Música urbana
La denominación de música urbana se acuñó en los años '70 y '80 en Estados Unidos para referirse a las músicas nacidas en las calles de las grandes ciudades, particularmente el hip-hop. En el siglo XXI el concepto creció con la penetración de ritmos latinos y otras fórmulas musicales en esos mismos contextos. El reguetón, originario de Centroamérica, y el trap, vertiente del rap nacida en Atlanta y vinculada al narcotráfico, se extendieron por Estados Unidos y el mundo en una avasalladora moda mundial, y en algunos países —como Chile— también fue etiquetada entonces como música urbana. Los músicos, los medios de comunicación y la industria han utilizado el concepto cotidianamente, aunque su definición es discutida y aún no es del todo precisa.
Fue el concierto "Mamacitas" del festival Primavera Sound de 2022, encabezado por Lizz, el momento clave en que estalló la figura de Aura Bae frente al gran público. Hasta ese momento no tenía álbumes ni mixtapes publicados pero sí un contingente de primeras canciones ("Nena", "Loba", "Fina") donde ella exhibía diversos cruces, desde el reguetón y el trap, hasta el rap, el R&B y la música flamenca, con la inspiración de la española Rosalía. Esa tarde Aura Bae (que se pronuncia bei) compartió escenario con un frente femenino de uñas largas, colorido maquillaje y extensiones de cabello con el que también iría a identificarse generacionalmente en la música urbana: Akatumamy, Akriila y Vlntna B.
El músico talquino Bastián D’Amonte es parte de la exitosa escena de la música urbana chilena, forjada desde el año 2018, y que alcanzó su máxima en popularidad en el período post pandemia, en especial entre 2021 y 2023. En ese período hay varias canciones de AK4:20 que forman parte de la cima de los rankings de reproducciones en las plataformas de streaming. De hecho, su canción de 2021 “Ra tan tan” fue el videoclip chileno más visto en YouTube ese año, con casi 16 millones de reproducciones. Su popularidad también se materializó en una creciente actividad en vivo y una lenta pero constante penetración de sus canciones en las parrillas radiales. Canciones en solitario, “Siempre fine”, o con otros artistas, como “Me arrepentí”, lo sitúan entre los grandes nombres de su género musical.
Como aspirante en el programa "Rojo, fama contrafama" de 2004, la cantante maulina se orientó especialmente a la balada romántica latina. De esta manera interpretó canciones de Myriam Hernández, inspirada además en esta figura referencial entre las voces chilenas. En 2008 participó en el concurso regional "Latin american idol", con otras cantantes nacionales como Francisca Silva, lo que terminó de poner su nombre en un circuito de canto mayormente centrado en las competencias y concursos de talentos.
Nihla forma parte de la escena de la música urbana desplegada y multiplicada durante la década de 2020, una generación de nombres que convirtió el aislamiento pandémico en una ventaja creativa, echando mano a las herramientas digitales de producción y distribución de canciones y gestando su propia audiencia. Junto al productor y beatmaker Nass G en 2022 puso en circulación su disco debut, titulado Crónicas de un corazón roto, con una amplia variedad musical en estilos y enfoques.
Julianno Sosa ha transitado por los estilos de la música urbana chilena, y también por las historias que cuentan muchas de las canciones del género. Forjado en la zona sur de Santiago, primero en la comuna de Puente Alto y luego en La Florida, fue seguidor del trap norteamericano desde pequeño. De adolescente hizo canciones, pero su carrera musical la ha desarrollado desde Nueva York, adonde vive desde los 18 años. Amigo de Pablo Chill-E y parte de la comunidad Shi Shi Gang, tiene decenas de canciones muy apegadas al trap en las bases musicales y en las letras. Tras el éxito de “Por dinero”, sus temas se encumbraron en las plataformas de streaming, y el 2022 también hizo reguetón, y uno de ellos “Cochinae”, lo puso entre los músicos chilenos con más difusión de ese año.
Con apenas 20 años, Standly ya figuraba como un nombre llamativo de la movida urbana chilena. Comenzó a grabar sus primeras canciones cuando todavía estaba en el colegio y tuvo su primer golpe musical cuando el sencillo "Mi gata" obtuvo impacto en las redes sociales. El fenómeno se repitió poco después con "Pégate", que lo puso en el primer lugar de las canciones más escuchadas en Chile en 2022. De este modo ingresó a una elite de la música urbana durante ese período, consagrado además por su debut discográfico: 11/11. El nombre de Standly proviene de una mezcla entre las iniciales de su madre, su padre y su hermana.
Cuando la mayoría de los ejemplares que aparecieron en plataformas televisivas durante los años 2000 fueron cultores de la música pop bailable (Ximena Abarca, Karen Paola) o baladistas románticos (Leandro Martínez, Monserrat Bustamante), una figura como Nicole Andreu vino a ser la excepción de la norma. La cantante se orientó directamente hacia variantes de la música negra: el soul, el R&B y el hip-hop y tiempo después, durante su estada en Europa, confirmó una línea de música urbana, alternando ritmos de reggae, dancehall, rap y soul latino.
Exponente de los ritmos urbanos latinos más aguerridos en conexión con la rima del hip-hop, María Jesús Pinto utilizó el nombre fantástico de Señorita Chu en una inesperada arremetida en la música difundida a través de redes sociales y aplicaciones. En marzo de 2020, apenas tres días después del inicio de la cuarentena por la pandemia ese año, apareció con la canción "Mi cula", una ametralladora de texto y ritmo que fue el primero de sus manifiestos feministas personales. La canción alcanzó gran impacto en a través de estos medios y puso a Pinto en una nueva órbita de música urbana. Como instructora del baile twerk, ella se definió cercana al reguetón y al trapbow, aunque su proximidad al rap fue siempre un punto de acceso a otros espacios en el uso de la palabra. Su primer disco es Señorita (2021), donde expone diversos aspectos del llamado empoderamiento femenino y la libertad sexual, con canciones que incluyen textos explícitos.
La facilidad para transitar entre géneros como el trap, el reguetón y el pop caracteriza el trabajo que el cantante y productor Young Cister ha desarrollado desde mediados de la década de 2010. Numerosas grabaciones propias y colaboraciones, entre las que destaca su vínculo con Polimá Westcoast, lo alzaron a fines de esa década como un nombre indispensable de lo que entonces se identificó como una ola de música urbana.
Multifacética figura en la música pop, Lizz es el alterego principal de la cantante, productora y DJ Elisa Espinoza, una protagonista de esa influyente escena que dominó las preferencias musicales desde fines de la década de 2010. Se le suele ubicar como parte de una primera oleada femenina de música urbana, junto con Paloma Mami, Princesa Alba y Shita. Su historia de trashumante entre el Biobío, Santiago e Inglaterra junto a un conocimiento acabado de músicas a la vanguardia desembocaron en un trabajo como experimentadora del sonido, desde el hip-hop y la electrónica. Ello dio como resultado una densa música e imaginería trap que ella definió como "latin future".
La canción "Antipatriarca", de Ana Tijoux, fue el germen del nombre musical y el concepto alrededor de Antipatriarka, la chapa que tomó Valentina Ascencio en su transformación decisiva en cantante pop y figura de la escena urbana en Concepción. Era una estudiante de Arquitectura, que en su adolescencia había escrito canciones como "Difícil", cuando el estallido social de 2019 elevó las ideas de activismo feminista y lucha social, a las que ella se sumó en el frente de la movilización. Ya como Antipatriarka, en el Festival Rec de 2023 en Concepción presentó material de su disco debut, Antídoto (2023), y realizó un homenaje a Rennatta Rozas, una joven cercana suya que había sido asesinada. Entre sus primeras colaboraciones musicales aparecen trabajos con el dúo penquista Lolein ("Sharingan"), el compositor, cantante y productor de Talcahuano Lino Q ("Siente") y la reguetonera de Concepción Carly ZC ("Zorras y gatas").
Denise Sofía Rosenthal Schalchli es una de las figuras del pop chileno de la era digital. Apareció como adolescente actriz en los años 2000 y se proyectó con una identidad propia fuera de la televisión en la década siguiente. En su caso, a través del disco Cambio de piel (2017), que le propició un estatus musical de dimensiones amplias. Fue un paso decisivo para alcanzar madurez y popularidad en un tránsito desde ese pop juvenil de los inicios hasta posiciones de internacionalización a través del pop latino y una salvaje música urbana a la que ella accedió después.
Xaviera Fernández es Akatumamy, figura de la música urbana y cultora del denominado "neoperreo". Es parte de una pequeña trinidad que tiene a Amikiraa y a Akriila como esas otras personalidades, con quienes grabó la canción "Stefany" en 2021. Ella tomó su nombre de guerra desde el argot que acompaña al género urbano y en especial desde uno de sus referentes, el reguetonero portorriqueño Ñengo Flow: allí donde él dice "oye mi mami, acá está tu papi", Xaviera Fernández dice "oye mi papi, acá tu mami". De ahí la identidad de fantasía Akatumamy.
Formada como adolescente rapera, improvisadora y grafitera, Josefina Cáceres ha construido una música propia que se surte de los beats y las rimas del hip-hop pero que en su evolución alcanza transformaciones mayores y se sitúa en el trap, el reguetón, el pop urbano latino, toques de música flamenca e incluso cruces hacia la cumbia, a través de trabajos con nombres como Santa Feria. Con su pseudónimo musical de Sirena DLR —donde la sigla significa "de la rima"—, en 2019 lanzó sus primeras canciones, "Don’t wait more" y "Paso firme", que tuvieron alta presencia en plataformas de escucha. Luego se instaló en la escena urbana de la pospandemia, mostrando colaboraciones con Loyaltty, Aura Bae o el colombiano C. Flee. En 2025 debutó con el EP Ala5, producido por Dbs y donde ella también cantó "Secreto de luna", a dúo con Denise Rosenthal.
Aunque primeramente asociada a la armada femenina de la música urbana en la década de 2020 (Aura Bae, Vania Joplin, Amikiraa), la cantante y compositora Florencia Cruz Sotomayor exhibe nítidos bordes pop en sus canciones, lo que la define en un campo más amplio en la música y la composición. En sus inicios se hizo seguidora de figuras globales como Rihanna y Ariana Grande en ese lado del pop que se filtra hacia el R&B, una zona en donde ella se mueve con soltura vocal. Su debut discográfico quedó marcado en 2023 con el EP 4:44. Antes de convertirse en Lua Lacruz, Florencia Cruz fue finalista en el Concurso de Composición Luis Advis de 2019, en parte resultado de sus estudios de Música en la U. Católica. En 2022 tomó contacto con Latin Bitman, quién sería clave en la llegada de Lua Lacruz al sello Universal Music México. "Di que sí" y "Waterfalls", sus primeras canciones, esbozaron ese punto de encuentro entre el pop radial y el trap y los ritmos urbanos más duros. Ambas canciones llegaron al citado disco 4:44, la antesala de su participación en Lollapalooza de 2024.
Parte de los nombres masivos de la música urbana chilena de la post pandemia, la música de Gino Mella se ha distinguido por un cuerpo de canciones románticas y tristes, aunque siempre ajustadas a los patrones del reguetón. Con una prehistoria como cantante pop y televisivo, entre 2021 y 2022 tuvo varios éxitos bailables que contaban con atrevidos contenidos, propios del género urbano. Paulatinamente fue sumando a su identidad musical canciones de amor o “carros”, como se les denomina en el argot urbano. La fómula, poco explorada en Chile, consiguió una llamativa popularidad y pusó a Gino Mella entre los nombres centrales de este movimiento en la década de 2020.
Pablo Chill-E es uno de los más callejeros y relevantes nombres del trap chileno. A los 15 años comenzó a grabar canciones que llegaron a oídos del sello español La Vendición, del músico Yung Beef, y en menos de tres años ya había lanzado decenas de singles, mixtapes y videoclips que fueron difundidos por internet y a través de su intensa actividad en los escenarios. Sus canciones hablan de lo distintivo del trap ya desde sus orígenes en la estadounidense Atlanta de los años '90: delincuencia, sexo, drogas y lujos. “Este es un talento, pero yo lo ocupo para ganar dinero”, dijo en 2017 en el sitio web Pousta. “Cuando me meto en las mañanas a Instagram y veo a los negros así, en mansiones, en Ferrari: esa es mi motivación”. Pero también sus canciones hablan de corrupción en la política, de la falta de oportunidades en la sociedad, del valor de la amistad y del particular país en que le tocó vivir y en donde nace el trap local.
Antes de alcanzar la mayoría de edad Catalina Herrera ya contaba con un abundante set de canciones autorales en el campo de la música urbana. Con su alias de Bby Sowl (Baby Soul) consolidó un trabajo que había iniciado apenas como una niña en las canchas barriales, vinculándose con ambientes raperos y el freestyle. Pero su música se proyectó más allá de esa sola cultura callejera, considerando elementos del trap y el reguetón, aunque también de músicas radiales, como el R&B y el pop dance, junto con una apropiación de la raíz flamenca, como en su canción "Gitana".
Desde el inicio del interés masivo por el trap y sus protagonistas, Ceaese fue uno de los nombres con más atención sobre sí. La ha justificado con versos, entrevistas y publicaciones de inteligente propuesta, y su disco Utopía (2018) ha sido ineludible para comprender el fenómeno en Chile. En poco tiempo, la trayectoria del joven criado en Ñuñoa se ha caracterizado entre otras cosas por su material incesante, de una extensa discografía y permanentes colaboraciones: DrefQuila, Gianluca, Polimá Westcoast, Jonas Sanche, Young Cister, Seo2, Jonas Sanche y Bronko Yotte; además del cruce puntual con bandas de otros estilos, como Moral Distraída y Planeta No.
Otro ejemplo de artistas que despuntaron desde tribunas televisivas durante la década de 2010, tras la fiebre de los programas juveniles diez años antes, es la cantante pop serenense Macarena del Pilar Torres, quien a los 20 años apareció en "Chile, país de talentos", de Canal 13. Pero esa participación fue una breve vitrina más para la cantante y también compositora de canciones, que luego convirtió su "Sube decibel" en el tema principal de la serie de Mega, "Decibel 110". Presentada como Maca Torres y luego como Maca del Pilar, pasó del pop juvenil al circuito de la música urbana latina.