Iñigo Díaz

Sus largos estudios de piano clásico se iniciaron a temprana edad en el Conservatorio de la U. de Chile, con la maestra Georgina González. Además, Viertel sumó instrucción de canto lírico en la antigua Fundación Claudio Arrau, y de guitarra folclórico en la escuela de Huentelauquén. Son los primeros estímulos musicales que la conectaron con los mundos académico y popular por igual. Más tarde conoció piano jazzístico con Carlos Silva y Mario Lecaros, así como del canto con la maestra Inés Délano y Francesca Ancarola.

En 2008, mientras vivía en Puerto Montt, realizó su primera incursión discográfica a través de un repertorio de canciones propias utilizando ritmos latinoamericanos, boleros y valses principalmente, que publicó en el disco Puerto Olvido. Allí se rodeó de una afiatada sección rítmica de jazz de esos tiempos, formada por Federico Dannemann (guitarra), Rodrigo Galarce (contrabajo) y Daniel Rodríguez (batería). A ese repertorio que evocaba la música de los años '40, incorporó la canción "Un hombre de la calle", de Fernando Lecaros Sánchez.

Las movilizaciones estudiantiles de 2011 removieron a la sociedad y, desde luego, a la Universidad de Chile, donde Milena Viertel ya era profesora. La discusión se trasladó en consecuencia hacia el tema de la música y sus identidades: desde qué lugares se instalaba en Chile el concepto de la música dentro de una tradición escrita y eurocentrista, la música como obra de arte en desmedro de su representación simbólica de la cultura. Como consecuencia, Milena Viertel obtendría una obra de seis movimientos reunida en el disco Violeta de Chile (2017) y presentada durante las celebraciones del centenario de Violeta Parra. Junto con el prestigiado contrabajista de jazz Ron Carter, quien fuera sideman de Miles Davis, y el baterista Sergio Tilo González, figura principal del grupo Congreso, Viertel elaboró una serie de piezas sostenidas en lo que ella denominó "intertextos": inspiraciones libres a partir de la obra de Violeta Parra.