Sebastián Santa María

«Uno sale… completamente irresponsable. Es una etapa de la vida… de locura, en la que uno te manejas solamente con sueños», recuerda Sebastián Santa María en un registro de archivo de una entrevista suya en el programa televisivo "Más Música". Se refiere así a su partida a Europa a los 17 años, motivado por la idea —incierta todavía— de que podría allí desarrollarse como músico. Se trató, en su caso, de una irresponsabilidad bendita, que al poco tiempo lo tenía trabajando en sus condiciones soñadas en cuanto a colaboraciones, lecciones y libertad creativa. Aunque Santa María está en la memoria masivo por un single pop de gran difusión radial en 1987, "Keep on singing", su trayectoria lo ubica como una figura de peso en terrenos de exploración jazz-rock, y exigente autoría y coordinación de equipos. Su formación musical sobre el piano no le impidió luego mostrarse también como cantante y productor. Fue valorado como tal entre figuras de relieve internacional, todas las cuales lamentaron públicamente su muerte temprana, a los 37 años de edad.

Fechas

Santiago - 24 de septiembre de 1959
Lausanne (Suiza) - 20 de octubre de 1996

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1970 |1980 |1990 |

Géneros

Marisol García

Europa
Su asentamiento adolescente en Europa tuvo como única motivación la música. Santa María quería desarrollarse en la composición y la interpretación, y la casa de un hermano suyo, temporal residente en Lausana (Suiza), parecía el lugar adecuado para comenzar a probar suerte en otro hemisferio.

Tenía entonces 17 años. Dejaba atrás una vida acomodada en Santiago, en una familia de ocho hermanos emparentada con un Presidente de la República (Domingo Santa María) y con el compositor Pelayo Santa María, y en la que su interés por el piano había sido alentado con entusiasmo y rigor. Desde niño siguió clases en la Escuela Moderna de Música, y antes de terminar el colegio animó con su piano veladas en espacios capitalinos como el Yellow’s Pub y el Club de Jazz.

Su desarrollo en Lausana tiene dos etapas: durante el primer tiempo en la ciudad, la falta de contactos le jugó en contra para encontrar espacios adecuados en los que presentarse (como «boîtes y pianobars de dudosa reputación», identifica su ficha en Wikipedia su destino en distintas ciudades de Suiza, Francia e Italia). Pero hubo otra acogida luego de que Santa María viajase a un año de estudio en la prestigiosa escuela de Berklee, en Boston (Estados Unidos). Se fraguaron a partir de entonces valiosas alianzas. Con el pianista suizo François Lindemann montó el espectáculo «Piano-Duo»,que fue integrado a la cartelera de prestigiosos escenarios europeos, como el Festival de Jazz de Montreux 1982, y en cuya dinámica el chileno sostuvo sus dos primeras publicaciones, grabaciones en vivo que incluían algunas de sus propias composiciones (algunas, tan arraigadas a su imaginario, como "Cueca triste").

Mantuvo durante un tiempo al quinteto de jazz-rock Notas, con algunos de cuyos integrantes se presentó como solista en una nueva invitación al festival de Montreux. Los registros en video de ese concierto son elocuentes de su encanto escénico, a la vez riguroso y desaprensivo.

Colaboraciones
Es posible dimensionar la relevancia del trabajo de Sebastián Santa María en Europa por el calibre de sus colaboraciones. Fue acompañante y/o autor de canciones para solistas franceses de relieve, como Bernard Lavilliers (su exitoso single "On the road again" es de autoría del chileno), Catherine Lara y Claude Nougaro, y a la famosa actriz Isabelle Adjani la asistió en la composición de la música para el single “Princesse au petit pois” (1986).

Trabajó asimismo como pianista para grabaciones del grupo inglés The Zombies (y también para discos del vocalista de esa banda, Colin Blunstone) y del rockero irlandés Francie Conway.

Mantuvo entre esos encargos su decisión de desarrollar un trabajo solista. El single "Keep on singing", grabado en Londres en 1987, fue un definitivo impulso para esa aspiración, por su gran difusión en radios y por cómo permitió mostrar las múltiples capacidades del músico en interpretación, canto y composición. El tema, de suave cadencia y apoyo en bases electrónicas, se convirtió también en un éxito en Chile, justificando la participación de Santa María en programas de televisión locales, como la transmisión de una final de "Miss Chile" desde el Teatro Municipal de Santiago. Destacó acá también su single "Hope".

En esa dirección como autor, su gran proyecto fue Latino, un álbum trabajado desde 1991 al que el músico convocó a grandes créditos de sesión en el pop del mundo y el jazz chileno: Ernesto Holman, Raúl AliagaCecilia Echenique, Snake Davis y David Mattacks, entre otros.

«Se trata de un disco muy maduro, con un contenido fuertemente autobiográfico, y que goza de la asombrosa cualidad de mantener un hilo conductor claro, a través de trece temas en los que se pasea por los más diversos estilos, desde el tango hasta los sonidos anglosajones y los ritmos latinos que llevaba en la sangre, siempre marcado por la melancolía, la angustia y el recuerdo», define el disco en internet un especialista en su trabajo.

Poco antes de la publicación de esa obra, editada en 1994, Santa María recibió un diagnóstico médico grave: padecía de adrenoleucodistrofia, una rara enfermedad hereditaria que progresivamente paraliza el sistema nervioso hasta llevar a la muerte. Latino no tuvo por eso promoción de su parte: al momento de su salida, el músico se encontraba por completo debilitado. Fue un padecimiento de tres años, que finalmente se lo llevó el 20 de octubre de 1996, en Lausana, a los 37 años de edad.

A su despedida llegaron no sólo familiares y amigos desde Chile, sino también músicos de muchos lugares. Se organizó un concierto de tributo en el Festival de la Cité, en esa ciudad suiza, y Francie Conway le dedicó su disco The great divide.

El álbum Corpus (1997) apareció tras su muerte con grabaciones suyas que habían quedado inéditas. Su nombre aparece, a veces, en las entrevistas que ofrece un sobrino suyo hoy activo en la música. Para Rodrigo Santa María fue su tío Sebastián,  a quien se vinculó breve pero intensamente, el modelo inicial en el que inspirarse al componer canciones. Otro arrojo juvenil de feliz desarrollo.

 

 

Actualizado el 26 de diciembre de 2018