Tropical
Pocas influencias extranjeras han tenido una presencia tan sostenida y variada en el tiempo como los diversos géneros musicales venidos del Caribe, adoptados por el público chileno como parte de los gustos bailables y la fiesta nacional. Son generaciones de ritmos y de audiencias las que han disfrutado de esta música tropical, desde los años '30 con la guaracha, el cha cha cha y el mambo de las orquestas de los '40 en adelante, y con la explosión en cumbias de los años '60, incluidas todas las transformaciones que ese ritmo colombiano ha experimentado entre sonoras, combos, orquestas y conjuntos, hasta llegar a modas más recientes como la del sound, la música axé, la cumbia villera y el reggaetón. La música tropical ha moldeado la fiesta popular y el baile nacionales por décadas.
Tamara Larraín es la mujer detrás de Liz, cultora de una música colorida que se nutre de ritmos latinoamericanos, tanto del folclor sureño como de una música tropical más festiva y bailable. Tuvo experiencia como cantante adjunta a un elenco de jazz latinoamericano encabezado por el pianista Roberto Toti Monsalve, y como solista tomó su segundo nombre, Liz, para diseñar una propuesta identitaria. Así se volcó al pop desde ese enfoque latino, con el disco Hierbabuena (2015), que presentó canciones como "Miedo de querer" y la propia "Hierbabuena".
Conocida a nivel masivo en 2012 por su papel en la serie "El reemplazante", Karla Melo se asentó como un nombre de la televisión actuando en teleseries de la década de 2010 como "Pobre rico", "Las dos Carolinas", "Caleta del sol", "Preciosas" o "Gemelas", donde interpretó a una corista de la banda tropical ficticia Vicho y las Gaviotas del Norte. Fue un antecedente directo al paso de la actriz al mundo de la música que la catapultó en popularidad a partir de esa presencia en pantalla. Inspirada por figuras latinas como Gilda y Selena (de quien fue imitadora en el programa "The covers"), Karla Melo se hizo cultora de la cumbia, la ranchera tropical, el pop latino y el reguetón. En 2021 lanzó a la red su primera canción, "Voh no sabí querer", reuniendo de inmediato un importante cuerpo de fanáticos. Luego, su disco debut, Latina (2023), fue un espejo mayor de todo ese período y con él Karla Melo llegó a ser nominada a los premios Pulsar de 2024 como Mejor nuevo artista. Mantuvo colaboraciones con la rapera Flor de Rap ("Latina"), la cantante urbana Loyaltty ("Las washas") y el astro tropical Jordan ("Dos adictos").
Los Viking's 5 son parte de la segunda generación de grupos chilenos de cumbia. Nacidos en Coquimbo, en una zona especialmente prolífica en bandas tropicales, siguieron la huella abierta antes por La Sonora Palacios o Luisín Landáez en la mitad de los años '60, pero a la usanza nortina; esto es, cumbia con guitarra, bajo y batería, y sin sección de bronces. Su historia también es central para comprender el movimiento musical alrededor de una particular cumbia porteña en el Norte Chico.
Investida como la "nueva reina de la cumbia" tras quince años de música, Paula Rivas se hizo conocida en 2007 como baladista romántica dura en la competencia televisiva "Rojo, fama contrafama", donde llegó a instancias finales y obtuvo una importante figuración. Sin embargo, cuando un año después el programa salió de pantalla, Paula Rivas inició una dinámica carrera solista como productora musical y cantante, cuyo enfoque estuvo siempre entre la música tropical y la balada latina. Su momento divisorio como artista popular se dio en 2023 con el doble triunfo que consiguió en los Premios Pulsar, por su disco Mariposa y su impacto en las audiencias de la cumbia.
La música acompañó desde niño a Juan David Rodríguez, hijo del recordado cantante tropical Juan Chocolate Rodríguez, y con estudios de piano clásico desde los 10 años. Antes de terminar sus estudios escolares, recorría como pianista el circuito de casinos y hoteles, y no tardó en conseguir precoces apariciones en televisión. Pero su paso profesional más significativo fue en 2003, cuando llegó a los cásting de Televisión Nacional para sumarse como cantante a las filas del programa de talentos "Rojo, fama contra fama". Se impuso entonces como ganador de la tercera generación del programa.
Entre los grupos de música mexicana que germinaron en Chile en los años '70, Los Luceros del Valle se distinguen por el modo en que mezclaron los corridos con las cumbias y por las letras picarescas de varias de sus canciones. El principal éxito del grupo es el mejor ejemplo: "El animalito", con el característico coro "Este animalito no se cansa de jugar / se acuesta por un ratito y se vuelve a levantar".
Diez años de experiencia en grabaciones, giras continentales, premios y alta difusión junto a Los Tetas dejaron a Tea Time en una privilegiada posición como solista. El principal rimador y compositor de esa banda consiguió tener su disco propio en 2009, presentado entre otro montón de proyectos (incluso un libro de poesía) que reflejaba la diversidad de sus inquietudes. Camilo Castaldi, su nombre real, ha colaborado con varios músicos chilenos y ha sido parte también de grupos como Funk Attack y Criminal Jazz. Su trayectoria en la música muestra una extensa pausa, hacia 2017, debido a graves y públicas acusaciones de violencia contra una ex pareja, entre otros delitos, y que determinaron su expulsión de cualquier proyecto asociado a Los Tetas.
Hernán Gallardo Pavez fue uno de los compositores más relevantes del repertorio tropical y en particular cumbianchero chileno, por haber compuesto "Un año más", la canción que entre finales de los años '70 e inicios de los '80 se transformó en una suerte de segundo himno patrio. "Un año más" surgió en su primera versión como una balada triste y melancólica, y fue el mismo compositor el que la ofreció a agrupaciones locales de proyección nacional para que fuera versionada en el ritmo tropical que finalmente la catapultó al estatus popular que tiene hoy. No obstante, su obra es mucho más extensa.
Colombia, Ecuador, Perú y Chile aparecen de formas más o menos directas en la alineación de este grupo iniciado en Santiago en 2008, con integrantes ligados a esos cuatro países y un sonido que durante su historia mostró un cruce de ritmos caribeños con los instrumentos eléctricos del rock. Sobre esa base, Chilombiana vino a enriquecer el circuito de músicos y grupos chilenos entregados a diversas formas de mestizaje local entre raíces latinoamericanas.
Habitual figura del creciente celetrity-system chileno, en 2008 la modelo argentina Bárbara Vos se integró a un circuito de cantantes de pop latino como Ximena Abarca, Laura Serrano, Katherine Muñoz, Lucy Helena, Tamy Sessarego, Mariela Montero o la popular Karen Paola. Bárbara Vos, que cantaba con sistematicidad en locales y discoteques (de hecho se encontraba actuando la madrugada del terremoto del 27 de febrero de 2010), obtuvo mayor figuración a partir de un controvertido vínculo con la cantante de "Rojo" Karen Amenábar, habitual fórmula de obtención de publicidad en la farándula televisiva.
Hacia finales de los años '90, Amérika'n Sound fue la agrupación chilena que logró mayor reconocimiento entre sus pares a nivel nacional. Originarios de Iquique, desarrollaban la moda electrónica de la cumbia, que se extendía por Argentina, Perú y Bolivia, y que se emparentaba también con la tecnocumbia mexicana. En 1997 la canción "Haciendo el amor" alcanzó una inusitada rotación radial y presencia televisiva, al punto que se llamó en en algunos medios como "onda sound" a todo el movimiento de cumbia elelectrónica, que sin duda trascendía a los iquiqueños. Fuente de surgimiento de otros emblemáticos grupos de su estilo como Tró-pika'l Sound (1997) y D' Latin Sound (1999), el grupo ha cambiado varias veces de integrantes, y desde los años 2000, hay momentos en los que más de un grupo que se presenta como Amerika'n Sound. La situación no les gusta a los músicos, pero ha contribuido a mantener vivo el n0mbre y el legado de la banda.
Como otras figuras de la canción mexicana, Bárbara Pricilla Barraza Cubillos se inició en el canto desde niña en su natal Vallenar y en Huasco Bajo, donde vivió hasta 2009. Entonces ha vivido en Coquimbo. Desde los diez años se presentó como niña talento en festivales y fiestas populares de la comuna nortina, e incluso llegó a grabar un primer disco, México a mi tierra. Poco después fichó con el sello Claridad Producciones y así continuó con un régimen de grabaciones, entre las que destacan títulos como Embustero y Rompiendo corazones. En Coquimbo formó su agrupación y cambió su nombre al de Bárbara. Junto al acordeonista y productor nortino Andy Jaque lideró entonces el proyecto de ranchera tropical, presentándose como Bárbara y sus Bandidos en escenarios de la Cuarta Región. Editado por el sello LG Tropichile fue Amiga traidora (2010), que incluía en clásico y rompedor single homónimo.
Uno de los más prolíficos compositores chilenos del siglo XX, Ariel Arancibia registró sobre quinientas canciones de su autoría, y no es sencillo escoger cuál es la más famosa: para elegir están los éxitos de la Nueva Ola "Dilo calladito" (Cecilia) y "La gotita" (Gloria Benavides), el éxito de clásico universitario "La ballena" (Sussy Vecky), el tema televisivo "El bailongo" (Don Francisco); y el éxito absoluto de Los Huasos Quincheros, la guaracha "El patito", entre otros. Y además está su fundamental labor como arreglador, en discos tan relevantes como Homenaje a Óscar Castro (1970), de Los Cuatro de Chile. De gran versatilidad musical, durante su carrera se dedicó a las revistas musicales, los clásicos universitarios, la televisión, el cine, el teatro, la tarea de dirección artística que desempeñó en el sello RCA Victor y la composición de música sobre poemas de Pablo Neruda, Óscar Castro, Daniel de la Vega y otros autores. Fue siete veces finalista en el Festival de Viña, donde ganó una Gaviota de Plata en 1972; y meses antes de su muerte, en 1997, fue nombrado socio emérito la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, SCD.
Autor de "Si vas para Chile", Chito Faró tiene una vida marcada por dos rasgos tan conocidos como paradójicos: es el hombre que escribió la más famosa canción de todos los tiempos dedicada a Chile y murió en medio de la pobreza y el abandono después de una vida dedicada a la música popular.
Actriz, y locutora radial, hacia 2016 María de Los Ángeles Almazábar inició una incursión en la música urbana que la llevó a convertirse en una explosiva nueva figura. Como Blue Mary, nombre obtenido de un personaje de videojuegos, Almazábar ingresó de lleno en el trap y el neoperreo con una serie de canciones como "Cereza", "Tusi tuno", "Tus besos" y "Qu33n", incluidas en su primer disco, Amor de locos (2019). Ha tenido colaboraciones con Polimá Westcoast ("Perreo sin pauta"), Dash ("Amor de locos"), cantante del dúo de reguetón Dash & Cangri con quien ella mantenía una relación sentimental, y la bomba iquiqueña Tomasa del Real ("Peligrosa"). En 2020 dio otro paso hacia una popularidad mayor con la canción "Nunca tristes, siempre locas", una pegajosa canción junto a Katita dhq y a la figura de redes sociales Ignacia Michelson.
Solange Arancibia, cantante de música ranchera en la Cuarta Región, se presenta en como "La reina del Valle del Elqui".
Cantante, productor musical y ocasional animador de televisión, Rigeo (Rodrigo Aránguiz) fue uno de los pioneros chilenos en la interpretación de los nacientes ritmos urbanos a comienzos de la década de los 2000, que dominarían la escena de la música popular por más de dos décadas. El reguetón y ciertos acercamientos al hip-hop marcaron su música, que quedó registrada en los discos Reality flow (2004), donde aparece "Indestructible", con su famoso coro de alerta "danger, danger, cuidado", y Knock out (2005), que versiona de clásicos de otros estilos tropicales. Su estilo lo llamó, sin más, "ragga flow".
Entre la cumbia, la salsa, el pop latino urbano y por momentos incluso el bolero se mueve la música de Catalina Ramos, cantante coquimbana y parte de una comunidad de mujeres en la música tropical de la década de 2020 que cuenta con nombres como Paula Rivas, La Mary, Nina la que Brilla, Karla Melo, Fran Hidalgo y Bárbara Muñoz. Su primer disco es Galaxia tropical (2024), un EP de cuatro canciones con las que Catalina Ramos ingresó de lleno a la escena tropical de la pospandemia.
Uno de los precursores del éxito de la música mexicana en Chile es Fernando Trujillo. Contemporáneo del éxito de cantantes internacionales como Pedro Vargas y Pedro Infante, tiene edad suficiente para haber empezado al mismo tiempo que los adelantados locales de Los Queretanos o Los Huastecos del Sur, de los que formó parte entre 1953 y 1963, y convivió luego en frecuentes festivales rancheros con dúos, cuartetos y cantantes mariachis como Lupita Aguilar, Los Hermanos Bustos, Los Llaneros de la Frontera o Eliseo Guevara. Pero también el bolero y el gran cancionero latinoamericano fueron parte de su repertorio. En grabación junto a la orquesta de Valentín Trujillo, su hermano menor, popularizó además el éxito "Antofagasta dormida", vals de Gamaliel Guerra. La cercanía con tan prestigiado pianista lo hizo convivir desde pequeño con la música en casa como un lenguaje cercano, y acompañó luego gran parte de sus mejores grabaciones. Además de la música compartieron ambos un mutuo gusto por el boxeo, pero además el viaje quizás más relevante del Trujillo mayor: invitado por Valentín, al fin en 1998 pudo conocer México.