Marisol García / Iñigo Díaz
Alrededor de 1965, cuando Pizarro era apenas un adolescente, comenzaron a gestarse las primeras reuniones de los nuevos músicos del jazz moderno, que se habían iniciado sobre todo al alero del pianista Omar Nahuel y su Nahuel Jazz Quartet. Pizarro era un estudioso de la música actual y las vanguardias en la década de los '60 y a él se sumaron entonces los hermanos Manuel (piano) y Patricio Villarroel (batería), los primeros en frecuentar la casa de la familia en calle Hernando de Aguirre, en la comuna de Providencia, donde tendrían lugar estas jam sessions informales.
El boca a boca anunció a los músicos de jazz que cosas importantes se estaban fraguando en ese espacio residencial. Así comenzaron a acudir otros músicos: Sandro Salvati (saxo alto), Gonzalo Gómez (saxo tenor), Nelson Gamboa (contrabajo) y un joven Pedro Greene (batería). Antes de cumplir los 20 años Pizarro ya era un referente entre la comunidad de músicos interesados en nuevos lenguajes de la improvisación jazzística, el avant-garde y el free jazz. Matías Pizarro fue también un músico presente en el nuevo espacio del Nahuel Jazz Club, regentado por el propio Nahuel en una casona de calle Agustinas, muy cerca del cerro Santa Lucía, el lugar del jazz moderno en los años '60.
Iniciada la década de 1970, Pizarro sumó más influencias musicales como pianista, compositor e improvisador. Se sumó al conjunto Fusión, que el musicólgo Álvaro Menanteau acredita en el libro Historia del jazz en Chile como la primera agrupación de jazz eléctrico formada en Chile. Trabajó junto a ese proyecto entre 1972 y 1973, luego de años de formación en piano en clases particulares en Santiago y luego en la prestigiosa escuela de Berklee, en Boston, donde estudió entre 1969 y 1970. En 1968, junto a otros tres músicos, había grabado el disco Siempre para ti, aunque tuvo escasa repercusión.
El autoexilio y el LP histórico
Pizarro acompañó a los pioneros Fusión durante toda su asociación —anclada en parte importante en esa casa de Providencia—, la cual dejó un único disco como registro (Top soul, 1975), pero también había trabajado en el sello IRT como arreglador de música de Víctor Jara y Amerindios. En 1973, apenas se abrieron las fronteras tras el Golpe de Estado, Matías Pizarro viajó a Argentina en el mismo transporte que llevó a Los Jaivas, con quienes él y otros músicos habían grabado sesiones libres que luego se convirtieron en la música del elenco "imaginario" llamado Sol de Chile. Mientras Los Jaivas recalaron en Zárate, Pizarro arribó a Buenos Aires, donde estaría por tres años.
En Argentina, Pizarro tomó contacto con la escena jazzística. Su primer conjunto fue un trío junto al contrabajista Jorge González y el baterista de Lito Nebbia, Néstor Astarita. Su enfoque musical en el piano y el conocimiento de las corrientes de vanguardia que entonces había recogido de su paso por Berklee le dieron un estatus especial. Matías Pizarro fue reconocido como un músico distinto en el ambiente del jazz bonaerense. Poco después grabó el piano en un disco del trompetista italiano Enrico Rava.
En el equipaje del viaje que lo trasladó de Santiago a Buenos Aires, Matías Pizarro llevaba los masters de la grabación de Sol de Chile. Por entonces era solo la grabación de unos jóvenes chilenos reunidos alrededor de la música. Pizarro tomó contacto con el sello Tonodisc, que editó el álbum con el título de Sol de Chile (1974), por el conjunto Sol de Chile, que fue una sugerencia de los editores.
Figuran en esos créditos Antonio Smith, Enrique Luna (otro compañero suyo en Fusión), Alejandro Rivera, Miguel Ángel Taborda y Freddy Anrique; para un repertorio que incluye tres canciones compuestas por el propio Pizarro. Durante años el disco se intercambió como una joya codiciada de la música sudamericana de la época, pero en 2024 fue reeditado por el sello alemán Altercat, el mismo que rescató del olvidó el histórico único disco solista, grabado en Buenos Aires, de Matías Pizarro: Pelo de rata (1975).
Sonido, silencio y la vida en París
Una ilustración de la artista visual Renata Schussheim —quien por entonces también retrató en la misma estética al Charly García de La Máquina de Hacer Pájaros— aparece en la cubierta del LP Pelo de rata, un álbum enérgico y atemporal, grabado por músicos chilenos y argentinos. Es una experimentación de obra propia por Pizarro, creada desde lo teórico en la fusión del jazz contemporáneo con las raíces latinoamericanas. Ambos mundos están representados, por un lado por el cuarteto con saxofón, bajo, batería y sus pianos acústico y eléctrico, y por otro por instrumentos andinos como la quena y el charango junto con las percusiones latinas, sudamericanas y brasileñas.
La música da espacio protagónico al universo pianístico de Pizarro (quien también canta). Pero el músico migrante estaba centrado en el presente y poco después continuó su viaje musical, empujado por otro Golpe de Estado, el de marzo de 1976 en Argentina. La residencia de Matías Pizarro en París desde 1977 ha sido prolífica para su desarrollo y agenda de colaboraciones. Diversos encargos y alianzas han ocupado su tiempo en la capital francesa, incluyendo al trío experimental Skuas, junto a Manuel Villarroel y Patricio Villarroel; el grupo de fusión latinoamericana Tamarugo, con textos del poeta Gustavo Mujica; trabajos con Mariana Montalvo, grabaciones de Isabel Parra durante su período de exilio, y también numerosos discos y recitales junto al otro hijo de Violeta Parra, Ángel, de quien fue pianista y arreglador en varios de sus discos franceses (Passion selon Saint Jean, 1980; La travesía de Colón, 1991; Concierto oratorio de Navidad según San Lucas, 2000) y colaborador cercano desde 1977 hasta su muerte en 2017.
Pizarro continuó en Francia su labor como profesor de piano, pianista de jazz en el cuarteto del contrabajista Loic Lecaer y en el trío del también bajista Christian Gentet, y sobre todo arreglador para distintos nombres de la música en Francia, los conjuntos antillanos Kasav y Malavoi o las orquestaciones para la "Messe antillaise", de Jean Michel Lesdel, y para una adaptación sinfónica de la música de Coretta Jean-Alexis Moueza.