Hip-hop
Uno de los más importantes movimientos recientes en la música local junto con el punk y el metal, el hip-hop recoge en Chile desde fines de los '80 los cuatro elementos de esa cultura, entre el verso, la producción musical, la ilustración y el baile. En otras palabras, el rap, el DJ, el graffiti y el breakdance. Varias oleadas se han sucedido en esta historia, desde sus orígenes a fines de los '80, la nueva escuela de mediados de los '90 y ramificaciones posteriores entre la combatividad, la elaboración musical o la sensibilidad poética de contemporáneos que limitan con un bullente escenario underground germinado en el nuevo siglo.
Un trayecto excepcional, que lo ubicó como figura del hip-hop chileno siendo un niño, es el de MC Billeta (Benjamín Correa). Apareció en radios siendo un niño de 12 años, consiguió gran difusión para su tema "No, no, no" y tuvo gracias a eso cupos en escenarios de gran alcance, como la campaña televisiva de la Teletón y el festival Lollapalooza-Chile. Sus grabaciones comenzaron a difundirse en 2011, en parte gracias al apoyo en producción del músico Latin Bitman.
Fue la unión de tres agrupaciones distintas (Bneno Squadz, Area 51 y Expo) lo que en 1999 dio forma a Trovadores Tales, un colectivo de raperos provenientes de la población Villa La Escuela y Colón Oriente, y uno de los primeros proyectos en Chile dispuesto a abandonar los esquemas más rudimentarios del género para experimentar con el dub y el soul. Su vocación por la autogestión les granjeó un estatus de culto, que consiguió llevarlos a escenarios de otros países de Sudamérica y que legó dos álbumes.
Parte de una familia de músicos, Bronko Yotte se acercó tímidamente al rap al salir del colegio, justo en los años en que el género se extendía masivamente en el mundo y en Chile. Tras fenómenos como el disco Ser humano, de 1997 de Tiro de Gracia, las presentaciones de rap se hicieron frecuentes en festivales estudiantiles y en ese circuito dio sus primeros pasos. Desde entonces, ha acumulado más de una decena de producciones, en las que han aparecido varias veces músicos de otras dimensiones, como Gepe o Cristóbal Briceño, con canciones que hablan menos de barrios, y más de reflexiones existenciales. Es profesor de lenguaje y ejerció ea profesión por casi una década, y, en simultáneo, ha desarrollado en la música varios equipos de trabajo (protagónica es su sociedad con la cantante Masquemusica). Bronko Yotte ha sido también el compositor y el productor de casi toda su historia musical, y en ese camino ha llegado a parrillas radiales y a grandes escenarios, convertido en uno de los nombres más llamativos y coloridos del hip-hop chileno.
Nacidos en la zona norte de Santiago, Salvaje Decibel es parte de la primera generación del rap de los años 2000, antes de la masificación de Internet. Funky Flu, el mayor del grupo, ya estaba ganando espacios como MC cuando conoció a Portavoz, y a su amistad y su pasión por el rap se fueron sumando los otros MCs hasta que el año 2005 debutaron como Salvaje Decibel. Un rap político, con bases mayoritariamente hecha por Portavoz, han sido el sello del conjunto, que tempranamente se presentó en Venezuela y que ha editado dos discos de gran trascendencia en los circuitos del rap. Temas como "Traidores" o "La mirada del amor", y la colaboración con muchos nombres del género (como GuerrillerOkulto, Movimiento Original, Mente Sabia Cru y Subverso) levantan a la banda como un nombre principal de la escena, sumada a la trascendencia como solistas de Funky Flu, Cidtronyck y, sobre todo, Portavoz.
Daniela Barrales es Rvyo, o también Niña Rayo y Rayokuza, alteregos yuxtapuestos o bien simultáneos que ha utilizado como poeta urbana en la década de 2010. Autobiográfica en la mayoría de sus rimas, Rvyo es parte de una generación de músicos que ha detectado el punto de encuentro entre el hip-hop puro con los ritmos urbanos, que le ha permitido vincularse a la escena del trap representada por cantantes como Princesa Alba y una primeriza Nele Nahir. Tras la edición de La niña rayo (2018) un EP donde cuenta con la participación del rapero Bronko Yotte y el saxofonista de jazz Franz Mesko, Rvyo comenzó a trabajar con artistas españoles, como Nano Cortés y Josué Gonzales, con quienes en 2019 grabó en "Ojitos", donde mezcla la rítmica y poética del hip-hop con sonidos flamencos y gitanos.
Gabriel Paillao, también reconocido en sus círculos como Gabo Paillao y en ocasiones con el pseudónimo de Knom en su proyecto personal de hip-hop, es pianista de jazz, compositor, productor, gestor cultural y activista. Pero sobre es el impulsor de una agrupación tan rompedora como La Brígida Orquesta, proyecto con el que ha obtenido dos premios Pulsar. Formado como niño músico en la Conchalí Big Band, se vinculó con las escenas de la música en la periferia, principalmente en la cultura del hip-hop. En ese alcance tocó el piano en Cómo Asesinar a Felipes y ha sido colaborador de una serie de nombres de las músicas independientes de raíz negra, desde el saxofonista de jazz Franz Mesko a la cantante de soul Celeste Shaw, pasando por los raperos Hordatoj y Portavoz, el grupo hip-hop Movimiento Original y Ana Tijoux, con quien ha salido de gira internacional. Su música como autor aparece en la serie discográfica Ayekafe (2021), que ponía en relieve la creación de los músicos de linajes mapuches.
Si bien Movimiento Original ha ocupado la mayor parte del camino artístico de MC Piri, hay muchos otros episodios de su historia al margen de esa agrupación, de la que salió el 2015, tras siete años y tres discos. Piri comenzó en la música de adolescente, en el grupo Excelencia Prehispana, con quienes editó un disco (Uno a uno). El 2008 se integró a Movimiento Original, donde fue uno de los cantantes y el responsable de la incorporación a su repertorio de temas de origen folklórico. Esa vocación la volcó también en su primer disco solista, Madera, editado el año 2014. Un año después salió de su banda, e inició un camino solista, que debutó el 2016 con el disco Dejando huella, donde sigue por los mismos derroteros musicales de su ex banda.
Aunque su historia suele quedar fuera del radar de los medios, Los Marginales está entre los nombres fundacionales del rap chileno, y su actividad, desarrollada en Santiago desde fines de los años 80, precedió al momento en que el género llegó a radios y grabaciones profesionales. Fue una apuesta hip-hop que avanzó entre escenarios callejeros, grabaciones caseras, difusión boca-a-boca y resistencia política dura, con una dictadura aún en ejercicio. De todos modos, consiguieron no sólo ser una inspiración importante para muchos raperos de futuro prestigio nacional, sino también firmar el primer contrato discográfico de una banda hip-hop chilena con un sello multinacional. Su único cassette, Marginal, se publicó en 1992.
Isa Deyabú y Gabriela Deyas son el núcleo de Deyas Klan, activo dúo rapero femenino de la segunda década del 2000, que se ha multiplicado en varios proyectos con otros músicos, como Alkymia y Clave Baja. Siempre con el mismo sello: dos voces femeninas de “rap de pobla”, como se definen, una importante referencia a la música soul, y poesía con crítica social, reflexiones existenciales y temáticas de género. “No busques excusa / No seas solo musa / Eres lucha / No estás sola / Somos muchas / Cuando nace una rebelde se muere una cartucha”, declaman en “Fémina” (2012).
Fugaz agrupación de hip hop liderada por el hijo del cantautor uruguayo Gervasio, Nahuel Viera (Elnawel), quien junto a tres músicos dio vida a este conjunto, parte de la explosión del género de la primera mitad de los 2000. Todos los músicos tenían experiencia en distintas agrupaciones del circuito rapero de esos años, y hacia el 2002 – tras diversas formaciones- dieron una existencia relativamente estable a Bajutopía, aunque sus cambios de integrantes serían permanentes en su historia.
Surgido en una de las comunas más pobres de Santiago, el grupo Legua York (también presentado como Leguayork) es uno de los referentes chilenos de un hip-hop político y combativo, y uno de los primeros en conjugar la carga ideológica de movimientos como la Nueva Canción Chilena con el registro de la cultura de calle. Cultores de un perfil opuesto al de bandas súperventas como Tiro de Gracia o Makiza, Legua York se nutrieron de las raíces de la música negra para musicalizar sus rimas marcadas por la denuncia y la crítica social, las que han sido ampliamente difundidas por medios de la izquierda política.
«Juego callejero» llamaron a su música los primeros integrantes de Tapia Rabia Jackson (o Tapia Rabia), uno de los pocos grupos chilenos de hip-hop suburbano que alcanzó a trabajar dentro de la dinámica corporativa antes del auge de internet. El grupo tuvo en Zaturno a su líder y principal foco de atención, pues fue quien armó el conjunto luego de trabajar durante cinco años y dos álbumes junto a los exitosos Tiro de Gracia.
Poeta, cantante, productora y freestyler, la calerana Ambar Luna Leiva Cárdenas es una de las figuras del hip-hop chileno en la época de la pospandemia, aunque ella se formó como niña y adolescente en batallas de rima improvisada durante la década de 2010, lo que le valió un soporte para una creación posterior. Ambar Luna no solo se activó desde el rap sino que cruzó territorios musicales, considerando elementos del pop, el R&B e incluso el flamenco, en contacto con los pulsos de la música urbana de su época, el reguetón y el trap. Sus líricas apuntan a temáticas de feminismo, contenido político y lucha y demandas sociales, cuando ella estuvo especialmente movilizada durante el estallido del 18-O.
Kinética es una de las formas de referirse a la cinésica, aquella disciplina que estudia los movimientos corporales conscientes e inconscientes y su valor comunicativo en lo gestual. Y es el concepto que Emiliana Abril Araya tomó para iniciar su proyecto como solista en la música experimental. Tres álbumes alrededor de la idea de la cinésica marcan su primera época en la experimentación con las tecnologías aplicadas a la composición, a la voz y a la poesía, y cuyos resultados siempre abiertos se instalan en diversos espacios: la electrónica, el hip-hop, el pop, el soul, la improvisación libre y las vanguardias.
Laura Ortiz surge desde comunas metropolitanas del norte, como Recoleta y Conchalí, con el nombre de guerra de Cheskv Liz (que se pronuncia Cheska Liz). Cantante, autora de letras, rapera e improvisadora, es reconocida dentro de la escena de la música urbana por su estilo rebelde y confrontacional, sus temáticas sobre vida en los márgenes, mirada feminista y relatos autobiográficos, pero sobre todo por el alcance que ha tenido como solista en el chanteo (declamación de un texto extenso en un limitado espacio de compases), que ha identificado su sello interpretativo. Su primer disco, 11:11 (2020), que lanzó a los 18 años, integra rimas, canto melódico R&B y un contundente sonido urbano de época.