Iñigo Díaz

Hirth permaneció por dos décadas como pieza de diversas maquinarias donde pudo ejecutar sus conocimientos percusivos y de enfoques musicales. En 1993 ingresó a estudiar percusión clásica a la Universidad Católica, donde fue alumno de Carlos Vera Pinto. Su capacidad como solista y músico en estrenos de obras de nuevos compositores que buscaban intérpretes especializado, lo llevó de paso a integrar el Grupo de Percusión UC (1999-03). Además, se mantuvo en una verstalidad estilística desde el jazz, junto al trío del pianista David Poblete (1999-2000), la música experimental de Yonhosago (2004-07), la improvisación libre de Code (2005-12), dúo de percusiones y lutería que llegó a actuar en el happening "Musicircus", celebrado en el Centro de Extensión UC en 2008, y el rock avant-garde de Klaine Trío (2010-12), el grupo con que inició las grabaciones para su sello CHT Müsik.

Con el inicio del milenio también comenzó la historia más preponderante en la historia de Hirth. MediaBanda le dio notoriedad y jerarquía, grabando sus cuatro discos, Entre la inseguridad y el ego (2004), Dinero y terminación nerviosa (2007), Siendo perro (2010) y Bombas en el aire (2017). Los últimos tres contaron con su producción, lo que abriría un territorio nuevo que explorar. Su proyecto solista al que llamó Zet, convocatoria de geometrías variables y de ideas eclécticas, se convirtió en el manifiesto de Christian Hirth, expuesto en su primer disco, Comandante beat (2017), primer título del sello Aconcagua Records, que fundó ese año junto al ingeniero Gonzalo Chalo González y el guitarrista de jazz Nicolás Vera.

En 2018, Hirth participó en una grabación del disco Narf, de Entrópica, lo que derivó a la larga a la llegada de su trío Zet a las sesiones en vivo de aquella música de carácter electrónica y sintética, con apariciones en vivo del grupo junto a la compositora y cantante pop. Más tarde, como consecuencia directa de esa experiencia, la misma Entrópica apareció en "Trip", parte de una trilogía de composiciones de Zet, publicada en 2019.

Poco antes había desarrollado otro experimento de música improvisada y producción sonora en los mismos estudios durante ese período de intenso trabajo y búsquedas, en sesiones a dos guitarras (Nicolás Vera y Raimundo Santander) y dos baterías (junto a Felipe Salas, de Cómo Asesinar a Felipes). El material obtenido se convirtió en el mixtape Criatura vol. 1, un ejercicio de corte y confección en el computador sobre aquella sesión realizada durante cuatro horas. Luego, en 2022, Hirth retomó el trabajo junto al saxofonista y flautista Cristián Crisosto, con quien había coliderado una etapa posterior de la MediaBanda, para un proyecto de improvisación absolutamente libre de baterías, electrónica y vientos, que llegó al disco Mu como uno de los puntos altos en la historia de la música improvisada.