El proyecto original se formó al finalizar 2011, en torno a la cantante Lorena Guerra (Lou), la guitarrista Josefa Hidalgo (Jóse) y la baterista Natalia Pérez (Natti), quienes se trabajaron en el encuentro musical del funk-rock setentero representado por la afroamericana Betty Davis, y el trip-hop de Portishead. De hecho, la propia banda definió la música de su primer disco como "tripfunk".
Al año siguiente, el grupo se completó como cuarteto con la llegada de Manuela Reyes (Manu) y adoptó el nombre de Amanitas, género de hongo altamente venenoso. En 2012 el grupo ganó un concurso de Uniacc que le permitió grabar sus primeras canciones. En el estudio conocieron a Eduardo Silva, bajista de El Cruce, quien trabajó como productor musical, y de este modo iniciaron una intensa actividad en vivo frente a públicos univesitarios. Tras ganar la convocatoria del Sello Azul en 2013, Amanitas sumó a la tecladista Paula Rojas (Pau), y ya con el material del disco Sale el mundo a gritar! y llegaron a compartir escenario como debutantes con grupos de trayectoria en el ámbito del funk y soul como Chancho en Piedra, De Kiruza, Los Tetas y Matahari.
Un giro estético respecto de esos inicios funk se consolidó definitivamente con la canción "Aventurar", reconocida con cierta categoría de himno a las transgresiones por un público generacional alrededor de Amanitas. La banda fue adoptando más elementos sónicos del soul y bordes del dream pop, y depuró el trabajo de las letras en sus nuevas canciones, ahora expuestas en el disco EP Anónima (2016). Su primera gira internacional remarcó el rumbo musical de la banda, Amanitas se presentaron en ciudades de la remota China, Beijing, Shenzhen, Guangzhou y Guiyang, donde fueron parte de los programas del China-Latin America Caribbean 2016 Year of Cultural Exchange y el Guiyang Music Festival.
La baterista y cantante Natalia Pérez (quien por ese tiempo había comenzado a proyectar material solista bajo el seudónimo Cancamusa) sumó protagonismo como letrista y cantante, y además de su llegada a Mamma Soul como baterista fue colaboradora de Javiera Mena y Mon Laferte. Para entonces, Amanitas instalaba un sonido nuevo de pop onírico y soul contemporáneo, a través de su segundo álbum, Amor celeste imperial (2017). Las novedades en la promoción de ese álbum pasaron por más ambiciosas citas en vivo (gira por once ciudades del centro-sur en 2018 y single junto a Ana Tijoux —"Lluvia frenesí"—, más cupo en Lollapalooza-Chile en 2019) y las noticias en torno a un eventual traslado a México.
Se trató, sin embargo, de una iniciativa truncada. Luego de un par de shows y un último EP, Amanitas decidió hacia fines de 2019 detener su marcha conjunta. «En medio de una gran conversa, las cinco quisimos separarnos con mucha tranquilidad por un tiempo. Nos faltaba respirar un poco para en un futuro volver a reencontrarnos en un mismo lugar», comentó la baterista del grupo en prensa. Un año después de su definitiva disolución, la tecladista del grupo, Paula Rojas, lanzó también sus primeras canciones con el nombre de Miausicat.
Actualizado el 20 de octubre de 2020