Tropical

Pocas influencias extranjeras han tenido una presencia tan sostenida y variada en el tiempo como los diversos géneros musicales venidos del Caribe, adoptados por el público chileno como parte de los gustos bailables y la fiesta nacional. Son generaciones de ritmos y de audiencias las que han disfrutado de esta música tropical, desde los años '30 con la guaracha, el cha cha cha y el mambo de las orquestas de los '40 en adelante, y con la explosión en cumbias de los años '60, incluidas todas las transformaciones que ese ritmo colombiano ha experimentado entre sonoras, combos, orquestas y conjuntos, hasta llegar a modas más recientes como la del sound, la música axé, la cumbia villera y el reggaetón. La música tropical ha moldeado la fiesta popular y el baile nacionales por décadas.

Porto Seguro

El tiempo, por breve que haya sido, dio la razón a los productores que convocaron a los bailarines brasileños para la formación de un nuevo grupo axé en medio de la fiebre de éxito y ventas que había generado desde 2000 Axé Bahía. El verano de 2002 vio nacer a otro quinteto de estrellas juveniles con base en el set del programa televisivo “Mekano” (Café con Leche, Karen Paola). Y se llamó, Porto Seguro, en honor a la bahía brasileña donde arribaron los descubridores portugueses.

Leo Rey

Fue como vocalista del grupo La Noche que Cecil Leonardo Leiva Reyes se convirtió en ídolo a escala nacional, pero su salida del grupo, en 2010, no le quitó las ganas de continuar como cantante. Con la popular banda de cumbia romántica, Leo Rey grabó tres álbumes de estudio, desde Amor entre sábanas (2005) a La noche buena (2009). Su trayecto solista acumula ya otros tres discos, sostenidos por decisión propia en un permanente trabajo de recitales por todo el país.

Tomo Como Rey

En sus inicios llamados Sonora Tomo Como Rey, la banda que se hizo famosa con el nombre de Tomo Como Rey es parte de los primeros conjuntos de la llamada "nueva cumbia chilena". Nacida en los pasillos del Instituto Nacional, ha cambiado casi la totalidad de los integrantes desde esos orígenes y ha desarrollado un repertorio propio que se nutre de cumbia, ska, rock e incluso momentos de punk. Su oficio se ha forjado sobre todo con un intenso trabajo en vivo, y se ha afirmado en varios hits masivos, referidos al fútbol y al "carrete", aunque también aboerdan temáticas sobre el amor en conflicto y la crítica social, que son parte esencial de sus canciones. Entre las más famosas de su repertorio, popularizado entre grandes audiencias, están "El niño maravilla", "Arriba de la pelota", "Los que toman como rey" y "No tomo más".

Grupo El Gremio

Groove latino y beat latino son conceptos que giran en torno a la propuesta de fusiones del grupo El Gremio (no confundir con el grupo de jazz latinoamericano El Gremio, que funcionó en Santiago a mediados de los años 2000 con profesores de la antigua Escuela SCD). Nacido en Puerto Varas, el conjunto se consagró a las mezclas modernas de ritmos y estilos musicales latinoamericanos desde la timba. Si bien en sus comienzos apareció como una agrupación decidida a difundir la salsa en el lejano y frío sur de Chile, el paso del tiempo modificó esos propósitos y la música se acomodó a los requerimientos del pop, la cumbia, el funk e incluso ciertos elementos del jazz. Sus principales escenarios han estado, en consecuencia, en Puerto Montt y Chiloé, pero además en el frente de localidades del lago donde El Gremio nació. En 2012 realizó una gira por Canadá donde difundió su primer trabajo, editado ese mismo año, Beat latino.

Santa Feria

La orquesta Santa Feria o —o Santaferia, como también se conoció— es parte de una segunda camada de grupos de la llamada “nueva cumbia chilena”, que trajo a una generación de músicos hacia esos ritmos y esa cultura del baile tropical que hasta fines de los '90 estaba considerada como dominio absoluto de las populares sonoras locales.  La “cumbia casera”, como les gusta definir su enfoque musical, se ha plasmado una serie de discos y EPs, y con un intenso trabajo en vivo tienen un hito histórico: la única banda cumbiera que ha llenado el Movistar Arena, un recordado concierto de agosto de 2016.

Adrián y los Dados Negros

Al igual que otros próceres de la música tropical chilena, Adrián César Chauque es extranjero, y su penetración en Chile ha sido innegable y trascendente. Llegó en julio de 1993, a una presentación en Calama, y se terminó quedando por casi dos décadas. Primero residió en Antofagasta y luego se radicó en Santiago, y con distintos elencos en sus bandas de acompañamiento, con el nombre de Adrián y los Dados Negros difundió varios hitos populares en los 90, como sus versiones de "Tarjetita de invitación", "El santo cachón" y "Por qué me siguen las mujeres". El modelo de cumbia electrónica que trajo desde Argentina, y que en Chile casi no se conocía, le dio una enorme popularidad, y se convirtió en un referente para músicos locales. Desde el 2010 reside en Argentina, pero se sigue presentando en Chile, en Bolivia e incluso en escenarios europeos.

Segundo Zamora

La cueca es la credencial mayor de Segundo Zamora, un hombre nacido en la pampa nortina que legó las composiciones "Adiós, Santiago querido", "Mándame a quitar la vida", "El marinero" y "El cuerpo malo". Ya su firma en esas glorias es historia trascendente, pero la música de este autor es aún más cuantiosa. Zamora —conocido más familiarmente como Guatón Zamora— fue autor de guarachas, corridos (como "Buen consejo") y también tocó tango, como acordeonista de la orquesta de Armando Bonansco. Murió en 1968, pero la música es cuestión de familia: su hija, María Esther Zamora, formó por décadas un dúo junto Pepe Fuentes que mantuvo vivos los genes musicales populares de uno de los grandes hombres de la cueca nacida y animada en la ciudad.

Lady Sharon

Lady Sharon tomó su nombre de una deformación etílica de "Lazy Town", programa televisivo infantil muy popular en su tiempo, y de paso impulsó el modo cumbiero y colorido de este elenco nacido en 2013 e integrado por músicos de ambos géneros. Encabezado por el cantante Matías Muñoz, Lady Sharon desplegaba una cumbia muy propia y mestiza, basada en la tradición del sound de los '90, pero también de las influencias de la cumbia peruana clásica y la cumbia villera argentina, con letras de cierto contenido social en lugar de festivas. Su propuesta fue definida como "cumbia pulenta" y de hecho, con canciones como "Te falta cumbia", "No le compro" y "Solo me quedé", su primer disco se tituló así: Cumbia pulenta (2016). En noviembre de 2017 anunciaron en sus redes sociales el final del grupo, lo que posibilitó de paso el proyecto solista de Priscila Rubio, quien comenzaría a cantar como Priscila Ninoska.

Marcelita Toledo

«La reina de la cumbia de Arica», «La reina de la bachata» y «La Madtrastra» ha sido llamada esta cantante, en algún momento conocida como aliada musical y sentimental del zar de la música tropical del norte, el compositor, cantante y productor Melvin Corazón Américo, quien encabeza un clan de figuras en este género cuyo principal relevo es su hijo, la estrella de la cumbia romántica Américo. Marcela Toledo coronó su éxito en 2009, con el disco Para bailar, para gozar, aunque su carrera en escenarios del Norte Grande se inició un par de décadas antes. Toledo comenzó su relación con Melvin Américo en su adolescencia, y no tardó en grabar temas con su hijo Américo ("Háblale", "Me rindo a tus pies", "Dos locos"). Como solista, sin embargo, certifica gran éxito entre el público nortino y sus canciones "Amor sincero", "Hechicero", "Agua de veneno" y "Lástima" han alcanzado importantes ubicaciones en los rankings tropicales.

Fernando Lecaros Sánchez

Si las expresiones más fuertemente arraigadas a la música popular chilena en los años de oro de la música típica fueron siempre la tonada y la cueca, también existió una tercera variante, creada por el compositor Fernando Lecaros. Tuvo gran éxito en los años '40 y a través de ella su nombre fue recordado históricamente: la "mapuchina". Una denominación genérica para referirse a un tipo de canción urbana con una directa temática mapuche, de giros melódicos y rítmicos que evocaban la música ancestral de esta cultura originaria. La más conocida fue "A motu yanei", dedicada a Ester Soré en 1940 e interpretada luego por la estrella mexicana Pedro Vargas en 1942 y por la estrella chilena en Europa Rosita Serrano en 1948. Aunque también hubo otras mapuchinas famosas de su catálogo, como "Mi tierra es mi fortuna", "Huelén" y "Nahuelbuta", y otras canciones de inspiración indígena: la canción-slow "¡Ayún-ayún!" y la canción-bolero "Mapuche soy".

María Esther Zamora

Heredera de una tradición musical y familiar a la vez, María Esther Zamora es una de las hijas del folclorista Segundo Zamora, autor de las cuecas "Adiós Santiago querido" (1942), "Mándame a quitar la vida" (1948) y "El marinero" (1950), entre muchas otras, y como cantante popular y folclórica ha sido constante animadora de escenarios chilenos ligados al folclor. Intérprete de cuecas, tonadas, tangos, boleros, chachachás, valses y otros ritmos populares, es en dupla con el músico y cantor Pepe Fuentes que protagonizó por décadas una de las parejas más activas de la escena y alcanzó gran impacto en el medio con la Casa de la Cueca, espacio que ellos habitaron como residencia en avenida Matta y que ha sido centro de divulgación de folclor. Desde 1996 ambos acompañron además a Álvaro Henríquez, en instancias como el festival sambernardino "Abril, cuecas mil" y las anuales versiones de La Yein Fonda, y figuran de hecho en los discos La Yein Fonda (1996) y La Yein Fonda II (2001), grabados en vivo en esas fiestas dieciocheras.

Orquesta Huambaly

La Orquesta Huambaly fue la más popular, sobresaliente y profesional agrupación de música afrocubana en la explosiva década de 1950, con repertorios de mambo, chachachá, rumba, bolero e incluso swing que estimularon a un nuevo público chileno y de paso lanzaron al estrellato a una serie de solistas de alta categoría que integraban sus filas. Durante toda la década fue la orquesta tropical mayor, primero con sus temporadas en el restorán Nuria y finalmente con la histórica gira por Europa de 1959, que como corolario de un éxito sin precedentes también precipitó su final. En honor a su memoria y su música vibrante, 50 años después de su disolución nuevos músicos recogieron el legado para interpretar esos repertorios pioneros formando una una "nueva orquesta Huambaly".

Alanys Lagos

Alanys Lagos ha sido presentada como una promesa de la ranchera tropical a mediados de la década de 2020, a partir de sus canciones "Yo quiero todo contigo", que fue su primera composición, "Si supieras", "Bandolero" y "Basta ya", un éxito en reproducciones en plataformas, donde aparece ella aparece junto a Zúmbale Primo. Con una interpretación pasional, alegría, picardía y gran manejo escénico, Alanys Lagos fue abriéndose paso en la música mexicana, siguiendo a referentes que van desde Antonio Aguilar y Vicente Fernández, hasta la estrella del pop latino Selena y la baladista chilena Myriam Hernández. En 2025, esa primera época como cantante se rubricó ya en calidad de nueva figura en la industria, con el premio Pulsar en la categoría Música ranchera, por su disco EP Y seguimos...

Axé Bahía

Un verdadero "descalabro" en el estático público chileno produjo el suceso de popularidad del grupo brasileño Axé Bahía al comenzar los años 2000. Exito con muy pocos precedentes en nuestra historia, generado a través de una batería de hits incontrarrestables, letras de doble lectura y bailes en el límite de lo permitido. Axé Bahía dominó las programaciones radiales y televisivas durante un casi un lustro y se metió en el living de prácticamente la totalidad de las familias medias chilenas. Un fenómeno de impacto que ciertos productores habían buscado por años con grupos de baile, caras perfectas y canciones juveniles, pero que en definitiva se logró sólo a partir de la entrada a Chile de la bahiana música axé.

Grupo Albacora

El Grupo Albacora nace en una de las capitales cumbiancheras chilenas por excelencia, Coquimbo, en septiembre de 1987. Según William Carrasset, más conocido como Agüita, fundador, compositor y director musical del grupo, la inspiración de sus composiciones viene del puerto, de lo cotidiano, del trabajo, de la fe, del amor y de la identidad coquimbana. Dentro de sus referentes musicales señala a Los Fénix, de Calama; a Los Cumaná, de la región de Coquimbo, y por supuesto la influencia de las cumbias peruanas que tan sabrosamente han nutrido el repertorio nacional.

Almendra

Sólo hasta 1998 esta cantante melódica mantuvo su nombre de Gisella Valenzuela en los escenarios de Curicó. Después de ganar ese año un festival de la canción en Curepto, tomó el pseudónimo de Almendra para dar pasos determinantes en los estudios de grabación, en las orquestas populares y en los micrófonos de apoyo de grandes nombres de la balada y el pop, incluido el venezolano José Luis Rodríguez. Esa ruta desembocó diez años después en su primer disco solista, De música y alma (2009).

Mambotur

Hay una ventana abierta hacia alguna playa del Caribe en la tapa del disco con que Mambotur empezó a vender música electrónica en Europa durante 2002, pero la imagen no es caribeña ni europea. La ventana de la foto está a unas cuadras de la calle Tobalaba en Santiago, en una casa de calle Crisantemos, y de donde salió un grupo chileno de música electrónica célebre en el mundo exterior. En la escalada de gente que desde fines de los años 90 mezcló bases tecno y sonido tropical en Chile, Mambotur fue el tercer peldaño después de Gonzalo Martínez y de Señor Coconut, y el dúo que mejor explotó el estilo.

Reggaeton Boys

Un trío de haitianos residentes en Santiago avanzaron una de las primeras propuestas de reggaetón hecho en nuestro país, a la vez erótico, bailable y sexista. Tuvieron éxitos radiales y televisivos, como "Papi dog", "Que la azote", "Sexy" y "Báilalo". Desde el 2010 se convirtieron en dúo tras la salida de Gyvens Laguerre, y se comenzaron a presentar como R-Boys. Lanzaron nuevas canciones (como "Quitarte la ropa" o "Una chica normal"), pero el 2012 detuvieron su actividad. Uno de sus cantantes, David Versaille, se mantuvo como solista hasta el 2018, cuando regresaron como dúo con la canción "Duermes con él", y el nombre oficial de Reggaeton Boys, con el que han mantenido las grabaciones y shows.

Zalo Reyes

Fue un baño de lágrimas el origen de la carrera de Zalo Reyes, el hombre que a partir de los éxitos "Una lágrima y un recuerdo" (1978) y "Con una lágrima en la garganta" (1979) ganó el favor popular chileno, encarnó un fenómeno de masas en 1982 y 1983, y llegó a ser uno de los cantantes más exitosos de esa década, con los impactos radiales "Motivo y razón" (1982), "Amor sin trampas" (1985), "Un ramito de violetas" (1985), "Mi prisionera" (1988) y "María Teresa y Danilo" (1988). Es un heredero de la genealogía de cantantes populares chilenos que empieza con los boleros de los años '60, hermanados con la llamada "canción cebolla", y que sigue con los conjuntos melódicos de la edad de Los Ángeles Negros, Los Galos y Los Golpes. Esa sintonía con el gusto popular le permitió además mantenerse activo y acceder al reconocimiento generacional de un público joven en el nuevo siglo, donde consolidó su categoría de nombre principal de la música popular chilena. Afectado por distintos problemas de salud, en agosto de 2022 falleció a los 69 años. Miles de personas llegaron a su funeral.