Tropical

Pocas influencias extranjeras han tenido una presencia tan sostenida y variada en el tiempo como los diversos géneros musicales venidos del Caribe, adoptados por el público chileno como parte de los gustos bailables y la fiesta nacional. Son generaciones de ritmos y de audiencias las que han disfrutado de esta música tropical, desde los años '30 con la guaracha, el cha cha cha y el mambo de las orquestas de los '40 en adelante, y con la explosión en cumbias de los años '60, incluidas todas las transformaciones que ese ritmo colombiano ha experimentado entre sonoras, combos, orquestas y conjuntos, hasta llegar a modas más recientes como la del sound, la música axé, la cumbia villera y el reggaetón. La música tropical ha moldeado la fiesta popular y el baile nacionales por décadas.

Noche de Brujas

Liderado por el sobresaliente cantante Héctor Muñoz, Kanela, Noche de Brujas vino a instalarse en la cronología de la cumbia romántica como la agrupación que tomó la posta de popularidad y presencia que había dejado La Noche en la década de 2000. Se formó como un grupo de rock latino en el liceo N°2 de hombres Miguel Luis Amunátegui, de Santiago Centro, aunque luego pasó a la cumbia como estrategia para conseguir fechas en vivo en fiestas y eventos. Es de hecho la primera actuación del grupo durante la fiesta de Halloween de 2003 el que bautizó finalmente a la banda, a instancias de un perspicaz productor: Noche de Brujas.

María Sonora

María Sonora fue un grupo de carrera parcialmente frustrada (su primer disco tardó más de treinta años en publicarse), pero que resultó pionero en la integración de ritmos caribeños con códigos hip-hop y electrónicos; y, como tal, es recordado como una asociación virtuosa para el Chile de los años de transición democrática. De manera intermitente, ocupó a los hermanos María José y Tan Levine, dos músicos de sobra destacados previamente en bandas como Upa, Pinochet Boys y Electrodomésticos —entre otras—, y vinculados hasta hoy a proyectos artísticos independientes.

Leo Rey

Fue como vocalista del grupo La Noche que Cecil Leonardo Leiva Reyes se convirtió en ídolo a escala nacional, pero su salida del grupo, en 2010, no le quitó las ganas de continuar como cantante. Con la popular banda de cumbia romántica, Leo Rey grabó tres álbumes de estudio, desde Amor entre sábanas (2005) a La noche buena (2009). Su trayecto solista acumula ya otros tres discos, sostenidos por decisión propia en un permanente trabajo de recitales por todo el país.

Los Huastecos del Sur

Los Huastecos del Sur son un grupo vocal e instrumental chileno pionero en cultivar la música popular mexicana, con gran acierto, entre los años 1938 y 1958. Obtuvieron gran popularidad en base a la interpretación de corridos, huapangos y otros estilos que hacia 1938 estaban muy de moda a raíz de la película Allá en el rancho grande (1936), que protagonizara Tito Guizar. Sus integrantes originales fueron Julio Beas, Luis Beas y Gerardo Cárdenas, en una primera etapa en la que el grupo grabó canciones como "El fanfarrón" y "Soldado de levita", ambas de 1943, en discos de 78 rpm para el sello Victor. Hacia 1945 los hermanos Beas fueron reemplazados por Óscar Rodríguez y Sergio Baeza. En 1953 se incorporó al conjunto, en reemplazo de algunos de ellos, el célebre cantante Fernando Trujillo, que permaneció en el elenco hasta 1963.

D' Latin Sound

A finales de marzo de 1999, en pleno auge de la llamada cumbia sound en el norte de Chile, fue fundada la agrupación D' Latin Sound, compuesta originalmente por seis músicos que, tras una ruptura, se retiraron de Amérika'n Sound, y por un ex integrante de Gran Eclipse Musical. Dos generaciones se suceden en su historia: la primera fue encabezada por Luis Cachito Navarro, cantante e hijo del bolerista Cacho Navarro, y la segunda inició en 2014 el regreso de D' Latin Sound al los escenarios y los discos.

Pancho Aranda

Pianista, compositor, arreglador, conductor de orquestas y productor discográfico, Francisco Aranda Reinoso es el ejemplar más joven entre los músicos que se iniciaron en conjuntos de la Nueva Ola y que luego se reconvirtieron en figuras autónomas como directores y productores. Es una camada de talentos en la pluma, la batuta y la gestión, que comienza en los años ’60 con gente como Juan Azúa, Toly Ramírez y Jorge Pedredros y deriva en Horacio Saavedra, Juan Salazar, Miguel Zabaleta y Pancho Aranda, nombre recurrente dentro del círculo del Festival de Viña del Mar y la industria televisiva de los años '80.

Mickey Mardones

Fue la colorida figurita del Ratón Mickey, que él lucía en su chaqueta cuando salía a tocar, la que consolidó la identidad musical del saxofonista Fernando Mario Mardones Álvarez, mucho más conocido como Mickey Mardones. Es un ejemplar de aquellos músicos de cancheo y repertorios populares y bailables de los años '50 que hicieron el paso hacia hacia el swing y la improvisación jazzística. Junto con Carmelo Bustos y Kiko Aldana, Mickey Mardones completa una tríada de estos grandes saxofonistas que lograron trascendencia.

La Noche

Cada década ha tenido en Chile su jerarca en ritmos tropicales, y en el primer decenio del 2000 el trono lo ocupó La Noche, referente mayor en el paso de la cumbia festiva a la cumbia romántica, y uno de los conjuntos más vendedores del país durante al menos un lustro. Años de trabajo sin mucha difusión prepararon su temple para la locura que se desataría a partir de 2006 con hits como "Es el amor", "Quiero ser libre" y "Que nadie se entere"; composiciones en clave de cumbia villera argentina con letras que desdeñan el molde del amor romántico para insertar las relaciones de pareja en triángulos, cuartos de motel y ocultos encuentros eróticos. El salto fue entonces enorme en proyección, desde su origen en el Valle de Aconcagua (en pueblos como Catemu y Llay Llay) a los más grandes y mejor pagados escenarios del país. En la historia del conjunto, el más notorio cambio se dio en 2010 con la salida del cantante Leo Rey, tras lo cual La Noche ha pasado por varios otros movimientos de integrantes.

Carolina Molina - La Rancherita

Conocida inicialmente como “la princesa mexicana”, Carolina Molina se consagró en definitiva como «La Rancherita», título que le quitó de las manos a la propia María José Quintanilla, con quien compartió espacios de música mexicana en la tercera generación del programa de talentos “Rojo, fama contrafama”. Sus espectáculos en vivo en discoteques, restoranes y parrilladas populares y su permanente presencia en pantallas de televisión la convirtieron en una de las favoritas entre el público masivo del pop. A quince años de su estreno discográfico, y ya instalada en México, la cantante practicaba un giro musical que la ubicó como exponente de la música latina urbana, con aproximaciones a los ritmos del reguetón, la bachata, la cumbia y la kizomba, en un nuevo perfil como cantante.

Los Trianeros

Los Trianeros es el conjunto de música popular bailable más importante de la austral Región de Magallanes. Se formaron a mediados de los '60 en Punta Arenas tocando música melódica de moda en la época, e influenciados con la incipiente Nueva Ola, el bolero, el rock and roll y la música tropical que hacía bailar a los chilenos desde los años '50 con la Orquesta Huambaly. Con su sonido característico basado en la guitarra eléctrica y el órgano Casio, Los Trianeros fueron uno de los principales exponentes de los jóvenes conjuntos que cultivaron la cumbia en esta década, junto a Los Cumaná, Los Bingos y Los Fénix.

Taconeras

Conjunto femenino de cumbia romántica y música tropical, nacido en 2012 tras la disolución del septeto Diávolas, donde tocaban la tecladista Paula Rojas y la bajista Camila Pizarro. El octeto, que en su origen llevó el nombre de Loca Obsesión, puso finalmente un acento en el perfil glamoroso de su propuesta visual y escénica que acompañó sus actuaciones. De esta manera adoptó el nombre de Taconeras. Con referentes de la llamada nueva cumbia joven de la época, como Juana Fe y Santa Feria, aunque en una línea estilística más próxima a astros como Américo o Jordan, se estrenó en los escenarios con canciones como "Sígueme", "Quiero" y "Loca obsesión". Fue una propuesta musical que el grupo denominó "cumbia pop tropical", y que recuperó así el concepto original: Loca obsesión. Luego fueron reclutadas por el Sello Azul para integrar su generación de artistas de 2015, que editó ese primer álbum de cumbia femenina.

Almendra

Sólo hasta 1998 esta cantante melódica mantuvo su nombre de Gisella Valenzuela en los escenarios de Curicó. Después de ganar ese año un festival de la canción en Curepto, tomó el pseudónimo de Almendra para dar pasos determinantes en los estudios de grabación, en las orquestas populares y en los micrófonos de apoyo de grandes nombres de la balada y el pop, incluido el venezolano José Luis Rodríguez. Esa ruta desembocó diez años después en su primer disco solista, De música y alma (2009).

Negros de Harvar

El mestizaje es una de las claves a través de las cuales se puede escuchar la música de Negros de Harvar, un ensamble que se puede vincular con la larga tradición de músicos chilenos que han adoptado los ritmos latinos y el espíritu festivo como vocación. En su caso, ese camino les ha permitido mostrar sus canciones en países como Perú, Colombia y Brasil.

Chilombiana

Colombia, Ecuador, Perú y Chile aparecen de formas más o menos directas en la alineación de este grupo iniciado en Santiago en 2008, con integrantes ligados a esos cuatro países y un sonido que durante su historia mostró un cruce de ritmos caribeños con los instrumentos eléctricos del rock. Sobre esa base, Chilombiana vino a enriquecer el circuito de músicos y grupos chilenos entregados a diversas formas de mestizaje local entre raíces latinoamericanas.

Bárbara Vos

Habitual figura del creciente celetrity-system chileno, en 2008 la modelo argentina Bárbara Vos se integró a un circuito de cantantes de pop latino como Ximena Abarca, Laura Serrano, Katherine Muñoz, Lucy Helena, Tamy Sessarego, Mariela Montero o la popular Karen Paola. Bárbara Vos, que cantaba con sistematicidad en locales y discoteques (de hecho se encontraba actuando la madrugada del terremoto del 27 de febrero de 2010), obtuvo mayor figuración a partir de un controvertido vínculo con la cantante de "Rojo" Karen Amenábar, habitual fórmula de obtención de publicidad en la farándula televisiva.

La Banda

Desde mediados de los ‘80 un nuevo "boom" en torno a la música tropical se instaló en Chile. Tardíamente, como siempre, los ritmos danzables de la salsa aparecieron en los últimos años del régimen militar para renovar en parte la fuerte tradición de las antiguas orquestas Huambaly y Cubanacán o todas aquellas sonoras clásicas que animaron los ‘70 y ‘80. Un primer combo plenamente salsero en operar en Chile fue La Banda, un conjunto dirigido por el percusionista Alejandro Mota Riquelme y surgido al alero del Club de Salsa como una necesidad imposible de omitir en la apertura de los ‘90.

Orquesta Huambaly

La Orquesta Huambaly fue la más popular, sobresaliente y profesional agrupación de música afrocubana en la explosiva década de 1950, con repertorios de mambo, chachachá, rumba, bolero e incluso swing que estimularon a un nuevo público chileno y de paso lanzaron al estrellato a una serie de solistas de alta categoría que integraban sus filas. Durante toda la década fue la orquesta tropical mayor, primero con sus temporadas en el restorán Nuria y finalmente con la histórica gira por Europa de 1959, que como corolario de un éxito sin precedentes también precipitó su final. En honor a su memoria y su música vibrante, 50 años después de su disolución nuevos músicos recogieron el legado para interpretar esos repertorios pioneros formando una una "nueva orquesta Huambaly".

Golosa la Orquesta

La búsqueda y recuperación de un repertorio basado en ritmos de la nostalgia es parte de la propuesta musical de Golosa la Orquesta, proyecto colectivo llevado a cabo por músicos jóvenes en los inicios de la década de 2010, en especial los referentes de la agrupación, el guitarrista Gus Valenzuela y la violinista Danka Villanueva, que había tocado en La Mano Ajena. Bolero, tango, vals, chachachá, swing e incluso jazz gitano forman parte de su paleta estilística. El grupo fue parte activa de la consolidación de un circuito de baile de swing que se instaló a mediados de esa década en lugares públicos de Santiago.

Américo y la Nueva Alegría

Este grupo es al mismo tiempo la banda de acompañamiento del cantante de cumbias Américo y uno de los tres conjuntos que comparten la misma raíz, entre el duradero grupo tropical nortino Alegría y sus derivaciones entre Paskual y su Alegría y los propios Américo y la Nueva Alegría.