estilo lo llamó, sin más, "ragga flow".
Por sonido, por imagen, por discurso, por actitud y por una exuberancia entendida en varios niveles, la iquiqueña Valeria Cisternas ha sido considerada un referente principal en el surgimiento y la definición de la música urbana en Chile. Sin más, a ella se le atribuye el término "neoperreo", que habría acuñado como hashtag en sus redes sociales a mediados de la década de 2010. Sus canciones desfachatadas y rompedoras, como "Tu señora", "Préndelo", "Ella quiere culiar", "Perra del futuro", "La putería", "Putx loca" o "Barre con el pelo" —que en 2022 fue escogida por la revista Rolling Stone como uno de los 100 reguetones de todos los tiempos— han marcado la narrativa de Tomasa del Real, que en lo musical se surte de rap, reguetón, trap, electrónica, pop latino y dance.
«La reina de la cumbia de Arica», «La reina de la bachata» y «La Madtrastra» ha sido llamada esta cantante, en algún momento conocida como aliada musical y sentimental del zar de la música tropical del norte, el compositor, cantante y productor Melvin Corazón Américo, quien encabeza un clan de figuras en este género cuyo principal relevo es su hijo, la estrella de la cumbia romántica Américo. Marcela Toledo coronó su éxito en 2009, con el disco Para bailar, para gozar, aunque su carrera en escenarios del Norte Grande se inició un par de décadas antes. Toledo comenzó su relación con Melvin Américo en su adolescencia, y no tardó en grabar temas con su hijo Américo ("Háblale", "Me rindo a tus pies", "Dos locos"). Como solista, sin embargo, certifica gran éxito entre el público nortino y sus canciones "Amor sincero", "Hechicero", "Agua de veneno" y "Lástima" han alcanzado importantes ubicaciones en los rankings tropicales.
En sus inicios llamados Sonora Tomo Como Rey, la banda que se hizo famosa con el nombre de Tomo Como Rey es parte de los primeros conjuntos de la llamada "nueva cumbia chilena". Nacida en los pasillos del Instituto Nacional, ha cambiado casi la totalidad de los integrantes desde esos orígenes y ha desarrollado un repertorio propio que se nutre de cumbia, ska, rock e incluso momentos de punk. Su oficio se ha forjado sobre todo con un intenso trabajo en vivo, y se ha afirmado en varios hits masivos, referidos al fútbol y al "carrete", aunque también aboerdan temáticas sobre el amor en conflicto y la crítica social, que son parte esencial de sus canciones. Entre las más famosas de su repertorio, popularizado entre grandes audiencias, están "El niño maravilla", "Arriba de la pelota", "Los que toman como rey" y "No tomo más".
Un nuevo exponente de la trova moderna apareció a la zaga de los nombres de Manuel García, Nano Stern y Benjamín Walker en tres momentos distintos. El cantautor chillanejo Vicente Cifuentes era un desconocido en nuestro país hasta que reapareció en 2013 tras una década de vida en República Dominicana, donde asimiló el folclor caribeño, principalmente de la bachata. Cifuentes fue esencialmente activista de la canción protesta, sobre todo luego del estallido social de 2019. Al verano siguiente obtuvo la Gaviota en el Festival de Viña del Mar, por su canción "Chillán", que interpretó tocando una guitarra pintada en homenaje a las víctimas de la represión policial y luego editó su determinante álbum Relato, inspirado en el 18-O.
La música acompañó desde niño a Juan David Rodríguez, hijo del recordado cantante tropical Juan Chocolate Rodríguez, y con estudios de piano clásico desde los 10 años. Antes de terminar sus estudios escolares, recorría como pianista el circuito de casinos y hoteles, y no tardó en conseguir precoces apariciones en televisión. Pero su paso profesional más significativo fue en 2003, cuando llegó a los cásting de Televisión Nacional para sumarse como cantante a las filas del programa de talentos "Rojo, fama contra fama". Se impuso entonces como ganador de la tercera generación del programa.
Los Trianeros es el conjunto de música popular bailable más importante de la austral Región de Magallanes. Se formaron a mediados de los '60 en Punta Arenas tocando música melódica de moda en la época, e influenciados con la incipiente Nueva Ola, el bolero, el rock and roll y la música tropical que hacía bailar a los chilenos desde los años '50 con la Orquesta Huambaly. Con su sonido característico basado en la guitarra eléctrica y el órgano Casio, Los Trianeros fueron uno de los principales exponentes de los jóvenes conjuntos que cultivaron la cumbia en esta década, junto a Los Cumaná, Los Bingos y Los Fénix.
Un proyecto que se ubica en las fronteras del teatro y la música es Pink Milk, elenco formado por tres jóvenes actrices que se propusieron recrear en escena canciones de los años '40 y '50 conocidas por el cine y en la interpretación de grupos femeninos como The Andrews Sisters, o por divas como Marilyn Monroe o la española Lilian de Celis. Una cuidada caracterización, un riguroso trabajo vocal y un amplio repertorio de canciones de entreguerra y posguerra las llevaron a grabar en 2015 su primer disco y a participar en una serie de montajes y conciertos teatrales.
Aunque venezolano de nacimiento, Luisín Landáez fue un personaje clave para la música chilena, y uno de los responsables de la penetración de la cumbia en este lado del mundo. Iniciado como cantante de orquestas, llegó a Chile en 1962, y se quedó quince años. Desde mediados de la década de los '70 alternó su residencia entre Chile y Venezuela, y cumpliendo escasas, aunque regulares, presentaciones en vivo, en las que recreó el inmortal repertorio que popularizó en Chile entonces, y que tuvo en sus versiones para los temas "Macondo" y "La piragua" sus más grandes contribuciones.
La música mexicana procesada desde el pop latino y el filtro tropical ha macado la propuesta del conjunto Mexikanas —también conocidas como Mexikanas Rancheras o Mexikanas Pop—, que conducen las hermanas cantantes Elizabeth Moreno y Katherine Moreno. Sus escenarios habituales son discoteques, pubs y clubes de Santiago, aunque también han actuado en festivales de música ranchera en el sur. El conjunto, que también basa su atractivo en el despliegue escénico y la sensualidad explícita de sus integrantes, se ha presentado como cuarteto y trío femenino, contando además con las colaboraciones de activas cantantes de la industria musical y el pop televisado: Mónica Victoriano (solista del grupo Polémika Miró, que grabó el hit "La meta final", del reality-show "Protagonista de la fama" en 2003), Licetty Alfaro (que compitió en "Rojo, fama contrafama" en 2004 e integró elencos similares como el grupo Llaneras) y de Olga Vera, la más estable integrante del trío Mexikanas.
Punitaqui es una localidad de la provincia de Limarí, en la región de Coquimbo, que ganó notoriedad nacional tras el violento terremoto de 6.8 grados en la escala Richter que asoló la zona el 14 de noviembre de 1997, con epicentro preciso en ese pueblo. Pero el lugar es desde antes epicentro de otro movimiento nacional de alcance aún mayor: el exitoso sonido de cumbia que emergió desde allí en la primera mitad de los años '90. Y Fantasía es el grupo iniciador de ese sonido.
Uno de los más prolíficos compositores chilenos del siglo XX, Ariel Arancibia registró sobre quinientas canciones de su autoría, y no es sencillo escoger cuál es la más famosa: para elegir están los éxitos de la Nueva Ola "Dilo calladito" (Cecilia) y "La gotita" (Gloria Benavides), el éxito de clásico universitario "La ballena" (Sussy Vecky), el tema televisivo "El bailongo" (Don Francisco); y el éxito absoluto de Los Huasos Quincheros, la guaracha "El patito", entre otros. Y además está su fundamental labor como arreglador, en discos tan relevantes como Homenaje a Óscar Castro (1970), de Los Cuatro de Chile. De gran versatilidad musical, durante su carrera se dedicó a las revistas musicales, los clásicos universitarios, la televisión, el cine, el teatro, la tarea de dirección artística que desempeñó en el sello RCA Victor y la composición de música sobre poemas de Pablo Neruda, Óscar Castro, Daniel de la Vega y otros autores. Fue siete veces finalista en el Festival de Viña, donde ganó una Gaviota de Plata en 1972; y meses antes de su muerte, en 1997, fue nombrado socio emérito la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, SCD.