Cumbia
La cumbia es un ritmo de origen colombiano, pero que desde los años '60 se extendió por buena parte de América del Sur, y que en Chile, desde entonces, es el género bailable popular por excelencia. Originalmente ejecutada por sonoras —al estilo de la multinacional Sonora Dinamita—, la "cumbia chilena" ha tomado distintas formas con los años, bebiendo también de la cumbia peruana y la argentina. Desde los años 2000, una nueva generación de músicos la ha convertido en su lenguaje musical, y la ha fusionado con el rock y otros ritmos latinoamericanos, conformando una poderosa escena, que tiene a varias generaciones de cultores, y que sigue siendo protagonista de la banda sonora de la cualquier fiesta en Chile.
La Sonora Palacios es el nombre fundacional de la cumbia chilena. El conjunto se inspiró en el formato instrumental cubano de la sonora, pero con el ritmo colombiano de la cumbia que en los '60 se extendía por América Latina. En 1964 editaron un single con dos canciones: “El caminante”, de origen argentino, y “La mafafa”, del autor cubano Julio Gutiérrez. Desde entonces nunca dejaron de grabar discos, presentarse en vivo y sonar en radios. “Los domingos”, “Un año más”, “El galeón español”, y muchísimas otras son clásicos y números imperdibles de toda fiesta en Chile, en sus versiones originales o en interpretaciones que han realizado centenares de grupos profesionales y aficionados. En 1982, con la partida de varios músicos incluido el cantante Tommy Rey, desde la Sonora Palacios se inició La Sonora de Tommy Rey, otra historia referencial en la música tropical chilena. Pero el grupo original, bajo el liderazgo de su trompetista y fundador, Marti Palacios, y su hijo Marti, timbalero desde 1979, ha recorrido los tiempos sin detenciones. Completa una discografía de más de 30 títulos, con un show que ha presentado permanentemente en grandes y pequeños escenarios en Chile y en el extranjero.
Amparito Jiménez es una cantante colombiana arribada en los años '60 a Chile, y desde entonces fue una pieza fundamental en la historia de la cumbia en el país, donde ganó el apodo de "Reina de la cumbia" y ha sido reconocida por ser la primera en popularizar ese ritmo en su vertiente folclórica colombiana. Entre sus mayores éxitos en el país se cuenta "La pollera colorá", de autoría de los colombianos Wilson Choperena y Juan Madera Castro. Amparito además colaboró con músicos locales y los nutrió de repertorio, hasta que, avanzados los '70, paulatinamente se retiró de la vida profesional de la música. Desde hace varios años reside en La Serena, donde ha vinculado su quehacer artístico a su vocación religiosa y ha participado ocasionalmente en grabaciones con músicos jóvenes.
Cantante melódica y pianista, Priscila Rubio es la mujer detrás de Priscila Ninoska, figura que llegó como nombre propio luego de la presencia que tuvo en la música popular latinoamericana, principalmente a través de conjuntos cumbieros de diversa consideración, enfoque y alcance: LaBanda en Flor (2012-16), Lady Sharon (2013-17) y Chorizo Salvaje (2016-18). También integrante de orquestas del Festival de Viña del Mar, inició su trabajo como cantante solista en el campo de los ritmos latinoamericanos del recuerdo, bolero y vals, que llevó al escenario con sus coloridas puestas en escena y su rol de mujer fatal de cantinas.
Fue como vocalista del grupo La Noche que Cecil Leonardo Leiva Reyes se convirtió en ídolo a escala nacional, pero su salida del grupo, en 2010, no le quitó las ganas de continuar como cantante. Con la popular banda de cumbia romántica, Leo Rey grabó tres álbumes de estudio, desde Amor entre sábanas (2005) a La noche buena (2009). Su trayecto solista acumula ya otros tres discos, sostenidos por decisión propia en un permanente trabajo de recitales por todo el país.
La trascendencia musical de este grupo formado en Chuquicamata y activo durante doce años entre 1966 y 1978 es visible a través de tres aspectos principales: el característico estilo de la guitarra eléctrica, marcado por el virtuosismo y la velocidad al tocar; el sonido de ese instrumento, dado por la cámara de eco, y la influencia en otros grupos posteriores, entre los que se cuentan Los Cumaná, Los Viking's 5 y La Sonora de Tommy Rey, cuyo integrante Javier Jorquera se inició en Los Fénix.
Aunque venezolano de nacimiento, Luisín Landáez fue un personaje clave para la música chilena, y uno de los responsables de la penetración de la cumbia en este lado del mundo. Iniciado como cantante de orquestas, llegó a Chile en 1962, y se quedó quince años. Desde mediados de la década de los '70 alternó su residencia entre Chile y Venezuela, y cumpliendo escasas, aunque regulares, presentaciones en vivo, en las que recreó el inmortal repertorio que popularizó en Chile entonces, y que tuvo en sus versiones para los temas "Macondo" y "La piragua" sus más grandes contribuciones.
Groove latino y beat latino son conceptos que giran en torno a la propuesta de fusiones del grupo El Gremio (no confundir con el grupo de jazz latinoamericano El Gremio, que funcionó en Santiago a mediados de los años 2000 con profesores de la antigua Escuela SCD). Nacido en Puerto Varas, el conjunto se consagró a las mezclas modernas de ritmos y estilos musicales latinoamericanos desde la timba. Si bien en sus comienzos apareció como una agrupación decidida a difundir la salsa en el lejano y frío sur de Chile, el paso del tiempo modificó esos propósitos y la música se acomodó a los requerimientos del pop, la cumbia, el funk e incluso ciertos elementos del jazz. Sus principales escenarios han estado, en consecuencia, en Puerto Montt y Chiloé, pero además en el frente de localidades del lago donde El Gremio nació. En 2012 realizó una gira por Canadá donde difundió su primer trabajo, editado ese mismo año, Beat latino.
Cumbia, pero también punk rock, reggae y rap al estilo jamaicano del dance hall o raggamuffin son algunos de los ingredientes que se oyen en Chorizo Salvaje, uno de los nombres más presentes en los habituales encuentros de cumbia chilena desde la aparición del grupo en 2006. Además de sus constantes actuaciones en vivo, la banda hizo en 2008 su primera grabación y figura en el compilado Santiago caliente, lanzado en el mismo año.
Inscritos en la vertiente de «cumbia ranchera» de tanto arraigo en ciertas regiones del país, Los Indomables —también conocidos como Los Indomables del Sur— son un conjunto chilote de vocación festiva y popular, adscrito en sus palabras «a la cultura que identifica al pueblo trabajador del sur de Chile». Cuentan entre sus influencias a Los Reales del Valle y Los Hermanos Bustos, pero avanzan hacia ideas más ajustadas a su tiempo, el del siglo XXI. Además de composiciones y la publicación de discos, su actividad se ha centrado hasta ahora en numerosos festivales.
La música tropical ubica protagonistas en lugares y funciones diversas, y Juan Chocolate Rodríguez se ganó esa figuración merecidamente en el micrófono. Fue desde los años cincuenta voz para la cumbia, la salsa, el bolero y otros ritmos de raíz centroamericana, y sobre todo como el gran cantante afrodescendiente de carisma, estilo e impronta en orquestas de época como la Cubanacán y la Ritmo y Juventud.
En la explosiva gestación de elencos de cumbia en la década de 2000 y 2010, otra de estas agrupaciones se formó en 2008 en localidades del Cajón del Maipo, en las afueras precordilleranas de la capital. LaBanda en Flor, hizo gala de su nombre en una multicolor propuesta rítmica, melódica y bailable que ellas definieron como "cumbia conciente", dado su enfoque de defensa tanto de género y disidencias como de una mirada medioambiental. Integrada en sus inicios por ocho mujeres, LaBanda en Flor mostró esta propuesta en escenarios de la música independiente e incluso en una gira que a mediados de 2013 llevó al conjunto a tocar en Europa. En sus canciones de vocación bailable se cuelan entonces letras de reflexión social, como en los temas "No le pegue a esa mujer" y "Cómo está la gente", y sobre todo en su protagónica participación en las movilizaciones contra el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, con canciones como "Aguanta Maipo" y "Ríos de Chile". Sus primeros álbumes fueron No le pegue a esa mujer (2011) y Ahora es cuando (2014).
Cultora de pegadizos ritmos bailables que ella ha definido como "electro cumbia uterina", María Paz Artigas toma el nombre de Catártica Animal para proyectar un trabajo como cantante solista, siempre en ese campo de la transformación de la cumbia a partir de la influencia de los sonidos urbanos y otros elementos del pop. En momentos previos integró temporalmente el dúo melipillano de cueca femenina Las Pecadoras, que dejó un marcado acento feminista antes incluso de los tiempos de movilizaciones. El canto de Artigas aparece en el álbum Cuéntame una cueca (2016). "La afro cumbia y los sonidos urbanos son los que nos llaman a la catarsis colectiva. El baile es fundamental para explorarnos y reconocernos", ha dicho la autora de canciones como "Ay corazón" y "En libertad", singles principales del EP Soltar (2019).
Mákina Kandela es un caso único en la escena de la cumbia chilena de los años 2000. Su estilo no tiene que ver con la llamada "cumbia" chilena, sino que responde a la estructura folclórica del género colombiano, y que evidencia su doble origen africano y americano: Dos gaitas - flautas de los pueblos precolombinos- y tres tambores de percusión, incluyendo la original tambora. Con dos colombianos en su formación original, y liderados por el saxofonista de Akineton Retard, Edén Carrasco, Mákina Kandela ha editado dos discos y ha hecho giras dentro y fuera de Chile.
Juana Fe es una banda musical, pero sus fundamentos, su inspiración, y sus formas de trabajo trascienden el quehacer estrictamente artístico, y son – por eso- uno de los proyecto más llamativos de la escena musical chilena de los 2000. Conocidos masivamente por su canción "Callejero" del año 2007, el conjunto desarrolla los sonidos tropicales chilenos y continentales, se han presentado intensamente en Chile, y han viajado varias veces al extranjero. Gestores del fundamental sello y estudio La makinita, el 2014 vieron partir a su cantante y fundador, Juanito Ayala. Sin él, el conjunto incorporó una nueva voz y ha continuado con su historia.