Moncho Pérez

Moncho Pérez
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Ramón Eugenio Pérez Alé, es decir Moncho Pérez, es parte de una reconocida saga de bateristas de jazz venidos desde Concepción, y definió su estilo con poderío rítmico e intensidad. Formado como baterista en los cancheos de matiné, vermouth y noche, en boites y locales donde él actuó en conjuntos de música bailable. Pero Moncho Pérez se fue autoconstruyendo como solista de jazz partir de los años ’70, alcanzando cotas de mayor altura en sus años en el Ángel Parra Trío y luego como líder de sus tríos y cuartetos que mantuvo en Valparaíso y Viña del Mar. Solo después de 50 años de actividad como músico, en 2024 publicó su primer disco: Tralka wenü, es decir, Talcahuano.

Ficha

Fechas

Talcahuano - 10 de diciembre de 1958

Región de origen

Biobío

Décadas

1970 |1980 |1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Moncho Pérez

Ramón Eugenio Pérez Alé, es decir Moncho Pérez, es parte de una reconocida saga de bateristas de jazz venidos desde Concepción, y definió su estilo con poderío rítmico e intensidad. Formado como baterista en los cancheos de matiné, vermouth y noche, en boites y locales donde él actuó en conjuntos de música bailable. Pero Moncho Pérez se fue autoconstruyendo como solista de jazz partir de los años ’70, alcanzando cotas de mayor altura en sus años en el Ángel Parra Trío y luego como líder de sus tríos y cuartetos que mantuvo en Valparaíso y Viña del Mar. Solo después de 50 años de actividad como músico, en 2024 publicó su primer disco: Tralka wenü, es decir, Talcahuano.

Iñigo Díaz

Nacido, de hecho, en el puerto de Talcahuano, Moncho Pérez se formó en una familia de amplia cultura musical, con su padre, un melómano y coleccionista de música clásica, y su madre, una cantante que llegó a actuar en radios. El jazz ya se vislumbraba en esos tiempos de la década de 1960 a través de LP bailables de Glenn Miller o el sonido fascinante que Moncho Pérez capturaba de las bandas dixieland. A Concepción llegó a vivir en 1966 y allí conoció la batería, que a los 17 años tocaría en los Cap Swingers, del tenorista Diógenes Alarcón. Es la época en que Pérez reconoció el valor de la escena jazzística de Concepción, la influencia de Jaime Santamaría como formador y coleccionista de discos, o los músicos que estaban tomando espacios en los años ’70: el Trío Jazz ModernoEdgardo Riquelme, Moncho Romero o Marlon Romero. También Alejandro Espinosa, que junto con el legendario Orlando Avendaño serían sus influencias más importantes en la batería.

Su formación en los ritmos bailables diversos tuvo lugar al interior de conjuntos donde tocó la batería desde 1979: Enjambre, Filadelfia, de Edgardo Sánchez, y sobre todo Savanda, de Nano Suárez. Ello lo convirtió en un músico de oficio a la antigua, un “baterista de noche”, en contraposición a los bateristas que provenían de la academia y la percusión clásica, instruidos "de día": Moncho Pérez se hizo a su propia medida.

La gran hora feliz
Por entonces su interés en el jazz estaba aumentando. Fue baterista del grupo Trilogía, con los mismos hermanos Romero, sustituyendo a otro baterista penquista como Alejandro Mota Riquelme. Y también reemplazó a Alejandro Espinosa en los conjuntos del trompetista Daniel Lencina, en 1984.

Entre 1986 y 1988 vivió en Buenos Aires, donde estudió batería y música con Daniel Volphini y tomó contacto con una avanzada escena jazzística argentina. Entre 1990 y 1993, estuvo en Río de Janeiro, donde amplió ese universo musical. Fue entonces cuando Moncho Pérez regresó a Chile y se integró de lleno a la escena jazzística de la transición. Así dio un paso como nombre propio, definido por su estilo exuberante y a la vez dinámico y complejo, tocando con diversos músicos. Lideró un trío residente en el club La Calle del Delfín Verde, con Carlos Silva (piano) y Daniel Navarrete (contrabajo), tocó con Cristián Cuturrufo, Parquímetro Briceño, Daniel Lencina y otras figuras como Roberto, Mario y Pablo Lecaros. A ese cuarteto de hermanos del club L’Atelier se sumó como baterista y llegó a telonear el concierto de Al Di Meola, Jean-Luc Ponty y Stanley Clarke en el Estadio Chile en 1995.

Alumno de batería de Carlos Figueroa en 1993, ese mismo año llegó a integrar el grupo Nexus, de Patricio Ramírez. Desde 1994 se sumó al Ángel Parra Trío, donde sustituyó a otro baterista de Concepción, Pancho Molina, su propio alumno. Fue la época de mayor popularidad de este grupo. Moncho Pérez grabó siete de sus álbumes más conocidos, como Piscola standards (1996), La hora feliz (2002) o Playa solitaria (2005). Su retiro de la banda en 2007 consolidó así su trabajo musical en la Quinta Región, donde se estableció en 1996. Allí formó distintas bandas, un trío con Eduardo Orestes (guitarra) y Carlos Rossat (contrabajo) que se amplió a cuarteto al sumar a Andrés Bonnet (saxo alto).

Más adelante reunió nuevos tríos, de distinto enfoque: con Gonzalo Palma (piano) y Marcelo Córdova (contrabajo) o con Jorge Díaz (guitarra) y Christian Gálvez (bajo), además de tocar en Valparaíso con Ernesto Holman y ese músico irrepetible llamado Alfredo Espinoza. Moncho Pérez condujo un programa de jazz en radio Valentín Letelier y creó el Festival de Jazz de Concón, que tuvo programaciones hasta 2018. En 2024 publicó ese citado disco Tralka wenü, un dúo con Jonathan Gatica, y donde además de saxo tenor y batería incluyó trutruka y kultrún.

Actualizado el 12 de diciembre de 2023