Pop

Diversa por definición, la música pop apela sobre todo a un vínculo con el oyente, por sobre un tipo de sonido o un estilo. Pop como abreviatura de "popular", esta música tiene como pocas un objetivo, el de generar identificación con la audiencia por medio de ritmos contagiosos, melodías recordables y composiciones de duración ajustada a los estándares de difusión de medios como la radio y la TV y, sobre todo, a los requerimientos de una industria que necesita vender canciones a ese gran público. Como tal, se puede dar con eficacia en los más diversos campos. La Nueva Ola de los años '60 es una de las primeras manifestaciones generacionales de música pop chilena, y desde entonces han continuado en esa senda baladistas y cantantes popularizados por la televisión así como diversos músicos y productores que han aplicado los sonidos del rock o las bases electrónicas a esta música.

Nico

Integrante fundadora del grupo infantil Ciao (2000) y autoexiliada de la formación original de los adolescentes Kudai (2003), Nicole Natalino terminó por continuar un camino solista en el pop a partir de 2008 cuando cambió su nombre artístico por el de Nico, y editó su primer disco junto al compositor Gustavo Guz Pinochet. La canción “No hay más” puso a la primera ex Kudai en un abundante circuito pop juvenil en los años 2000.

Chicarica

Una aproximación desprejuiciada al pop y la electrónica ha definido la trayectoria de Chicarica, una de las muchas bandas nacidas a mediados de la década de 2010 en Santiago. Sus integrantes, además, se han caracterizado por desarrollar proyectos en paralelo y colaborar con otros grupos y solistas. 

Pol del Sur

La corta vida del grupo Compiuters fue escuela suficiente para impulsar a Pablo Infante a continuar por cuenta propia el camino como productor musical. También conocido como Pol Infante, escogió primeramente el nombre de Efectos Espaciales al mismo tiempo como alias y como título de su disco debut, uno de los más llamativos editados en Chile en 2008. Con Infante como gestor a cargo, en Efectos espaciales convivieron  cantantes y músicos invitados tan diversos como Valentina Fel, Nea, Manuela Baldovino (también ex integrante de Compiuters y cantante de La Montaña, otro grupo iniciado en 2008) y el crédito extra de un dúo entre Javiera Mena y Jorge González. Pop, rap y bases electrónicas son la banda sonora de ese primer disco que situó a Infante en el espacio de la creatividad a puertas cerradas y en solitario. Más adelante realizaría producción para bandas como MKRNI, Survey Team o Protistas, y en simultáneo a sus estudios de Filosofía en la Universidad Católica, centraría nuevos trabajos musicales desde la fenomenología. El alias de Efectos Espaciales fue sustituido por el de Pol de Sur, con el que Infante se instaló como compositor y productor de música electrónica.

Rocío Peña

Apadrinada por la baterista Juanita Parra e integrada a conciertos de Los Jaivas en 2009, la cantautora penquista apareció en 2007 en los circuitos universitarios de su ciudad como uno de los nuevos nombres de la canción acústica personal, que alterna el canto solo con guitarra y la influencia del pop. Rocío Peña participó activamente de la primera oleada de músicos cuyos trabajos se propagaron por plataformas de internet.

Airelavaleria

Compositora, cantante, pianista y percusionista, Valeria Marmentini apareció en 2010 con su proyecto personal de laberínticas canciones bajo el pseudónimo de Airelavaleria, palíndromo con su nombre de pila. Paralelo a sus estudios de composición en Projazz y como parte de un sexteto de voces llamado Imanencia, se hizo conocida como integrante de la banda de la cantautora Camila Moreno.

Javiera Rosselot

Varios caminos musicales de Javiera Rosselot confluyen en el rumbo único de lo que se ha denominado black music. En sus canciones y su imaginería alrededor se identifican como pilares centrales el R&B y el hip-hop, que luego se ramifican en aproximaciones al neosoul, el freestyle, el dancehall y el afrobeat. Cantante primeriza en la banda de reggae Aflora desde 2009, diez años después inició un trabajo paralelo como nombre propio en la búsqueda de esos elementos musicales, tanto en el canto como en el rapeo. Sus canciones de esa primera etapa fueron entonces "Zafiro" (producida por Tiano Bless), "Desliz" y "Bring it back", nacidas en el período pandémico y que antecedieron su estreno en el disco. Rosselot ha tenido cruces y colaboraciones musicales con Valentina Marinkovic, Fran Ri y Almeyda de la Riddim, y en su EP Sentir (2023) ella mostró credenciales tanto en la faceta solista como en el mano a mano con otras mujeres del rap y el soul latino, Dania Neko y Ka Efe.

Javi Cruz

Javiera Barros Cruz es Javi Cruz, cantautora pop que se estrenó en 2015 con el disco Angora, un repertorio de canciones juveniles, alegres y rítmicas. Activa inicialmente como tecladista y corista de proyectos como Prefiero Fernández y Oh Margot!, llegó a actuar en versiones del festival Lollapalooza de 2014 y 2015, respectivamente, además de telonear a Capital Cities en su concierto de 2014. Su primer disco contó con la participación de Leo Saavedra, Camaleón de Pantano y Daniel Gong.

Ricardo Arancibia

La guitarra de Ricardo Arancibia Salinas fue una de las más poderosas y directas en los ámbitos del jazz fusión, el smooth jazz y las raíces del blues y el funk, siempre inmerso en la generación de músicos blancos norteamericanos que se desarrollaron a partir de la década de 1980. Pese a nacer en Viña del Mar, a los diez años Arancibia ya vivía fuera del país y desde los 17 comenzó a formarse íntegramente en Estados Unidos como guitarrista. Con esos parámetros musicales regresaba a Chile a fines de los '90 para participar del jazz chileno y ser, tanto más tanto menos, una alternativa a sus contemporános de la guitarra Alejandro Escobar o Eduardo Orestes. Su suicidio en julio de 2008 impactó al círculo jazzístico chileno.

Andrea Velasco

Conocida como actriz de televisión y cine, campo en el que llegó a participar en la trilogía del director Nicolás López (Qué pena tu vida, 2010; Qué pena tu boda, 2011; Qué pena tu familia, 2013), Andrea Velasco mostró masivamente su lado musical una vez que publicó sus primeras canciones, reunidas en un EP que elaboró junto al músico Andrés Pérez Lecaros y que contó con la participación de la estrella del pop Francisca Valenzuela. Con estudios en Projazz y también en Buenos Aires, la cantante ya había aparecido en 2009 en clubes de jazz realizando conciertos de repertorio pop y soul. Entre sus colaboraciones previas a su debuto como solista, se registran trabajos con Pedropiedra, Yo soy Pérez y Los Tetas.

Antonia Schmidt

Cantante, autora, instrumentista y educadora de pedagogía Waldorf, desde ese ángulo Antonia Schmidt ha sostenido su propuesta creativa de una música para niños que supera el mero enfoque didáctico tradicional. En sus palabras, la suya es una "música para sentir". Desde esa perspectiva, ha compuesto canciones con temáticas sobre meditación y medioambiente, además de recopilación de cuentos, mitos y leyendas de Chile y Latinoamérica que presentó en sucesivos trabajos. En esa discografía destaca Música para la Tierra (2014), el álbum que la puso de lleno en el circuito de la música infantil.

Tiza

Una breve pero bien difundida carrera tuvo a principios de los años setenta el cuarteto vocal Tiza. El grupo contó entre sus integrantes a Carlos Narea, quien más tarde se haría conocido como parte del conjunto Santiago y destacado productor en España. Tiza fue fundado por Roberto Espinoza, ex integrante de Clan 91, y tuvo entre sus éxitos los temas "Juventud" y "Amor de temporada".

Lorena Pualuan

Entre las diversas exponentes del canto femenino de aproximación al pop-soul como Ema Pinto (Matahari), Moyenei Valdés (Mamma Soul) o Cristina Araya (Feria), Lorena Pualuan logró que su nombre fuera definitivamente reconocido y repetido en cierto circuito B del pop cuando se puso al frente de la orquesta de bronces LaMonArt al comenzar los años 2000.

Makiza

Makiza es un nombre fundamental del hip-hop chileno de la primera década del siglo, y su legado de tres discos abrió nuevas vías de influencia para el desarrollo del género en el país. Su interrumpida carrera puede resumirse además en una frase con la que alguna vez el propio grupo definió su relación: «En el amor puede pasar cualquier cosa». Con sucesivos períodos de separación y reunión, el grupo concluyó definitivamente su romance a mediados del año 2006, luego de un destacado e influyente trabajo de casi una década; el cual hoy destaca no sólo por la alta calidad de sus grabaciones, sino también por haber impulsado el desarrollo de músicos más tardes destacados de sobra de modo solista o en otros proyectos, incluyendo a Ana Tijoux, Cenzi y Seo2.

Andrés de León

Las funciones de intérprete, compositor y productor han ocupado por más de veinte años a Andrés de León, baladista chileno que añade a su oficio de cantante la capacidad autoral que le ha permitido poner temas suyos en discos de estrellas extranjeras como Yuri. Ha grabado, también, con Toni Braxton y Sin Bandera. "Mi loco amor de verano" (1993) se instala como su canción más conocida. Se suman los hits “A la luz del mar” y “Anclada a mi corazón”. En los años noventa, el músico mantuvo períodos de trabajo en Estados Unidos, con énfasis en la asesoría de intérpretes más jóvenes y de orientación pop. Su presente es el de un trabajador de la música «centrado en ser cantante», según sus propias palabras.

María Jimena Pereyra

La ganadora de la primera generación del programa televisivo "Rojo, fama contrafama" fue, en el año 2003, María Jimena Pereyra. El triunfo la llevó a convertirse en punta de lanza del fenómeno mediático y discográfico que generó ese espacio de TVN. Junto a ella, Leandro Martínez, María José Quintanilla, Daniela Castillo y otros jóvenes intérpretes saltaron del anonimato al estrellato en pocos meses, convirtiéndose en artistas súperventas que fueron acogidos con entusiasmo por una industria en crisis. Tras tres discos, a fines del 2006 salió del programa, y aunque nunca se ha desligado e la televisión -ha sido conductora o panelista en varios espacios- nunca ha dejado de presentarse en vivo y de editar discos.

Pablo Vidal

Iniciado en el jazz por el pianista Moncho Romero e integrado a su trío como reemplazante de Pablo Menares en 2006, Pablo Vidal hizo sus primeras presentaciones en el club Miles durante todo 2007. Ahí se vinculó con jazzistas jóvenes de esta órbita, como parte de una camada de contrabajistas de la segunda mitad de la década que tocaron en distintas direcciones: Nelson Vera, Eduardo Peña, Rodrigo Espinoza, Carlos Arenas, Maximiliano Flynn y Amanda Irarrázabal.

Michelle Finkelstein

Michelle Finkelstein es una de las voces femeninas del pop romántico que puso en vitrina el productor Javier Domínguez a comienzos de 2010, una partida de nombres que presentó a las entonces veinteañeras Camila Carlevarino, María de los Ángeles Colas, Paula Awad y Carla González. Todas ellas editaron discos, pero Michelle, que por entonces se presentaba solo con su nombre de pila, publicó sus primeras canciones al cumplir los 30 años. La más importante fue "Hoy", el adelanto de su primer álbum solista.

Daniela Aleuy

Daniela Aleuy fue, junto a María Ela, la última figura en la era del TV pop antes de la irrupción de los reality shows y concursos de talentos con sus figuras mediáticas en distintas estaciones, como Ximena Abarca, Mónica Rodríguez o María José Quintanilla. Aleuy y su compañera cantaron en el coro del programa "Pase lo que pase" y desde allí instalaron sus nombres como cantantes solistas. En 2001 llegó a representar a Chile en el Festival de Viña y terminó convertida en popular figura, aunque por corto tiempo.

Bandhada

Los integrantes de Bandhada se conocieron en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, donde el baterista Juan Coderch y el bajista Alfonso Feeley estudiaban percusión e ingeniería en sonido. En 1983, el guitarrista Carlos Chung (también estudiante allí) los reunió para comenzar a funcionar con la primera formación del grupo. Influenciados por el guitarrista estadounidense Pat Metheny, y la música sinfónica y de fusión de los años setenta, Bandhada se convirtió en una banda pionera del rock progresivo y el jazz-rock hecho en Chile (junto a nombres como Cometa y Quilín), pese a que en los recuerdos suele asociársela a la camada del llamado «boom pop» chileno de esa década.