Iñigo Díaz

Con estudios de guitarra clásica en la U. de Chile y estudios particulares de guitarra eléctrica con Ángel Parra, Ramiro Molina, Mauricio Rodríguez y Pedro Rodríguez, sus pasos lo encaminaron jacia el jazz. Tocó entonces con el conjunto Trío Binario, donde comenzó a practicar la música de improvisación abierta. Román participó en talleres de improvisación con músicos avant-garde de la estatura del guitarrista británico Fred Frith, el saxofonista franco-canadiense Jean Derome, el guitarrista canadiense René Lussier y el multiinstrumentista japonés Otomo Yoshihide. Así selló su opción por la música experimental.

En 2001 se unió al percusionista clásico del Ensamble Contemporáneo, Pablo Soza, y juntos elaboraron el primer ensayo para un grupo experimental. Prolapsus fue una plataforma para el encuentro con la música contemporánea y de improvisación libre. Entre 2002 y 2005, Román realizó conciertos en Barcelona, Dresden y Berlín con distintas agrupaciones de jazz y música experimental. En Dresden impartió clases de improvisación en Hochule für Musik Carl Maria Von Weber.

En Chile ha compartido escenario con músicos internacionales como saxofonistas como el suizo Christoph Gallio, el argentino Luis Conde, y el austriaco Markus Krispel, además del tecladista estadounidense Jamie Saft y el propio Otomo Yoshihide. Su proyecto personal de música improvisada con la identidad de Zoroman reunió a distintos músicos de la escena, los bateristas Matías Mardones y Nicolás Ríos, los bajistas Santiago Astaburuaga y Rodrigo Ríos, el clarinetista Mauricio Barraza y el trompetista Sebastián Carrasco. Muchas de sus presentaciones tuvieron lugar en Piso 3, donde fue colaborador estable junto a sus fundadores, Ramiro Molina, Roberto Zamora y Karla Schüller.

En 2021 se unió a la percusionista Simone Caiafa para un proyecto de dúo que abordó distintos lenguajes, la improvisación libre, el jazz, la música contemporánea y la música popular. Además, desde 2011 Román fue productor del Festival Internacional de Música Improvisada. En ese campo de la creación también ha tenido encuentros, cruces y colaboraciones con improvisadores como el mismo baterista Roberto Zamora, la contrabajista Amanda Irarrázabal, y agrupaciones como TA! y Círculo Niño Fantasma. Y en el espacio de la música para medios, Román se desarrolló como compositor para obras de danza, teatro, documentales y animaciones.